AMALIA.
Veo al rey sorprendida mientras él me mira con una sonrisa y mi familia me mira sorprendida.
—¿Mi chocolatina?
Regreso a la realidad y parpadeo antes de contestar:
—Yo... eh... —trago saliva nerviosa —¿Ho...la?
Moisés, quien está a mi lado, se da un facepalm.
—Hola —me dice el rey sonriente— ¿No tienes frío? Está fresco afuera.
Inconscientemente veo mi vestimenta que consta de una falda blanca con algunos vuelos, un top corto sin mangas colo rosa claro con motas rojas y unos converse blancos.
—¿No? ¿Sí? Digo —cierro los ojos y aprieto los labios antes de abrirlos y preguntar:— ¿Qué hace aquí?
—Vine a pedirles permiso a tus papás para llevarte a vivir conmigo —me contesta—. Si es que tú quieres y aceptas, claro.
Mis padres me ven esperando que diga algo.
—Mia —me habla Moisés—. Di algo.
Veo a todos sin saber que decir o hacer.
—Disculpe a mi atolondrada e inocente hermana —le dice Moisés al rey mientras me agarra de los brazos—. Lo que sucede es que cuando se pone nerviosa se le olvida como hablar, pero eso se le pasa con unos cheetos, asi que... ¿me da dinero para ir a comprar unos cheetos?
Tanto como mamá, papá y yo vemos a Moisés con cara de "really?".
—Claro —responde el rey sorprendiéndonos a todos mientras busca algo en su billetera— ¿Con esto será suficiente?
Todos lo vemos sorprendidos cuando vemos como nos muestra un billete de mil pesos, el cuál es el de más alta denominación.
—Por supuesto —le dice Moisés alegremente mientras se acerca a él y le quita el billete—. Vamos, Mia.
Se acerca a mí, me agarra de la mano y me arrastra afuera de la casa.
🍋🍋🍋🍋🍋
Moisés y yo caminamos hacia la casa mientras él está extremadamente feliz por todas las bolsas de cheetos y sodas que se ha podido comprar a comparación de mi, que estoy pensando en lo que va a suceder a penas lleguemos a la casa.
—Quita esa expresión —me dice Moisés mientras come cheetos—. Ni que fuera el fin del mundo.
Lo veo sorprendida pero luego decido ignorarlo al recordar que cuando este niño tiene cheetos no le importa nada más en el mundo.
A medida de que nos acercamos cada vez más a la casa vemos como hay vecinos viendo a lo lejos el auto de la realeza y a los guardias que hay afuera de nuestra casa.
Arrugo las cejas confundida.
¿Cómo es que no me di cuenta de eso?
—¿Te acabas de dar cuenta del auto y de los guardias, verdad? —veo sorprendida a Moisés—. Eso creí.
Seguimos caminando hasta que llegamos a la casa y entramos para encontrarnos con el rey y a nuestros padres hablando incómodamente y un poco tensos.
—Oh, ya regresaron —nos dice mamá una vez que nos ve— ¿Cómo les fue?
—Bien —le contesto en un tono un poco bajo.
—¡Miren todo lo que me compre!
Moisés levanta feliz las bolsas que contienen todas las frituras y refrescos que se compro.
El rey me voltea a ver confundido y yo volteo a ver a otro lado.
Sé que es mi alma gemela, pero aún así no puedo evitar sentirme un poco incomoda a su lado.
—Mi chocolatina —me habla el rey— ¿Podemos hablar en privado, por favor?
Asiento ante su pregunta.
Mis papás se van a otro lado llevándose a Moisés con ellos, el cual se queja diciendo que no es justo y que quiere escuchar el chisme.
El rey palmea el asiento a su lado, así que me acerco y me siento ahí.
—¿Cómo estás? —me cuestiona— ¿Has tenido un buen día?
Asiento con la cabeza nerviosa.
—Que bien —me dice— ¿Te sorprendió mucho verme aquí, verdad?
Asiento nuevamente.
—No quería incomodarte ni a ti ni a tu familia —me dice—. Pero me pareció apropiado pedirles a tus padres permiso para que vivamos juntos antes de preguntártelo a ti y saber si aceptabas o te negabas. Hablando de eso, ¿te gustaría irte a vivir conmigo?
Asiento sin verlo a los ojos, pero entonces el rey me agarra de las mejillas y hace que lo vea a los ojos.
—No me tengas miedo y mírame siempre a los ojos y tenme confianza, ¿esta bien? —asiento—. Por cierto, tienes unos ojos realmente preciosos.
Abro los ojos sorprendida y siento como me sonrojo mientras el rey suelta una risa divertido.
—Te sonrojas muy fácil —me dice—. Pero es muy tierno y me gusta.
Me sonrojo aún más.
El rey cambia su agarre de mis mejillas hacia mis manos.
—¿Cuándo te gustaría mudarte? —me inquiere.
—No lo sé —le respondo— ¿Cuándo quieres que me mude?
—Por mí, preferiría que te mudaras ahora mismo —me contesta—. Pero eso es muy apresurado y estoy seguro de que querrás hacer varias cosas antes de hacerlo, así que tú escoge la fecha.
Lo pienso bien antes de decir:
—¿Esta bien una semana?
—Por supuesto —me contesta—. Así también me da tiempo para arreglar y mejorar algunas cosas, ¿quieres que venga y te ayude a empacar?
Niego con la cabeza.
—No es necesario —le contesto y una duda entra a mi mente— ¿Qué tanto tengo que empacar?
—En el castillo tengo todo lo que necesita un hogar, así que solo empaca tu ropa y tus cosas personales, aunque si quieres llevarte unos muebles entonces nos lo llevamos, en pocas palabras, llévate todo lo que quieras —me contesta—. Voy a venir por ti el lunes en la mañana junto con el camión de mudanzas, ¿esta bien?
Asiento y él me sorprende cuando me da un beso cerca de los labios antes de pararse del sofá.
—Ya me tengo que ir —me dice agarrando su saco—. Tengo que arreglar varios asuntos, pero a partir de ahora voy a dejar a unos hombres para que te cuiden a ti y tu familia, lo más seguro es que ahora todo el mundo sepa que eres mi reina y no quiero que a nadie le pasa algo malo, ¿esta bien?
—Esta bien —le contesto parándome del sofá—. Te acompaño a la puerta.
Él asiente y lo acompaño a la puerta, en donde el rey se vuelve a despedir de mí dejando un beso cerca de mis labios antes de ir a su auto, en donde lo que parece ser su chófer lo espera.
Cierro la puerta y no suspiro de alivio hasta que escucho como un motor se enciende y posteriormente se aleja.
Cuando me doy la vuelta, veo como mis papás y Moisés me observan desde la sala.
—¿Algo qué nos quieras decir de casualidad, Amalia?
Suspiro y me recargo en la puerta ante de la pregunta de papá.
—Iba a decírselos lo más pronto posible, en serio —le digo—. Pero ayer cuando ustedes regresaron de la feria era muy tarde y yo ya estaba dormida, así que se los iba a contar hoy en la cena, pero se me adelantaron.
—Por mí no hay ningún problema —habla Moisés—. Siempre y cuando cuando mi nuevo exclavo... —lo vemos mal—. Digo, cuñado, me dé suficiente dinero para comprar cheetos.
Papá y yo rodamos los ojos mientras mamá niega con la cabeza por lo que dijo mi hermano.
—Moisés, ve a tu habitación —le ordena mamá—. Tu papá y yo tenemos que hablar seriamente con tu hermana.
—¿Y perderme el chisme? No, gracias —mamá le lanza esa típica mirada de "obedeceme o te ira mal"—. Ay, vamos, ¿para qué quieres que me vaya si como quiera sé de lo que van a hablar?
—Moisés, obedece a tu mamá —le dice papá.
—Pe... —ambos lo ven con expresión de "vete antes de que te castiguemos"— ¡Ok! ¡Me voy! ¡ustedes ganan! —camina hacia las escaleras— ¡Pero para que quede claro, sé perfectamente que van a hablar sobre el embarazo de Mia entre otras cosas de adultos que no son para nada inocentes!
Sube las escaleras mientras yo lo veo sorprendida al igual que mis papás, los cuales me voltean a ver apenas mi hermano ya no se ve en las escaleras.
—¿No estás embarazada, verdad? —no le contesto nada y solo me le quedo viendo sorprendida—. Mia, contesta.
Reacciono y niego con la cabeza, lo cual hace que papá suspire aliviado al saber la respuesta de su pregunta.
—¿De qué hablaste con el rey? —me inquiere mamá.
—De varias cosas —mis papás me ven con cara de "ve a lo importante", así que suspiro antes de comenzar a hablar:—. Me voy a mudar el lunes con él y a partir de ahora va a ver personas vigilandonos para asegurarse de que no nos pase algo malo.
—¿Eso es todo? —asiento y ella suspira aliviada—. Temía que te reclamara por la manera en la que Moisés lo engaño y le robo dinero.
—Por suerte, eso no sucedió —le digo y veo las rosas y el vino que hay en la mesa de centro de la sala— ¿Y eso?
Tanto mamá como papá voltean a ver lo que miro.
—El rey las trajo consigo cuando vino —me contesta mamá—. Las rosas rojas son para ti, las amarillas para mí y el vino para tu papá.
—¿¡Y a mí no me trajo nada!?
Los tres volteamos a ver a las escaleras, en donde no vemos al chismoso de mi hermano, pero sabemos que esta escondido en alguna parte.
—¡Tú engañaste al rey y te compraste mucha comida chatarra! —le dice papá— ¡Así que ese fue lo que él te dio y no te quejes!
—¡Aguafiestas!
Los tres negamos con la cabeza.
—¡Mejor ven para que te regañemos correctamente! —le digo— ¡Lo que hiciste estuvo mal!
—¡Pero al menos hice algo y no me quede como una tarupida congelada!
—¡MOISÉS! —lo regañamos los tres.
—¡Es la verdad y lo saben! —nos dice— ¡Me hablan cuando este lista la cena!
Lo escuchamos caminar y posteriormente entrar a su habitación.
—Yo mejor voy a mi habitación a dejar las cosas de la universidad —les digo—. Los veo en la cena.
Mis padres asienten y yo subo las escaleras rumbo a mi habitación.
AMALIA.Ami y yo cerramos con esfuerzo la maleta.—Creo que eso fue todo —me dice mi prima volteandome a ver—. Gracias por ayudarme a empacar.—No hay de...Ambas gritamos y perdemos el equilibrio cayendo al suelo luego de que la maleta se abriera al romperse el cierre.Ambas intercambiamos miradas tiradas en el suelo antes de empezar a reír.—¿¡Qué sucede a... —el tío Enrique nos ve riéndonos en el suelo—. Olvidenlo.Se aleja de la habitación haciendo que nos riamos más por su reacción.—¡Yo también te amo, papá! —le dice Ami al tío Enrique.—¡Están locas! —nos dice el tío Enrique— ¡Limpien su desastre rápido, la comida ya va a estar lista!—¡Ok!Ami y yo nos levantamos del suelo y empezamos a poner toda la ropa que se salio de la maleta en la cama.El celular de Ami empieza a sonar y la veo agarrarlo y sonreír cuando ve la pantalla antes de contestar.—Hola, amor —la veo sentarse en la cama mientras yo sigo recogiendo la ropa—. No, nada, ¿y tú?La veo con una ceja alzada porque esto
AMALIA.Veo por la ventana mientras el rey conduce hacia su casa.—Si quieres puedes poner música —me dice el rey rompiendo el silencio.—No, gracias —le digo—. Así estoy bien.—Ah, ok.Nos volvemos a quedar en silencio.—Por cierto, —me habla y lo volteo a ver— no te lo he dicho, pero te ves muy bien.—Gracias.—¿Cómo estuvo tu semana?—Bien, ¿y la tuya? —le pregunto.—Bien, aunque siendo sincero, mis días, semanas, meses y años acaban de mejorar mucho ahora que te conocí —lo miro sorprendida—. Por cierto, ¿tienes un diccionario? —lo miro confundida—. Porque desde que te vi me quede sin palabras.Lo miro sorprendida y volteo para ver por la ventana antes de que el rey pueda ver como me sonroje.Siento como me pongo cada vez más roja y me tapo el rostro con las manos mientras escucho como el rey suelta una pequeña risa.Ninguno de los dos vuelve a hablar, hasta que el rey se estaciona delante del castillo y me dice que no me baje hasta que él me abra la puerta.Lo obedezco y bajo del
HUXLEY.—¡Vamos, Chispa, vamos! Chispa ladra y corre detrás mio.Son alrededor de las 4:12 de la madrugada y como siempre, me encuentro corriendo por la manada por dos razones:La primera, es porque es parte de mi entrenamiento.La segunda, es porque mientras corro superviso que todo este en orden.Además de eso, quiero comprarle un ramo de tulipanes y rosas rojas a mi chocolatina, ya que ese tipo de flores de ese color en especifico significa amor verdadero o eso he leído en un libro.Me detengo delante de una de florería y después de decirle a Chispa que me espere afuera entro para encontrarme con una pareja hablando cariñosamente detrás del mostrador.—Buenos días. Las chicas me voltean a ver y se sorprenden un poco al verme antes de hacer una reverencia.—Buenos días, rey —me saluda alegremente la de cabello castaño—. Bienvenido a la florería "dream", ¿qué se le ofrece?Volteo a ver a su compañera, la cual se esconde detrás de ella mientras tiembla de miedo ante mi presencia.—Q
AMALIA.El rey se estaciona delante de la universidad.—Gracias por traerme —le digo agarrando mis cosas.—Es un gusto —me dice—. Que te vaya bien.Asiento y salgo del auto, el cual se va apenas cierro la puerta.Cuelgo bien la correa de la mochila en mi hombro antes de dirigirme a la facultad mientras unas personas me ven, lo cual ya no me sorprende, y ya que todos saben quien es mi alma gemela, además de eso, hay que agregar el hecho de que tengo a dos mujeres detrás mio siguiéndome para asegurarse de que nada malo me suceda.Por otro lado, desde hace años me empece a acostumbrar a que los normales me vieran más de lo normal cuando se daban cuenta de que era una joya, lo cual me molestaba y me sigue molestando, pero nada de esas miradas se comparan con las que recibo ahora, pero ese no es gran problema, el gran problema (además de los reporteros) es que ahora todos me tratan diferente lo cual realmente me llega a molestar un poco y lo peor no eso, lo peor es que alguien en la facult
AMALIA.—¿Entonces cuando nos reunimos? —nos cuestiona Amy.—Yo no puedo mañana porque voy a acompañar a Micaela al ginecólogo —comenta Pato— ¿Nos reunimos pasado mañana?—Yo no puedo, pasado mañana voy a ir a ver a mis suegros —responde Amy— ¿Y tú, Mia?Reacciono y agarro mejor mi celular mientras con la otra mano agarro mi libreta de apuntes.—Yo tengo muchos trabajos de la universidad, no voy a tener tiempo para reunirnos hasta dentro de dos semanas, si es que tengo suerte.—¿Segura de que no vas a tener tiempo por la universidad? —me cuestiona Amy usando ese tono que indica que lo dice con doble sentido.Ruedo los ojos.—Sí, no voy a tener tiempo por la universidad —le contesto—. Y antes de que vuelvas a hacer otro de tus miles de comentarios con doble sentido, te recuerdo que ahora estoy completamente sola en todos los proyectos.—Oh, cierto —me dice Amy—. Me alegra no ser tú.—Gracias por el ánimo —le ironicamente.—Pero espero que el karma realmente exista y que esos fetos malh
AMALIA.—Te ves mal, ¿te sientes bien?Asiento mientras bostezo.—¿Estás segura? —vuelvo a asentir—. Podemos llamar al médico para qué...—Estoy bien —lo interrumpo—. Lo único que tengo es un poco de cansancio, como el semestre está por acabar todo es más complicado.—Tu cara dice otra cosa —me dice—. No es normal que estés tan pálida.—Así me pongo cuando estoy a finales del semestre —le revelo—. En cuanto pueda dormir o tenga menos estrés voy a mejorar y mi color de piel va a regresar.—No me convences —me dice—. Pero lo bueno es que después de los exámenes médicos vamos a saber si estás bien.Levanto la mirada confundida.—¿Qué exámenes médicos? —le cuestiono.—Los exámenes que te vas a hacer hoy —me responde.Ruedo los ojos antes de verlo.—Ya te dije que estoy perfectamente bien —le recuerdo—. No es necesario hacerme unos exámenes médicos.Ahora él me mira confundido y con una sonrisa ¿burlona?—Mi chocolatina —me habla— ¿Acaso no recuerdas que hoy vamos a ir al internado para qu
HUXLEY. Veo como mi chocolatina juega con sus manos nerviosamente mientras esperamos su turno para que le saquen sangre. —¿Estás nerviosa? —asiente— ¿Por qué? —No sabía que me van a sacar sangre —me responde. Arrugo las cejas confundido. —¿Te da miedo la sangre? —niega— ¿Las inyecciones? —asiente— ¿Cómo es que estudias criminología? —En criminología no tengo que usar inyecciones, y aunque las usara, no las usaría en mí —me explica—. Puedo ver las inyecciones sin ningún problema, pero... —Te dan miedo cuando tienen que usarlas en ti —asiente—. Mmm... Interesante. Mi chocolatina me voltea a ver nerviosa y con cara de "¿qué es lo interesante?" Antes de poner una expresión de miedo total cuando escucha: —La siguiente es Amalia Lennon. Aprieto los labios para no soltar una carcajada cuando veo como mi chocolatina gira lentamente su cabeza para ver a la persona que ha dicho eso. Esto es tan divertido. Me levanto del asiento y agarro de la mano a mi reina para que ella también se
1.- La historia se iba a llamar "PROPIEDAD DEL ALPHA".2.- Aunque no lo parezca, Huxley es muy celoso, solo que sabe controlarse.3.- Amalia no se iba a apedillar Lennon, pero encontré este apellido mientras hacia una búsqueda y como me di cuenta que se parece a la palabra "lemon", decidí escoger este apellido solo por diversión.4.- Está historia llevaba desde 2018 en mi mente, solo que en un contexto un poco diferente.5.- Al final del capitulo 30 de "¿MI MATE, EL ALFA?" yo les deje una notita en donde les pedía ayuda para ver quien interpretaría a los protagonistas.6.- Amalia en la versión anterior (contexto diferente) se iba a llamar Amelia.7.- Huxley en la versión anterior se iba a llamar Esteban.8.- La versión anterior se iba a llamar "Licantropo".9.- Creo que la versión antes de llamarse "Licantropo" se iba a llamar "El rey alpha", pero no estoy totalmente segura, ya que tengo mala memoria y muchas ideas para muchas historias de hombres lobo.10.- En la versión anterior, ha