Había pasado casi un mes desde que fijaron la fecha para la boda, y con tan solo dos días antes del gran día, Sofía se encontraba en medio de un torbellino de preparativos. Su vida se había convertido en una agenda interminable de reuniones con proveedores, pruebas de vestidos, y discusiones sobre la decoración y los invitados.La boda se iba a celebrar en la mansión que habían heredado de su abuelo, y todo estaba saliendo a la perfección. El cansancio se acumulaba, pero la emoción de lo que estaba por venir la mantenía en pie. Lukas había trabajado codo a codo con ella, y eso era lo que más le gustaba, su participación activa en ese enlace que los uniría para siempre.Esa tarde, Sofía decidió hacer una pausa en su ajetreado horario y se dirigió a la casa de sus padres, porque ese día su madre había ido la consulta médica y quería saber qué le habían dicho sobre su hermanito.Necesitaba un momento de tranquilidad, un respiro en medio de la locura de los preparativos. Llegó y se est
Sofía sintió que le faltaba el aire. Las palabras de Fabiola seguían resonando en su mente mientras miraba fijamente el papel en sus manos. Quería creer que todo era una pesadilla, que en cualquier momento despertaría y se daría cuenta de que nada de eso era real.Pero el documento frente a ella era innegable. Las fechas, los resultados, todo parecía confirmar lo que Fabiola decía. Sofía cerró los ojos por un momento, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con derramarse.—¿Por qué vienes a decirme esto a mí? —logró preguntar finalmente, su voz apenas un susurro.Fabiola sonrió con falsa simpatía antes de responder.—Porque no quiero que cometas un error de casarte con Lukas. Porque no vas a poder ser feliz con él… fíjate que conmigo ni siquiera uso protección y me hizo el amor con pasión, tanto que ahora… ya puedes ver el resultado —señaló la mujer, con su vientre aún plano.Sofía sintió que la ira y el dolor se mezclaban en su interior. Quería gritar, pero en su lugar, la
La preocupación de Lukas crecía con cada minuto que pasaba sin tener noticias de Sofía. Después de varios intentos fallidos de comunicarse con ella, decidió salir a buscarla.—Voy a salir a ver si la encuentro —, anunció Lukas, tomando sus llaves.—Te acompaño —, dijo Danilo, levantándose también.Marleni los miró con angustia. —Por favor, avísenme en cuanto sepan algo. Estaré rezando para que esté bien.Lukas y Danilo salieron de la casa y se subieron al auto. Mientras conducían, Lukas no dejaba de marcar el número de Sofía una y otra vez.Mientras conducían por las calles de la ciudad, Lukas no podía dejar de pensar en todas las posibilidades de lo que podría haberle pasado a Sofía. Su mente imaginaba los peores escenarios.—¿Y si tuvo un accidente? —murmuró Lukas, apretando el volante con fuerza.Danilo puso una mano sobre el hombro de su hijo, tratando de calmarlo.—No pensemos en lo peor, hijo. Seguramente está bien y hay una explicación lógica para todo esto.Pero incluso mient
Lukas asintió, agradecido por el apoyo de su padre. Se sintió perdido, pero no estaba dispuesto a dejar que el miedo y la confusión lo dominaran. Tenía que encontrar a Fabiola, para saber qué le había hecho a Sofía ¿Por qué su mujer se había ido sin avisar?—Gracias, papá.Mientras conducía, su mente estaba en un torbellino de emociones. Recordó cómo Fabiola había intentado entrometerse en su vida antes, y aunque él la había recalcado que lo dejara en paz, al parecer ella no entendió el mensaje, pero nunca había imaginado que llegaría tan lejos. Sofía era todo para él, y la idea de perderla lo hacía sentir desesperado.Lukas conducía con determinación hacia la casa de Fabiola, su mente dando vueltas, tratando de imaginar qué podría haberle dicho a Sofía para hacerla huir así. A su lado, Danilo permaneció en silencio, consciente de la tensión que emanaba de su hijo, aunque listo para apoyarlo en lo que pudiera necesitarlo.Cuando llegaron, Lukas saltó del auto antes incluso de que se d
El día se le hizo largo a Lukas, pese a ello, los preparativos no se detuvieron, a pesar de la ausencia de Sofía, Él siguió como si todo estuviera en orden, como si la ausencia de la novia no fuera más que una pequeña distracción en un evento tan cuidadosamente planificado. Lukas trataba de mantener la calma, aunque la angustia crecía con cada hora que pasaba sin saber de ella. Era difícil concentrarse en los detalles de la boda cuando lo único que quería hacer era buscarla, pero la responsabilidad de mantener el compromiso ante todos aquellos que estaban involucrados en el evento lo mantenía en pie.Marleni y Danilo habían intentado, sin éxito, convencer a Lukas de que se tomara un descanso. Sabían que el estrés y la preocupación lo estaban consumiendo, pero él se negaba a abandonar la esperanza de que Sofía regresara. Cada vez que sonaba el teléfono, cada vez que alguien llegaba, su corazón latía con fuerza, esperando que fuera ella, que volviera, que todo esto no fuera más que un
Lukas detuvo sus palabras en seco, su atención completamente capturada por el sonido del helicóptero que descendía lentamente hacia el jardín. El murmullo de los invitados se convirtió en un susurro inquieto, todos girando la cabeza hacia el cielo, tratando de discernir quién podría estar a bordo. La tensión en el aire era palpable, y Lukas sintió cómo su corazón comenzaba a latir con más fuerza, una mezcla de esperanza y miedo surgiendo en su interior.Marleni y Danilo intercambiaron miradas de preocupación, sin saber qué pensar de la repentina aparición del helicóptero. Lukas se quedó inmóvil, sus ojos fijos en la aeronave mientras esta aterrizaba suavemente en un área despejada del jardín.Cuando las aspas del helicóptero comenzaron a desacelerar, la puerta lateral se abrió, y una figura femenina apareció. Lukas contuvo la respiración, incapaz de moverse o de procesar lo que veía. El cabello de la mujer ondeaba con el viento generado por las hélices, pero cuando finalmente levantó
El jardín, lleno de flores blancas y luces cálidas, estaba listo para la ceremonia. Los invitados se acomodaron nuevamente en sus asientos, emocionados por el desenlace inesperado. Las sonrisas en los rostros de todos reflejaban la alegría que traía el saber que, a pesar de las adversidades, el amor entre Lukas y Sofía había prevalecido.El oficiante, un hombre de mediana edad con una expresión amable, se situó en su lugar, listo para dar inicio a la ceremonia. Lukas y Sofía, aún tomados de la mano, avanzaron hacia el altar. Las miradas de ambos estaban llenas de amor y resolución; sabían que, a partir de ese momento, estarían juntos y nada ni nadie podía separarlos—Estamos aquí reunidos —comenzó el oficiante con voz firme— para celebrar el amor de Lukas y Sofía, quienes hoy han decidido unirse en matrimonio. Este día no solo marca el inicio de su vida juntos como esposos, sino que también demuestra que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo.Sofía miró a Lukas, sus ojos
El sol despuntaba en el horizonte cuando Lukas y Sofía abordaron el avión privado que los llevaría a su luna de miel. Habían decidido pasar dos semanas en una isla paradisíaca del Caribe, lejos de todo y de todos, para disfrutar de sus primeros días como marido y mujer.Mientras se acomodaban en sus asientos, Sofía no pudo evitar soltar una risita.—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Lukas, alzando una ceja.—Nada, es solo que... ¿Recuerdas cuando nos odiábamos? Y ahora míranos, casados y camino a nuestra luna de miel.—Sí, bien dicen que del odio al amor hay solo un paso, y así fue.Cuando aterrizaron en la isla, el cielo era un espectáculo de colores, como una bienvenida a la nueva vida que Lukas y Sofía estaban a punto de comenzar.Aunque exhaustos, estaban emocionados por todo lo que les esperaba. El trayecto desde el aeropuerto hasta la villa donde se hospedaban había sido breve, pero suficiente para que ambos pudieran disfrutar de las primeras vistas del paraíso que les rodeaba. L