Mi temor y rabia aumentaban considerablemente a medida que los minutos pasaban.Si mis sospechas eran ciertas, no iba a titubear, buscaría a Lucas en el rincón más oscuro de este planeta y lo acecharía como depredador a su presa. Por nada del mundo lo dejaría tocarle ni un solo cabello a mi pequeña.—No me quedaré esperando aquí —dije desesperada y me encaminé hacia la puerta. Sin embargo, antes de llegar a ella, veo a Linsey entrar y siguiéndola entra Lucas.Mi corazón da un salto de alegría al verla. Ella corre hasta mi y me apresuro a su encuentro, y la tomo en mis brazos.—¡Daphne! —exclamó con alegría.—¡Mi princesa! —pronuncié.No podría describir el alivio que siento de tenerla conmigo.—¡Gracias a Dios! —exclamó Olivia.—Nos tenían muy preocupados —mencionó Jennifer.Abrí mis ojos y miré a Lucas completamente furiosa, mientras que con todas mis fuerzas intentaba controlarme para no arremeter contra él y golpearlo hasta cansarme.Me alejé un poco para mirar a Linsey y asegurarm
Reuní todas mis fuerzas y le di con el codo en el costado derecho, logrando que me soltara.—¿¡Qué mierd* te pasa!? —preguntó de forma exclamativa mientras agarraba su costilla con una expresión de dolor.—¿¡Qué te pasa a tí!? ¡No vine aquí para acostarme contigo! —aclaré con firmeza. —Vine porque quería que habláramos sin tener miedo a que nos escucharán —agregué. Lucas me mira completamente enojado mientras lo miro igual, y sin darle tiempo de reaccionar me acerco a él y le planto una fuerte bofetada. —¿¡Cómo te a través a chantajearme!? —le pregunté indignada.—¡Solo estoy recuperando lo que es mío! —exclamó.—¡Yo jamás fui tuya y jamás lo seré!—¿Entonces prefieres que le cuente toda la verdad a todos en esa casa?—¡Adelante, hazlo!, Pero con eso no ganarás nada más que mi odio —contesté con determinación.—Prefiero tu odio a tu indiferencia —replicó antes de intentar agárrame.Actúe con rapidez y le di un rodillazo en los testícul*s.—¡No voy a permitirte que me toques! Para cons
Damián pasa por mi lado sin decir nada, y siento como si una gelida ráfaga de viento golpeará mi cuerpo. Él toma asiento frente a su escritorio mientras yo reúno toda mi voluntad para girarme hacia él y enfrentarlo.Después de varios agonizantes segundos castigándome con su mirada y silencio, por fin empieza a hablar.—Aún no puedo creer que esto haya pasado. Mi hija se cayó por las escaleras, ¿Y su niñera en dónde estaba? —preguntó con un tono severo.—Permítame que le expliqué...—¿¡Explicarme qué!? —inquirió bruscamente, interrumpiéndome. —Yo mismo lo escuché cuando Olivia, me llamó. Oí la voz de Linsey llorando mientras la llamaba a usted, y cuando le pregunté a Olivia, en dónde estaba la niñera, de inmediato se puso nerviosa y no supo responderme.Siento que las palabras de Damián, me golpean.—¡Usted es una irresponsable! —arremetió con enojo. —Yo se lo advertí, claramente le dije que este trabajo era 24/7 y que tendría sus días de descanso. Así que entonces explíqueme: ¿¡Por qu
————POV DAPHNE————Por más que lo intenté, no podía contener el llanto.Al terminar de empacar, salí de mi habitación para ir a despedirme de Linsey.Iba por el pasillo hacia su dormitorio cuando de repente la veo salir de allí. Esperaba que estuviese dormida, así solo yo sufriría con la despedida.La tomé entre mis brazos con el cuidado de no lastimarla, sus ojitos soñolientos me miraron y sentí como si hubiesen apretado mi corazón lentamente, haciéndome agonizar con dolor.—¿Mi corazón, por qué te levantaste de la cama? —le pregunté tratando de estar tranquila.—Escuché unos gritos y me dio mucho miedo, entonces vine a buscarte —contestó seguido de un bostezo.Le doy un beso en la frente.—No te preocupes, todo estará bien —le dije sintiendo un nudo en mi garganta.Linsey se acurrucó con cuidado en mis brazos y cerró sus ojos; decidí llevarla a mi habitación. Después de recostarla en mi cama, me acosté a su lado y empecé a acariciar su cabello hasta que se quedó profundamente dormid
La noche llegó y con ella también Damián...La mansión está en completo silencio, ya que todos duermen. Damián acaba de llegar y los dos estamos en medio de la estancia, mirandonos fijamente con seriedad y tal vez algo de nerviosismo.—Gracias por esperarme —empezó a hablar rompiendo el hielo. —Por favor, pasemos a la biblioteca —propuso indicándome que fuera delante, y sin decir nada, lo hice. Luego, él se adelanta un poco para abrir la puerta de la biblioteca.Su caballerosidad en este momento solo consigue ponerme más nerviosa o tal vez me irrita que actúe con tanta tranquilidad, cuando yo me siento tan tensa.Entro permaneciendo aún en silencio, y él entra después de mí.Camino un poco más rápido evitando cualquier otro acto de caballerosidad de Damián, y me siento frente a su escritorio. Él toma asiento frente a mi, al otro lado de este.Damián entrelaza sus manos mientras las apoya sobre la superficie de madera, adoptando una postura bastante formal y rígida.—Primero que todo —
Jennifer me mira ansiosamente buscando aprobación. Sin embargo, al verme guardar silencio, baja su cabeza con tristeza.—Parece que no te agrada la idea de que salga con Lucas —lamentó.—No, no es eso, solo me pareció repentino —me excusé tratando de no hacerla sentir mal.—¿Entonces no te importa que salga con él? —me preguntó mirándome entusiasmada.—¿No crees que es un poco mayor para ti?, porque Lucas tiene 28 años y tú solo 23, además de que posiblemente a Damián no le gustaría que salgas con él, porque es el chófer —intenté explicarle.—No me importa lo que piense Damián —negó rotundamente. —Y la verdad, la diferencia de edades es lo de menos. Solo mírate tú con mi hermano, él tiene 33 y tú 25; te lleva 6 años y Lucas a mi 5, no veo en que pueda estar eso mal —agregó.La sinceridad de Jennifer me tomó por sorpresa, ¿Desde cuándo sabía lo que había entre Damián y yo?—P-pero entre tu hermano, digo, el señor Damián, y yo no hay absolutamente nada —traté de negarlo.Jennifer se cru
Mi sorpresa se convirtió en rabia rápidamente, al ver cómo Belinda se le insinúa a Damián. Esta más que claro que le gusta; no se ha despegado ni un segundo de él. A pesar de que le está presentando a los empleados, ella sigue enganchada de su brazo y aprovecha cualquier oportunidad para acariciarle el cabello e incluso su cuello.—Bueno, Belinda, este sería todo el personal, y ya conociste previamente al chófer. Si tienes alguna inquietud, te recomiendo hablar con Olivia, ya que es la encargada de toda la casa —le informó Damián.—Estoy a sus órdenes, señorita —pronunció Olivia.—Muchas gracias, han sido muy amables conmigo. Es maravilloso —expresó con una sonrisa enteramente falsa.—Es un placer. Ahora, me disculparás, pero debo ir a la empresa, te quedas en tu casa —pronunció Damián, y Belinda le da un beso en la mejilla innecesariamente largo.—Cuídate mucho mi Dami —dijo después de dejar la marca de su labial en su piel.Damián parece incómodo, y mientras evita mirarme, se despi
Después de aquel abrazo, Damián dijo que quería hablar con Lucas, y Jennifer accedió con la condición de que fuera después de la cita. Finalmente, ella salió de la biblioteca, no sin antes guiñarme un ojo mientras cerraba la puerta. Entonces me di cuenta que me quedé a solas con Damián, y en cuanto nuestras miradas se cruzaron, pude notar el deseo con el que sus ojos me miraban. Quería correr hacia él y dejarlo besar mis labios hasta desgastarlos.—Ya es hora de descansar —dijo rompiendo con el silencio.—Tiene razón —contesté con nerviosismo.Mi cuerpo tiembla ligeramente, insistiéndome a gritos que corra a sus brazos. Damián se acerca a mi, haciendo más difícil que me controle.—La extraño tanto —susurró con un tono profundo y varonil. Me quedé en silencio, incapaz de responderle, y permanecí con la mirada baja —Antes, por lo menos, me buscabas para discutir. Ahora ni siquiera me mira —agregó.—E-es lo mejor —titubeé nerviosa y retrocedí un paso.—¿Por qué se aleja? —me preguntó tom