Pasaron los días y por las tardes Marian, Pedro y Manuel se reunían con primos y amigos, sus padres le decían a ella que era una mujercita para andar jugando juego que solo era para hombres que ella solo debía aprender los labores del hogar para atender a su casa y su esposo cuando se casará.
¡Por Dios! ¡papá! Puedo hacer mucho más, ni siquiera me dejas estudiar, quiero aprender por favor, si, ¿me dejaras?
-Dime, ¿para qué? Si pronto te casaras, tu deber será atender tu esposo, tu casa y los hijos que llegues a tener. Tu esposo te proveerá todo lo que necesites, no necesitas estudiar, aprende las cosas de cocina, a limpiar tu casa, lavar ropa, todo lo que necesitas saber es como llevar una casa, respondió su padre
¡Yo no me casare pronto! ¡entiéndeme! No quiero a Josué, desesperada grito Marian a su padre
¿Por qué aceptaste ser su novia? Si no lo quieres, no comprendo …
¡papá! Yo no lo acepte, el invento eso a mamá, es una mentira
Pero he dado mi permiso para que te visite y no me retractare, aceptarlo u no después de que se traten lo decidirás tú. Con voz firme respondió el padre de Marian
Meses después de las visitas que realizaba Josué al rancho, este se decidió a platicar formalmente con los padres pese a que Marian de varias maneras lo había rechazado; y este sentía que era la única manera que ella no podría objetar a casarse con él, Josué iba “decidido a todo”.
Buenas tardes señores, nuevamente pido su consentimiento para casarme con Marian, por eso hoy estoy aquí para podérmela llevar a la ciudad y hacer los preparativos para la boda.
¡Queeeeé! -grito Marian- eso no puede ser, yo no dije que deseo casarme contigo.
Si no lo haces, aquí mismo ‘me mato’, o te casas conmigo, o me muero porque yo sin ti no puedo vivir, dijo Josué acercándose a un árbol con una cuerda para lastimarse
Al mirar esto, los padres de Marian la jalaron hacia donde estaban ellos para hablar a solas.
Por favor hija, hazle caso; no es un mal muchacho mira hasta donde está dispuesto a llegar por ti, no querrás llevar su muerte en tu conciencia – dijo la madre de Marian-
Es que acaso no te basta todo este tiempo que te ha dedicado, te gusta que te esté rogando y encima traes problemas con tu actitud tan terca, que te crees que eres para desaprovechar una oportunidad así para ti, -dijo muy enojado el padre de Marian-
¡pero papá! Tu habías estado de acuerdo en que yo decidiera
¡pero nada! Grito don Mario, si te di oportunidad de tratarlo para que creciera ese sentimiento de todas maneras tendrás que casarte y él es buen partido para ti, saldrás de aquí y tendrás mejores oportunidades, acaso ¿no es eso lo que has pedido todo el tiempo?
Aún muy molesto cada vez más respondía el padre de Marian
¡Papá! Por favor no me envíes con él, ‘no quiero estar con el’, por favor, por favor papá -llorando amargamente- suplicaba la chica a su padre.
¡Josué! Por favor deja de jugar con tu vida – suplico llorando Marian- ¡deja de asustar a mis padres! ¿no ves lo que estas ocasionando? No te amo Josué por favor, ‘déjame tranquila’
Este último al ver la reacción de los padres de la chica, sonrió para sus adentros y se armó de más valor para responderle:
Te amo Marian, sé que me quieres, casémonos y seamos felices de lo contrario aquí mismo me quitare la vida y no podrás ser feliz nunca en tu vida llevando mi muerte en tu conciencia, “no comprendes que nadie te hará más feliz que yo”
-Si me amaras no me harías esto- llorando y derrotada al mirar a su padre enojado y su madre llorando Marian se tiró al suelo de rodillas pidiendo perdón por lo que estaba sucediendo y aceptando su destino.
Pues su padre ya tenía decidido que para evitar la muerte del hermano de su cuñada que se tendrían que casar y mucho menos permitir que tal atrocidad sucediera en su casa
¡Mamá!, ¡Papá! ¡por favor! perdónenme por lo que sin saber he ocasionado, me iré con Josué, tampoco deseo cargar con la muerte de el en mi conciencia.
Y así con lágrimas en sus ojos Marian fue a su cuarto a preparar sus cosas para la partida de su casa. Mientras ella alistaba sus cosas Josué daba con lujo de detalle de cómo se efectuaría su boda mientras que los padres de Marian asentían a lo acordado.
'Ese día fue triste para Marian',' pero la noche fue todavía peor de triste' para ella al entregarse por primera vez a un hombre que no amaba del cual en inicio solo tenía algo de cariño que deseaba odiar o ya estaba odiando, pero no debía hacerlo debido a que ya era su mujer y con quien formaría su familia y para ella no tenía caso guardar esos sentimientos que empeorarían solo su vida de hogar.
Pasado unos meses Marian se había resignado y acostumbrado a vivir con Josué, este último realmente no la trataba mal a excepción que no había cumplido con la boda que prometió, lo único que hicieron fue vestirse de novios y tomarse la foto para satisfacción de los suegros, no obstante Josué no contaba con que los padres de Marian lo descubrirían pronto y de esta manera los llevaron al registro civil para asentar su matrimonio legalmente. Josué se llevaba bien con Marian, la mayoría de los fines de semana toda la familia convivía para tener tiempo de calidad juntos, -Julieta- la madre de Josué no aceptaba del todo a la esposa de su hijo ya que para ella Marian seguía siendo una niña; aun así, el señor Roberto padrastro de Josué apreciaba mucho a este último, realmente lo amaba como a un hijo por lo cual decidió otorgarle una casa a medio construir a lado de la casa donde vivían ya que el Sr. Roberto tenía una gran propiedad -Josué- toma las llaves de esta casa; pueden hacer todos lo
¡Josué! ¿irás al evento está noche? -Preguntó Marian -. Tengo que ir, respondió este; esposa mía, acaso ¿no recuerdas que soy el vocalista del grupo? Si, lo sé, pasa que no estaba segura si era hoy, hubiese deseado que no. ¿Porqué? ¿Qué sucede? No es importante, solo que no sé qué me pasa, no me siento muy bien, y me siento muy cansada. Está bien, no importa, quédate en casa; me gusta me acompañes, pero es mejor que descanses, si continúas así mañana te llevaré al médico. ¡no exageres! ¡al rato pasará!, ja ja, deberás como exageras, un descanso bastará, supongo es, porque casi no me dejas dormir por las noches. - dijo Marian tímidamente-, al mismo tiempo que sus mejillas se ponían color rojo. ¡está bien! ¡no me culpes! -dijo sonriendo Josué-, la única culpable eres tú por “ser preciosa”, este riendo de cómo se ponía su esposa preguntó: ¿Por qué te pones roja? Jajajaja pareces un jitomate jajaj. Por otro lado, eres mi mujer, esto es normal entre nosotros, no deberías ponerte así
El día siguiente por la tarde después de ir por los resultados, Marian le pidió a su tía Julieta no comentar nada con nadie, debido a que ella quería ser la que hablará con Josué primero. ¡Marian! ¿Qué pasa? Has actuado extraña durante estos días, ¿Sucede algo malo? ¡No! ¡no!, ¿Qué mal podría pasar? – Respondió ella- ¡Entonces! ¿Hay algo que te mantiene nerviosa? ¡Josué! En realidad, si hay algo que te quiero decir, -jugando con los dedos de la mano y bajando la mirada dijo Marian. - Acercándose a ella, él la tomó por la cintura envolviéndola en un abrazo. -dime- ¿Qué te pasa? ¿Qué te tiene así? Me comienzas a preocupar; en verdad, te encuentras realmente extraña últimamente. Marian abrazándose a él, soltó un suspiro y le preguntó: ¿te gustaría que tuviésemos hijos ahora? O acaso ¿Prefieres no tenerlos? ¡Qué dices cariño! “me encantaría ser padre” - ¡De verdad! - ¿me hablas en serio Josué?, alegremente preguntó ella Claro que si mujercita, pero a ¿que viene todo esto ahora?
Ese día por fin había llegado. Alrededor de las 10 de la mañana, nació un hermoso niño, Josué fue notificado de inmediato y este no paraba de irradiar felicidad, “era un niño” Los padres de Marian ya se encontraban igual en el hospital, estos preguntaron al médico por la salud de su hija, el cual les dijo que ella se encontraba perfectamente bien, solo necesitaría los cuidados normales después del parto. Cuando llevaron el bebé a los brazos de Marian, esta jovencita de apenas 16 años, se encontró con un mar de emociones, ¡sentir a su hijo entre sus brazos! por primera vez le dio tanta felicidad, “llorando de alegría”, Marian comenzó a llenar de besos a su hijo y diciéndole que él sería un hombre preparado y exitoso, que no permitiría que fuese ignorante como ella, llenándolo de muchos más besos y bendiciones ella lo acomodó nuevamente en sus brazos para alimentarlo, en ese momento Josué entro a la habitación del Hospital y encontró con un maravilloso cuadro. Su esposa e hijo. Josué
Los primeros dos meses de Josué Jr. Todo era felicidad, aunque para Marian era algo difícil noches en desvelo y despertares de madrugada. Apenas pegaba los ojos; pero valía la pena cada sonrisa de su bebé. “Josué jr.” Era un bebé muy despierto para los meses que tenía, muy risueño, cada vez que salía de paseo, Josué padre se sentía como un pavo real con las plumas extendidas. “¡Marian! y ¡Josué!” mayormente los fines de semana procuraban llevarlo de paseo, a el niño le gustaba observar los movimientos de las hojas de árboles, había un parque principal en la ciudad, y como era familiar, los fines de semana se saturaba de niños y adolescentes, podían hacer las familias picnic y los niños jugar libremente. Una mañana ‘Marian’ se despertó como de costumbre para atender a su hijo y esposo, a cumplir sus labores cotidianas, ¡de pronto! al estar preparando el desayuno le vino un repentino mareo; pero le pasó rápido, y esta continúo con lo que estaba realizando. Como el niño estaba nueva
Después de enterarse que, en efecto, Marian se encontraba nuevamente embarazada y ante la negativa de Sebastián de practicar un aborto, estos se dieron por vencido ya que no pondrían en riesgo la vida de la chica por una superstición absurda. Tiempo después Josué Jr. como el bebé que era, se la pasaba durmiendo, comiendo y comenzando sus exploraciones normales de su cuerpecito a su edad. ¡Josué¡, ¿has notado como el niño se ha vuelto más llorón ahora?, y como que duerme más. – preguntó Marian -. ¡Solo debe tener más hambre, por eso llora!, ¡Quizás cambio de pañal!; el niño ésta bien, son cambios propios de su edad. – respondió Josué – Marian se quedó pensando: “él tiene razón, él es estudiado en comparación mía, que no se nada”; “Que desesperación no saber”. Y así continuó con sus labores de casa, cuidando y jugando con su hijo. Por la noche estaban acostados Marian y Josué platicando sobre que nombre le pondrían a su siguiente hijo u hija; y a quien se parecería esta vez sí a el
Cada minuto que pasaba, el niño empeoraba su condición, la fiebre aumentaba. Corrieron con él al hospital infantil para que lo atendieran de urgencias ¡Josué! Josué!, “Mi niño, mi niño”, ¿verdad que no le pasará nada? ¿Verdad Josué?, -Dime Josué- por favor respóndeme; angustiada y llorando desesperadamente le preguntaba Marian a su esposo tomándolo por el frente de la camisa. ¡Cariño! ¡cálmate por favor!, No le pasará nada; ‘ya verás’ - trataba de consolar Josué a Marian -, aunque por dentro él estaba angustiado y pidiendo todo estuviese bien. En eso salió el pediatra del hospital y se dirigió a ellos: ¡señores!, no le tengo noticias muy alentadoras, su bebé se encuentra en un estado crítico y las próximas horas serán vitales para él. ¿Pero qué es lo que tiene nuestro hijo doctor? ¿Por qué dice eso? – preguntó Josué – El paciente Josué, su hijo, de alguna manera adquirió una bacteria que le provocó el vómito, diarrea, y fiebre lo que ahora lo llevo a empeorar con una deshidrataci
El día siguiente por la mañana, Josué y Marian estaban sentados a lado del pequeño ataúd; de su bebé Josué jr.Marian en los brazos de Josué, derramaba lágrimas en silencio, se sentía culpable de lo que había sucedido, ‘de pronto’ miró su abdomen creciente y pensó para sí misma, ¿acaso fue este bebé?, tal vez pudo haber resistido más si tú no estuvieras aquí. -lloraba Marian-mientras se atormentaba en pensamientos que le dieran un porque de lo que había sucedido.Por la tarde, comenzaron a preparar todo para llevar su cuerpecito a lugar donde descansarían sus restos, al llegar a su morada donde el quedaría Josué no pudo soportar más y abrazando su ataúd, soltó el llanto. “Hijito mío, hijito mío”, perdóname por no saberte cuidar. Marian, estaba a un lado de él, y sentía que no iba aguantar más, cuando quitaron a su esposo de su hijito y comenzaron a bajarlo, Marian se desborono por completo, sentía que se desgarraba de dolor por dentro, quiso impedir cubrieran a su hijo de tierra, per