Abel
Fue la primera vez en toda mi vida que me alegré de que me haya dado un ataque de pánico, por qué gracias a eso tuve un contacto muy singular con la mujer que causó tal estado.
—¿No temes a que la crema de caramelo y la sal dañe tu salud? —preguntó riéndose.
—No soy tan perfecto como parece, pero si eso pasa tengo a la mejor doctora a mi lado.
—Mm... ya veo—continúa con la misma sonrisita.
No soy tan fuerte, ni tampoco tan perfecto como aparento, tengo mis debilidades y mis miedos e incluso mi mayor temor no es hablar en público, sino perder a las personas que quiero, no saber de ellas o simplemente dejan de existir. Aunque mi rostro y personalidad muestran valentía, en el fondo de mí, pero muy en el fondo soy muy frágil.
—¿Te apetece cenar conmigo esta noche?
—Me encantar&ia
ChloéEs bonito irse a dormir y despertar en la mañana al lado de la persona que sientes millones de sensaciones y ver que no es un sueño.—Cada noche pediré despertar a tu lado, nene—susurré mientras me limitaba a contemplar su cuerpo recostado a mi lado.Minutos más tarde me levanté de la cama sigilosamente para que no se despierte, agarré mis cosas, pero no sin antes dejarle una nota.Nota:Te vi tan cómodo durmiendo que no quería interrumpir tus sueños, además mi auto estaba estacionado frente a tu casa, no era necesario molestarte para llevarme.Gracias por la noche tan especial que me diste mi señor ogro, ha sido una dulce sensación dormir a tu lado.La dejé encima de la isla de la cocina y cierro la puerta a mis espaldas con cuidado para no hacer ruido.¿Cuá
AbelMe enojo y no por la situación en sí, sino por la interpretación que ella tiene sobre lo que digo o hago.¿Tengo celos de ese tipo?, pues sí, los celos me matan al pensar que la toca y la besa por ser solo amigos.Después de colgar y sin darme tiempo a despedirme, la vuelvo a llamar, pero no me contesta.—María, quiero que me consigas el número de José Álvarez, es compañero de piso de la Doctora Wilson.Voy a buscar a ese tipo y preguntarle las intenciones que tiene con su amiga.Una hora más tarde, María llega a mí con el número telefónico de este hombre.—Buenas tardes, soy Abel Molina... me imagino que a esta hora está sentado frente a Chloé comiendo en un hermoso restaurante, ahora si no es mucho pedir me gustaría hablar con usted sin que ella sepa—suelto ni hi
Después de que me pidiera que fuera su novia, lo único que quería era ir con él para celebrarlo, pero él quiso que me quedara a pasar la tarde con José, tal y como lo tenía previsto, además mañana es sábado y él me prometió que lo celebraremos estos dos días libres.— Te gané— le digo a José.— Me ganaste, así que pide lo que quieras.— Lo haré, pero no ahora.— Está bien— me sonríe.Oficialmente, era la novia de Abel Molina y eso me hacía muy feliz.— Me di cuenta de que ese hombre te ama— suelta, José, mientras nos acomodamos para ver una película.— Después de tanto tiempo mi corazón volvió a enamorarse, creo que ahora entiendo cuando dicen que del odio al amor solo hay un paso.— Sé fel
Me tapé con las sábanas y me dediqué a recorrer con la mirada su fracción y su cuerpo que estaba recostado a mi lado desnudo, las venas marcadas en sus brazos largos y musculosos lo hacían ver más sexy de lo que ya era.—Están llamando a la puerta.—Ahora regreso— se alza de la cama y se pone el pantalón dejando su torso al descubierto.Suspiro al verlo desaparecer de la habitación y oculto mi rostro debajo de las sábanas.Tal vez acabe este día, este momento e incluso esta noche que recién comienza, pero lo que nunca acabará es mi amor por él. Porque me había enamorado de su terquedad, de su forma de ser y de cómo cambió por mí. A veces no se necesita de mucho para amar con intensidad.Al rato siento algo pesado encima de mi cuerpo, destapé mi rostro y me encontré los ojos de Abel que me mira
AbelEn todo el camino recorrido no había encontrado una compañera de ruta como Chloé, y plantearme la idea de casarme, así repentinamente es algo que jamás se me había pasado por la mente, pero esta vez todo fue diferente, algo en mí cambió sin darme cuenta y sin notarlo.No me avergüenzo de ella porque entendí que el amor no entiende de razas, ni de físico, ni de culturas, solo entendí que el amor es paciente y bondadoso, es grande, que a veces con el mismo silencio se dice todo.— Quiero compartir mis mañanas contigo, mis noches a tu lado y mi vida completa junto a ti.Siento como sus ojos se cristalizan y después sus labios se curvan para mostrar su hermosa sonrisa.— Quiero casarme contigo, siempre caminaré a tu lado, Abel.Nos abrazamos mientras la felicidad nos envuelve.— ¿Y có
Es muy difícil que la noche de bodas pase desapercibida, incluso aunque ya habíamos tenido intimidad, la primera noche de casados es única, mágica e inolvidable.Sin duda para mí fue un momento de mi vida que jamás olvidaré, Abel hizo que cada segundo de esta esperada noche fuera especial. Me trató como princesa, pero a la vez descubrí la bestia que esconde.—¿Qué piensas del amor? — preguntó Abel mientras contemplábamos el amanecer.— El amor es la esencia de la vida— contesté.— Estoy de acuerdo contigo, pequeña, pero para mí el amor lo definiría en una sola palabra.—¿Cuál sería?— Chloé, tú mi pequeña desconocida, tú eres lo único que quiero en este momento y que estuve a punto de perderte. Eres el significado del amor para
Ahora que mi hermano ya sabía de mi matrimonio, teníamos que seguir contando a nuestros familiares antes de que Mario se nos adelante.— Me gustaría pasar esta noche con José— dijo ella de regreso a casa.— ¿Por qué?— José es una persona muy especial en mi vida, Abel, y no quiero darle la noticia e irme. Quiero pasar la última noche juntos como amigos porque eso es lo que somos— añade ella.No es que me moleste lo que me estaba diciendo, ya que confío plenamente en ella y en José también porque me lo demostró, pero tenía planeado iniciar nuestra nueva vida en mi casa.— Está bien, amor, pero eso si no quiero más besos en los labios.— Tranquilo como te dije antes solo quiero besar los tuyos.— En ese caso bésame— le pido y ella corta la distancia que nos separa pa
Con él, todo me parece romántico, incluso verlo respirar a mi lado.— Debiste haberme llamado para ayudarte con las maletas— dijo Abel nada más verme con mi equipaje.— Ser mujer no significa ser débil y no poder cargar con unas simples maletas, querido esposo— contesté con la respiración agitada.Por cierto, se veía súper sexy mi hermoso marido, llevaba un pantalón de chándal de estos de andar por casa.— No pienso que las mujeres sean débiles, amor, al contrario, ustedes, las mujeres son el milagro de la vida.Contesta y después se acerca a mí para besarme y darme la bienvenida.— ¿Qué tal tu día en el hospital?— Muy bien, hoy dos pacientes salieron por su propio pie y dejaron en el pasado un amargo momento— digo feliz por la recuperación de estas personas.&md