Bianca se había sumergido en un mar de llantos, y Lorenzo de pie ante ella, volvió a presenciar esa escena que le pareció tan familiar, era la misma que habia contemplado la noche anterior, cuando ella se lanzó en sus brazos, poníendolo en una situción comprometedora. Bianca al ver a su amigo, se acomodó en el sillón, mientra sollozaba con una servilleta de tela en las manos, Lorenzo mientras lo observaba, ya estaba preparado para cualquier cosa, se preguntó varias veces en su cabeza ¿y ahora que es lo que le pasa?

Ella no paraba de llorar, Lorenzo fue por un vaso de agua, se sentó a su lado

–Bianca saliste a algún lugar después que me fui–la interrogó Lorenzo intentando conocer lo que tanto la angustiaba, Bianca dijo que si con la cabeza

–ok, por eso estas asi–continuó el

–si, gritó ella, y se avalanchó otra vez sobre él, pero solo lo abrazó, Lorenzo le respondió el abrazo, Bianca con sus lágrimas mojó la chaqueta azul marino que llevaba puesta Lorenzo

–perdóname Lorenzo, estoy hecha