Ashley (Aun en el flashblack de los recuerdos) —No puedo ayudarla, señorita Williams, el señor Black dio órdenes estrictas de... — ¡No me importa! ¡Joe! ¡Sal de donde te estés escondiendo! ¡Dame la cara! ¡No seas un cobarde! Cuando me volví hacia la mujer, Joe apareció cerca de las puertas del elevador. Me limpié las lágrimas con el dorso de la mano, la ira empezaba a correr por mis venas. —Se puede retirar, señora Scott. Joe tenía un porte diferente al hombre que había estado en su propia cama, dentro de mí. Intenté controlar mis lágrimas y sin bajar la mirada lo enfrenté. — ¿Por qué haces esto? —No estoy de humor para dramas, Ashley. Solo vete. Abrí los ojos como plato, ¿Había escuchado bien? — ¿Me...me estás corriendo? —balbuceé. Se cruzó de brazos. Su mirada era intimidante. —No te pedí que vinieras. Te di lo que buscabas y no es necesario que te quedes más tiempo. Agité el sobre en el aire. — ¿Por qué m
Ashley Williams (Aline) Actualidad… ― ¿Entonces? ―Joe insiste― ¿Te quedas? ―Le lanzo una mirada cargada de frialdad. ― ¿Cómo te atreves a preguntarme tal cosa? ¡Es mi hijo! ―espeto furiosa. ― ¡También es mío! ¡Así que, si decides quedarte, estarán protegidos! ―Joe me toma de ambos brazos y su mirada gris me atrapa, cierro los ojos con fuerza intentando alejar esos pensamientos que me aterran, sé de lo que es capaz mi padre. Abro los ojos. ―Mi padre…―trago saliva dolorosamente―… Nos va a encontrar, va a…―las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas, su mirada se suaviza, una mano suelta su agarre, y con sus nudillos comienza a barrer con las lágrimas, mi labio tiembla. Todos mis planes se vienen abajo, la venganza contra él se viene abajo junto con mi ira, la frustración, lo de hacerle pagar esa última vez, esas palabras de odio. Ahora teniendo a mi hijo, y confirmando el riesgo de solo perderlo, me llena de pánico, ahora todo cambia. Me pega a su cuerpo
Joe ―Clyde Turner es un hijo de puta que junto con tú…―la miro con los ojos cargados de ira―… Padre, se han dedicado a querer destruir mi empresa, la empresa de mi familia. ―me detengo para poder aplacar la ira que tengo contenida después de leer el puto informe. ―Clyde y mi padre no harían tal cosa, Joe―su voz es un susurro débil de afirmación, parpadeo varias veces. Me levanto bruscamente de mi lugar y tomo mi vaso para terminar el trago. ―Tengo pruebas de que han robado más de 270 contratos de la empresa, se han dado el crédito de mi esfuerzo y el de mis empleados, no me tocaré el corazón para destruirlos, Aline―camino hasta el mueble y sirvo un poco más, ella a mi espalda habla. ― ¿Cómo sabías de lo que iba a pasar hoy? ¿Sabes por qué iban a intentar secuestrarnos a Josh y a mí? ¡Clyde y mi padre aman a Josh! ―su voz suena cargada de sentimiento, decepción quizás, miedo, pánico y una pizca de ira, pero el solo recordar todo ese circo montado me hace hervir mil ve
Joe Baxter me detiene cuando miro que el padre de Aline la abofetea, he gritado cuando abrí la puerta para ir a defenderla y mandar a la m****a el plan, pero tengo que pensar con la cabeza fría, ocultar mis sentimientos o él se dará cuenta de esta farsa, la vuelve abofetear mientras el de seguridad la sostiene por la cintura, puedo mirar como sus piernas flaquean, la ira hace el doble de ebullición en mi sangre, quiero destrozarlo con mis propias manos. Los dientes me tiemblan. ―No podemos a estas alturas arruinarlo, ella es fuerte, ha sobrevivido, pronto todo esto terminará…―dice Baxter a mis espaldas soltando su agarre de mi brazo. ―Si es que no la mata antes―digo entre dientes cargado de ira, el solo pensar que pueda pasar eso, un dolor se instala en mi pecho. ― ¿Los contratos son los que quedamos que se entregarían? ―Sí, señor Black―está a punto de decir algo más, pero el móvil suena, contesta, al terminar cuelga y me observa―Su familia está en el lugar a salvo.
Ashley Williams (Aline) —Mira como tu bastardo se queda sin padre—susurra mi padre a mi oído, me remuevo como loca, lloro de la desesperación al ver como baja su mano de mi sien en dirección a Joe quien abre sus brazos decidido a recibirlo. ¡¡¿Está loco?!! ¡¡¡Joe muévete!!! ¡¡Por favor!! Levanta su mirada al cielo cuando la lluvia se intensifica y cierra sus ojos, no se va a defender, simplemente ahí está, con los brazos abiertos, baja su mirada y me mira antes de cerrar sus ojos de nuevo, el disparo me hace encogerme y cerrar los ojos del miedo, después de ese otro, después otro, mi padre me suelta y no dudo en tirarme al suelo y cubrir mis manos atadas sobre mi cabeza. Grito de terror, grito del miedo de perder a Joe, cuando cesan los disparos, desde mi misma posición abro los ojos y busco desesperada a Joe, y lo encuentro, está a unos cuantos metros de las escaleras, la lluvia cae sobre él, el dolor se instala en el centro de mi estómago y pecho, grito, pero no me puedo
Joe y Aline llegaban a la casa de los padres de él, la pesadilla había terminado. Aline se sentía mal por el camino que su padre había tomado, ¿Usarla a ella de carnada? ¿Arrebatarle a su propio nieto? Por más que intentaba odiarlo solo encontraba lástima y nostalgia, siempre había sido duro con ella después de que su madre, Elois Williams había desaparecido, y lo único que sabía es que había muerto en un accidente. Muchas veces recordaba a su propia madre, en la forma cuando ladeaba su rostro y sonreía antes de darle un beso de buenas noches y después arroparla para que durmiera, los cuentos de fantasía, las promesas de que un día todo sería diferente. ¿A qué se refería? ¿Acaso sucedía algo a espaldas de ella? Suspiró. — ¿Estás bien? —preguntó Joe al ver a Aline sumergida en silencio mientras caminaban hasta la entrada de la mansión, ella levanta su mirada y afirma en silencio, contemplando sus hermosos ojos grises, prometiendo a sí misma, ser feliz, con su hijo al lado de
Tres años después… La música suena alta, la voz de Sia con Chandelier inunda mis oídos, cruzo mi pierna y doy un sorbo a mi vaso de cristal con el mejor whisky. Miro desde el privado a la gente bailando sensualmente la pieza, ladeo el rostro y mi pie empieza a moverse por la ansiedad. — ¡Bro! —grita Michael y me vuelvo hacia él. La nueva conquista fue conquistada hasta llegar al altar. Una rubia llamada Lennia, la rubia amiga de Ashley, ella me saluda agitando su mano. Le respondo intentando verme igual que ella, pero no puedo. Mis ojos empiezan a buscar mi caza. — ¿No vas a ir a la pista? —grita Michael llamando mi atención. Niego, doy otro sorbo a mi vaso. — ¡Anda, vamos cuñado! ¡Puede que encuentres algo que pescar en medio de la pista en un conjunto de piel en dos piezas con largas piernas! —miro bruscamente a la pista después de escuchar a mi nueva cuñada. Y la encuentro. Una mujer sexy bailando sensualmente en medio de la pista, dejo ansioso mi
New York, Estados Unidos. D I E Z A Ñ O S D E S P U É S… ASHLEY BLACK. —Aquí dice que el traje es para niñas de doce años, Ashley. Debe de quedarle…—Joe me mira preocupado al ver el traje de baño que cuelga de su mano, lo mueve de un lado a otro buscando imaginarse a Lily dentro de él. —Tú eliges, ¿Recuerdas? —arruga su entrecejo preocupado, luego concentrado. Lily nuestra pequeña hija, mañana cumpliría once años, había pedido un traje de baño para su fiesta, pero en esta ocasión se lo ha pedido a “Papi” y no a “Mami” Joe había sonreído feliz, había dicho que no necesitaría mi ayuda, y al final, estamos en una tienda de niñas, escogiendo el mejor traje de baño. — ¿Puedo ir a la biblioteca? —Joshua habla detrás de mí, me vuelvo hacia él y tengo que levantar un poco la mirada, había heredado la altura de Joe, es un joven demasiado atractivo y a su edad, solo le interesaba leer cuánto libro apareciere frente a él, un lector empedernido. Entrecierro los ojos al ver