Pasado unos meses Marian se había resignado y acostumbrado a vivir con Josué, este último realmente no la trataba mal a excepción que no había cumplido con la boda que prometió, lo único que hicieron fue vestirse de novios y tomarse la foto para satisfacción de los suegros, no obstante Josué no contaba con que los padres de Marian lo descubrirían pronto y de esta manera los llevaron al registro civil para asentar su matrimonio legalmente.
Josué se llevaba bien con Marian, la mayoría de los fines de semana toda la familia convivía para tener tiempo de calidad juntos, -Julieta- la madre de Josué no aceptaba del todo a la esposa de su hijo ya que para ella Marian seguía siendo una niña; aun así, el señor Roberto padrastro de Josué apreciaba mucho a este último, realmente lo amaba como a un hijo por lo cual decidió otorgarle una casa a medio construir a lado de la casa donde vivían ya que el Sr. Roberto tenía una gran propiedad
-Josué- toma las llaves de esta casa; pueden hacer todos los cambios que gusten ya que este será mi regalo de boda para ustedes y su futura familia, todo esto te pertenecerá cuando yo muera.
‘No diga eso padre’, usted vivirá todavía muchos años más. -respondió Josué-
La sobrina mayor de Josué se llevaba muy bien con Marian, estas como eran de la ciudad estaban acostumbradas a la modernidad que implicaba vivir en esta; a diferencia de Marian que venía de un rancho su manera de vestir era más simple, menos maquillaje y aun así sobresalía de las otras chicas, pero dado que esta no sabía vestir como ellas, Vivian la enseñaba como aplicarse maquillaje y como vestir ya que al ser casada tenía que vestir diferente de las solteras.
Al entrar Josué a la casa de su madre donde vivía su hermana y su cuñado miro con gran satisfacción el progreso de su esposa al verse todavía más bella.
¡Marian! ¡que hermosa! ¡Wooh! En verdad hoy te ves mejor que nunca, y para celebrar lo bella que eres, vámonos al cine, tomándola de la mano la giro y salieron sin despedirse, después de la película Josué la llevo a cenar para posteriormente dirigirse a casa.
Mañana será un día agotador – dijo Marian- hay que lavar la casa y acomodar todo para comenzar a vivir realmente solos, Josué no crees que ¿es mucho espacio ahora para nosotros dos?
No te preocupes cariño, mañana después que termines de limpiar la casa nos iremos a comprar las cosas que nos faltan.
-Pero Josué-, acaso ¿no será mucho el gasto?, pues es todo realmente lo de la casa, ya que al vivir en casa de tu madre no necesitábamos estas cosas. Angustiada pregunto Marian
¡Ay amor! ¿es en serio?, acaso ¿desconfías de tu esposo?, piensas que ¿no gano lo suficiente para darte una casa decente? Jajaja; Marian eres bien ingenua, no te preocupes vayámonos a dormir, mañana será otro día y te voy a sorprender, respondió alegremente Josué
Al día siguiente; tal como lo platicaron Marian se levantó bien temprano para preparar el desayuno de su esposo, ya que por el momento cocinaba en la casa de su cuñada y está a la vez le enseñaba a preparar la comida favorita de su hermano.
Cuando Josué despertó Marian estaba terminando de lavar la casa y solo faltaba secar el suelo.
¡Marian! ¡ven! Acompáñame a desayunar, huele muy bien lo que preparaste; anda ven, no me dejes solo insto Josué jalando por la cintura a su esposa.
Ja ja ja -oye- me vas a tirar jaja, ¿Qué te pasa? Nos van a ver, con timidez se dirigió Marian a su esposo
Pasa que estoy muy feliz, sosteniéndola todavía por la cintura y posando su barbilla en el hombro de ella Josué respondía a Marian. ¿Acaso no te das cuenta? que hoy realmente comenzaremos a estar completamente solos, que compraremos las cosas para nuestra casa, ¿no te hace sentir eso feliz a ti?
‘Marian se perdió un momento en sus pensamientos’ y diciéndose a sí misma: pensar que esto es lo que debería estar viviendo con Manuel, ¿qué será de él? ¿qué hará en este momento? ¿me odiara?
¿Marian? ¡Marian!, pasando su mano frente al rostro de ella Josué la llamo.
Saliendo del trance y recuperando su compostura bajando la mirada Marian le dijo: solo me estaba imaginando como serán las cosas que compraremos y como las vamos acomodar.
‘Apúrate a desayunar Josué’, todavía tengo que terminar de secar el suelo, meterme a bañar y vestirme para irnos.
¡uy! ¡que exigente! Jajaja, está bien apurémonos contento respondió Josué
Casi para el medio día ambos se dirigieron al centro de la ciudad, estuvieron en varias mueblerías checando costos, y al final optaron por comprar, vajillas, juego de sabanas, estufa, tanque de gas, refrigerador, comedor grande para cuando recibieran visitas, ropero, cama, tocadiscos y un televisor de 21 pulgadas a color por lo pronto para comenzar amueblar la casa.
Marian se quedó pensando, mis padres se pondrán contentos y se sentirán feliz al verme con todo esto en mi casa, con satisfacción y la sonrisa que se dibujaba en su rostro ella sabía que sobre todo su madre se sorprendería más aun con el televisor que acababan de adquirir
Estaba super impresionada y super contenta ya que en el rancho donde ella vivía la electricidad tampoco llegaba en ese entonces, y como niña estaba feliz con juguetes nuevos; ahora jugaría a la comidita, pero en lugar de ser con sus primas lo haría de verdad y para su esposo.
Josué por el otro lado inmerso igual en sus pensamientos, feliz se decía, asimismo, - esto es el inicio de nuestro hogar, lo haremos grande para nuestros futuros hijos-.
¡Josué! ¿irás al evento está noche? -Preguntó Marian -. Tengo que ir, respondió este; esposa mía, acaso ¿no recuerdas que soy el vocalista del grupo? Si, lo sé, pasa que no estaba segura si era hoy, hubiese deseado que no. ¿Porqué? ¿Qué sucede? No es importante, solo que no sé qué me pasa, no me siento muy bien, y me siento muy cansada. Está bien, no importa, quédate en casa; me gusta me acompañes, pero es mejor que descanses, si continúas así mañana te llevaré al médico. ¡no exageres! ¡al rato pasará!, ja ja, deberás como exageras, un descanso bastará, supongo es, porque casi no me dejas dormir por las noches. - dijo Marian tímidamente-, al mismo tiempo que sus mejillas se ponían color rojo. ¡está bien! ¡no me culpes! -dijo sonriendo Josué-, la única culpable eres tú por “ser preciosa”, este riendo de cómo se ponía su esposa preguntó: ¿Por qué te pones roja? Jajajaja pareces un jitomate jajaj. Por otro lado, eres mi mujer, esto es normal entre nosotros, no deberías ponerte así
El día siguiente por la tarde después de ir por los resultados, Marian le pidió a su tía Julieta no comentar nada con nadie, debido a que ella quería ser la que hablará con Josué primero. ¡Marian! ¿Qué pasa? Has actuado extraña durante estos días, ¿Sucede algo malo? ¡No! ¡no!, ¿Qué mal podría pasar? – Respondió ella- ¡Entonces! ¿Hay algo que te mantiene nerviosa? ¡Josué! En realidad, si hay algo que te quiero decir, -jugando con los dedos de la mano y bajando la mirada dijo Marian. - Acercándose a ella, él la tomó por la cintura envolviéndola en un abrazo. -dime- ¿Qué te pasa? ¿Qué te tiene así? Me comienzas a preocupar; en verdad, te encuentras realmente extraña últimamente. Marian abrazándose a él, soltó un suspiro y le preguntó: ¿te gustaría que tuviésemos hijos ahora? O acaso ¿Prefieres no tenerlos? ¡Qué dices cariño! “me encantaría ser padre” - ¡De verdad! - ¿me hablas en serio Josué?, alegremente preguntó ella Claro que si mujercita, pero a ¿que viene todo esto ahora?
Ese día por fin había llegado. Alrededor de las 10 de la mañana, nació un hermoso niño, Josué fue notificado de inmediato y este no paraba de irradiar felicidad, “era un niño” Los padres de Marian ya se encontraban igual en el hospital, estos preguntaron al médico por la salud de su hija, el cual les dijo que ella se encontraba perfectamente bien, solo necesitaría los cuidados normales después del parto. Cuando llevaron el bebé a los brazos de Marian, esta jovencita de apenas 16 años, se encontró con un mar de emociones, ¡sentir a su hijo entre sus brazos! por primera vez le dio tanta felicidad, “llorando de alegría”, Marian comenzó a llenar de besos a su hijo y diciéndole que él sería un hombre preparado y exitoso, que no permitiría que fuese ignorante como ella, llenándolo de muchos más besos y bendiciones ella lo acomodó nuevamente en sus brazos para alimentarlo, en ese momento Josué entro a la habitación del Hospital y encontró con un maravilloso cuadro. Su esposa e hijo. Josué
Los primeros dos meses de Josué Jr. Todo era felicidad, aunque para Marian era algo difícil noches en desvelo y despertares de madrugada. Apenas pegaba los ojos; pero valía la pena cada sonrisa de su bebé. “Josué jr.” Era un bebé muy despierto para los meses que tenía, muy risueño, cada vez que salía de paseo, Josué padre se sentía como un pavo real con las plumas extendidas. “¡Marian! y ¡Josué!” mayormente los fines de semana procuraban llevarlo de paseo, a el niño le gustaba observar los movimientos de las hojas de árboles, había un parque principal en la ciudad, y como era familiar, los fines de semana se saturaba de niños y adolescentes, podían hacer las familias picnic y los niños jugar libremente. Una mañana ‘Marian’ se despertó como de costumbre para atender a su hijo y esposo, a cumplir sus labores cotidianas, ¡de pronto! al estar preparando el desayuno le vino un repentino mareo; pero le pasó rápido, y esta continúo con lo que estaba realizando. Como el niño estaba nueva
Después de enterarse que, en efecto, Marian se encontraba nuevamente embarazada y ante la negativa de Sebastián de practicar un aborto, estos se dieron por vencido ya que no pondrían en riesgo la vida de la chica por una superstición absurda. Tiempo después Josué Jr. como el bebé que era, se la pasaba durmiendo, comiendo y comenzando sus exploraciones normales de su cuerpecito a su edad. ¡Josué¡, ¿has notado como el niño se ha vuelto más llorón ahora?, y como que duerme más. – preguntó Marian -. ¡Solo debe tener más hambre, por eso llora!, ¡Quizás cambio de pañal!; el niño ésta bien, son cambios propios de su edad. – respondió Josué – Marian se quedó pensando: “él tiene razón, él es estudiado en comparación mía, que no se nada”; “Que desesperación no saber”. Y así continuó con sus labores de casa, cuidando y jugando con su hijo. Por la noche estaban acostados Marian y Josué platicando sobre que nombre le pondrían a su siguiente hijo u hija; y a quien se parecería esta vez sí a el
Cada minuto que pasaba, el niño empeoraba su condición, la fiebre aumentaba. Corrieron con él al hospital infantil para que lo atendieran de urgencias ¡Josué! Josué!, “Mi niño, mi niño”, ¿verdad que no le pasará nada? ¿Verdad Josué?, -Dime Josué- por favor respóndeme; angustiada y llorando desesperadamente le preguntaba Marian a su esposo tomándolo por el frente de la camisa. ¡Cariño! ¡cálmate por favor!, No le pasará nada; ‘ya verás’ - trataba de consolar Josué a Marian -, aunque por dentro él estaba angustiado y pidiendo todo estuviese bien. En eso salió el pediatra del hospital y se dirigió a ellos: ¡señores!, no le tengo noticias muy alentadoras, su bebé se encuentra en un estado crítico y las próximas horas serán vitales para él. ¿Pero qué es lo que tiene nuestro hijo doctor? ¿Por qué dice eso? – preguntó Josué – El paciente Josué, su hijo, de alguna manera adquirió una bacteria que le provocó el vómito, diarrea, y fiebre lo que ahora lo llevo a empeorar con una deshidrataci
El día siguiente por la mañana, Josué y Marian estaban sentados a lado del pequeño ataúd; de su bebé Josué jr.Marian en los brazos de Josué, derramaba lágrimas en silencio, se sentía culpable de lo que había sucedido, ‘de pronto’ miró su abdomen creciente y pensó para sí misma, ¿acaso fue este bebé?, tal vez pudo haber resistido más si tú no estuvieras aquí. -lloraba Marian-mientras se atormentaba en pensamientos que le dieran un porque de lo que había sucedido.Por la tarde, comenzaron a preparar todo para llevar su cuerpecito a lugar donde descansarían sus restos, al llegar a su morada donde el quedaría Josué no pudo soportar más y abrazando su ataúd, soltó el llanto. “Hijito mío, hijito mío”, perdóname por no saberte cuidar. Marian, estaba a un lado de él, y sentía que no iba aguantar más, cuando quitaron a su esposo de su hijito y comenzaron a bajarlo, Marian se desborono por completo, sentía que se desgarraba de dolor por dentro, quiso impedir cubrieran a su hijo de tierra, per
Meses después de la pérdida de Josué jr., Marian se encontraba sentada en la entrada de su casa con su sobrinito Esteban, disfrutando de una rica jícama y un delicioso mango bañados en sal y limón, antojo que tenía ella debido a su embarazo.En eso llego Josué y el niño corrió hacia su encuentro muy feliz, ¡Tío!, ¡Tío!, qué bueno que llegaste, ¡ven a comer fruta! Tomándole con su manita le llevó hacia donde su esposa, a quién él saludó, con un dulce beso en la frente.¡Ya llegué amor!, me doy cuenta que andamos de antojos. con una sonrisa, pero aun mirada triste, que trataba de disimular le decía Josué a Marian. Ese bebé es muy comelón jaja¡como eres! ¿Me estás diciendo gorda?, haciendo mueca como una niña, Marian le decía a Josué. ¡No te enojes amor!, le hará mal al bebé, y te pondrás fea si te enojas, te has vuelto muy sensible, ya no puedo jugarle bromas a mi esposa. fingiendo una cara de tristeza decía Josué a Marian¡ya Josué! ¡compórtate! Asustarás a Esteban con tus cosas, par