Después de enterarse que, en efecto, Marian se encontraba nuevamente embarazada y ante la negativa de Sebastián de practicar un aborto, estos se dieron por vencido ya que no pondrían en riesgo la vida de la chica por una superstición absurda. Tiempo después Josué Jr. como el bebé que era, se la pasaba durmiendo, comiendo y comenzando sus exploraciones normales de su cuerpecito a su edad. ¡Josué¡, ¿has notado como el niño se ha vuelto más llorón ahora?, y como que duerme más. – preguntó Marian -. ¡Solo debe tener más hambre, por eso llora!, ¡Quizás cambio de pañal!; el niño ésta bien, son cambios propios de su edad. – respondió Josué – Marian se quedó pensando: “él tiene razón, él es estudiado en comparación mía, que no se nada”; “Que desesperación no saber”. Y así continuó con sus labores de casa, cuidando y jugando con su hijo. Por la noche estaban acostados Marian y Josué platicando sobre que nombre le pondrían a su siguiente hijo u hija; y a quien se parecería esta vez sí a el
Cada minuto que pasaba, el niño empeoraba su condición, la fiebre aumentaba. Corrieron con él al hospital infantil para que lo atendieran de urgencias ¡Josué! Josué!, “Mi niño, mi niño”, ¿verdad que no le pasará nada? ¿Verdad Josué?, -Dime Josué- por favor respóndeme; angustiada y llorando desesperadamente le preguntaba Marian a su esposo tomándolo por el frente de la camisa. ¡Cariño! ¡cálmate por favor!, No le pasará nada; ‘ya verás’ - trataba de consolar Josué a Marian -, aunque por dentro él estaba angustiado y pidiendo todo estuviese bien. En eso salió el pediatra del hospital y se dirigió a ellos: ¡señores!, no le tengo noticias muy alentadoras, su bebé se encuentra en un estado crítico y las próximas horas serán vitales para él. ¿Pero qué es lo que tiene nuestro hijo doctor? ¿Por qué dice eso? – preguntó Josué – El paciente Josué, su hijo, de alguna manera adquirió una bacteria que le provocó el vómito, diarrea, y fiebre lo que ahora lo llevo a empeorar con una deshidrataci
El día siguiente por la mañana, Josué y Marian estaban sentados a lado del pequeño ataúd; de su bebé Josué jr.Marian en los brazos de Josué, derramaba lágrimas en silencio, se sentía culpable de lo que había sucedido, ‘de pronto’ miró su abdomen creciente y pensó para sí misma, ¿acaso fue este bebé?, tal vez pudo haber resistido más si tú no estuvieras aquí. -lloraba Marian-mientras se atormentaba en pensamientos que le dieran un porque de lo que había sucedido.Por la tarde, comenzaron a preparar todo para llevar su cuerpecito a lugar donde descansarían sus restos, al llegar a su morada donde el quedaría Josué no pudo soportar más y abrazando su ataúd, soltó el llanto. “Hijito mío, hijito mío”, perdóname por no saberte cuidar. Marian, estaba a un lado de él, y sentía que no iba aguantar más, cuando quitaron a su esposo de su hijito y comenzaron a bajarlo, Marian se desborono por completo, sentía que se desgarraba de dolor por dentro, quiso impedir cubrieran a su hijo de tierra, per
Meses después de la pérdida de Josué jr., Marian se encontraba sentada en la entrada de su casa con su sobrinito Esteban, disfrutando de una rica jícama y un delicioso mango bañados en sal y limón, antojo que tenía ella debido a su embarazo.En eso llego Josué y el niño corrió hacia su encuentro muy feliz, ¡Tío!, ¡Tío!, qué bueno que llegaste, ¡ven a comer fruta! Tomándole con su manita le llevó hacia donde su esposa, a quién él saludó, con un dulce beso en la frente.¡Ya llegué amor!, me doy cuenta que andamos de antojos. con una sonrisa, pero aun mirada triste, que trataba de disimular le decía Josué a Marian. Ese bebé es muy comelón jaja¡como eres! ¿Me estás diciendo gorda?, haciendo mueca como una niña, Marian le decía a Josué. ¡No te enojes amor!, le hará mal al bebé, y te pondrás fea si te enojas, te has vuelto muy sensible, ya no puedo jugarle bromas a mi esposa. fingiendo una cara de tristeza decía Josué a Marian¡ya Josué! ¡compórtate! Asustarás a Esteban con tus cosas, par
Al llegar a casa Marian y Josué se dirigieron directamente a la cuna para acostar a Gely, los dos abrazados, mirando a su hermosa beba platicaban: ¡Josué! Tenemos que cuidarla mucho, no podemos permitir que vaya suceder lo mismo. ¡Cariño! ¡Tranquila! “No pasará nada”, pero si tomaremos las medidas necesarias, le decía Josué a su esposa Marian. La Sra. Gela en compañía de Andrea la hermana de Josué, tocaron la puerta y entraron al cuarto para llevarle a Marian su caldo de pollo y lo necesario para bañar a la bebé. ¿Cómo esta nuestra preciosidad? -dijo la Sra. Gela-. ¿Lista mi amor, para tu primer baño con tu abuela?, Preguntaba ella sonriente tomando en brazos a la niña. ¡Mírala! ¡Estas presumiendo!, solo porque se llama casi igual que tú, jajaja reía la Sra. Andrea. Es mi primera nieta, como no voy a estar contenta, mírala esta regordeta de sus mejillas, ay Andrea tú lo dices porque ya tienes varios nietos, y en mi caso es la primera. ¡Ya!, ¡ya!; solo estoy jugando contigo, qu
Pasaron los días y Marian como de costumbre se despertaba temprano a preparar desayuno, hervir biberones, lavar pañales limpiar su casa, solo que ahora utilizaba más desinfectante que antes, lavaba el piso y luego lo secaba muy bien; cada que hacia esto cambiaba a la niña de habitación para que no oliera los productos químicos y no se enfermara.Terminaba de limpiar su casa, y llevando en brazos a Gely se iba al mercado con una bolsa grande para comprar las cosas de su comida, eso si el tiempo lo permitía, ya que la niña había nacido en tiempo lluviosos, de lo contrario recurría con su cuñada para que la cuidara en lo que ella llegaba, se la confiaba ya que se llevaban muy bien y las sobrinas de Josué querían mucho a la niña.Por las tardes en un árbol que se encontraba atrás en el patio amarraban tendederos para poder colgar una hamaca y poder mecer a la niña o acostarse ella y descansar un rato.Marian alimentaba a su beba y Esteban se sentaba a un lado de ella para cuidarlas y juga
Detrás de Josué, todos los que estaban allí corrieron para saber que era lo que sucedía con Gely; cuando entraron a la habitación, Marian ya tenía preparada su bolso con las cosas de la niña, mientras que Josué tomaba la temperatura de ella.¡vámonos! -dijo Marian-Josué un poco confundido la miró, pero al notar el bolso comprendió de inmediato y dirigiéndose a los familiares, se despidió avisándoles que se marchaban al hospital.¡por favor hijo! Avísanos cualquier cosa, -dijo Julieta madre de Josué-¡Si madre!, así será¿Quieres que te acompañe tío? -dijo Antonio Jr.-¡Está bien hijo! ¡vamos!¡Apurémonos! Decía Marian llorando angustiada¡Amor! ¡tranquila!, solo es fiebre, es normal en los niñosComo si le hubiesen tirado agua helada en la cabeza, Marian se quedó mirando con mucho enojo a su esposo¿Normal? ¿Es normal que un niño se muera por fiebre? ¡Lo olvidas!, olvidaste que perdimos un hijo que comenzó con una fiebre. ‘Marian, entre su llanto explotó con mucho enojo’. ¿Cómo puede
Al día siguiente después de varias horas de observación y estudios en el hospital infantil, la bebé Gely estaba por fin dada de alta, y su madre Marian junto con su padre se encontraban más tranquilos.Al llegar a casa y después de las indicaciones médicas, Marian la madre de Gely extremo más el cuidado de las cosas de su hija y las de su casa, al no saber que le estaba ocasionando alergia todavía ya que los estudios apenas se le habían realizado.¡Josué! Siento haberme portado ayer de manera injusta contigo, en realidad tuve mucho miedo, nuestro hijo no tiene ni un año, no se que haría si pasáramos otra vez lo mismo.¡Amor!, lo que sucedió con nuestro hijo, no significa que sucederá con todos los hijos que lleguemos a tener. ¿Todos? Son muchos; no estoy de acuerdo, es mejor pocos para brindarles lo más y no que vivan carencias, como las que me ha tocado vivir a mí, nosotros después de tener por la impaciencia de mi padre se perdió todo, no deseo lo mismo para los hijos que lleguemos