Capítulo 102

No era fácil descansar en la finca de los Ferreti. En total había nueve pequeñines que iban y venían por la casa, se peleaban, reían, gritaban, daban tumbos y tiraban jarrones y platos. Los perros ladraban mucho persiguiendo a los chiquitines y el papá de Gina se alucinaba un gran inventor. Hacía carros de madera que no se movían, cocinas de tablas y carbón que no encendían y el hermano piloto de carros de carrera, contaba hasta con tres automóviles que gustaba oírlos rugir, afinándolos a toda hora, atronando la casa entera.

-Espero no te incomode mucho la bulla-, me decía riéndose Gina. Ella y Maggi se entretenían jugando tenis en la cancha que estaba al lado de la piscina y se la pasaban mucho tiempo dándose raquetazos.

Ashley y Heather también disfrutaban de la finca, correteando a los perros, ayudando a la mamá de Gina en la cocina, lavando ropa o simplemente cuchicheando en el porche hasta muy noche. La única que estaba aburrida era yo.

De remate Marcial paraba siempre ocu
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