Sebastián tomó asiento en la pequeña mesa de té frente al pequeño sillón en el que chica había estado sentada, haciendo muecas divertidas para él, al mostrar su descontento hacia aquellos vestuarios tan ostentosos para su gusto, pero entonces al ver que el azabache de ojos lilas observaba tan directamente, además de que había tomado asiento en la mesa de té, lo cual era fuera de su comportamiento al verse tan poco descortés, algo que jamás po
—Madre… padre… ¿dónde están? Tengo miedo, mucho miedo…—Un pequeño vampiro de apenas unos años de vida caminaba por los tenebrosos bosques de ivernor, un bosque como ningún otro lleno de los más sublimes temores de todo vampiro, pues si se decía que estos eran la raza más fuerte de todas, no conocían a las criaturas que habitaban en aquel sobrio y terrorífico lugar—¿Vampiro te perdiste? ¿Vampiro te perdiste? ¿Vampiro te perdiste?—Sebastián al escuchar una y otra vez aquellas palabras, en el que buscaba el lugar donde provenía aquellas terroríficas preguntas, pero solo había lo que parecía ser una lechuza en uno de los árboles, algo que según él tenía entendido aquellas no hablaban, cosa por la cual este simplemente dio varios pasos atrás huyendo de aquel animal tan perturbador, pero entonces esta se fue hacia el príncipe y logro atacarlo, haciendo que el chiquillo se quejara al sentir las garras del ave rasgar su pálida piel—¡Basta…! ¿qué encontraste?—una mujer de cabello tan rojo co
El salón estaba lleno de invitados, tanto vampiros como humanos de alta alcurnia, todos expectante a aquel rey quien se encontraba sentado en aquel majestuoso trono, de oro blanco y diamantes, el cual había sido creado hacía muchos siglos para el primer drogus y rey de todos, pero ahora aquello no era importante. El actual rey de luztian el reino líder de todos, se observaba completamente serio y sin demostrar ningún tipo de emoción, aquel se veía como siempre, mientras que un sinfín de nobles se acercaba en felicitarlo por la guerra librada y para desearle una futura primavera prospera, siempre era de aquella manera, Sebastián toda su vida había visto aquella fiesta como algo molesto y lleno de mucho pero mucho hastío, pero no podía hacer nada sobre ello, ya que era un tradición, una tradición que según el conejo principal debía seguir con lujo de detalle.—Mi rey… que sus días y noches sean bendecidos; dando asi una vida honorable… también deseándole un bienaventurado por su victori
Aquello ojos dorados la observaban con una ira notable, y un desdén en el que al verse reflejado solo podías sentirte inferior, Luna llena de temor se levantó de inmediato de aquella banca en donde el rey la había dejado solo hacía unos minutos, rogando que su padre no le hiciese daño, no entendía por qué este hablaba con tanta hostilidad hacia ella, aunque este solía ser agresivo de por sí, pero ahora había algo más y ella no lograba recordarlo.—Padre…—este la observo con enojo y se acercó a ella con pasos decididos e intimidantes, algo que causo más miedo en la chica, pero entonces se estrelló contra uno de arbustos impidiéndole alejarse aún más de este—Nunca más en tu vida vuelvas a llamarme de esa forma…¿ahora dime como sobreviviste?—Luna no tenía ni la menor idea de lo que este hablaba, por lo que frunció el ceño y lo observo sin entender, algo que a este le causo más enojo y en el momento en que levanto su mano para golpearla, una mano lo sujeto con fuerzas y allí pudo ver su
En bien había acontecido el horrible suceso, la chica se había sentido completamente abrumada y más con la mirada de todos en aquel lugar, no solo al ver la actuación del rey, también lo era por la chica había dicho muy bien que el traidor era su padre adoptivo, todo era un gran escándalo en aquel circulo de la alta sociedad, lo cual había hecho que el humor de la reina decayera de manera inmediata, debido a que se sentía completamente devastada y es que ella había planeado que no avergonzaría al rey, pero no la había logrado, allí estaba ella avergonzándolo delante de todos, causando vergüenza en él, se sentía tan mal por ello, que no sabía qué hacer en aquellos momentos. Luna estaba sumida completamente en sus pensamientos, no hacía más que debatirse y regañarse una y otra vez a ella misma por haberlo hechoPor el lado de Sebastián se encontraba totalmente serio en su trono, no había el más mínimo movimiento de su parte. Pero su mente era un lio al igual que la de su esposa, pues ah
Luna había llegado a la mesa de bocadillos, en donde había un estupendo bufet el cual la había dejado maravillada, quería probar cada uno de aquellos platillo sin excepción, lo cierto era que moría de hambre al saber que al fin se había alejado de aquella mala energía que causaban aquel par de chicas. Y la incomodad de aquel hombre al llorar como un niño a su esposo para que lo librar de un matrimonio, se sentía realmente aliviada alejada de aquellos, más ahora que podía comer con tranquilidad, en lo que tomo un pequeño pastelillo de cobertura rosa con blanco y le dio un mordisco, sintiendo que estaba tocando el cielo, en definitiva los majares de la mesa había sido obra de Judit la cocinera, no había duda, pues esta tenía una deliciosa manera de hacer aquellos pastelillos lo cual la había dejado fascinada desde el primer día—Si te gustan esos… debería probar los postres de allí…— Una bella chica de cabello negro y ojos verdes se acercó a ella con timidez, pero al notar que la reina
La noche había llegado a su fin o mejor dicho la fiesta había al fin acabado, la cual la más agradecida era aquella pelirroja, que se sentía agotada de aparentar que se encontraba de manera perfecta cuando no lo hacía, lo único bueno que había sacado de todo ello, era que había conseguido una nueva amistad, aquella chica dulce llamada Carol, quien era un ser amable y lleno de mucha empatía, la chica se había sentido muy ilusionada con ello, jamás había tenido tal gusto de conseguir un amiga, además de Alice. Estaba simplemente maravillada con ello, lo único que no le había agradado de su amiga, era el trato que su prometido le había dado, el cual al acercarse a ellos le regalo una mirada como si del mismísimo demonio se tratara, eso sí que la había disgustado y quiso interferir muchas veces, al escuchar como este hablaba de manera burda hacia su nueva amiga, pero decido no interferir en el momento. —¿En qué tanto piensas…?—Sebastián había llegado en silencio y había notado a su espos
Decir que el conde no estaba aterrorizado por la situación era poco para ello, jamás en su larga vida imagino que este hombre de ojos lilas fuera tan cruel de tomar a su hija y esposa como si fuesen un objeto de casería, aquello lo tenía totalmente aterrado, había escuchado un sinfín de historias del cruel y malvado vampiro que amaba torturar a sus enemigos hasta que ellos se quebraran, hasta que el este llegara al cansancio o aburrimiento de ver aquel que se había atrevió a desafiarlo o hacerlo enojar, lleno de tanto sufrimiento que ya no fuese divertido para el rey continuar con aquello, ahora justo en esos momentos, el rey se veía extasiado con el rostro de sorpresa del conde, sin contar el pánico y el miedo que trasmitían las mujeres al saber que nada bueno vendría—Por favor majestad, ellas no hicieron nada, por favor castígueme a mi…—Sebastián le dio una mirada cargada de gracias a aquel, claro que estas tenían que ver, ¿Qué caso lo consideraban idiota? El sabia a la perfección
—Vaya… que te gusta el drama…—una voz se escuchó en los claros de bosque, el cual estaba pintado un hermoso amanecer, mientras aquellos animales se despejaban hacia lo que parecía ser el bosque de ivernor, algo que no le importo en lo más mínimo al rey, ya que estaba seguro de que las brujas se encargarían de ellos, al ser tan amantes de las bestias salvajes y malditas—Tendré que implementar más seguridad, hay mucha basura…— el rey dijo aquello sin siquiera mirar al intruso, el rey hablo lleno de ironía, ya que este lo conocía mucho mejor de lo quisiese aceptar—Mi querido sobrino… ¿Sabes? No tuve la oportunidad de desearte la feliz primavera y por felicitarte por tu batalla, además de que me entere de que tengo una nueva sobrina, eso es fantástico…— El rey se tensó al escuchar aquello, debido a que él sabía muy bien quien era este y él no le creía en absoluto sus palabras, al ser un ser tan mañoso y falso—No hiciste falta, lárgate…—el hombre soltó una carcajada al escucharlo, no ha