Sebastián dio un gran suspiro al bajar de su caballo, al fin en casa, jamás había estado tan feliz de estar en el castillo de luztian, jamás había logrado sentirse tan emocionado por escuchar un bienvenido del lugar, él estaba tan feliz y aunque su frío rostro no demostrara su alegría, él se encontraba feliz de al fin estar en casa, estaba feliz de lograr verla y saber cómo estaba, las cartas que le había enviado sr Joshua, hablaba de los grandes avances de la chica, las cuales hablaban de aquella manera tan especial de convertirse en la reina, el rey estaba completamente extasiado con los avances según los escritos y quería ver por el mismo desde ya los cambios dados en su esposa
Pero entonces al adentrarse en el castillo todo estaba en completo silencio, Sebastián no había anunciado su regreso solo con el afán de llegar de sorpresa, además de que quer&iacut
Luna despertó algo desconcertada, su cuerpo se sentía más liviano y extrañamente sentía un gran alivio en todo sus músculos, lo era cual algo muy irracional, pues ella no recordaba estar recostada en su cama, todo era tan extraño, ella no recordaba nada de lo ocurrido, lo único que recordaba era haber estado plantado flores en el jardín y no recordaba nada mas de ello, se levantó de espacio aun sintiendo un poco de dolor en su cabeza y su cuerpo, pero no era nada grave, nada que la preocupara demasiado, la chica al levantarse y noto que su vestido estaba bastante sucio de sangre, la susto un poco, sin más lo retiro de su cuerpo, y justo en el momento en el que se encontraba desnuda las puertas de la habitación fueron abiertas, pero ella no le presto mayor atención, pensado que se trataba de Alice o algunas de las otras dos chicas, fue entonces aquella mirada que se sentía extraña
—Es hora de dormir…—Luna escucho las palabras del azabache y de inmediato se levantó de su asiento dirigiéndose a la cama, pero entonces noto que este no se iba del lugar, lo que le causo una leve inquietud a la pelirroja, ya que este estaba solo allí esperando que ella se recostara en la enorme cama, ¿tal vez estaba solo esperando que ella se quedara dormida para partir de la habitación? Pero no tenía que hacer aquello, pues ella dormiría tranquila, así que decidió hablar al notarlo tan tranquilo en aquella silla, observando aun aquel frasco en sus manos—No debe quedarse a cuidarme su majestad… yo me quedaré dormida de inmediato, aquellas gotas han logrado causar mucho sueño en mí…—Sebastián observo a la chica sin ningún tipo de expresión, mientras que se levantó de la silla lo que causo un gran suspiro lleno de tranqui
Luna había despertado de nuevo en la habitación, en la cual ahora se proyectaba la luz del día en todo su esplendor, algo que causo una sensación de regocijo a la chica, por lo que bajo la mirada y allí estaba Ashley esperando que despertara como siempre solía suceder, se preguntó ¿si todo había sido un sueño? ¿O en realidad había sucedido? Algo causo que se sentara en cama y notar una inminente felicidad en la peli negra quien parecía estar regocijada de verla al igual que lo había hecho Alice la noche anterior, notando la expresión de una de sus sirvientas dedujo que no había sido un sueño, ella si había dormido junto con el rey, si había dormido con el rey “o por los cielos y los dioses que vergüenza” no había otra frase que corriera por la mente de la pelirroja, logrando —¿Una fiesta…?—la pelirroja observo al azabache con sus ojos grandemente sorprendida, pues ella no tenía idea que este hiciera tales cosas, mientras que Sebastián solo la observaba sin decir nada, más bien estaba concentrado en aquella expresión de la chica, pues veía ciertamente hermosa y adorable con aquella expresión—Cada año se hace el baile de invierno, además este año se celebra la fiesta del triunfo de la guerra contra Esturian Sebastián tomó asiento en la pequeña mesa de té frente al pequeño sillón en el que chica había estado sentada, haciendo muecas divertidas para él, al mostrar su descontento hacia aquellos vestuarios tan ostentosos para su gusto, pero entonces al ver que el azabache de ojos lilas observaba tan directamente, además de que había tomado asiento en la mesa de té, lo cual era fuera de su comportamiento al verse tan poco descortés, algo que jamás poDEBE DECIRLE TODO
UNA UNIÓN MÁS ALLÁ DE LOS CUERPOS
—Madre… padre… ¿dónde están? Tengo miedo, mucho miedo…—Un pequeño vampiro de apenas unos años de vida caminaba por los tenebrosos bosques de ivernor, un bosque como ningún otro lleno de los más sublimes temores de todo vampiro, pues si se decía que estos eran la raza más fuerte de todas, no conocían a las criaturas que habitaban en aquel sobrio y terrorífico lugar—¿Vampiro te perdiste? ¿Vampiro te perdiste? ¿Vampiro te perdiste?—Sebastián al escuchar una y otra vez aquellas palabras, en el que buscaba el lugar donde provenía aquellas terroríficas preguntas, pero solo había lo que parecía ser una lechuza en uno de los árboles, algo que según él tenía entendido aquellas no hablaban, cosa por la cual este simplemente dio varios pasos atrás huyendo de aquel animal tan perturbador, pero entonces esta se fue hacia el príncipe y logro atacarlo, haciendo que el chiquillo se quejara al sentir las garras del ave rasgar su pálida piel—¡Basta…! ¿qué encontraste?—una mujer de cabello tan rojo co
El salón estaba lleno de invitados, tanto vampiros como humanos de alta alcurnia, todos expectante a aquel rey quien se encontraba sentado en aquel majestuoso trono, de oro blanco y diamantes, el cual había sido creado hacía muchos siglos para el primer drogus y rey de todos, pero ahora aquello no era importante. El actual rey de luztian el reino líder de todos, se observaba completamente serio y sin demostrar ningún tipo de emoción, aquel se veía como siempre, mientras que un sinfín de nobles se acercaba en felicitarlo por la guerra librada y para desearle una futura primavera prospera, siempre era de aquella manera, Sebastián toda su vida había visto aquella fiesta como algo molesto y lleno de mucho pero mucho hastío, pero no podía hacer nada sobre ello, ya que era un tradición, una tradición que según el conejo principal debía seguir con lujo de detalle.—Mi rey… que sus días y noches sean bendecidos; dando asi una vida honorable… también deseándole un bienaventurado por su victori
Aquello ojos dorados la observaban con una ira notable, y un desdén en el que al verse reflejado solo podías sentirte inferior, Luna llena de temor se levantó de inmediato de aquella banca en donde el rey la había dejado solo hacía unos minutos, rogando que su padre no le hiciese daño, no entendía por qué este hablaba con tanta hostilidad hacia ella, aunque este solía ser agresivo de por sí, pero ahora había algo más y ella no lograba recordarlo.—Padre…—este la observo con enojo y se acercó a ella con pasos decididos e intimidantes, algo que causo más miedo en la chica, pero entonces se estrelló contra uno de arbustos impidiéndole alejarse aún más de este—Nunca más en tu vida vuelvas a llamarme de esa forma…¿ahora dime como sobreviviste?—Luna no tenía ni la menor idea de lo que este hablaba, por lo que frunció el ceño y lo observo sin entender, algo que a este le causo más enojo y en el momento en que levanto su mano para golpearla, una mano lo sujeto con fuerzas y allí pudo ver su