Vanessa.Las ocho en punto marcaba el reloj de su móvil cuando aparco el coche en la acera frente a un complejo de apartamentos para ricachones.Para muy mala suerte, Annette su tía, le había pedido entregar un documento importante a su hija, Katia.No soportaba a la estirada de su prima, desde que Vanessa quedo huérfana y sus tíos pasaron a ser tutores legales de ella, Katia había adquirido una enfermiza rivalidad. Todo tenía que hacerlo mejor, las calificaciones en el colegio, el círculo de amigos más grande, las fiestas más bonitas, absolutamente todo era una competencia.Vanessa pensaba que el tiempo se llevaría aquella estupidez consigo, comprobó que estaba equivocada a los dieciséis años. El chico del que se enamoró, y el cual fue su primer novio, se transformó en el detonante cuando una tarde los encontró teniendo sexo en su propia habitación. Desde ese día Katia se llevaba a la cama a cualquier chico que llamara el interés de su prima.A los dieciocho años heredando el dinero
Capítulo 0.2Vanessa.Llegó a su departamento con un humor de perros, azotó la puerta con fuerza descargando un poco de su rabia con el objeto inanimado que de nada tenía la culpa.Las llaves del coche fueron a parar con un repiqueteo encima de la mesita de cristal del recibidor.Suspirando se lanzó sobre el sofá de tres cuerpos masajeandose las sienes con los ojos cerrados.—Wow....wow... es careto de parca, no es buena señal.Sintió el lugar a su lado hundiéndose bajo el peso de Nina. La única amiga de la Universidad, que Katia no había podido arrebatar de su lado.Morena de un metro setenta, brasileña, con gusto extraño por lo extravagante, el color rosa y más energía que una lata de Red Bull.—Cuéntame. ¿Qué ha hecho esa perra pelirroja, para que te cargues el aura de un sicario?.—No me la encontré.— bufo, abriendo los ojos para observar el rostro estupefacto de su amiga. — Me abrió la puerta su novio, un tío cachas de dos metros lleno de tatuajes y con un libido más alto que la
Capítulo 0.3Juegos Prohibidos.Vanessa.Que alguien la golpeara, muy fuerte en el rostro.No podía creer lo que había escuchado, tenía frente a sus ojos a uno de los hombres más ricos del país, su maldito socio.Vanessa poseía gran parte de las acciones en el Buffet, mucho más sustanciosas que las de sus tíos. Tenía a alguien trabajando allí en su lugar, hasta que su carrera terminara y ella misma pasará a formar parte del equipo.Maldición, ya no estaba tan segura de trabajar allí.No con la tentación que posaba frente a sus orbes mirandola con diversión y deseo.Tuvo que carraspear una vez para darse la fuerza suficiente y no continuar mirando al hombre como si tuviera tres ojos en el rostro o quizás dos cuernos de carnero le quedaría de puta madre.—Es un gusto conocerlo.Mentira.El pareció adivinar el rumbo de sus pensamientos, dedicándole una sonrisa divertida que bailoteo en sus orbes.A su lado Katia colocó una posesiva mano en el trabajado músculo de su antebrazo. Vanessa en
Capítulo 0.4 Vanessa. Nunca podría acostumbrarse a la forma en que el la miraba, como si fuera una diosa renacida, alguien a quien venerar y desear. Tubo que volver a recordarse quien era ese hombre y a quien pertenecía. —Buenos días. El saludo salió tenso, sus piernas dos palitos de gelatina que parecían no poder mantenerla en pie. Jack le dedico una mirada de arriba hacia abajo, una mirada pausada, tomándose el tiempo suficiente sin tener vergüenza. Vanessa tubo la impresión de que cada rincón que aquellos ojos recorrían, unas manos invisibles la acompañaban, calentando hasta el lugar más frio y escondido de su ser. —Buenos días. Se sentía de una manera extraña a su alrededor, ansiosa, le cosquillaba el estomago. Como cuando era adolecente y algún muchacho la tenia loca. Se sentó en la silla frente a el, bajo la mirada más dominante que había visto en su vida. Sus pensamientos se fueron por una senda equivocada, preguntándose si aquel hombre seria así de pasional y dominante
Capitulo 0.5vanessaDecidieron marcharse del Mc Donalls al momento justo en el que se dieron cuenta como la parte delantera del local comenzaba a llenarse de mujeres y hombres con cámaras.Estos intentaron ubicar los aparatos hacia arriba, con el afán de tomarles una foto atraves del cristal.—Malditos buitres.Fue el único susurro de Jack antes de levantarse de la mesa tomándola de la mano, arrastrándola rumbo a las escaleras.Vanessa dirigió una mirada hacia la hamburguesa a medio comer, un puchero surco sus labios.Bajaron deprisa, como si estuvieran haciendo algo malo.—Disculpe, ¿Tiene una puerta trasera?.Una de las muchachas del mostrador los miro como si tuvieran un tercer ojo saliendo de sus frentes. Los mofletes redondos coloreándose de un color carmín al divisar el espécimen masculino que tenia enfrente.Vanessa sintió empatía hacia la muchacha, ella misma reaccionó así cuando lo tenia enfrente.—S..Si..Cla..Claro. — Se aclaro la garganta. — Acompañame.Siguieron a la much
Capitulo 0.6Vanessa.Las cosas pasaron demasiado rápido como para poder captarlas al instante, en un segundo tenia a Jack pegado a ella y al otro, en cuanto abrió los ojos, aquel hombre se había tele transportado a una distancia considerable.Intento disimular, colocar una expresión que no fuese tan evidente.Fallo en el intento, girándose hacia el casillero con rapidez, fingiendo buscar la carpeta que ya tenía en las manos.—Hola.La voz de Katia resonó por la habitación como un yunque de culpa cayendo sobre su espalda, haciéndola perder el aliento.—Te he dicho que no me gusta que vengas sin avisar.No pudo pasar por el alto el tono filoso en la voz de Jack, aquella tonalidad ronca y sensual había sido remplazada por una frialdad que nunca antes había escuchado en él.Sintió la tensión en el aire, la mirada de Katia haciendo agujeros en su espalda. Dio una respiración onda, llenándose de valor antes de dar la cara.Con lentitud giro sobre sus talones, creyendo que todo lo que había
Vanessa.Los primeros minutos dentro de aquel coche fueron abrumadores, Jack parecía estar demasiado metido en pensamientos cabrones y ella no podía dejar de sentir un aro de culpa envolviéndola.Se reprendía mentalmente por lo que estuvo a punto de hacer, sin embargo, por más que buscara no encontraba ni una gota de arrepentimiento en su interior. Más bien orgullo herido al saber que podría convertirse en lo que tanto odiaba. Su prima.La mujer que existiendo un centenar de pollas en el mundo, parecía tener predilección por las que Vanessa elegía saborear.—¿En qué estás pensando?La voz de Jack la saco de sus pensamientos tan repentinamente que pego un sobresalto.—Me gustaría saber en que estas pensando tu, ya que pareces querer estrangular el volante con las manos.Dio un vistazo a dichas manos, blanquecinas por la fuerza ejercida sobre aquel objeto inanimado que de nada tenia la culpa.Una risa estrangulada, como el volante, salió de entre los labios del semental.Observo como po
Capítulo 0.8Vanessa.Eran las siete en punto cuando un hermoso deportivo freno frente a ella frunció el ceño confuso hasta que la ventanilla del copiloto fue bajada dejando entrever el rostro de su peor pesadilla.— ¿Nuevo coche?Murmuro, entrando por la puerta que fue abierta para ella. Le tendió un vaso de café recién salido de la máquina.—Este es más adecuado para ir a interrogar familias.Estaba más que de acuerdo con aquellas palabras.—¿Por dónde comenzamos?Coloco las carpetas encima de sus piernas, tomando un sorbo de café. Jack comenzó a manejar totalmente concentrado en la carretera, no pudo evitar mirarlo, analizar la pose segura como el volante tapizado en cuero se deslizaba entre sus manos varoniles.Su entrepierna se humedeció, ¿Desde cuando la excitaban los hombres manejando?. Desde que un demonio de orbes depredadores lo hacia.—No pude dormir por unas horas en la noche, buscando las direcciones familiares de las victimas. Iremos a casa de los padres de Michelle una