Anastasia. Retrocedí unos pasos ante la confesión del chico, y juro que estaba por entrar en una crisis.Primero, había buscado a un hombre imposible de presentar a mis padres, y segundo, aunque la culpa no era del chico, tenía un hijo, y eso jamás lo aceptarían.Sentí como si mi cuerpo se llenara de sudor frío, y tuve que sentarme en el sofá de atrás para intentar procesar, pero no, necesitaba aire.—Señorita Ivanova… el jefe…—Suéltame… —intenté zafarme de Luka cuando insistió.—No puedo dejarla ir… por favor, espere…—¡No… déjame…! —estaba intentando llegar al ascensor en medio de mi crisis, cuando las puertas se abrieron, y el rostro de Alexey apareció en el instante.—Suéltala… —las manos de Luka me soltaron y yo di dos pasos hacia atrás cuando él salió del ascensor.Su perfume y su aroma me dijo que acababa de bañarse, lo había extrañado a mares, y me dolía la piel de no abrazarlo.—Señor… Damien está en la oficina… no sé cómo llegó aquí… —Alexey frunció el ceño, y luego asinti
Anastasia. —Nunca tuve tanto miedo… ni siquiera cuando me dijiste que querías corromperme… —noté su sonrisa curvada, y sus dedos bajaron por mi espalda para acariciar mi piel.Dejé mi rostro en su pecho, y luego inhalé su olor.—Para tener tanta fe… eres desconfiada… ¿O solo lo haces por lo que soy? —él se despegó de mí para mirarme a los ojos.—Olvídalo… Sibel va a casarse pronto… hablé con ella… —él despegó su mirada y asintió.—¿Y por qué el cambio repentino de tema? Hablo con Iván siempre… seré el padrino de bodas…—No quiere a nadie en su boda… creo que…—Estás conmigo, y Sibel te aprecia, así que… estaremos allí cuando vengan.Asentí de forma lenta y no dudé en decirle:—¿Puedes perdonarme? Realmente ese chico es… bastante astuto. No lo vi venir, créeme.—Se llama Damien… es un Kozlov puro… así que sí, es un hijito de put@ también…Asentí y me levanté un poco para mirarlo. Desde hace unas horas nos habíamos trasladado a la suite, y yacía completamente desnuda frente a él.—¿Tus
Anastasia. Habíamos pasado todo el día en la suite, pero a la mañana siguiente supe que de cierta forma debía retribuir mi desconfianza en Alexey.Me levanté muy temprano y preparé un desayuno, y cuando abrí la puerta de la habitación, Alex estaba restregándose los ojos.—Buenos días para ti… —saludé con la bandeja en las manos, y él me ofreció una sonrisa.—¿Y esto?—Es mi forma de disculparme… —dejé la bandeja en una mesa, y luego sentí cómo él atrapó mi cintura.—No necesitas hacer nada de esto… —quedé encima de su torso, mientras él metió las manos por la camiseta que ni siquiera me había quitado y acarició mi espalda—. No quiero que cocines ni hagas nada… solo que estés para mí…—Soy tu CEO… así que es imposible que no haga nada. Por cierto, tengo muchas noticias… —él tomó mi rostro y besó mi boca.—Escucho…—Inauguraremos el viernes… me gustaría traer a Irina… inventaré algo a mis papás…Alexey sonrió ampliamente y tocó mi nariz.—Ya se te hace muy fácil, ¿no es así? —mi sonris
Anastasia. Sequé algunas lágrimas que había en mi mejilla, y pasé las cuadras hasta llegar al auto. Dimitri vivía a solo unos vecindarios más de aquí, y el llegar a su casa me tomaría unos cinco minutos o menos en auto.Indiqué la dirección al chofer que me miró por el retrovisor, y le dije que me esperara frente a la iglesia a donde mi familia se congregaba, porque a solo unas casas de este lugar, quedaba la casa de su familia.No sabía con qué valentía estaba haciendo esto, pero uno de los objetivos principales era alejar a la familia de Dimitri de Alexey.Al fin y al cabo, ellos no tenían la culpa de nada.En el corto camino recordé la discusión con papá. Me sentía como la peor hija del mundo, incluso haberle llevado la contraría a papá, me tenía fuera el aliento.Toqué con fuerza cuando llegué a la casa mientras la luz del día iba desapareciendo con apenas unos rayitos de sol que estaban siendo arropados por las sombras.La madre de Dimitri fue la que abrió, y ver la sonrisa con
Alexey Kozlov. —¿Por qué un restaurante y no la mansión? Pudimos pedirle a un chef que nos cocinara… —Damien torció los ojos, y tuve que sentarme frente a él.Se suponía que hablaríamos en la intimidad, y odiaba un poco los lugares públicos para este tipo de charlas.—Sasha vendrá en unos minutos… y en la mansión no la dejarían pasar… —fruncí mi ceño inconforme.—¿Y qué se supone que hará ella aquí?—Hablar como personas civilizadas… porque ustedes solo discutieron en Suecia… y estoy harto de sus problemas maritales… —Apreté mi mandíbula, y respiré.—No hay problemas maritales entre nosotros… sabes que ella se aprovecha de tu cariño.—Alex… —su forma de llamarme solo me conectaba con Ana—. Fue ella quien estuvo para mis todos estos años… —Alcé mis hombros y desabotoné mi chaqueta.—Tú lo decidiste así… lloraste como niña cuando ella se quería ir…—Tenía cuatro años…—¿Y qué? Lloraste como niña de todas formas… —Damien negó.—Eres imposible…—Tú eres imposible… y ¿Qué harás ahora? Te
Alexey Kozlov. Bajé el móvil y lo quité de mi oreja. Mi ceño se frunció profundamente ante la información, pero bajé la ventanilla para tomar el aire.—Vamos a la suite… —ordené al chofer, y la notificación me mostraba que Ana también se dirigía al mismo lugar.Le marqué a Luka y luego escuché:—Señor…—¿De quién es la casa?—Se trata de una familia que pertenece a la iglesia a donde asiste la familia Ivanov… ellos… parecen amigos de la familia…—¿Dime los nombres de los miembros de la familia?—Estoy enviando la lista con sus fotos, señor…—Bien… ¿Cuánto tiempo estuvo allá?—Después de la casa de sus padres… salió un poco alterada, estuvo en la otra casa, más de una hora…Apreté mi mandíbula, y asentí.—Bien, espero la lista…—Señor… hay un chico aquí… y algunas fotos que se tomaron cuando ella estuvo fuera de la casa.—Envíalas ahora mismo…Cancelé la llamada, y recosté mi cabeza, entonces recibí otra llamada en el instante.Se trataba de una carga nueva, pero estaba totalmente fue
Anastasia. Estaba completamente aterrada, incluso cuando Alexey me alzó y quedé pegada a su rostro, fui a su boca y lo besé y esto fue formar el caos.Sin embargo, lo necesitaba.Nuestros cuerpos se pegaron a la puerta de inmediato de forma ruda. Había una mezcla de miedo y deseo dentro de mí por lo que él pudiera ser capaz, pero sus manos rastrillando mis pechos, y arrancándome la ropa, hicieron que el pánico pasara a segundo plano.—Me encantas, Ana… y te juro que quiero destruir todo… pero mi deseo por ti gana… —él dijo contra mi boca mientras mis entrañas se removían. Tomé su rostro de forma apresurada, y me dejé llevar, por lo que mi inconsciente reclamaba de él.Alexey me desnudó entera, y cuando me di cuenta, él tampoco tenía nada de ropa. Sus dedos se restregaron en mi boca, y cuando caí en el sofá solo escuché mi respiración agitada.—Escupe… —mis ojos se abrieron impactados.—¿Qué?—Escupe… hazlo allí… —bajé mi mirada mientras mi boca temblaba, y aunque mis mejillas ardían
Anastasia. Les había dicho a mis padres que Irina pasearía conmigo en un día libre que tenía y que incluso se quedaría unos días en mi casa ficticia. Pero ahora que ella iba sentada en el auto, rumbo a centro de Moscú conmigo, solo sonreí sabiendo que sería toda una sorpresa para ella, que mañana la llevara para la inauguración del edificio, que tenía su propio nombre.—¿Cuál es la sorpresa?—No sería sorpresa, si te dijera… —ella alzó los hombros torciendo su boca en su gesto más conocido.—¿Cuándo vendrá Alexey?—Llegará por la noche… de hecho, cenaremos juntos en un lugar genial… y… —me detuve por un momento—. Conocerás a su hermano… ¿Qué te parece?—¡Súper! ¿Es de mi edad? ¿Podré jugar con él?Me mordí la boca y negué.—No, cariño… él es… un chico más grande que tú… y tal vez… —pero entonces lo pensé, no podía predisponerla.—Bueno… espero que se parezca a Alexey…Sonreí negando.—Sí que se parecen…Miré un poco por la ventana y luego recordé. Me acerqué a ella y pregunté de form