Terrible Atracción ✨

👑Capitulo 03👑

El enojo recorría su cuerpo, parecía que cojear no era una de sus preocupaciones. Se dirigió a la oficina de su superior, no tocó; no era una costumbre. Además el hombre parecía más su padre que su general lo que era aún peor

- Oh cariño, que bueno que te levantes. Mira tu muleta ha llegado y... ¿Que paso con esa cara roja? Parece que quieres matar a alguien - el general parecía divertido con la expresión de la teniente al ver cómo jugaba con el instrumento

- Cuando lo tenga en campo; m*****a sea con mi código de honor, le metería una bala en las bolas - gruñó dejando se caer en el sofá - Me responsabilizó por la misión fallida cuando estaba a cargo de la armada. Es un.. hijo de puta-

El general lo entendió todo.

- Fernández es un idiota. Jamás aceptará que te quedes con los créditos si la misión era de ellos Hellen. Calma te, acabas de salir de rehabilitación y no querrás estar un tiempo más allí - trato de animarla el mayor, pero paso todo lo contrario. Pues la otra parte de su irá se avivó

- Eso me recuerda. ¿Por qué jodidos esa niña no sabe que los médicos de la CD94 van a batalla cuando son requeridos?-

- Calma teniente. Se lo que estás pensando y te aseguro que no es así. No trato de joder a tu equipo, Angeles es nieta de uno de nuestros mejores hombres en Europa, tiene una buena etapa académica y te puedo garantizar que no le engañe- la teniente pareció bajar sus ánimos, podía escuchar, pero seguía enojada - La noche de la misión estaba dándole la bienvenida cuando te trajeron. No podía dejar que murieras; tu padre me mataría con sus propias manos. Entonces ella te asistió, esto no se lo he dicho ni siquiera a mi general Calderón; quien es el tío abuelo de la niña, pero parecen llevarse bien. Al menos no le soltaste un grito cuando te saco la bala sin anestesia -

Hellen volvió a aquella noche, le dolió todo el camino al comando y luego a la CD. Y le había dolido más recordar lo sucedido cuando entraron a los galpones y una estampida de disparos los recibió; de allí su herida en la pierna

Pero no recuerda haber tenido dolor cuando llegó a la sala improvisada. Sentía sus músculos dormidos y si detuvo a la niña en ese momento fue por la extraña sensación de su cercanía. Pero no iba a decirlo en voz alta, Ángeles le estaba jodiendo la tranquilidad y ella no quería eso

- Basura. Es una niña ¿Quien la entrenará? ¿Tendrá tiempo al menos? Cuando revise su contrato y se instale ninguno de los residentes le dejara espacio para nada - arremetió la teniente ya más calmada

- Allí es donde estarás tu teniente, tiene conocimiento en defensa personal así que será fácil. Nadie se negaría a tus órdenes - el general se acercó a su estante. Saco un par de cigarros suecos y le ofreció uno, no sabía cuánto lo necesitaba - Hemos hablado de esto m*****a sea Hellen, quiero retirarme en un par de años, pero para eso tú debes dejar de joderme las pelotas y aceptar tu sucesión de rangos ¿Quieres pasar toda la vida siendo pisada por Fernández? Ese puesto era tuyo y lo sabes -

La teniente gruñó. El tema de su sucesión no era fácil, subir en el peldaño solo significaba más responsabilidades, no solo laboral si no también personal. Le gustaba ser teniente coronel

- Te llamo Augusto de nuevo ¿No es así?- el hombre era insistente

- Está preocupado, mujer. Tienes casi quince años en las fuerzas especiales, se te está yendo la vida en este comando elite y el quiere verte con la insignia de general antes de morir o eso dijo. Creo que ya no debería tomar aguardiente artesanal- ambos rieron

El ambiente se disipó, pero el tentáculo de incertidumbre se instalo en la teniente

¿Era hora ya de avanzar? No, no era fácil desde ningún punto de vista

Más sin embargo ya lo había pensado anteriormente, aún le quedaba ser mayor para luego sentarse en ese escritorio por el resto de su vida

Y ella amaba el campo de batalla, no sentia estar echa para ser General

[👑]

Cuando la teniente entra al pequeño consultorio la morena se levantó. Miro todo su cuerpo y suspiro

— _Jodida ogro, está como si nada_ — pensó la morena

En ese momento Hellen acepto que estaba jodida, la mujer la tenía envuelta en su sonrisa y sus ojos bonitos. Quería besarla, abrazarla y luego asustarla tanto para que se largara a casa

- Lealo, lo antes posible por favor. Seré honesta doctora, no tengo nada en contra de usted. Contrario a lo sucedido hace unas horas no todos creemos que usted no es acta para estar aquí. - dijo dejando caer el sobre sobre el escritorio

Angeles sonrió y tomo el documento e intento hablar pero la teniente no lo permitió

-Sin embargo no hay maneras de aflojar nada. Este es un cuerpo especializado para los comandos de la élite, no solo de Colombia si no de todo lo que embarga la interpol y las asociaciones de las milicias mundiales. Es un cuerpo para limpiar todo lo que lo legal no puede- Ángeles sabía eso, su madre siempre le hablo de su abuelo y todo lo que había hecho en Londres.- Así que debe saber que usted será parte de ello. No sé porque siendo una mujer tan joven y hermosa quiere quedarse en un lugar como este, pero son sus decisiones; eso espero. Si firma tendrá un régimen de entrenamiento conmigo desde mañana y espero que no sea holgazána, no puedo con ello - lo último lo gruñó

- Eso es increíble. Ese tipo me dejó con un mal sabor de boca, me hizo sentir mal ubicada y se porque estoy aquí. Se que puedo - respondió la morena con una risilla

Media hora después la teniente tenía el papeleo en sus manos, la morena parecía feliz de haber tomado la decisión de quedarse. Hellen le miro disimuladamente, ella tenía algo que no podía sacar de su cabeza

No era solo su belleza, su piel suave y canela, sus ojos marrones, sus labios carnosos . En qué momento se movió hasta estar bastante cerca, Ángeles dejó caer la pequeña libreta de notas cuando sintió a la mayor a sus espaldas

Si le preguntan que sucedio, no lo sabía

Algo como un hechizo y todo estaba yendo tan lejos que no pudo detenerse

No fue hasta que su pecho tocó la espalda de la doctora, Ángeles quiso alejarse, pero no lo hizo, suspiro cuando la teniente metió la nariz en su cuello

- No debería hacerte nada de esto - dijo la mayor mientras dejaba sus manos en la pequeña cintura - Algo pusiste en esos malditos medicamentos, me estás drogando -

Angeles jadeo fuerte cuando la teniente le dió la vuelta, parecía contrariada pero no buscaba parar

-¿Que hace teniente?- Murmuró la niña agitada, aún cuando deseaba con todas sus fuerzas que no se detuviera

- Si dices que no en este instante, lo olvidaremos y todo seguirá como si nada. Pero si me dejas tenerte de esta manera no abra marcha atrás - explico la mayor; en su momento de lucidez

Pero no hubo respuesta. Por lo menos no una verbal

La menor junto sus lanios, el ligero picor de la nicotina entro a su boca. Le gustó como se sintió y temio que le gustará tanto que la dejara sin control sobre si misma

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