Llegada casi la media noche, Josué llegó muy sonriente y silbando a su casa su madre la Sra. Julieta lo esperaba, vaya hasta que por fin llegaste hijo; ¿dónde estuviste todo el día? Escuche cuando marchaste, pero no me avisaste a donde ibas, ¿me quieres tener todo el tiempo preocupada? Dijo la madre de Josué; buenas noches mamá, disculpa por no haberte avisado fui temprano a entrenar a la deportiva hoy tuvimos partido de futbol afortunadamente obtuvimos un nuevo trofeo de primer lugar, felicítame por eso madre; ¿solo por eso debo felicitarte? Le pregunto Julieta a su hijo, acaso ¿no hay algo más que contar? ¡Ah! si te refieres a la hora, después del partido de futbol, descansamos y me reuní con los otros chicos, tuvimos una tocada en un evento por eso llego ahorita. ¿no tienes nada que decirme nada respecto a Marian? ¡Ohh! si, disculpe me olvide por completo de eso, pero mañana antes de que partan, hablare con sus padres.
Deberías pensarlo mejor, Marian es todavía una niña para ti; no sé cómo te hizo caso, estás loco. Si estar enamorado es ser loco, me considero culpable jajaj. Si mamá supiera que no me ha dado el sí, pero ya en conocimiento de todos sé que me ganare su amor, pensó para sí mismo. ¡ay Josué! Deberás no tomas nada en serio. Mamá en verdad me casaré con Marian, no estoy jugando con ella.
Por otro lado, Marian por segundo día consecutivo no podía conciliar el sueño, ahora que voy hacer se decía a sí misma, que le diré a Manuel si esto no logro aclararlo, como pudo Josué ser tan atrevido y a mis papás no parece molestarle la idea. En eso pedro su hermano se despertó ya que todos sus hermanos compartían el mismo cuarto y al encender una lampara se percató que su hermana estaba despierta. ¿Qué tienes? Porque no duermes aún, ¿sucedió algo? Pedro, pedro y soltando a llorar con voz baja le conto a su hermano lo que había sucedido, no sé qué haré, no acepté a Josué y él ha hecho creer todo lo contrario, no he hablado bien con papá mañana cuando lleguemos a casa le diré lo que sucedió. Pedro se quedó callado por un momento y minutos después le dijo: hermana, ¿porque esperar hasta llegar a casa? Debiste decirlo hoy, ¿Por qué no lo has hecho?, bajando la mirada dijo: Pedro, estuve esperando que Josué llegara para desmentirlo, pero no se apareció en todo el día, inclusive cuando nos venimos acostar él no había llegado aún, de hecho, estela me molesto diciendo que estábamos peleados y por la misma razón no quise decirles a mis papás, pensarían que lo diría por enojo.
Ahora no sé qué haré, que le diré a Manuel, no quiero que piense lo engañe; ni siquiera pienso en casarme con alguien más que no sea el, lloraba Marian en el hombro de su hermano.
En el transcurso del día siguiente, los padres de Marian salieron temprano a comprar todo lo que les faltaba por llevar a su casa, ya que viajar no era tan factible a falta de una carretera para llegar al lugar donde ellos vivían.
Josué, te he estado buscando; me debes una explicación y necesito se la des a mis padres igual. Marian muy enojada le exigió a Josué y no aceptare un No por respuesta, sígueme hablemos con mis padres antes de irnos.
Pero Marian, porque no me das la oportunidad, yo te quiero de verdad, te hare feliz, sin ti yo me moriría; tú sabes que estando juntos nos pasamos bien el rato y tenemos platicas buenas.
Entiende Josué no estoy enamorada de ti; mira déjalo así dijo él, al final tu terminaras casándote conmigo; me vas a llegar a querer; -claro que no- grito Marian, ahora sígueme y hablemos con ellos, pero fue tal su tono de voz que los padres de Marian que iban pasando con sus cosas y maletas para regresar al rancho los escucharon discutir.
¿Qué sucede? Pregunto el señor Mario; hasta el patio se escuchan sus gritos, papá Josué tiene algo que decirte; Marian ¿tanta prisa tienes por casarte? ¿qué? Ella quedo Asombrada al escuchar a su padre decir eso; noooo, papá escucha y armándose de valor soltó la verdad de golpe, él no es mi novio, nunca lo ha sido y nunca lo será; fue una broma muy pesada de Josué papá. Lo siento por no decirles antes.
Josué palideció en ese momento y bajando la mirada les dijo: lo siento, pero en verdad me gusta su hija, la quiero y deseo que sea mi esposa; por favor denme la oportunidad de ir a visitarla y mostrarles mi sinceridad.
Claro hijo, respondió la Sra. Gela de inmediato; eres bienvenido cuando gustes. Mamá nunca me casaré él.
Vaya muchachos, tienen cosas que platicar, pero ya tendrán tiempo; por lo pronto nos despedimos que se nos hace tarde y el barco no se detendrá por nosotros. El padre de Marian llamo a sus hermanos para que se despidieran y así partieron de regreso a casa.
Dos días después de que llegaron a casa, Pedro, Estela y Marian se fueron a jugar con los primos que vivían cerca de su casa; Manuel acababa de enterarse que ellos habían regresado de la ciudad.
Manuel se acercó y saludo a todos en especial a Pedro y Marian; ¿Cómo les fue? Pregunto él, pues bien, la vida en la ciudad es más movida que aquí, es diferente completamente dijo Pedro, ella se quedó por un momento en silencio, perdida en sus pensamientos con su mirada al suelo, sacudiendo la mano frente al rostro de Marian, al tiempo que pedro daba un empuje por su hombro, Manuel dijo ¡ey! ¿Marian? Regresa, así ella salió de su trance y todos se comenzaron a reír. Apartándose un poco del grupo Marian no sabía si contarle lo que había sucedido en casa de sus tíos; ¿y si lo mal interpreta? Se preguntaba por dentro. Le diré mejor la situación Josué tiene intención de venir y no quiero perder a Manuel por malos entendidos. Y así Marian se armó de valor y conto detalle a detalle lo sucedido en casa de sus tíos; el la tomo por sus manos y dando un beso cerca de sus labios le dijo -Marian- si tú me amas tanto como yo no habrá nadie que nos separé, así tenga que robarte y llevarte al fin del mundo. Marian todavía emocionada y ruborizada por el beso que se atrevió él a darle se paró frente a él y mirándole sonrió y dijo así será y tendremos hijos y seremos muy felices, sin saber que estaban lejos de la realidad que les esperaba.
Estela que se encontraba en el grupo apareció en ese momento y sorprendida de encontrarlos tan cerca le pregunto a Marian; ¿Qué diría Josué si él te hubiese encontrado así y no yo?
Él no puede decir nada, porque no es nada mío. Le respondió muy molesta Marian a su hermana, Estela grito Pedro reprendiéndola, porque no te metes en tus asuntos y te integras a jugar con los primos en lugar de estar molestando a los otros. Y ¿Por qué mejor no te metes tu igual en los tuyos? Yo solo trato de proteger a nuestra hermana de que se meta en conflictos por culpa de Manuel, es que no sabes que está en una relación con Josué; Estela gritaron al mismo tiempo Pedro y Marian; pero al ver la reacción de los hermanos en unísono a Manuel entro la duda de si Marian le estaba mintiendo.
Pensando para sí mismo se dijo, no ella no haría eso, me acaba de decir todo lo que sucedió allá y como ese quiso aprovecharse de la confusión para comprometerla con él.
Pero aun así apenas se alejó estela y pedro, no pudo evitar preguntar Marian ¿él te gusta?
Sin comprender ella le respondió ¿Quién?, Josué de quien más te puedo preguntar o es que acaso ¿hay alguien más?
Pasaron los días y por las tardes Marian, Pedro y Manuel se reunían con primos y amigos, sus padres le decían a ella que era una mujercita para andar jugando juego que solo era para hombres que ella solo debía aprender los labores del hogar para atender a su casa y su esposo cuando se casará. ¡Por Dios! ¡papá! Puedo hacer mucho más, ni siquiera me dejas estudiar, quiero aprender por favor, si, ¿me dejaras? -Dime, ¿para qué? Si pronto te casaras, tu deber será atender tu esposo, tu casa y los hijos que llegues a tener. Tu esposo te proveerá todo lo que necesites, no necesitas estudiar, aprende las cosas de cocina, a limpiar tu casa, lavar ropa, todo lo que necesitas saber es como llevar una casa, respondió su padre ¡Yo no me casare pronto! ¡entiéndeme! No quiero a Josué, desesperada grito Marian a su padre ¿Por qué aceptaste ser su novia? Si no lo quieres, no comprendo … ¡papá! Yo no lo acepte, el invento eso a mamá, es una mentira Pero he dado mi permiso para que te visite y no
Pasado unos meses Marian se había resignado y acostumbrado a vivir con Josué, este último realmente no la trataba mal a excepción que no había cumplido con la boda que prometió, lo único que hicieron fue vestirse de novios y tomarse la foto para satisfacción de los suegros, no obstante Josué no contaba con que los padres de Marian lo descubrirían pronto y de esta manera los llevaron al registro civil para asentar su matrimonio legalmente. Josué se llevaba bien con Marian, la mayoría de los fines de semana toda la familia convivía para tener tiempo de calidad juntos, -Julieta- la madre de Josué no aceptaba del todo a la esposa de su hijo ya que para ella Marian seguía siendo una niña; aun así, el señor Roberto padrastro de Josué apreciaba mucho a este último, realmente lo amaba como a un hijo por lo cual decidió otorgarle una casa a medio construir a lado de la casa donde vivían ya que el Sr. Roberto tenía una gran propiedad -Josué- toma las llaves de esta casa; pueden hacer todos lo
¡Josué! ¿irás al evento está noche? -Preguntó Marian -. Tengo que ir, respondió este; esposa mía, acaso ¿no recuerdas que soy el vocalista del grupo? Si, lo sé, pasa que no estaba segura si era hoy, hubiese deseado que no. ¿Porqué? ¿Qué sucede? No es importante, solo que no sé qué me pasa, no me siento muy bien, y me siento muy cansada. Está bien, no importa, quédate en casa; me gusta me acompañes, pero es mejor que descanses, si continúas así mañana te llevaré al médico. ¡no exageres! ¡al rato pasará!, ja ja, deberás como exageras, un descanso bastará, supongo es, porque casi no me dejas dormir por las noches. - dijo Marian tímidamente-, al mismo tiempo que sus mejillas se ponían color rojo. ¡está bien! ¡no me culpes! -dijo sonriendo Josué-, la única culpable eres tú por “ser preciosa”, este riendo de cómo se ponía su esposa preguntó: ¿Por qué te pones roja? Jajajaja pareces un jitomate jajaj. Por otro lado, eres mi mujer, esto es normal entre nosotros, no deberías ponerte así
El día siguiente por la tarde después de ir por los resultados, Marian le pidió a su tía Julieta no comentar nada con nadie, debido a que ella quería ser la que hablará con Josué primero. ¡Marian! ¿Qué pasa? Has actuado extraña durante estos días, ¿Sucede algo malo? ¡No! ¡no!, ¿Qué mal podría pasar? – Respondió ella- ¡Entonces! ¿Hay algo que te mantiene nerviosa? ¡Josué! En realidad, si hay algo que te quiero decir, -jugando con los dedos de la mano y bajando la mirada dijo Marian. - Acercándose a ella, él la tomó por la cintura envolviéndola en un abrazo. -dime- ¿Qué te pasa? ¿Qué te tiene así? Me comienzas a preocupar; en verdad, te encuentras realmente extraña últimamente. Marian abrazándose a él, soltó un suspiro y le preguntó: ¿te gustaría que tuviésemos hijos ahora? O acaso ¿Prefieres no tenerlos? ¡Qué dices cariño! “me encantaría ser padre” - ¡De verdad! - ¿me hablas en serio Josué?, alegremente preguntó ella Claro que si mujercita, pero a ¿que viene todo esto ahora?
Ese día por fin había llegado. Alrededor de las 10 de la mañana, nació un hermoso niño, Josué fue notificado de inmediato y este no paraba de irradiar felicidad, “era un niño” Los padres de Marian ya se encontraban igual en el hospital, estos preguntaron al médico por la salud de su hija, el cual les dijo que ella se encontraba perfectamente bien, solo necesitaría los cuidados normales después del parto. Cuando llevaron el bebé a los brazos de Marian, esta jovencita de apenas 16 años, se encontró con un mar de emociones, ¡sentir a su hijo entre sus brazos! por primera vez le dio tanta felicidad, “llorando de alegría”, Marian comenzó a llenar de besos a su hijo y diciéndole que él sería un hombre preparado y exitoso, que no permitiría que fuese ignorante como ella, llenándolo de muchos más besos y bendiciones ella lo acomodó nuevamente en sus brazos para alimentarlo, en ese momento Josué entro a la habitación del Hospital y encontró con un maravilloso cuadro. Su esposa e hijo. Josué
Los primeros dos meses de Josué Jr. Todo era felicidad, aunque para Marian era algo difícil noches en desvelo y despertares de madrugada. Apenas pegaba los ojos; pero valía la pena cada sonrisa de su bebé. “Josué jr.” Era un bebé muy despierto para los meses que tenía, muy risueño, cada vez que salía de paseo, Josué padre se sentía como un pavo real con las plumas extendidas. “¡Marian! y ¡Josué!” mayormente los fines de semana procuraban llevarlo de paseo, a el niño le gustaba observar los movimientos de las hojas de árboles, había un parque principal en la ciudad, y como era familiar, los fines de semana se saturaba de niños y adolescentes, podían hacer las familias picnic y los niños jugar libremente. Una mañana ‘Marian’ se despertó como de costumbre para atender a su hijo y esposo, a cumplir sus labores cotidianas, ¡de pronto! al estar preparando el desayuno le vino un repentino mareo; pero le pasó rápido, y esta continúo con lo que estaba realizando. Como el niño estaba nueva
Después de enterarse que, en efecto, Marian se encontraba nuevamente embarazada y ante la negativa de Sebastián de practicar un aborto, estos se dieron por vencido ya que no pondrían en riesgo la vida de la chica por una superstición absurda. Tiempo después Josué Jr. como el bebé que era, se la pasaba durmiendo, comiendo y comenzando sus exploraciones normales de su cuerpecito a su edad. ¡Josué¡, ¿has notado como el niño se ha vuelto más llorón ahora?, y como que duerme más. – preguntó Marian -. ¡Solo debe tener más hambre, por eso llora!, ¡Quizás cambio de pañal!; el niño ésta bien, son cambios propios de su edad. – respondió Josué – Marian se quedó pensando: “él tiene razón, él es estudiado en comparación mía, que no se nada”; “Que desesperación no saber”. Y así continuó con sus labores de casa, cuidando y jugando con su hijo. Por la noche estaban acostados Marian y Josué platicando sobre que nombre le pondrían a su siguiente hijo u hija; y a quien se parecería esta vez sí a el
Cada minuto que pasaba, el niño empeoraba su condición, la fiebre aumentaba. Corrieron con él al hospital infantil para que lo atendieran de urgencias ¡Josué! Josué!, “Mi niño, mi niño”, ¿verdad que no le pasará nada? ¿Verdad Josué?, -Dime Josué- por favor respóndeme; angustiada y llorando desesperadamente le preguntaba Marian a su esposo tomándolo por el frente de la camisa. ¡Cariño! ¡cálmate por favor!, No le pasará nada; ‘ya verás’ - trataba de consolar Josué a Marian -, aunque por dentro él estaba angustiado y pidiendo todo estuviese bien. En eso salió el pediatra del hospital y se dirigió a ellos: ¡señores!, no le tengo noticias muy alentadoras, su bebé se encuentra en un estado crítico y las próximas horas serán vitales para él. ¿Pero qué es lo que tiene nuestro hijo doctor? ¿Por qué dice eso? – preguntó Josué – El paciente Josué, su hijo, de alguna manera adquirió una bacteria que le provocó el vómito, diarrea, y fiebre lo que ahora lo llevo a empeorar con una deshidrataci