Dra Calderón ✨

👑Capitulo 01👑

La mujer mordía su labio mientras le dejaban en la camilla improvisada, le dolían sus costillas, también su cabeza y hombro, pero lo que realmente le preocupa es la sangre que brota su pierna, hacia algunos minutos que empezaba a debilitarse y por lo tanto perdia la sensibilidad en esa zona

Aunque lo que la tenía más molesta fue el hecho de no darse cuenta que estaba rodeada, no podía entender como había pasado, pero cuando los impactos de bala empezaron a rebotar en las paredes improvisadas casi pudo retirarse; había gente de su cuerpo en aquel lugar, también del cuerpo de bomberos y de la élite, no podía dejarlos atrás

- Joder- gruñe cuando siente que rompen el uniforme, no había notado cuando la mujer más joven se posicionó sobre ella. Había visto a muchos doctores pero aquella morena que estaba literalmente metiendo los dedos en el hueco que la bala había hecho era solo una niña. En reflejo la teniente tomo la muñeca de la doctora, está le miro con determinación, pero no saco los dedos enguantados de la herida

Estaba haciendo su trabajo, seguirá allí sin importar lo que la mujer mayor haga

- Tiene al menos medio minuto antes de que quede sin conocimiento por la sangre perdida, deje que la saqué - Hellen no soltó su mano, pero dejo de ejercer presión; le acompaño en cada movimiento

Media hora después estaba siendo llevada a su propia habitación en el comando; la mayor se había negado rotundamente a ser hospitalizada, por lo menos en la pequeña clínica que tenía la CD94, una mujer muy necia segun su mismo general, uno de sus cabos le sostenía mientras que la doctora llevaba el equipo para seguir asistiendo la. Aún negándose a creer de que está fuese la decisión correcta, era su primera noche en el lugar, pero estaba segura que de esa manera no se monitorea un paciente

- Afortunadamente no llego a tocar ningún nervio prometedor, sin embargo hay que cuidar la herida. El dolor de cabeza seguirá unas horas más hasta que la presión baje y el analgésico haga efecto igual que en sus costillas. Le ayudaré a limpiar la herida y la dejaré canalizada por las próximas horas para que se hidrate y pueda descansar - le explicaba la menor mientras organizaba todo en la pequeña habitación.

El lugar no promete mucho a pesar de estar en perfectas condiciones, limpio, con pocas cosas y bien organizado. Se aseguro de cambiar las sábanas antes de que la teniente volviese de una improvisada ducha

- Esto es una exageración. Deme algo más fuerte para el dolor y yo misma me ocuparé - le gruñó la mujer sin dejar de pelear mientras intentaba llegar a la cama

La menor le miro con una ceja alzada, como podía alguien ser tan voluble a una situación con esa, entonces pensó en los años de experiencia y sin más se acercó a ella - Le diré algo teniente, me verá muy niña y todo lo que le de su gana; si se lo que piensa, puedo verlo en su mirada, Pero me da completamente igual, si no se quita esa toalla para curar el resto de su cuerpo. Lo haré yo, créame no perderé mi trabajo el primer día por una gruñona como usted - la mayor solo la miro unos segundos, un estivo de gracia en su mirada pero su rostro seguia tan neutro

Sin embargo cedió. Dejo que la morena limpiará sus heridas, vendara y acomodara el espacio para ella mientras se recuperaba, nadie lo noto debido a que solo eran ellas en la habitación pero incluso Hellen en su cabeza aceptaba que la muchachita tenia carácter, cosa que le habia dado la imagen mental mas obscena que cualquiera pudiese imaginar en una situación tan bizarra

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Angie sabía que algo había pasado aquella noche; tenía la sensación, no se trataba de solo haber curado a tantos heridos el primer día de trabajo. Ya se había preparado no solo fisica sino mentalmente para ello mientras hacía sus pasantías, se trataba de lo que había sentido al atenderla a ella

Aquel carácter, su voz

La fuerza que ejerció la mujer en su muñeca y no la dejo aún cuando sabía que no le haría daño. Esos ojos oscuros y penetrantes, su cabello rojizo y corto; haciéndola lucir más joven aún cuando sabía por su expediente que pasaba los treinta y cinco años

Soltó un suspiro mientras se preparaba para entrar, había aprendido en los últimos dos días que necesitaba el permiso de la mayor para absolutamente todo, tomar una de sus camisas o quitarla de su cuerpo. Tocar sus heridas o volver a parchar la incluso para moverse a su alrededor. Lo que hacia todo una odisea, espero algunos segundos hasta que la voz de la mujer se oyó

Una mueca de disgusto se hizo en su rostro al ver que Hellen intentaba por todos sus medios levantarse de la cama con mucha dificultad. Una mancha de sangre en su sudadera se estaba formando, la herida sangraba

- Que testaruda es mujer. Espera no pued... - intento hablar, pero ya había caído - Joder - maldijo dejando todo en la cama y ayudando a levantar la

- Ya sueltame - le gruñó ella - Si no me hubiese gritado no habría caído. Después de todo ¿Que hace aquí?-

Angie intento no enojarse, se había dado cuenta de un par de cosas. Hellen era una grosera y malhumorada, vivía de gritos y gruñidos. Si alguien se acercaba tenía que saber que debía cuidar lo que decía o como actuaba

- No se. Quizás eso que le sangra allí, porque quitarle el mal humor - rio la morena- Es imposible a menos que ...

Detuvo sus movimientos, su mente había divagado de más y no se había dado cuenta de lo que estaba diciendo. No hasta que ya estuvo todo muy claro, al menos para ella

- No sueñes despierta. Me muero del frío - le reprendió la mayor. Pareciendo más interesada en sus piernas descubiertas e ignorando sus palabras

- Si, por supuesto. Venía a decirle, teniente que sus heridas están yendo bien. Bueno está aún se reciente con movimientos muy bruscos; cosas que usted sabe- advirtió

Ninguna de las dos dijo nada por un buen rato, la joven reviso que ningún punto se haya salido y curo meticulosamente. No lo supo pero cada segundo que pasaban en la misma habitación asfixiaba a la otra

-No es fácil imaginar que son por proteger con su cuerpo a sus compañeros - hablo la doctora cuando terminó de limpiar todo, intentó parecer tranquila. Aún sentía sus mejillas calientes

-¿Porque?, porque soy una gruñona y malhumorada. Dra, sigo siendo una mujer, una que le gusta su trabajo y cuidaría de los suyos con mi vida, también me gusta la tranquilidad, el control y las mujeres - lo último fue tan audaz y egocéntrico; pensó de si misma la teniente

Angie dejó caer la tableta de analgésicos, supo que no lo había dejado pasar.

_— Como lo dejaría pasar, eres tonta—_ se reprendió mentalmente

La teniente sabía que estaba jugando con sus propios comentarios

- Debo retirarme - Murmuró tratando de alejarse

- ¿Dra? - Ángeles se detuvo pero no le miro - Aún no ha visto mis costillas - la morena dudo, no se movió aún cuando sabia que hablaban - ¿Que pasa? Está huyendo, que mal. Tendré que reportar su mala atención a sus pacientes- soltó con burla la mayor

La menor apretó sus puños

_— M*****a teniente —_ pensó la morena mientras la enfrentaba, allí estaba otra vez esa mirada burlona y egocéntrica, riendo la muy descarada.

Esa sonrisa que le estaba moviendo cada célula de su cuerpo, nada completamente confirmado por la ciencia. Pero que podía sentir

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