AMALIA.
—Hogar, dulce, hogar — deja las maletas en el piso —. Hace mucho que no estaba aquí.—Pero si solo fue una semana.—Lo sé —me carga al estilo nupcial—. Pero me sentí solo desde que tú te fuiste, asi que hemos estado el mismo tiempo solos —lo veo confundida—. Yo me entiendo, solo ignorame.—Si tú lo dices.Paxton sigue caminando hasta que llegamos a nuestra habitación (que en realidad es su habitación) y me deja sobre la cama antes de acostarse conmigo.—¿Feliz de regresar? —me pregunta.—Sí —le contesto volteandome y quedando acostada boca abajo—. Extrañaba todo.—¿Incluso a Ángela? —bromea.—Sabes perfectamente que no—le contesto—. Pero ella ya no esta aquí, así que no quiero volver a escuchar algo de ella, ¿entendido? —asiente—. Tengo calor.Me siento en la cama y me quito la blusa cuando escucho como él se ríe.—¿Qué pasa? —le cuestiono.—Nada —me contesta—. Me encaAMALIA.—¡MALDICIÓN!Doy un brinco del susto después de escuchar como Paxton a gritado eso y posteriormente escuchar algunos ruidos extraños dentro de su oficina.Lo pienso bien antes de abrir la puerta y encontrarme con él pateando lo que parece era parte de su escritorio.Me empiezo a acercar a él teniendo cuidado de no tropezarme con algo, ya que la oficina es un total desastre.Paxton voltea a verme incluso antes de que yo vaya a mitad de camino.Se acerca a mi y sin decir nada, me carga por la cintura y me saca de la oficina dejándome en el suelo antes de volver a encerrarse, solo que está vez con llave.Ok... No es un buen momento.Me siento en el suelo y espero que salga, lo cual dura horas hasta que por fin abre la puerta.Me voltea a ver con una expresión de estres y enojo en su rostro.—¿Qué haces ahí?—Esperarte —le contesto— ¿Quieres...?—No quiero hablar de eso —m
AMALIA.La vida da muchos giros. Eso es todo lo que voy a decir.Veo como los alphas junto con sus familias (los que tienen) entran al castillo con sus maletas y demás cosas para quedarse a vivir aquí mientras la guerra acaba.No es que me moleste eso, para nada, entiendo que esto es lo mejor y no es algo con lo que haya estado en desacuerdo.Pero lo que si no puedo aceptar, es lidiar con Ángela, la cual, por cierto, está viéndome con una mirada de superioridad como diciéndome "estoy aquí de nuevo".—No se preocupe, reina —me dice Bob, quién está sentado a mi lado—. Haremos que la señorita Angela borre esa sonrisa de su rostro, pero sobretodo, que no moleste a nadie. Si no podemos correrla, por lo menos podemos hacer que no nos moleste mucho.Volteo a verlo.—Nada funciona con ella, la otra vez que estuvo aquí hasta la ignore y como quiera eso no la detuvo —le digo—. Sinceramente, ya no sé que hacer con ella. Y lo peor d
AMALIA.La buena noticia, es que no es tan difícil ser anfitriona y el hecho de que todos sean tan amigables hace que sea bastante agradable.La mala noticia, no soporto más a Ángela y eso que no interactuamos mucho ya que su padre y Huxley han hecho todo lo posible para que no estemos juntas.Aunque, sinceramente, nadie de aquí la aguanta, ni siquiera su padre, el cuál en cuanto alguien dice el nombre de su hija o dice que tiene que hablar con él, este suspira pesadamente y del mismo modo pregunta que fue lo que hizo o dijo su descendiente.Y por eso y por muchas otras razones, todos en el castillo intentamos evitarla lo más posible, sé que suena feo, pero es lo mejor porque Ángela se ha dedicado a molestar a todos, incluso a los niños pequeños, lo cual, obviamente, ha hecho que sus padres le agarren cada vez más coraje y que los niños la hayan apodado de bastantes maneras para nada buenas, aunque el apodo que más resalta de todos ellos es de "Do
AMALIA.—Yo, su rey Huxley, decreto que a partir de hoy se pondrán en vigor nuevas leyes para el bien de todos, les guste o no les guste. La primera ley en entrar en vigor a partir de este momento será la ley con el número 221.106.923, que establece que los hijos cuyos padres no estuvieron presentes en sus vidas o que les hicieron daño de alguna forma, no están obligados bajo ninguna circunstancia a darles algo.La sala se llena de algunas exclamaciones de sorpresa.—La siguiente ley en entrar en vigor a partir de este momento será la ley con el número 221.106.924 que establece que a partir de este momento, el derecho a tener hijos, incluyendo a todas las especies, estará bajo el poder de un nuevo comité familiar que determinará si las persona o personas está en una buena situación para darle una buena vida a su descendiente —hay más exclamaciones de sorpresa —. Este ley no se podrá violar de ninguna forma ya que todos están bajo un hechizo a partir de est
AMALIA.—¿Entonces te ha vuelto a buscar?—Sí —contesta con pesar mientras mueve el popote dentro de su malteada—. Esa mujer no se cansa.—Deberías de ponerle una orden de restricción —le digo—. Se ve que no te va a dejar en paz hasta que le des lo que ella quiere.—Sí, lo he estado pensando —nos revela—. Incluso Biel ya investigo todo lo que se necesita para hacerlo.—¿Entonces por qué no lo has hecho? —le pregunta Pato.—Estoy esperando tener pruebas suficientes, si solo llego y pido la orden diciendo que ella me busca a cada rato, no van a querer darme la orden de restricción.—¿De qué hablas? —le pregunto confundida.—De que no he pedido la orden de restricción porque no tengo pruebas suficientes de que esa mujer me este molestando.—No me referia a eso —le digo— ¿Por qué crees que necesitas más pruebas? Lo que ella esta haciendo ya es acoso.—Sí, lo sé, ¿pero que puedo hacer? Si voy y digo
AMALIA.—Es cierto que la maternidad es muy bonita, pero es el doble de agotadora.—¿En serio? —asienten— ¿Pero solo son los primeros meses, no?Las lunas (que tienen hijos) intercambian miradas por muy pocos segundos antes de empezar a reírse.La luna que ha hecho la pregunta y las que no tienen hijos (incluyéndome) las vemos confundidas.—Ay, dios, es lo más gracioso que he escuchado en mucho tiempo —dice una de ellas mientras intentan dejar de reír—. Me recuerda a cuando yo pensaba así.Las vemos más confundidas que antes.Alan, el hijo de cuatro meses de una las lunas, se queja cuando lo intento sentar en mis piernas, así que lo vuelvo a "parar" y el queda recostado sobre mi pecho mientras tiene una mano en la boca.—A ver, las vamos a guiar un poco —dice una de ellas dejando de reír casi por completo—. Eso de que los primeros meses son los más difíciles son una completa mentira, de hecho, esos meses son los
"A veces, el haber ganado las batallas no significa que hayas ganado la guerra".CAPITULO FINAL.—¡NO!Uno de los rogues aprovecha que el rey se distrajo cuando grito cuando vio a su soulmate dar su último respiro y encaja hasta lo más profundo una de sus garras en el pecho del susodicho, el cual, no parece reaccionar hasta que todos se alejan de su alrededor y este cae débilmente al suelo.Paxton, con la sangre hirviendo de dolor y rabia, se levanta como puede del suelo e intenta llegar hacia donde su pareja para lanzarse sobre la asesina de esta, pero no llega muy lejos cuando una espada atraviesa su abdomen desde atrás y después de que sea retirada, termina cayendo al suelo.—Vaya, vaya —dice el líder de los rogues en un tono burlón mientras pone un pie sobre la espalda del rey provocando que este ultimo gima de dolor y no se pueda mover—, parece que el querido rey ha perdido a su querida reina.Paxton no le presta ni la más m
AMALIA.—¿Y bien? —levanto la vista— ¿Cuál es el resultado?Le sonrío un poco.—Negativo —le doy la vuelta para que vea el resultado—. Nuevamente.Me siento a su lado decepcionada y triste.—Ey, no te pongas triste —pasa un brazo por mis hombros—. Ya lo conseguiremos.—Llevamos bastante tiempo intentándolo y todavía no lo logramos, ¿y si nunca lo conseguimos?—No digas eso —me intenta animar—. Ya lo conseguiremos, solo necesitamos seguir intentándolo.—Pero yo ya no quiero seguir intentándolo, simplemente quiero lograrlo —cubro mi rostro con las manos frustrada— ¿Por qué tiene que ser tan difícil?Siento como Paxton soba mi espalda en señal de "consuelo" antes de que su celular suene y él se aleje para contestar después de dejar un beso en mi cabeza.Veo el test negativo de embarazo en mis manos antes de lanzarlo a la cama.Paxton y yo ya llevamos poco más de diez años de casados y hace dos años decidimos que ya estábamos listos para ser padres, así que desde entonces hemos tratado de