Bianca se dirigió hasta el banquillo sin mirar hacia los costados, donde sabia que estaba Lorena, la mujer se sorprendio al escuchar su nombre, no tenia pensado que ese mismo día, le tocaria hablar a su sobrina, el rostro de asombro de Lorena, no fue mas que una sensación de pavor, sabia que la chica iba a desmentir cada palabra que ella ya habia dicho, pero seria la palabra de Bianca contra la de Lorena, la mujer se alababa en sus atributos de figura importante ante la ley, Bianca, no era nadie ante ella.–Juro decir la verdad solo la verdad–le hicieron repetir a la joven, con su mano derecha en una biblia cerrada, como parte del protocolo, pero ciertamente, Bianca estaba comprometida en contar todo lo que recordadba, y era mucho.Se sentó timidamente, la mirada dulce de su fiel amiga y abogada quiene staba frente a ella, le genero confianza, hizo un maximo esfuerzo para no ver a la cara a Lorena, quien por el contrario, habia fijado su cabeza en una sola postura, directamente hacia
El público estaba horrorizado con las declaraciones de aquel hombre, era tal cual pensaba la afamada dama de la ley, no se les importaba pisotear a cualquier inocente para lograr sus objetivos.Entonces Lorenzo aprovechó esa debilidad para dejar en evidencia la bajeza con la que se manejaban ese par—Escucharon eso señores, el abogado de la dama aquí, considera que es normal esclavizar a tareas domésticas a una pequeña—agrego enfurecido—Tenía solo cinco años, no cree usted que una niña de esa edad necesita ser cuidada, amada, se supone señora Lorena que usted es su tía, ella había perdido a su mamá—sostuvo subiendo la voz, Lorena no dejaba de mirarlo, no tenía manera de negar los hechos, su silencio y su cara de enojo, le estaban dando la razón al abogado defensor, quién aprovechó aquella debilidad para salir airoso —Usted señora Lorena estaba para protegerla, pero sin embargo, decidió hacer de la vida de su sobrina un infierno—agregò Lorenzo dándose la vuelta señalando a la mujer
Cuando Corsin escuchó eso se puso en pie como en automático, para él, aquello no podía ser considerado como un argumento válido, habían pasado quince años, de lo que para el fue considerado como un supuesto incidente, de ser cierto, cómo pudo haber perdurado tanto una cicatriz, cuestionó el delante de todos—Señor, acaso no sabe usted que hay cicatrices que perduran para toda una vida—dijo con tanta seguridad Bianca, que captó toda la atención del individuo, además el llamado de atención, esa vez fue dirigida a Corsin, el Juez le pidió que guardara sus comentarios para cuando le tocará su turno de interrogar a la testigo. A Lorenzo todavía le quedaban algunos minutos para agotar, de la media hora que le habían dado para el interrogatorio, tenía que llegar al clímax de la historia, necesita que Bianca hablara de la desaparición de la pequeña Bianqui—Recuerdo que ese día, realmente sentí la furia de una mujer resentida—anuncio Bianca —quien no solo me pegaba por el engaño de mí pa
Lorenzo había terminado su interrogatorio, pero con ello, logró desenmascarar a Lorena, tal como se lo había prometido a la mujer que todavía amaba en secreto, aunque ya llevaba meses en un amorío con su compañera de trabajo, la dedicada abogada que también estaba trabajando incansablemente para lograr tener éxito con aquel caso, La mitad del corazón del intachable hombre, de alguna manera, todavía seguía apegado a Bianca, aunque le había prometido a su novia, dedicarse por completo a esa relación, una vez terminado el caso Después de las palabras conmovedoras de la sufrida mujer, el juez decidió terminar la audiencia ese día, al parecer Corsin estuvo de acuerdo con el cambio de planes, Lorenzo cuestionó un tanto la decisión, pero tuvo que aceptarlo Cuando Bianca bajó del banquillo, en donde permaneció sentada por más de media hora, sentía que caminaba en el aire, estaba aliviada, cómo si se hubiera sacado un gran peso de encima, y fue lo que sucedió, la carga que llevaba guardada
Ricardo había visto la expresión en el rostro de su madre, parecía que había visto un fantasma, pero, el latir fuerte del corazón de aquella mujer solo podía indicar una sola cosa, miedo, mucho miedo.Esthela no pudo estar tranquila, luego de que su hijo le contara alguno de los detalles de los que su novia le había hecho partícipe, acerca de su historia y la de los panizzoli—Hijo, ya se que te parecerá que busco la forma de alejarte de Bianca, pero creo que debes cambiar de rumbo ahora que estas a tiempo, despegate todo lo que más pueda de esa familia—sugirió la mujer, algo le avisaba que nada bueno podía salir de aquel caso—Mamá, quise contarte esto, para que de alguna manera, sepas que Bianca no es igual a Beatrice o Lorena, lo único que la asemeja a esa familia es el apellido, no puedo dejarla sola , ella ahora necesita mi ayuda—insistió seguro─¡Ayuda! Tu que pintas en esa historia, no siento que debas exponerte mas de lo que ya estas—dijo la señora, aun con temor, Esthela
Ni la fama como empresario que habia adquirido, la que le era bien merecida, ni sus muchos millones, podían curar el defecto con el que había nacido, pues era como se sentía Ricardo, defectuoso por no poder dar hijos. Aquella gran fortuna que le precedía, servía como fachada para cubrir las deficiencias que tenía por dentro, el no poder ser padre de forma natural, a Ricardo lo estaba matando de angustia por dentro, aunque no lo parecía. Siempre supo que que Carnina había llegado a el como un milagro para llenar ese vacio, pero luchó por mucho tiempo para encontrar alguna respuesta a su situación, lograr tener un hijo propio, era lo que más anhelaba, aunque habia guardado silencio después de todos los intentos que hizo, tras los multiples reproches de Beatrice, por dentro, su deseo quemaba más que el fuego. Tuvo que llegar Bianca a su vida para hacerlo desear otra vez, sabía que estaba jugado, pero las palabras de aliento de su novia le habian dado esperanzas, ademas, anhelaba
Ricardo la tomó del brazo, acarició sus delicadas manos, e hizo hacia atrás un mechón de su cabello que cubría su tímido rostro–Hija mia, será un viaje para nosotros tres, , la abuela Esthela tu y y yo, es lo que siempre quisiste oh no–incorporó Ricardo, colocando una gran sonrisa en el rostro de la chica.Para Carmina significaba mucho regresar a Venecia, era la ciudad de origen de su madre y su abuela Lorena, y donde había construido gran parte de su historia. Ricardo no sabia,pero en el corazón y en la mente de aquella adolescente, dias atrás, habian empezado a generarse algunos cuestionamientos sobre su familia, Carmina habia demostrado ser mucho mas lista de lo que su padre pensaba, la joven aun no podia entender cuales eran los conflictos que cubrian la vida de su abuela materna y la de su padre, para ella habia quedado mas que claro, que esos dos no se soportaban, pero, ¿ por qué razón? Era lo que ella se había propuesto a investigar, no tenía que decirle nada a su papá, pe
Mientras Ricardo batalla con la incertidumbre que le había provocado el comportamiento de su hija, y las excusas que había expresado ella para acercarse a Bianca, cuando meses atrás parecian inseparables, Bianca, Estefy y Lorenzo, se dirigian al estudio, el abogado ansioso no podía esperar mas para revelar los detalles del mensaje que había recibido del detective perdido.Bianca había salido favorecida en esa última audiencia, con seguridad sabia que el mensaje que habia dado a la prensa, estaba resonando en los oidos de su tía.El sol en Venecia brillaba y se sentía con la misma intencidad que en Florencia a pesar de las temperaturas bajas que estaban presentando durante ese invierno. El día tenía todavia mucho para brindar, el reloj de Bianca marcaba las trece horas, ella abrió las cortinas que cubrian las ventanas de la amplia oficina de su abogado, mientras dejaba que el sol entrase con ímpetu a través de los cristales, se acomodó en un sofá al lado de su amiga incondicional, l