Lukas se quedó viendo a su padre con la ceja levantada sintiéndose un poco sorprendido por sus palabras, pero antes de poder responder lo hizo Sofía.—Papá, no debería molestarte, porque si mal no recuerdo, tú hiciste creer que había fantasma contratando a alguien para que me asustara y así yo corriera al lado de Lukas, así que no vengas a hacerte el inocente porque tú propiciaste todo esto —protestó.—Tienes razón, porque quería que estuvieran juntos, pero no quiero que vivan como concubinos, no puedo esperar para ti menos de lo que querría si fueras mi hija de sangre, porque no te amo menos por no haberte engendrado ¿Lo puedes entender?La pareja dejó de lado su discusión y se miraron a los ojos, comprendiendo que tenían razón el uno y el otro.—Sí, lo entendemos perfectamente —contestaron a coro.—Bien, pues en ese caso, Lukas, quiero que manejes esta situación con responsabilidad, y tú, Sofía, que no te dejes convencer por este muchacho de lo contrario. ¿Entendido? Y la próxima ve
Lukas retrocedió un paso más, incapaz de procesar lo que veía. El rostro de su padre estaba iluminado por la tenue luz de la lámpara, revelando una mezcla de seriedad y diversión contenida. Danilo observó a su hijo con una ceja levantada, disfrutando visiblemente de la confusión de Lukas.—¿Qué pasa, hijo? ¿Esperabas a alguien más? —preguntó Danilo con una sonrisa maliciosa, su tono cargado de ironía.Lukas intentó recomponerse, aclarando su garganta mientras buscaba las palabras adecuadas.—Yo... escuché un grito, pensé que era Sofía. No tenía idea de que estarías aquí, papá —respondió, sintiendo cómo el calor subía a su rostro, avergonzado.Danilo se echó a reír, disfrutando del evidente desconcierto de su hijo.—Pues, parece que esta noche se ha vuelto un poco... incómoda para ti, ¿no es así? Y qué raro yo no escuché ningún grito —dijo Danilo, aguantando la risa. Luego, su expresión se volvió más seria—. Hijo quiero asegurarme de que entiendas algo. No es que no confíe en ti, pero
Al día siguiente, se encontraron en el comedor, Sofía se sentía muy avergonzada con su padre, pero este solo sonreía con diversión, porque sus hijos creían que él era tonto, no se habían dado cuenta de que mientras ellos iban, ya él venía de vuelta.—Hola chiquillos, ¡¿Durmieron bien?! —no esperó respuesta y siguió hablando—, amor, ¿Sabías que nuestra hija tiene un celular transparente?Sofía y Lukas se miraron con nerviosismo al escuchar el comentario de Danilo, sus mejillas tornándose rojas de vergüenza. Marleni, ajena a lo sucedido la noche anterior, miró a su esposo con confusión.—¿Un celular transparente? ¿De qué hablas, cariño? —preguntó Marleni.Danilo soltó una carcajada antes de responder. —Oh, nada importante. Solo sorprendido por el teléfono de última generación de Sofía, por completo transparente… y bueno bromeaba con los chicos sobre sus aventuras nocturnas, en la habitación. Sofía se atragantó con su jugo de naranja, mientras Lukas fingía estar muy interesado en untar
Había pasado casi un mes desde que fijaron la fecha para la boda, y con tan solo dos días antes del gran día, Sofía se encontraba en medio de un torbellino de preparativos. Su vida se había convertido en una agenda interminable de reuniones con proveedores, pruebas de vestidos, y discusiones sobre la decoración y los invitados.La boda se iba a celebrar en la mansión que habían heredado de su abuelo, y todo estaba saliendo a la perfección. El cansancio se acumulaba, pero la emoción de lo que estaba por venir la mantenía en pie. Lukas había trabajado codo a codo con ella, y eso era lo que más le gustaba, su participación activa en ese enlace que los uniría para siempre.Esa tarde, Sofía decidió hacer una pausa en su ajetreado horario y se dirigió a la casa de sus padres, porque ese día su madre había ido la consulta médica y quería saber qué le habían dicho sobre su hermanito.Necesitaba un momento de tranquilidad, un respiro en medio de la locura de los preparativos. Llegó y se est
Sofía sintió que le faltaba el aire. Las palabras de Fabiola seguían resonando en su mente mientras miraba fijamente el papel en sus manos. Quería creer que todo era una pesadilla, que en cualquier momento despertaría y se daría cuenta de que nada de eso era real.Pero el documento frente a ella era innegable. Las fechas, los resultados, todo parecía confirmar lo que Fabiola decía. Sofía cerró los ojos por un momento, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con derramarse.—¿Por qué vienes a decirme esto a mí? —logró preguntar finalmente, su voz apenas un susurro.Fabiola sonrió con falsa simpatía antes de responder.—Porque no quiero que cometas un error de casarte con Lukas. Porque no vas a poder ser feliz con él… fíjate que conmigo ni siquiera uso protección y me hizo el amor con pasión, tanto que ahora… ya puedes ver el resultado —señaló la mujer, con su vientre aún plano.Sofía sintió que la ira y el dolor se mezclaban en su interior. Quería gritar, pero en su lugar, la
La preocupación de Lukas crecía con cada minuto que pasaba sin tener noticias de Sofía. Después de varios intentos fallidos de comunicarse con ella, decidió salir a buscarla.—Voy a salir a ver si la encuentro —, anunció Lukas, tomando sus llaves.—Te acompaño —, dijo Danilo, levantándose también.Marleni los miró con angustia. —Por favor, avísenme en cuanto sepan algo. Estaré rezando para que esté bien.Lukas y Danilo salieron de la casa y se subieron al auto. Mientras conducían, Lukas no dejaba de marcar el número de Sofía una y otra vez.Mientras conducían por las calles de la ciudad, Lukas no podía dejar de pensar en todas las posibilidades de lo que podría haberle pasado a Sofía. Su mente imaginaba los peores escenarios.—¿Y si tuvo un accidente? —murmuró Lukas, apretando el volante con fuerza.Danilo puso una mano sobre el hombro de su hijo, tratando de calmarlo.—No pensemos en lo peor, hijo. Seguramente está bien y hay una explicación lógica para todo esto.Pero incluso mient
Lukas asintió, agradecido por el apoyo de su padre. Se sintió perdido, pero no estaba dispuesto a dejar que el miedo y la confusión lo dominaran. Tenía que encontrar a Fabiola, para saber qué le había hecho a Sofía ¿Por qué su mujer se había ido sin avisar?—Gracias, papá.Mientras conducía, su mente estaba en un torbellino de emociones. Recordó cómo Fabiola había intentado entrometerse en su vida antes, y aunque él la había recalcado que lo dejara en paz, al parecer ella no entendió el mensaje, pero nunca había imaginado que llegaría tan lejos. Sofía era todo para él, y la idea de perderla lo hacía sentir desesperado.Lukas conducía con determinación hacia la casa de Fabiola, su mente dando vueltas, tratando de imaginar qué podría haberle dicho a Sofía para hacerla huir así. A su lado, Danilo permaneció en silencio, consciente de la tensión que emanaba de su hijo, aunque listo para apoyarlo en lo que pudiera necesitarlo.Cuando llegaron, Lukas saltó del auto antes incluso de que se d
El día se le hizo largo a Lukas, pese a ello, los preparativos no se detuvieron, a pesar de la ausencia de Sofía, Él siguió como si todo estuviera en orden, como si la ausencia de la novia no fuera más que una pequeña distracción en un evento tan cuidadosamente planificado. Lukas trataba de mantener la calma, aunque la angustia crecía con cada hora que pasaba sin saber de ella. Era difícil concentrarse en los detalles de la boda cuando lo único que quería hacer era buscarla, pero la responsabilidad de mantener el compromiso ante todos aquellos que estaban involucrados en el evento lo mantenía en pie.Marleni y Danilo habían intentado, sin éxito, convencer a Lukas de que se tomara un descanso. Sabían que el estrés y la preocupación lo estaban consumiendo, pero él se negaba a abandonar la esperanza de que Sofía regresara. Cada vez que sonaba el teléfono, cada vez que alguien llegaba, su corazón latía con fuerza, esperando que fuera ella, que volviera, que todo esto no fuera más que un