👑Capitulo 05👑

Aquella madrugada no fue la única vez donde ambas quedaron con una gran incomodidad, Hellen no lograba tener claro lo que sentía cuando la tenía cerca, pero notaba lo tensa que Ángeles se ponía si se acercaba de más

Entonces empezaron a evitar los lugares donde pudiesen estar solas, los entrenamientos de la morena avanzaban con ligereza; puesto que era buena y aprendía rápido. Sin embargo ya no habían clases a tempranas horas, ahora debía hacerse con el pelotón del cual estaba a cargo la teniente

Su integración al área médica de la CD94 no había sido facil, pero la dejaba completamente satisfecha y si era sincera la mantenía ocupada

Aquella mañana era la última revisión de la teniente, había cumplido dos meses exactamente desde lo ocurrido y por fin le haría una valoración completa para descartar daños o fisuras por la bala

- Adelante - dijo mientras firmaba algunas ordenes para recibir medicamentos - Teniente -

Aquello sonó a anhelo, allí estaba la única mujer que la había hecho sentir tan vulnerable, la misma que después de besarla le habia casi gritado que todo era un error

- Buen día Doctora- saludo la mujer

Hoy llevaba su típico uniforme. El camuflado blanco y negro combinado con gris, la camiseta negra y botas de combate. Jamás en la vida había pensado que unas de esas fueran tan sexys hasta que las vió en ella. La mayor ya no usaba bastón, tampoco parecía cojear y las raspones de su rostro habían desaparecido por completo

- Asi que es real. No está usando el bastón - indagó la doctora mientras se levantaba de su silla y le señalaba la camilla - Suba con cuidado y pantalones fuera por favor -

Hellen le miro, si, aquello sonó tal cual. No era un tono obsceno o vulgar, tampoco pervertido, pero teniendo en cuenta el acercamiento que ya habían tenido sonaba a que necesitaba con urgencias tenerla desnuda

- Solo lo uso cuando estoy en el campo - respondió luego de unos segundos. Bajo sus pantalones hasta las rodillas, Ángeles le miro todo el tiempo a los ojos mientras lo hacía. Tenía miedo

- ¿Duele? - preguntó la doctora

La mujer negó, Ángeles llevo el fonendo hasta el pecho ajeno y sostuvo los signos vitales

- Me alegra que ya no haya molestias. No sobre esforzarse es lo más indicado y evitar por algún tiempo el contactó cuerpo a cuerpo agresivo - comento la doctora mientras palpaba la piel pálida - Seguirá teniendo prolapsos de dolor que podr aonytolar con medicamentos y si no hay golpes directamente no habría complicaciones -

Sus dedos quisieron tomar un impulso propio cuando sintió la cicatriz, acaricio superficialmente, el momento era tan íntimo y al mismo tiempo tan intenso

La mujer olía delicioso, a licor y nicotina; también durazno. Las leves caricias le avisaron a Hellen que Ángeles no estaba del todo en su papel profesional, le estaba costando tanto no ceder durante estás pequeñas sesiones

Si. No era la primera vez que algo así pasaba, el día que le enseño tiro libre descubrió que no lo hacía intencional, que era más su cuerpo respondiendo a sus instintos. Como aquella tarde en ese mismo consultorio. La mayor lleno su mano al mentón ajeno y lo acaricio con ternura, Ángeles le miro y allí supo que una vez más no pudo controlarse

- ¿ A qué jugamos niña ?- aquella no era una pregunta solo para la doctora, el simple hecho de dejar en claro que también estaba en aquel juego del gatito y ratón

La morena intento alejar la mano, incluso alejarse de su toque pero la mayor la sostuvo - ¿Sabes? No deberías iniciar algo de lo que te vas a arrepentir después -

La morena le miro, pero también analizó lo que acaba de escuchar ¿Por ello se había alejado? Creía que se arrepentía primero de lo sucedido. Pues si, había sido todo muy sorpresivo, algunas cosas empezaron a encajar para la doctora

- Es por eso que has sido una perra conmigo en los entrenamientos y te alejas de mi - preguntó con curiosidad

La teniente soltó una pequeña carcajada mientras se acomodaba los pantalones, era imposible para ella hablar de algo tan serio si estaba desnuda

- En los entrenamientos debo ser una ... ¿Perra?, lo soy con todos, pero, lo sientes más agresivo contigo porque te gusto bonita - aquello lo dijo mientras atraía el cuerpo de la menor entre sus brazos, atreviendose a dejar un sutil beso en la comisura ajena - Sin embargo doctora, si me aleje. Mi razón me grita que no tengo tiempo ni ganas para complicarme la vida con una niña que no sabe si lo que hace está bien; creeme tienes todos el derecho, pero mi cuerpo solo quiere sentir te -

Angeles jadeo leve cuando sintió las manos de la teniente bajar de su cintura a su trasero, no apretó, solo las dejo allí. Pero esto la llevo a colocar sus brazos sobre los hombros ajenos y acariciar la nuca con sus dedos

- Eres la persona más engreída que he conocido ¿Que te hace creer que me gustas? - no hablaba en serio, ambas lo sabían. Pero quería jugar a la desentendida

- Simplemente lo se, también se que eres; eras tan hetero cuando llegaste - Gina tenía aquella actitud superior que le volvió loca desde que la conoció - Hasta que te bese, de allí ya no sabes lo que quieres -

- Eso quería decir aquella madrugada tonta, esto es nuevo - explico metiendo su rostro en el cuello de la teniente- Tu eres tan... Ahh, tu, yo solo no sé que hacer si te tengo tan cerca. Quiero todo teniente -

- Iré a tu habitación está noche, si abres esa puerta no habrá marcha atrás bonita. Quiero que lo pienses bien - resoplo la teniente

Tomo los labios de la muchacha con tantas ganas que dolió cuando se alejo, Ángeles suspiro justo cuando la puerta se cerró

[👑]

El resto del día fue un desastre para la bonita doctora, como podía siquiera pensar que se arrepentía de lo que habia pasado. Ángeles había soñado despierta después de eso; que la mujer le volvía a tocar y besar dejando la tan derretida

Ángeles sabía que era joven, habían cosas que desde luego había probado en su época universitaria, como el alcohol y algunas drogas estimulantes; nada que la arrastrara. También el salir con algunos chicos y sin duda alguna que otra mujer se acercó a ella

Nada de esto se sentía igual, sentía su cuerpo marearse con solo percibir su perfume, sus labios le adormecían el cuerpo y al mismo tiempo la calentaba

Hellen no era solo una simple teniente, era la jodida mujer que le estaba mojando las bragas con su actitud arrogante y fría

Sus manos sudaban mientras intentaba llenar algunos formatos en su laptop, tenía exactamente media hora para terminar su horario de oficina y salir a comer algo antes de refrescar se

Sus pensamientos habían estado en un mar, ella había dicho que podía detenerse pero quería creer que no era lo que la mayor quería. El pequeño retrato al lado del florero mostraba una parte de ella que quizás si le aterraba ante cualquier acto que hiciera respecto a ella; sus padres, Pero sabía que no había forma de detenerse

Unos pequeños golpes la trajeron de vuelta a la realidad, miro la puerta y luego su reloj tensandose drásticamente. Primero porque se había ido tanto en su cabeza que casi marcaba su salida laboral y segundo que alguien tocará su puerta a esas significaba algo que seguramente la tendría allí un tiempo más

- Adelante - Murmuró quitando sus gafas y sobando su cien

Sabía quién era, aquel rostro y mirada superior no podría borrarse a manos que un milagro pasara. El teniente de la armada acaba de entrar con el general

- Doctora Calderón, buena noche, disculpe que la interrumpa a estás horas, pero el teniente Fernández me insistió en que deseaba verla y solicito incluso mi presencia- comento el hombre mayor con una sonrisa

Era un hombre bastante maduro, quizás la misma edad que su padre o cerca a su abuelo, pero se conservaba bastante bien. Ojos azules y facciones fuertes; típico de un militar

- Oh, está bien general. Aún no termino ¿En qué puedo ayudarles?- preguntó de manera cortes aunque su cabeza empezaba a doler, aquel hombre demostró la última vez que lo vio que era un déspota

- Quería ofrecerle mi más sincera disculpa doctora, por mi actitud aquella mañana. Está no sería una explicación válida pero entre la teniente y yo no hay buenos ánimos, vernos significa soltar algunos puñetazos y me temo que como buen bestia que soy. Esa mañana fui un animal con usted- Murmuró el hombre con una pequeña sonrisa

_—¿Que carajo le pasaba al hombre?—_ se dijo a si misma

- Siendo honesta, no le tome importancia. Soy mujer y he pasado por comentarios más herméticos que ese, pero está bien; acepto sus disculpas - le respondió la fémina, Fernández rio, Ángeles busco en aquel acto algo que le diera indicios de que el hombre estaba loco o tramaba algo, pero lo descarto al recordar que apenas y se conocían, no habia forma en que hubiese dobles intenciones

- Bueno, creo que es todo, la dejamos para que termine - está vez hablo el general intentando salir

- Gracias general, si, debería irme y terminar mañana. Quedé con... Mi familia en una videollamada después de la comida y una ducha - mintió apilando el resto de carpetas y cerrando el dispositivo

- ¿Cenará primero? Porque aún no lo hago, si no le importa puedo tomar la comida contigo?- Ángeles sintió que algo se contrajo en su interior, Fernández sonreía y allí se deba cuánta lo atractivo que era, su forma de mover su mirada y sus facciones imponentes, el flashback de la teniente llegó a su cabeza ¿Porque se sintió tímida con su propuesta?

_—¿Le faltaría a cualquier cosa que estuviese pasando si aceptaba la compañía del tipo? —_ por supuesto que no, era imposible debido a que no era más que eso, la compañía mientras comía

- Ah .... La verdad no soy buena en las comidas, digo; hablo poco y como rápido así que no es ameno - aún así intento declinar la morena

- No te preocupes, será bueno ¿Usted ceno ya general?- se volvió al hombre que apenas y había hablado

- Si, lo hice. Tendrán que ser solo ustedes dos - comento el mayor haciendo una inclinación a la mujer y despidiendose de ambos antes de salir

El hombre tuvo razón, no fue malo, pero si un poco extraño. Algunas personas se le quedaron viendo cuando tomaron asiento, la comida; como dijo ella, duro poco en su plato. Tampoco hubo una conversación continúa, algunas preguntas como su edad o porque medicina

Hasta que la morena vio la hora en su reloj y supo que se le haría tarde, se disculpó levantándose de la mesa; aún cuando el hombre tenía verduras por comer

Sin percatarse de nada más corrió hasta su área de habitación, entro asegurando que se cerró y toda su ropa se esparció por el lugar antes de entrar a la pequeña ducha. Amaba que fuese así, imagino tener que cambiarse si quiera con otras personas, pero no tubo que hacerlo

Se relajo bajo la lluvia tibia, limpio su piel y rostro de manera correcta, aún cuando sabía que se acercaba la hora mas probable en que ella llegara

Mientras se colocaba su pijama; obvio no demostraría tanto que la esperaba, se dijo a si misma que lo más lógico es que vendría justo cuando terminara sus deberes y la mayoría de los soldados estuvieran en sus respectivas obligaciones personales

Una hora después se encontraba tirada en su cama, con un libro de literatura inglesa que apenas podía leer

_—¿Se arrepintió?—_ fue uno de sus pensamientos

Pero justo cuando se estaba dando por vencida alguien tocó a su puerta

Se sintió asustada, esto no era cualquier cosa y aunque la llamara niña a cada rato estaba completamente consciente de lo que podía pasar. Un jadeo salió de sus labios cuando la vio, una franelilla negra dejaba ver un par de tatuajes en sus hombros que seguramente iban hasta su espalda; que no había detallado antes ¿Eran nuevos?

Una sudadera gris y pantuflas, gotas de agua adornaban su piel; venían de su cabello corto

- Lo lamento cariño, algo se me presento y casi no llego ¿Puedo pasar no? Aún así abriste la puerta -

La morena se hizo a un lado en señal de que aún la quería en su habitación, la mayor paso soltando un suspiro. El lugar le olía a ella, coco y shampoo; flores, la niña miro sus pies mientras se daba la vuelta y Hellen se acercó para tomar sus mejillas

-¿Estás bien? ¿Quieres que me vaya? - la morena le miro a los ojos y supo que eso no era lo que quería - ¿Dime algo bonita?-

- Besame - suplico acercando se a la mayor