Ese día por fin había llegado. Alrededor de las 10 de la mañana, nació un hermoso niño, Josué fue notificado de inmediato y este no paraba de irradiar felicidad, “era un niño” Los padres de Marian ya se encontraban igual en el hospital, estos preguntaron al médico por la salud de su hija, el cual les dijo que ella se encontraba perfectamente bien, solo necesitaría los cuidados normales después del parto. Cuando llevaron el bebé a los brazos de Marian, esta jovencita de apenas 16 años, se encontró con un mar de emociones, ¡sentir a su hijo entre sus brazos! por primera vez le dio tanta felicidad, “llorando de alegría”, Marian comenzó a llenar de besos a su hijo y diciéndole que él sería un hombre preparado y exitoso, que no permitiría que fuese ignorante como ella, llenándolo de muchos más besos y bendiciones ella lo acomodó nuevamente en sus brazos para alimentarlo, en ese momento Josué entro a la habitación del Hospital y encontró con un maravilloso cuadro. Su esposa e hijo. Josué
Los primeros dos meses de Josué Jr. Todo era felicidad, aunque para Marian era algo difícil noches en desvelo y despertares de madrugada. Apenas pegaba los ojos; pero valía la pena cada sonrisa de su bebé. “Josué jr.” Era un bebé muy despierto para los meses que tenía, muy risueño, cada vez que salía de paseo, Josué padre se sentía como un pavo real con las plumas extendidas. “¡Marian! y ¡Josué!” mayormente los fines de semana procuraban llevarlo de paseo, a el niño le gustaba observar los movimientos de las hojas de árboles, había un parque principal en la ciudad, y como era familiar, los fines de semana se saturaba de niños y adolescentes, podían hacer las familias picnic y los niños jugar libremente. Una mañana ‘Marian’ se despertó como de costumbre para atender a su hijo y esposo, a cumplir sus labores cotidianas, ¡de pronto! al estar preparando el desayuno le vino un repentino mareo; pero le pasó rápido, y esta continúo con lo que estaba realizando. Como el niño estaba nueva
Después de enterarse que, en efecto, Marian se encontraba nuevamente embarazada y ante la negativa de Sebastián de practicar un aborto, estos se dieron por vencido ya que no pondrían en riesgo la vida de la chica por una superstición absurda. Tiempo después Josué Jr. como el bebé que era, se la pasaba durmiendo, comiendo y comenzando sus exploraciones normales de su cuerpecito a su edad. ¡Josué¡, ¿has notado como el niño se ha vuelto más llorón ahora?, y como que duerme más. – preguntó Marian -. ¡Solo debe tener más hambre, por eso llora!, ¡Quizás cambio de pañal!; el niño ésta bien, son cambios propios de su edad. – respondió Josué – Marian se quedó pensando: “él tiene razón, él es estudiado en comparación mía, que no se nada”; “Que desesperación no saber”. Y así continuó con sus labores de casa, cuidando y jugando con su hijo. Por la noche estaban acostados Marian y Josué platicando sobre que nombre le pondrían a su siguiente hijo u hija; y a quien se parecería esta vez sí a el
Cada minuto que pasaba, el niño empeoraba su condición, la fiebre aumentaba. Corrieron con él al hospital infantil para que lo atendieran de urgencias ¡Josué! Josué!, “Mi niño, mi niño”, ¿verdad que no le pasará nada? ¿Verdad Josué?, -Dime Josué- por favor respóndeme; angustiada y llorando desesperadamente le preguntaba Marian a su esposo tomándolo por el frente de la camisa. ¡Cariño! ¡cálmate por favor!, No le pasará nada; ‘ya verás’ - trataba de consolar Josué a Marian -, aunque por dentro él estaba angustiado y pidiendo todo estuviese bien. En eso salió el pediatra del hospital y se dirigió a ellos: ¡señores!, no le tengo noticias muy alentadoras, su bebé se encuentra en un estado crítico y las próximas horas serán vitales para él. ¿Pero qué es lo que tiene nuestro hijo doctor? ¿Por qué dice eso? – preguntó Josué – El paciente Josué, su hijo, de alguna manera adquirió una bacteria que le provocó el vómito, diarrea, y fiebre lo que ahora lo llevo a empeorar con una deshidrataci
El día siguiente por la mañana, Josué y Marian estaban sentados a lado del pequeño ataúd; de su bebé Josué jr.Marian en los brazos de Josué, derramaba lágrimas en silencio, se sentía culpable de lo que había sucedido, ‘de pronto’ miró su abdomen creciente y pensó para sí misma, ¿acaso fue este bebé?, tal vez pudo haber resistido más si tú no estuvieras aquí. -lloraba Marian-mientras se atormentaba en pensamientos que le dieran un porque de lo que había sucedido.Por la tarde, comenzaron a preparar todo para llevar su cuerpecito a lugar donde descansarían sus restos, al llegar a su morada donde el quedaría Josué no pudo soportar más y abrazando su ataúd, soltó el llanto. “Hijito mío, hijito mío”, perdóname por no saberte cuidar. Marian, estaba a un lado de él, y sentía que no iba aguantar más, cuando quitaron a su esposo de su hijito y comenzaron a bajarlo, Marian se desborono por completo, sentía que se desgarraba de dolor por dentro, quiso impedir cubrieran a su hijo de tierra, per
Meses después de la pérdida de Josué jr., Marian se encontraba sentada en la entrada de su casa con su sobrinito Esteban, disfrutando de una rica jícama y un delicioso mango bañados en sal y limón, antojo que tenía ella debido a su embarazo.En eso llego Josué y el niño corrió hacia su encuentro muy feliz, ¡Tío!, ¡Tío!, qué bueno que llegaste, ¡ven a comer fruta! Tomándole con su manita le llevó hacia donde su esposa, a quién él saludó, con un dulce beso en la frente.¡Ya llegué amor!, me doy cuenta que andamos de antojos. con una sonrisa, pero aun mirada triste, que trataba de disimular le decía Josué a Marian. Ese bebé es muy comelón jaja¡como eres! ¿Me estás diciendo gorda?, haciendo mueca como una niña, Marian le decía a Josué. ¡No te enojes amor!, le hará mal al bebé, y te pondrás fea si te enojas, te has vuelto muy sensible, ya no puedo jugarle bromas a mi esposa. fingiendo una cara de tristeza decía Josué a Marian¡ya Josué! ¡compórtate! Asustarás a Esteban con tus cosas, par
Al llegar a casa Marian y Josué se dirigieron directamente a la cuna para acostar a Gely, los dos abrazados, mirando a su hermosa beba platicaban: ¡Josué! Tenemos que cuidarla mucho, no podemos permitir que vaya suceder lo mismo. ¡Cariño! ¡Tranquila! “No pasará nada”, pero si tomaremos las medidas necesarias, le decía Josué a su esposa Marian. La Sra. Gela en compañía de Andrea la hermana de Josué, tocaron la puerta y entraron al cuarto para llevarle a Marian su caldo de pollo y lo necesario para bañar a la bebé. ¿Cómo esta nuestra preciosidad? -dijo la Sra. Gela-. ¿Lista mi amor, para tu primer baño con tu abuela?, Preguntaba ella sonriente tomando en brazos a la niña. ¡Mírala! ¡Estas presumiendo!, solo porque se llama casi igual que tú, jajaja reía la Sra. Andrea. Es mi primera nieta, como no voy a estar contenta, mírala esta regordeta de sus mejillas, ay Andrea tú lo dices porque ya tienes varios nietos, y en mi caso es la primera. ¡Ya!, ¡ya!; solo estoy jugando contigo, qu
Pasaron los días y Marian como de costumbre se despertaba temprano a preparar desayuno, hervir biberones, lavar pañales limpiar su casa, solo que ahora utilizaba más desinfectante que antes, lavaba el piso y luego lo secaba muy bien; cada que hacia esto cambiaba a la niña de habitación para que no oliera los productos químicos y no se enfermara.Terminaba de limpiar su casa, y llevando en brazos a Gely se iba al mercado con una bolsa grande para comprar las cosas de su comida, eso si el tiempo lo permitía, ya que la niña había nacido en tiempo lluviosos, de lo contrario recurría con su cuñada para que la cuidara en lo que ella llegaba, se la confiaba ya que se llevaban muy bien y las sobrinas de Josué querían mucho a la niña.Por las tardes en un árbol que se encontraba atrás en el patio amarraban tendederos para poder colgar una hamaca y poder mecer a la niña o acostarse ella y descansar un rato.Marian alimentaba a su beba y Esteban se sentaba a un lado de ella para cuidarlas y juga