—Es hora de dormir…—Luna escucho las palabras del azabache y de inmediato se levantó de su asiento dirigiéndose a la cama, pero entonces noto que este no se iba del lugar, lo que le causo una leve inquietud a la pelirroja, ya que este estaba solo allí esperando que ella se recostara en la enorme cama, ¿tal vez estaba solo esperando que ella se quedara dormida para partir de la habitación? Pero no tenía que hacer aquello, pues ella dormiría tranquila, así que decidió hablar al notarlo tan tranquilo en aquella silla, observando aun aquel frasco en sus manos
—No debe quedarse a cuidarme su majestad… yo me quedaré dormida de inmediato, aquellas gotas han logrado causar mucho sueño en mí…—Sebastián observo a la chica sin ningún tipo de expresión, mientras que se levantó de la silla lo que causo un gran suspiro lleno de tranqui
Luna había despertado de nuevo en la habitación, en la cual ahora se proyectaba la luz del día en todo su esplendor, algo que causo una sensación de regocijo a la chica, por lo que bajo la mirada y allí estaba Ashley esperando que despertara como siempre solía suceder, se preguntó ¿si todo había sido un sueño? ¿O en realidad había sucedido? Algo causo que se sentara en cama y notar una inminente felicidad en la peli negra quien parecía estar regocijada de verla al igual que lo había hecho Alice la noche anterior, notando la expresión de una de sus sirvientas dedujo que no había sido un sueño, ella si había dormido junto con el rey, si había dormido con el rey “o por los cielos y los dioses que vergüenza” no había otra frase que corriera por la mente de la pelirroja, logrando —¿Una fiesta…?—la pelirroja observo al azabache con sus ojos grandemente sorprendida, pues ella no tenía idea que este hiciera tales cosas, mientras que Sebastián solo la observaba sin decir nada, más bien estaba concentrado en aquella expresión de la chica, pues veía ciertamente hermosa y adorable con aquella expresión—Cada año se hace el baile de invierno, además este año se celebra la fiesta del triunfo de la guerra contra Esturian Sebastián tomó asiento en la pequeña mesa de té frente al pequeño sillón en el que chica había estado sentada, haciendo muecas divertidas para él, al mostrar su descontento hacia aquellos vestuarios tan ostentosos para su gusto, pero entonces al ver que el azabache de ojos lilas observaba tan directamente, además de que había tomado asiento en la mesa de té, lo cual era fuera de su comportamiento al verse tan poco descortés, algo que jamás poDEBE DECIRLE TODO
UNA UNIÓN MÁS ALLÁ DE LOS CUERPOS
—Madre… padre… ¿dónde están? Tengo miedo, mucho miedo…—Un pequeño vampiro de apenas unos años de vida caminaba por los tenebrosos bosques de ivernor, un bosque como ningún otro lleno de los más sublimes temores de todo vampiro, pues si se decía que estos eran la raza más fuerte de todas, no conocían a las criaturas que habitaban en aquel sobrio y terrorífico lugar—¿Vampiro te perdiste? ¿Vampiro te perdiste? ¿Vampiro te perdiste?—Sebastián al escuchar una y otra vez aquellas palabras, en el que buscaba el lugar donde provenía aquellas terroríficas preguntas, pero solo había lo que parecía ser una lechuza en uno de los árboles, algo que según él tenía entendido aquellas no hablaban, cosa por la cual este simplemente dio varios pasos atrás huyendo de aquel animal tan perturbador, pero entonces esta se fue hacia el príncipe y logro atacarlo, haciendo que el chiquillo se quejara al sentir las garras del ave rasgar su pálida piel—¡Basta…! ¿qué encontraste?—una mujer de cabello tan rojo co
El salón estaba lleno de invitados, tanto vampiros como humanos de alta alcurnia, todos expectante a aquel rey quien se encontraba sentado en aquel majestuoso trono, de oro blanco y diamantes, el cual había sido creado hacía muchos siglos para el primer drogus y rey de todos, pero ahora aquello no era importante. El actual rey de luztian el reino líder de todos, se observaba completamente serio y sin demostrar ningún tipo de emoción, aquel se veía como siempre, mientras que un sinfín de nobles se acercaba en felicitarlo por la guerra librada y para desearle una futura primavera prospera, siempre era de aquella manera, Sebastián toda su vida había visto aquella fiesta como algo molesto y lleno de mucho pero mucho hastío, pero no podía hacer nada sobre ello, ya que era un tradición, una tradición que según el conejo principal debía seguir con lujo de detalle.—Mi rey… que sus días y noches sean bendecidos; dando asi una vida honorable… también deseándole un bienaventurado por su victori
Aquello ojos dorados la observaban con una ira notable, y un desdén en el que al verse reflejado solo podías sentirte inferior, Luna llena de temor se levantó de inmediato de aquella banca en donde el rey la había dejado solo hacía unos minutos, rogando que su padre no le hiciese daño, no entendía por qué este hablaba con tanta hostilidad hacia ella, aunque este solía ser agresivo de por sí, pero ahora había algo más y ella no lograba recordarlo.—Padre…—este la observo con enojo y se acercó a ella con pasos decididos e intimidantes, algo que causo más miedo en la chica, pero entonces se estrelló contra uno de arbustos impidiéndole alejarse aún más de este—Nunca más en tu vida vuelvas a llamarme de esa forma…¿ahora dime como sobreviviste?—Luna no tenía ni la menor idea de lo que este hablaba, por lo que frunció el ceño y lo observo sin entender, algo que a este le causo más enojo y en el momento en que levanto su mano para golpearla, una mano lo sujeto con fuerzas y allí pudo ver su
En bien había acontecido el horrible suceso, la chica se había sentido completamente abrumada y más con la mirada de todos en aquel lugar, no solo al ver la actuación del rey, también lo era por la chica había dicho muy bien que el traidor era su padre adoptivo, todo era un gran escándalo en aquel circulo de la alta sociedad, lo cual había hecho que el humor de la reina decayera de manera inmediata, debido a que se sentía completamente devastada y es que ella había planeado que no avergonzaría al rey, pero no la había logrado, allí estaba ella avergonzándolo delante de todos, causando vergüenza en él, se sentía tan mal por ello, que no sabía qué hacer en aquellos momentos. Luna estaba sumida completamente en sus pensamientos, no hacía más que debatirse y regañarse una y otra vez a ella misma por haberlo hechoPor el lado de Sebastián se encontraba totalmente serio en su trono, no había el más mínimo movimiento de su parte. Pero su mente era un lio al igual que la de su esposa, pues ah
Luna había llegado a la mesa de bocadillos, en donde había un estupendo bufet el cual la había dejado maravillada, quería probar cada uno de aquellos platillo sin excepción, lo cierto era que moría de hambre al saber que al fin se había alejado de aquella mala energía que causaban aquel par de chicas. Y la incomodad de aquel hombre al llorar como un niño a su esposo para que lo librar de un matrimonio, se sentía realmente aliviada alejada de aquellos, más ahora que podía comer con tranquilidad, en lo que tomo un pequeño pastelillo de cobertura rosa con blanco y le dio un mordisco, sintiendo que estaba tocando el cielo, en definitiva los majares de la mesa había sido obra de Judit la cocinera, no había duda, pues esta tenía una deliciosa manera de hacer aquellos pastelillos lo cual la había dejado fascinada desde el primer día—Si te gustan esos… debería probar los postres de allí…— Una bella chica de cabello negro y ojos verdes se acercó a ella con timidez, pero al notar que la reina