Ashley (Aline) Frente a mí, estaba una mujer mayor y cerca de la chimenea estaba Joe con un vaso de cristal en sus manos, nuestras miradas se cruzaron y me quedé sin palabras, sin pensamiento alguno. ¿Qué es lo que estaba pasando? ¿Por qué actuar de esa manera? ¿Acaso…? No, no, no. — ¿Nos has secuestrado? —fueron mis primeras palabras hacia Joe. Él dejó su vaso de cristal sobre la mesa que se encontraba en medio de la sala, caminó lentamente hacia mí, podía ver un poco de temor, pero con una verdad en sus manos. Josh era su hijo, el hijo de los dos. Fruto de un amor y alejados por secretos, intrigas y mentiras. —Ashley…—susurró mi nombre. —Soy Aline. —intenté tragar saliva—Contesta, Joe. —Hija…—la mujer no pudo evitar meterse, dirigí mi mirada hacia la mujer, no entendía nada y esperaba respuestas. —No me diga hija, no sabe quién soy yo señora, su hijo me ha traído de una manera…—soy interrumpida por Joe que se pone frente a la mujer como escudo par
FLASHBACK● Ashley Williams (Aline) Un mes después del campo de futbol. — ¿No has tirado la toalla? — Pregunto Otto a mi lado, negué en silencio mientras observaba a Ashley comer con su amiga la rubia y hermana de mi amigo. Otto hablaba de algo de lo cual no había prestado atención, la mirada de Ashley de vez en cuando se cruzaba con la mía y eso me hacía sentir un nudo en el centro de mi estómago. ¿Acaso habrá pensado lo de la última vez? — ¿A qué horas es la fiesta de hoy? —Otto me miro extrañado. — ¿Piensas ir? Si es así puedo conseguir un poco de alcohol. —Averigua—arrastré la silla a mis espaldas y me incorporé sin dejar la mirada en Ashley, esa mujer me estaba haciendo inservible para el resto de las mujeres del colegio, Britania la alumna estrella intentó tocarme, pero me alejé mientras avanzaba hacia Ashley. La rubia le murmuró algo, sin duda alertándola de mi presencia en la mesa. — ¿Ashley, puedo hablar contigo? Ella levantó la mirada irr
FLASHBACK● Joe Black —Dios mío. Escucho que maldice entre dientes, detengo el camino de mis labios sobre su piel, se baja de encima de mí y no entiendo que es lo que sucede. —Levántate, tienes que irte ahora. — ¿Qué pasa? ¿Vamos muy rápido? —No, no, no, no. Es solo que… tienes que irte—intentó levantarme del sillón, pero lo hice por voluntad propia, podía ver que palidecía más de lo que estaba. — ¿Entonces? Creí que estábamos en algo…—me empujó hacia la salida con ambas manos en mi espalda. No me quedó de otra que salir cuando me volví hacia ella la puerta fue cerrada en mis narices. Me quedé de pie frente a su puerta con una erección en gran potencia, con el ceño arrugado, y sorprendido por lo que acababa de pasar. Me acomodé mi erección y empecé a caminar hacia el elevador que se encontraba al final del piso. Esperé a que las puertas se abrieran y cuando lo hizo casi tropiezo con un señor vestido en un traje elegante y con algunas canas, tení
AshleySe puso frente a mí y acarició con la mano sana mi mejilla, sentí como el calor que emanaba aumentaba junto con el mío. —Tienes que irte. — ¿Acaso te vigilan o qué? —Sí. Y no quiero meterte en problemas ni yo meterme. —No importa meterme en problemas por ti. Sonreí. Me había defendido y no sabía cómo darle las gracias. —Gracias por defenderme, no tenías por qué. —Si tan solo me hubieses dejado entrar en tu vida…Sentí una opresión en mi pecho, mi cuerpo perdió el control y me lancé a sus brazos, él respondió sorprendido.Entramos con dificultad al departamento, lo llevé a mi cama y cuando estaba desnuda ante él, decidí que la vida es demasiado corta para no disfrutarlo, por primera vez me había entregado a él y lo supo; me llenó de besos, caricias, me colmó de ternura, de pasión. Él había esperado por este momento por dos años…Al fin… éramos uno solo en mi cama… Sus labios recorrieron cada centímetro de mi piel, exploró cada rincón sin pe
FLASHBACK● Ashley Williams. Dos meses después… Australia — ¿Dos rayas? —bajé la mirada hacia la caja de instrucciones «Dos rayas=Positivo»—Maldición, ¿Esto es real? ¿Estoy…? La rodilla se movía de arriba hacia abajo a una gran velocidad, el corazón gritaba histérico y amenazaba con salirse de mi pecho. La garganta se me secó en segundos y todo alrededor comenzó a desmoronarse. Cerré los ojos y me aferré a la prueba contra mi pecho. —Esto no puede estar pasándome, no, no, no, no. Por favor, mi vista está cansada y ha visto doble. Abrí los ojos de nuevo y me concentré en el resultado y efectivamente eran dos rayas. Las lágrimas caían por mis mejillas, el corazón se agitaba de una manera preocupante, el pulso lo escuchaba en un alto volumen dentro de mi cabeza. —Oh Joe… Por fin tenía autorizado hacer una llamada y lo hice a Lennia explicando una mentira por el cual me había marchado, estuve a punto de romperme y contarle lo del embarazo, pero C
Ashley (Aun en el flashblack de los recuerdos) —No puedo ayudarla, señorita Williams, el señor Black dio órdenes estrictas de... — ¡No me importa! ¡Joe! ¡Sal de donde te estés escondiendo! ¡Dame la cara! ¡No seas un cobarde! Cuando me volví hacia la mujer, Joe apareció cerca de las puertas del elevador. Me limpié las lágrimas con el dorso de la mano, la ira empezaba a correr por mis venas. —Se puede retirar, señora Scott. Joe tenía un porte diferente al hombre que había estado en su propia cama, dentro de mí. Intenté controlar mis lágrimas y sin bajar la mirada lo enfrenté. — ¿Por qué haces esto? —No estoy de humor para dramas, Ashley. Solo vete. Abrí los ojos como plato, ¿Había escuchado bien? — ¿Me...me estás corriendo? —balbuceé. Se cruzó de brazos. Su mirada era intimidante. —No te pedí que vinieras. Te di lo que buscabas y no es necesario que te quedes más tiempo. Agité el sobre en el aire. — ¿Por qué m
Ashley Williams (Aline) Actualidad… ― ¿Entonces? ―Joe insiste― ¿Te quedas? ―Le lanzo una mirada cargada de frialdad. ― ¿Cómo te atreves a preguntarme tal cosa? ¡Es mi hijo! ―espeto furiosa. ― ¡También es mío! ¡Así que, si decides quedarte, estarán protegidos! ―Joe me toma de ambos brazos y su mirada gris me atrapa, cierro los ojos con fuerza intentando alejar esos pensamientos que me aterran, sé de lo que es capaz mi padre. Abro los ojos. ―Mi padre…―trago saliva dolorosamente―… Nos va a encontrar, va a…―las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas, su mirada se suaviza, una mano suelta su agarre, y con sus nudillos comienza a barrer con las lágrimas, mi labio tiembla. Todos mis planes se vienen abajo, la venganza contra él se viene abajo junto con mi ira, la frustración, lo de hacerle pagar esa última vez, esas palabras de odio. Ahora teniendo a mi hijo, y confirmando el riesgo de solo perderlo, me llena de pánico, ahora todo cambia. Me pega a su cuerpo
Joe ―Clyde Turner es un hijo de puta que junto con tú…―la miro con los ojos cargados de ira―… Padre, se han dedicado a querer destruir mi empresa, la empresa de mi familia. ―me detengo para poder aplacar la ira que tengo contenida después de leer el puto informe. ―Clyde y mi padre no harían tal cosa, Joe―su voz es un susurro débil de afirmación, parpadeo varias veces. Me levanto bruscamente de mi lugar y tomo mi vaso para terminar el trago. ―Tengo pruebas de que han robado más de 270 contratos de la empresa, se han dado el crédito de mi esfuerzo y el de mis empleados, no me tocaré el corazón para destruirlos, Aline―camino hasta el mueble y sirvo un poco más, ella a mi espalda habla. ― ¿Cómo sabías de lo que iba a pasar hoy? ¿Sabes por qué iban a intentar secuestrarnos a Josh y a mí? ¡Clyde y mi padre aman a Josh! ―su voz suena cargada de sentimiento, decepción quizás, miedo, pánico y una pizca de ira, pero el solo recordar todo ese circo montado me hace hervir mil ve