Aquel bello jardín estaba repleto de bellos adornos entre blancos y azules, era completamente hermosos, el rey se había esforzado en que toda la nobleza tanto de aquel reino como algunos otros se enteraran de que él se casaría aquel día, no solo para dar por terminado con la presión del concejo por buscar una reina, pues ya la tenía y al fin daría inicio a esa nueva etapa de su vida, además de que también era una manera de enviar un mensaje a todos, el mensaje en el cual solo indicaba que se encargaría de que nadie intentara hacerle daño, pues sufriría su ira sin dudar, por lo menos era lo que deseaba y pensaba, pero con cada minuto que pasaba se sentía ansioso lleno de temor ¿y si la chica no le importaba nada y se iba? Él solo quería una oportunidad, y aunque fuese algo cruel que él la manipulase para que ella aceptara el compromiso, el rey no veía o
El camino se había hecho largo y tedioso, decir que su boda fue memorable, o que la fiesta fue única, era tan falso como que ella indicara que amaba a su esposo, pues lo cierto era que ella solo estaba allí para proteger a su amiga, la pelirroja estaba tan entristecida, que solo esperaba ver a Alice en cuanto termino la boda, quería saber si ella estaba bien, si se encontraba con vida, pero el rey había indicado en bien acabo la ceremonia que era hora de partir, ya que según él, el viaje hasta el castillo se daría en un día, debido a que no habría descanso ni nada por el estilo, porque tendría que viajar a la guerra en cuanto estuviese allí, por lo que no sabía por cuánto tiempo se iría de viaje, algo que agradecía la chica, pues al parecer ella no se vería mucho con este—Su majestades ya está todo arreglado en el castillo...—se habí
Un año, un año había pasado desde que aquel apuesto y tenebroso rey había partido en la oscuridad hacia la guerra, en donde una bella pelirroja se encontraba plantando los más bellos crisantemos en aquel jardín que se había dispuesto a tener como santuario y liberarse de las obligaciones, pues no había nada mejor que estar en aquel lugar que poco a poco ella había creado, dando vida a aquel sitio tan lúgubre que conoció el día que había caminado en aquella parte del castillo, ahora era su lugar favorito, era el lugar más hermoso que jamás había visto, en el que había plantado todo tipo de flores las cuales decoraban con sus bellos colores y daban la bienvenida a cualquiera que pisara aquel pedazo de tierraNo había duda que ella se divertía allí, el invierno hacía presencia en todo su esplendor y aunque los sirvientes le habí
Sebastián dio un gran suspiro al bajar de su caballo, al fin en casa, jamás había estado tan feliz de estar en el castillo de luztian, jamás había logrado sentirse tan emocionado por escuchar un bienvenido del lugar, él estaba tan feliz y aunque su frío rostro no demostrara su alegría, él se encontraba feliz de al fin estar en casa, estaba feliz de lograr verla y saber cómo estaba, las cartas que le había enviado sr Joshua, hablaba de los grandes avances de la chica, las cuales hablaban de aquella manera tan especial de convertirse en la reina, el rey estaba completamente extasiado con los avances según los escritos y quería ver por el mismo desde ya los cambios dados en su esposaPero entonces al adentrarse en el castillo todo estaba en completo silencio, Sebastián no había anunciado su regreso solo con el afán de llegar de sorpresa, además de que quer&iacut
Luna despertó algo desconcertada, su cuerpo se sentía más liviano y extrañamente sentía un gran alivio en todo sus músculos, lo era cual algo muy irracional, pues ella no recordaba estar recostada en su cama, todo era tan extraño, ella no recordaba nada de lo ocurrido, lo único que recordaba era haber estado plantado flores en el jardín y no recordaba nada mas de ello, se levantó de espacio aun sintiendo un poco de dolor en su cabeza y su cuerpo, pero no era nada grave, nada que la preocupara demasiado, la chica al levantarse y noto que su vestido estaba bastante sucio de sangre, la susto un poco, sin más lo retiro de su cuerpo, y justo en el momento en el que se encontraba desnuda las puertas de la habitación fueron abiertas, pero ella no le presto mayor atención, pensado que se trataba de Alice o algunas de las otras dos chicas, fue entonces aquella mirada que se sentía extraña
—Es hora de dormir…—Luna escucho las palabras del azabache y de inmediato se levantó de su asiento dirigiéndose a la cama, pero entonces noto que este no se iba del lugar, lo que le causo una leve inquietud a la pelirroja, ya que este estaba solo allí esperando que ella se recostara en la enorme cama, ¿tal vez estaba solo esperando que ella se quedara dormida para partir de la habitación? Pero no tenía que hacer aquello, pues ella dormiría tranquila, así que decidió hablar al notarlo tan tranquilo en aquella silla, observando aun aquel frasco en sus manos—No debe quedarse a cuidarme su majestad… yo me quedaré dormida de inmediato, aquellas gotas han logrado causar mucho sueño en mí…—Sebastián observo a la chica sin ningún tipo de expresión, mientras que se levantó de la silla lo que causo un gran suspiro lleno de tranqui
Luna había despertado de nuevo en la habitación, en la cual ahora se proyectaba la luz del día en todo su esplendor, algo que causo una sensación de regocijo a la chica, por lo que bajo la mirada y allí estaba Ashley esperando que despertara como siempre solía suceder, se preguntó ¿si todo había sido un sueño? ¿O en realidad había sucedido? Algo causo que se sentara en cama y notar una inminente felicidad en la peli negra quien parecía estar regocijada de verla al igual que lo había hecho Alice la noche anterior, notando la expresión de una de sus sirvientas dedujo que no había sido un sueño, ella si había dormido junto con el rey, si había dormido con el rey “o por los cielos y los dioses que vergüenza” no había otra frase que corriera por la mente de la pelirroja, logrando —¿Una fiesta…?—la pelirroja observo al azabache con sus ojos grandemente sorprendida, pues ella no tenía idea que este hiciera tales cosas, mientras que Sebastián solo la observaba sin decir nada, más bien estaba concentrado en aquella expresión de la chica, pues veía ciertamente hermosa y adorable con aquella expresión—Cada año se hace el baile de invierno, además este año se celebra la fiesta del triunfo de la guerra contra Esturian Sebastián tomó asiento en la pequeña mesa de té frente al pequeño sillón en el que chica había estado sentada, haciendo muecas divertidas para él, al mostrar su descontento hacia aquellos vestuarios tan ostentosos para su gusto, pero entonces al ver que el azabache de ojos lilas observaba tan directamente, además de que había tomado asiento en la mesa de té, lo cual era fuera de su comportamiento al verse tan poco descortés, algo que jamás poDEBE DECIRLE TODO
UNA UNIÓN MÁS ALLÁ DE LOS CUERPOS