Era muy temprano en la madrugada cuando Dayana se despertó, a su lado estaba Alexander profundamente dormido boca abajo, ella abrió mucho los ojos al mirar las marcas rojizas que sus uñas habían dejado en la espalda de el; se sintió culpable pero no era momento de disculparse con el, se levantó de la cama para cambiarse, tomo sus cosas y se fue. ...Cuando Alexander despertó ya era muy tarde, el sol se había colado por un extremo de la cortina y este le estaba dando en la cara solo por esa razón se desperto; se sentó en la cama, sentía su cuerpo algo adolorido, recordó rápidamente la noche anterior así que se giró en busca de Dayana, pero a su lado solo estaban sabanas vacías. Se empezó a tallar la frente cuando de repente, su celular empezó a sonar, lo agarró de al lado de la mesita de noche y se lo llevó al oído. — ¿Diga?— Alex querido ¿Como estas? ¿Vaz despertando apenas? .– la voz suave de una mujer mayor se escuchó al otro lado de la línea, Alexander se recompuso de inmediato
Por un segundo la mente de Alexander empezó a reproducir las escenas guardadas en su mente de la noche anterior, al revivir dentro de su cabeza todo su piel de erizo totalmente. — ¿Y bien... que era eso que querías decirme? .– Al hablar Edgar hizo caer de nuevo en la realidad a Alexander quién sacudió la cabeza y bebió de su vino.— Mi madre habló esta mañana para invitarnos a una reunión que dará este sábado por su cumpleaños, eres bien venido si gustas ir— Claro que iré, esa mujer da buenas fiestas y sirve alcohol de primera tendré que llevar a una chica muy bonita para impresionar a los primos.— Olvidate de llevar a alguna de tus amantes, la única mujer que permito que se integre a la fiesta es tu novia nada más... Referirse a esa chica como la novia de Edgar le dejaba a Alexander un mal sabor de boca, pensó que verla en la fiesta era una buena opción para ver con sus propios ojos y cerciorarse si ella estaba bien ya que no podía estar llendo todos los días a la universidad, an
Edgar no podía creer que Dayana le había dicho que si iría con el, y estaba lejos de estar contento. La última vez que invito a Dayana a un restaurante a comer dejo mucho que decear en tanto su aspecto, estaba seguro que sería la brula de sus familiares si llegaba con Dayana de la mano, podía asegurar que la mujer era capaz de irse en pantalones de dormir y tenis con tal de molestarlo, giro los ojos y se fue molesto a su auto. ... Al llegar Dayana a su casa no tardo en llegar un mensaje su celular con la hora y dirección de la fiesta seguido de un largo mensaje de Edgar diciéndole que lo lamentaba pero no podía pasar por ella, pero la esperaba en el lugar; Ella sonrió divertida ya que esperaba eso de el. La fiesta daría inicio a las tres de la tarde, así que tenía el resto de ese día para ir a comprar vestido, zapatos, accesorios, contratar maquillista quien la peinara y reservar un auto de lujo que la llevara, la familia Escalante eran un grupo muy adinerado de la cuidad todo mund
Al llegar a ella la tomo de el brazo haciéndola caminar más despacio, Leonel era un hombre alto de complexión ejercitada, Dayana llevaba botas de tacón así que estaban al mismo nivel, el se acercó a su oído. — ¡¿Que demonios hiciste hermana?!El le hablo muy bajo con los dientes apretados, Dayana se liberó de su agarre, acomodo su ropa y entro a una tienda de vestidos. — Estaba enojada, quizás me dejé llevar solo un poco, después me sentí un poco mal por lo que hize pero lo pensé bien y Edgar se lo merecía ¿O que? te pondrás de su lado...— Claro que no pero Dayana... te metiste con su padre, ¡Su padre!... yo podía molerlo a golpes si querías pero tu no tenías porque entregarte a alguien así...Leonel se sentía el peor hermano del mundo, no podía creer que el dolor y desesperación de su hermana en verdad era tanto que la llevó a hacer algo que ella en sus 5 sentidos jamás hubiera echo, el sabía perfectamente que Dayana era una mujer reservada, no criticaba su manera fría y dura de s
Por su parte Dayana estaba viendo por las tiendas en las que pasaban cuando de repente Leonel la tomó de la mano, le pareció extraño y empezó a caminar más lento ya que pensó que el quería decirle algo y esa era la razón por la que lo hizo, pero el empezó a apretar con fuerza su mano.— Leo ¡Que traes tonto! Me lastimas.– Ella se detuvo de golpe y volteo a ver molesta a Leonel.— Hay un hombre en una tienda al frente del otro lado que te estaba viendo.Dayana estaba mirando fijamente a Leonel, como llevaba las gafas solo levantó la mirada para que ese hombre del que hablaba su hermano no se fuera a dar cuenta que levantó el rostro y lo miró, Dayana se puso algo tensa y su corazón empezó a latir con fuerza cuando lo vio.— Si te refieres a el que está frente a la joyería es el padre de Edgar...— ¿¡Que?! Pero acaso lo tuvo a los 10 años... ¡No es un viejo! Ese hombre está muy joven, ya veo porque andas tan sacada de la pena... — Ooo ya cállate... Dayana le dio un tirón al cabello reb
Conforme Dayana iba subiendo las escaleras el corazón de Alexander empezaba a latir cada vez más rápido, se llevó la mano al pecho y lo miro con molestia, no entendía porque de repente empezaba a comportarse de esa manera ante aquella hermosa mujer.Cuando Dayana levanto la mirada y vio a Alexander parado su corazón también empezó a latir con fuerza y comenzó a sentirse nerviosa solo que al contrario de el, ella era una experta en ocultar emociones; cuando sus miradas se cruzaron era inevitable no notar el toque de emoción y nerviosismo de Alexander al verla, pero los ojos verdes de Dayana eran fríos cubiertos por una cortina oscura que impedía ver hacia el otro lado. — Dayana... que gusto verte— Señor Escalante.– Dayana asintió con la cabeza en forma de saludo, el arrugó la frente.— No creo que sea necesaria tanta formalidad entre nosotros no crees... Después de lo que había pasado entre ellos, apesar de que se conocían poco por no decir nada el sintió algo extraño cuando ella se
Estando en la mesa de postres Dayana tomo una fresa con chocolate y se la llevo a la boca, se cubrió con una mano para masticar.— Esta muy rico, la fresa dulce y el chocolate muy suave.– Dijo ella sonriendo.— Te dije que te gustaríaContesto el satisfecho, a su lado paso un mesero con copas de champagne, el tomó dos y tendió una a Dayana, ella la agarró sin protestar, le dio un ligero trago, tenía un sabor suave y burbujeante; a Alexander lo carcomia la curiosidad de saber que estaba pensando en la relación entre ella y Edgar así que sin más decidió abordar el tema. — Creí que tu y Edgar habían terminado.– Dayana lo volteo a ver y levanto una ceja.— ¿Asi? ¿Qué te hace pensar eso? — Bueno con lo que paso la otra noche... entre ustedes, tu y yo... además de que te mire en el centro comercial ayer tomada de la mano con otro chico.Dayana empezó a jugar con su champán dándole vueltas en la copa mientras la observaba, sonrió ligeramente y respondió.— Bueno nose porqué mencionas lo qu
Dayana se moría por marcharse de la fiesta, pero para su mala suerte no había mirado a Edgar por ningún lado así que no podía irse sin tener su objetivo realizado, Alexander se dio cuenta rápidamente que después de el encuentro con aquel hombre su buen humor se esfumó y ahora tenía una cara de molestia en el rostro. — Si ese tipo te hizo algo puedes decirme... yo encantado de patearle el tracero no tengo idea que le miro mi prima a un hombre tan mayor como ese. — La fortuna que le robó a su ex esposa posiblemente.Alexander no dijo más pero dado por el comentario de Dayana ella conocía mejor de lo que pensaba a aquel hombre, llegó a pensar que quizás ellos habían tenido una relación en el pasado que no terminó nada bien, de repente Georgina llegó nuevamente con ellos. — Dayana hola, perdón que los moleste pero quiero presentarte a mi hermana SusanDayana quito la mala cara que tenía rapidemente y la remplazó por una sonrisa, Susan la hermana de Georgina y tía de Alexander era prác