Juegos Prohibidos. Capítulo 0.9 Vanessa. El resto del día se lo pasaron de casa en casa, interrogando a las familias. Recibiendo la misma respuesta que obtuvieron con los padres de Michelle; Un famosos centro Abortivo clandestino, donde una mujer joven les ofrecía otra opción con su embarazo a cambio de dinero y su silencio. Vanessa estaba simplemente conmocionada cuando salieron del último hogar, una parte de ella gritaba de alegría ya que tenían suficiente evidencia a la que aferrarse. Otra parte, sentía un dolor inmenso por aquellas jovencitas y la decisión que tuvieron que tomar guiadas por la pobreza. —¿Qué haremos ahora? El sol se estaba ocultando por el horizonte cuando entraron al coche de un Jack pensativo, pleno crepúsculo nocturno y la sombra de este parecía caer sobre el caso que tenían entre manos. —Ahora tendremos que avisarle a la policía, este caso tiene demasiadas cosas involucradas. La Señora Leblanc se enfrentará a varios años de prisión si lo que hemos aver
Capítulo 1.0 Vanessa. Al entrar a su casa Nina ya se encontraba allí, asesinando una rodaja de pizza con sus dientes., tenía la mirada perdida como si su peor enemigo se encontrara en el pedazo de masa, salsa y queso que se encontraba en sus manos. —¿Mal día? Sonrió, desparramándose en una de las sillas del comedor. Sintió el peso del mundo en sus hombros aplastándola. Necesitaba un baño rejuvenecedor junto con una tila para poder dormir en la noche. —De mierda. Los orbes de Nina se clavaron en ella, no tenían una gota de esa efervescencia que la caracterizaba. Vanessa decidió hacer de terapeuta, después de todo no sería la primera ni la última vez que adoptaba ese papel. —Cuéntame, ¿Quién ha sido el cacas que te trae con mal careto? Tomo un trozo de pizza entre los dedos, dándole un buen mordisco. Agradeciendo las grasas malas que seguramente querrían amoldarse en su vientre plano. —Hoy ha sido mi primer día como secretaria en la corporación inmobiliaria. — Gruño, dándole ot
Capítulo 1.1 Vanessa. Se encontraba acostada en el lecho, después del cotorreo intenso que había llevado a cabo con Nina, estaba exhausta físicamente. Sin embargo, el cerebro suyo no paraba de funcionar sumiéndola en un insomnio contradictorio. Tenía los orbes clavados en la mesita de luz, donde las llaves de su coche parecían brillar en medio de la penumbra de la habitación. Si pudiera relatar el dilema interno, diría que en sus hombros una Vanessa Angelicál y Otra Demoníaca mantenían una discusión. La versión angelical ordenándole que durmiera de una m*****a vez y no hiciera nada imprudente. La versión demoníaca que agarrara las m*****as llaves y saliera cagando leches hacia la morada de la señora Leblanc. ¿Qué pretendía descubrir yendo al lugar?, ni ella misma lo sabía era más como un presentimiento. Dio mil vueltas en la cama hasta que no aguanto más la curiosidad, levantandole a hurtadillas, colocando un chándal viejo y una sudadera. Tomo las llaves del coche saliendo lo má
Capítulo 1.2Vanessa.Llegaron a la casa cuando el reloj marcaba las tres, solo de pensar que en cuatro horas tenia que estar en la oficina, viendo la cara del hombre por el que se sentia tracionada, no tenia ganas de despertar en un largo rato.Pero primero para despertar tenía que dormirse, cosa imposible. Su mente no le daba tregua pensando una y otra vez. Preguntandose el motivo por el que Jack se comporto de esa forma.Cuatro y veinticinco marcaban las agujas cuando sintió el timbre en su puerta. El corazón comenzó a latirle con rapidez. Espero varios segundos hasta que el sonido volvio a resonar por todo el apartamento.Se levanto con rapidez, encontrando a Nina en el pasillo con cara de dormida,一¿Quién carajos a estas horas?.Fue un susurro leve ante la insistencia de la persona del otro lado. Vanessa se encogió de hombros acercandose a la puerta para mirar por el pequeño orificio.Un rostro angelical, medianamente distorsionado por el angulo de la mirilla, la dejo tiesa en su
Capítulo 1.3Vanessa.De más está decir que no durmió en toda la noche, dando vueltas en la cama, sin poder pensar en otra cosa que no fuera el tacto de su demonio personal.Ardía de deseo por él, se quemaba, y lo odiaba por ello. —Alguien no se ha levantado con el coro de los ángeles hoy.Fulmino a Nina con una mirada que no le hizo ni mella, la expresión juguetona de su amiga no la borraría ni un desastre natural.—Me alegra que alguien lleva su vida viento en popa.Le dio un sorbo al café, agradeciendo la cafeína a la que se había vuelto adicta, con el humor que se cargaba y sin su café, madre mía, que se aprontara el mundo para el apocalipsis.—La solución a todos tus problemas es algo llamado “Polvo” – Chasqueo la lengua. —Con el novio de tu prima, valga la redundancia.—Nina, cariño, déjame al menos saborear mi café sin querer estrangularte.La susodicha saqueo la lengua, pintandose las uñas de los pies de color rosa chillon. Vanessa frunció la nariz ante el olor de la bendita c
Vanessa.Las ocho en punto marcaba el reloj de su móvil cuando aparco el coche en la acera frente a un complejo de apartamentos para ricachones.Para muy mala suerte, Annette su tía, le había pedido entregar un documento importante a su hija, Katia.No soportaba a la estirada de su prima, desde que Vanessa quedo huérfana y sus tíos pasaron a ser tutores legales de ella, Katia había adquirido una enfermiza rivalidad. Todo tenía que hacerlo mejor, las calificaciones en el colegio, el círculo de amigos más grande, las fiestas más bonitas, absolutamente todo era una competencia.Vanessa pensaba que el tiempo se llevaría aquella estupidez consigo, comprobó que estaba equivocada a los dieciséis años. El chico del que se enamoró, y el cual fue su primer novio, se transformó en el detonante cuando una tarde los encontró teniendo sexo en su propia habitación. Desde ese día Katia se llevaba a la cama a cualquier chico que llamara el interés de su prima.A los dieciocho años heredando el dinero
Capítulo 0.2Vanessa.Llegó a su departamento con un humor de perros, azotó la puerta con fuerza descargando un poco de su rabia con el objeto inanimado que de nada tenía la culpa.Las llaves del coche fueron a parar con un repiqueteo encima de la mesita de cristal del recibidor.Suspirando se lanzó sobre el sofá de tres cuerpos masajeandose las sienes con los ojos cerrados.—Wow....wow... es careto de parca, no es buena señal.Sintió el lugar a su lado hundiéndose bajo el peso de Nina. La única amiga de la Universidad, que Katia no había podido arrebatar de su lado.Morena de un metro setenta, brasileña, con gusto extraño por lo extravagante, el color rosa y más energía que una lata de Red Bull.—Cuéntame. ¿Qué ha hecho esa perra pelirroja, para que te cargues el aura de un sicario?.—No me la encontré.— bufo, abriendo los ojos para observar el rostro estupefacto de su amiga. — Me abrió la puerta su novio, un tío cachas de dos metros lleno de tatuajes y con un libido más alto que la
Capítulo 0.3Juegos Prohibidos.Vanessa.Que alguien la golpeara, muy fuerte en el rostro.No podía creer lo que había escuchado, tenía frente a sus ojos a uno de los hombres más ricos del país, su maldito socio.Vanessa poseía gran parte de las acciones en el Buffet, mucho más sustanciosas que las de sus tíos. Tenía a alguien trabajando allí en su lugar, hasta que su carrera terminara y ella misma pasará a formar parte del equipo.Maldición, ya no estaba tan segura de trabajar allí.No con la tentación que posaba frente a sus orbes mirandola con diversión y deseo.Tuvo que carraspear una vez para darse la fuerza suficiente y no continuar mirando al hombre como si tuviera tres ojos en el rostro o quizás dos cuernos de carnero le quedaría de puta madre.—Es un gusto conocerlo.Mentira.El pareció adivinar el rumbo de sus pensamientos, dedicándole una sonrisa divertida que bailoteo en sus orbes.A su lado Katia colocó una posesiva mano en el trabajado músculo de su antebrazo. Vanessa en