Dayana estrechó la mano del hombre al poco tiempo que fue consiente que ya había pasado tiempo de más mirándolo algo extraño, el ambiente entre ellos empezó a sentirse pesado e incómodo así que ella habló sin pensarlo.
— ¿Donde esta Edgar?Aunque no lo noto, la pregunta le salió con un toque de preocupación, cosa que curiosamente incomodo un poco a Alexander, éste se aclaró la garganta y volteo a otro lado.— Se quedará dos horas más aquí encerrado como castigo de mi parte por su comportamiento indebido, espero no te moleste— No... para nada.Ahora Dayana habló de una manera tan distante e insensible que Alexander volteo a verla confundido, en un principio parecía preocupada por su hijo, pero ahora parecía que no le interesaba.— Me imagino que querías verlo, si quieres vamos a casa, puedes esperarlo ahí si gustas— No debería, es demaciado tarde ya— Te puedes quedar en la habitación de invitados, así se pueden ir juntos mañana a clases.El estaba tratando de ver hasta donde llegaba la preocupación y el interés que ella tenía por Edgar ya que se quería quitar la duda que sus anteriores comportamientos le habían causado.Dayana no era tonta así que supo que Alexander estaba midiendo de cierta manera su relación con Edgar, ella se abría negado inventando mil y un excusas pero ya que hace no mucho pensó en la posibilidad de tomar más encerio su relación con Edgar esto podía ser un buen inicio, creando una impresión positiva de ellos ante Alexander el padre de su novio.— Claro me encantaría, si no es mucha molestia claro.— Para nada... vamos...Alexander se hizo a un lado extendiendo el brazo para que Dayana empezara a caminar para después posicionarse a su lado, el era bastante alto a su lado, era una más notorio ya que ella llevaba unos zapatos planos.Al llegar al auto, un hermoso Mercedez negro Alexander le abrió la puerta del copiloto como un gesto caballeroso de su parte, pero Dayana abrió la puerta tracera y lo miro.— Iré en la parte tracera si no le importa.Sin esperarse a su respuesta, se metió y cerró la puerta, Alexander se quedó observando su mano sosteniendo la puerta del copiloto por unos segundos, era la primera mujer que despreciaba su caballerosidad, cerró la puerta y rodeó el auto para ir a casa.El camino fue silencioso, ambos no dijeron palabra alguna, Alexander estaba sumido en sus pensamientos mientras Dayana igual.Ella se preguntaba si había sido buena idea aceptar ir a casa de Edgar, al final de cuentas ya tenía algo de sueño y sería algo grosero de su parte irse a dormir y no esperar despierta la llegada de Edgar.Ya casi eran la 1 a.m. y tendría que levantarse mucho más temprano que todos para irse a casa a cambiarse la ropa para ir a clases. Solo a Edgar se le ocurría ir de fiesta entre semana.Al llegar a la gran casa Alexander salió de el auto con toda la intención de abrir la puerta a Dayana, pero cuando el rodeo el carro para llegar a su puerta ella ya había salido y cerrado.La caballerosidad era un aspecto muy importante para el, pero Dayana parecía no tener aprecio por ello, cosa que hizo sentir a Alexander un poco consternado ante el comportamiento de la chica.Ambos subieron las escaleras para llegar a casa, Alexander presionó los interruptores y la casa se iluminó. Al entrar del lado izquierdo estaba la cocina y la barra, del lado derecho el pasillo a las habitaciones, y derecho estaban la sala y comedor.— Adelante estas en tu casa...Alexander camino al pasillo del lado derecho de las habitaciones, Dayana fue y se sentó en el gran sillón en forma de L, ya había estado ahí en otras ocasiones así que estaba algo familiarizada con el lugar.Se levantó después de unos cuantos minutos y movió ligeramente la cortina para mirar al exterior, por las grandes ventanas de piso a techo.La noche era silenciosa y tranquila, suqnue algo inquietante, empezó a sentir mucho sueño de repente, y se preguntaba si en verdad era necesario todo eso, en estos instantes ya estaría en la comodidad y calidez de su cama más sin embargo estaba en casa ajena esperando por la llegada de un hombre que el 95% del tiempo solo le daba dolores de cabeza.Se empezaron a escuchar ruidos provenientes de alguna habitación del pasillo, Alexander había entrado a la habitacion de invitados para revisar que todo estuviera en orden y la novia de su hijo de la cuál desconocía su nombre, tuviera a la mano cualquier cosa de uso básico que llegara a necesitar.Cuando Dayana escucho los pasos de Alexander acercándose ella dejó de ver por la ventana y se encaminó a su encuentro, el hiba llegando a la sala cuando ella también caminaba hacia el.Dayana ya tenía mucho sueño y se sentía cansada así que esperaba poder ir a recostarse por lo menos un rato antes de que llegara Edgar; ella olvidó por completo que había un pequeño escalón que dividía el área de la cocina y la sala así que sin más tropezo con el.Como Alexander ya estaba cerca, ella al no tener nada cercano para sujetarse más que Alexander se sujetó a las caderas de este pero aún así calló de rodillas al piso de madera.Alexander no supo cómo reaccionar ya que todo fue tan rápido y ni siquiera alcanzó a meter las manos para sujetarla, en un abrir y cerrar de ojos la chica venía hacia el y ahora ella estaba de rodillas frente a el.El ambiente empezó a cargarse de electricidad que cosquilleaba por sus cuerpos, Dayana estaba atónita mirando el suelo, reprendiendose mentalmente por su patético acto de torpeza.Al levantar el rostro se topó con la mirada abrazadora y ardiente de Alexander, sintió un cosquilleo que le recorrió el cuerpo; cuando por fin logró reaccionar ante la situación Dayana se dio cuenta que su rostro estaba muy cerca de la entrepierna del hombre.Ahogada en la vergüenza Dayana se levantó de un brinco casi casi, pero sus rodillas estaban algo adormiladadas por el reciente impacto así que se tambaleó de nuevo un poco.Esta vez Alexander reaccionó rápido y la tomo en brazos pero Dayana dio un brinco para apartarse de su cercanía.— Lo lamento tanto, había olvidado que ese escalón estaba ahíPara Dayana esto era lo más vergonzoso que había experimentado en su vida, su rostro ardía de la vergüenza, era incapaz de ver a Alexander a la cara.— Descuida... tu habitación es la última del pasillo... permiso tengo algo que hacer... Alexander salió huyendo del lugar, Dayana cerro los ojos con fuerza, su idea de tener una buena impresión ante ese hombre estaba echa añicos, temía que lo abría echo enojar por la manera tan tosca y rápida en que le respondió, así que se dio la vuelta para irse a su habitación.Pero todo lo contrario a lo que Dayana pensaba, Alexander entró a su habitación que era la única del otro lado al frente de la sala, su corazón palpitaba de un manera tan acelerada que empezó a temer que le diera un paro cardíaco, desabotono algunos botones de su camisa por la parte del pecho ya que sentí
Dayana estaba en el suelo sentada abrazando sus piernas, tenía la mirada fija en la pared, de al frente, tenía una mirada tranquila y una actitud serena. Alexander sintió pena por ella y se preocupó ya que esa actitud de ella no la esperaba, así que asumió que solo trataba de reprimir la tormenta que se estaba desatando en su interior.— Yo.. lo siento mucho, si quieres ir y encarar a ese desgraciado yo...— No se preocupe, no es necesario llamare a un taxi para que venga por mi.— No, espera deja me cambio rápido yo te llevaré a tu casa no me tardoAlexander camino rápidamente hacía su habitación, Dayana seguía estática sin moverse, su cuerpo se sentía pesado, decir que dentro de ella se desataba una tormenta era poco, en su interior había todo tipo de desastres naturales azotando todo su ser. Con pesar se levantó del suelo, tomo su pequeño bolso que había dejado en el sillón, risas provenientes del pasillo por el que Edgar acababa de desaparecer la hicieron voltear, sonrió con amar
Alexander negó con la cabeza al darse la vuelta hacia el pequeño cañonero al lado de su cama; abrió el cajón y sacó un preservativo que le arrojó al piso a los pies de Edgar. — Eses un bastardo sinvergüenza lo sabías...Alexander lo miraba mal, pero Edgar lo ignora simplemente, con una sonrisa de tonto de agacho para tomarlos.— Porfavor... como si tu no te metieras con varias mujeres. — No teniendo novia idiota, en que comparas. — Nunca has tenido una novia.. por favor no descargues tus frustraciones contra mi, no es mi culpa que te tuvieras que casar joven con mi madre y no pudieras disfrutar de tu juventud como se debe. Gracias y adiós Edgar salió de la habitación aparentemente molesto; Alexander lo miró mal en todo momento hasta que desapareció cerrando la puerta. Su mal humor se disipó rápidamente al escuchar el sonido de una puerta de madera abrirse, era Dayana quién estaba saliendo del armario con la mirada agachada; para Alexander engañar a un mujer era la peor de las baj
Alexander le impresionó ver que ella se levantó de repente ni siquiera le dio tiempo de reaccionar cuando Dayana lo tomó del cuello para hacerlo inclinarse y besarlo. Tal acción lo tomó por sorpresa, el tenia los ojos abiertos miro a Dayana, ella tenía los ojos cerrados así que se dejo llevar, los labios de ella eran suaves y delicados; su beso empezó a hacerse más profundo, más ansioso, Alexander bajo sus manos hacía su diminuta cintura, ella quitó sus manos de su cuello y empezó a desabonotar su camiseta sin separar sus labios, justo cuando Dayana puso sus manos sobre su pecho una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de Alexander, enviándole una señal de alerta, ante eso el se separó de ella. Dejo una distancia algo corta entre ellos, ambos respiraban con dificultad; apesar de acabar de salir de la ducha Alexander empezó a experimentar ese calor de nuevo, pero antes de que el deceo lo cegara hizo uso de la poca cordura que le quedaba. — ¿Qué haces? Tu.. eres la novia de mi hijo
Era muy temprano en la madrugada cuando Dayana se despertó, a su lado estaba Alexander profundamente dormido boca abajo, ella abrió mucho los ojos al mirar las marcas rojizas que sus uñas habían dejado en la espalda de el; se sintió culpable pero no era momento de disculparse con el, se levantó de la cama para cambiarse, tomo sus cosas y se fue. ...Cuando Alexander despertó ya era muy tarde, el sol se había colado por un extremo de la cortina y este le estaba dando en la cara solo por esa razón se desperto; se sentó en la cama, sentía su cuerpo algo adolorido, recordó rápidamente la noche anterior así que se giró en busca de Dayana, pero a su lado solo estaban sabanas vacías. Se empezó a tallar la frente cuando de repente, su celular empezó a sonar, lo agarró de al lado de la mesita de noche y se lo llevó al oído. — ¿Diga?— Alex querido ¿Como estas? ¿Vaz despertando apenas? .– la voz suave de una mujer mayor se escuchó al otro lado de la línea, Alexander se recompuso de inmediato
Por un segundo la mente de Alexander empezó a reproducir las escenas guardadas en su mente de la noche anterior, al revivir dentro de su cabeza todo su piel de erizo totalmente. — ¿Y bien... que era eso que querías decirme? .– Al hablar Edgar hizo caer de nuevo en la realidad a Alexander quién sacudió la cabeza y bebió de su vino.— Mi madre habló esta mañana para invitarnos a una reunión que dará este sábado por su cumpleaños, eres bien venido si gustas ir— Claro que iré, esa mujer da buenas fiestas y sirve alcohol de primera tendré que llevar a una chica muy bonita para impresionar a los primos.— Olvidate de llevar a alguna de tus amantes, la única mujer que permito que se integre a la fiesta es tu novia nada más... Referirse a esa chica como la novia de Edgar le dejaba a Alexander un mal sabor de boca, pensó que verla en la fiesta era una buena opción para ver con sus propios ojos y cerciorarse si ella estaba bien ya que no podía estar llendo todos los días a la universidad, an
Edgar no podía creer que Dayana le había dicho que si iría con el, y estaba lejos de estar contento. La última vez que invito a Dayana a un restaurante a comer dejo mucho que decear en tanto su aspecto, estaba seguro que sería la brula de sus familiares si llegaba con Dayana de la mano, podía asegurar que la mujer era capaz de irse en pantalones de dormir y tenis con tal de molestarlo, giro los ojos y se fue molesto a su auto. ... Al llegar Dayana a su casa no tardo en llegar un mensaje su celular con la hora y dirección de la fiesta seguido de un largo mensaje de Edgar diciéndole que lo lamentaba pero no podía pasar por ella, pero la esperaba en el lugar; Ella sonrió divertida ya que esperaba eso de el. La fiesta daría inicio a las tres de la tarde, así que tenía el resto de ese día para ir a comprar vestido, zapatos, accesorios, contratar maquillista quien la peinara y reservar un auto de lujo que la llevara, la familia Escalante eran un grupo muy adinerado de la cuidad todo mund
Al llegar a ella la tomo de el brazo haciéndola caminar más despacio, Leonel era un hombre alto de complexión ejercitada, Dayana llevaba botas de tacón así que estaban al mismo nivel, el se acercó a su oído. — ¡¿Que demonios hiciste hermana?!El le hablo muy bajo con los dientes apretados, Dayana se liberó de su agarre, acomodo su ropa y entro a una tienda de vestidos. — Estaba enojada, quizás me dejé llevar solo un poco, después me sentí un poco mal por lo que hize pero lo pensé bien y Edgar se lo merecía ¿O que? te pondrás de su lado...— Claro que no pero Dayana... te metiste con su padre, ¡Su padre!... yo podía molerlo a golpes si querías pero tu no tenías porque entregarte a alguien así...Leonel se sentía el peor hermano del mundo, no podía creer que el dolor y desesperación de su hermana en verdad era tanto que la llevó a hacer algo que ella en sus 5 sentidos jamás hubiera echo, el sabía perfectamente que Dayana era una mujer reservada, no criticaba su manera fría y dura de s