AIDENTodo me da vueltas, en especial luego de haberle confesado algo íntimo a Kaira, y ahora esto, Lilibeth, debí suponer que no se quedaría con la respuesta de anoche, cuando me dijo que ella y su familia querían visitarme, pensé que estaba loca, le dije mil veces que no y ahora la tengo estrangulándome.—No respiro —me quejo.—Oh, lo siento —se aparta de mí y sus ojos se cristalizan—. Creo que me he emocionado.Asiento. Bajo la mirada y noto su redonda barriga.—Te ves muy bien —anuncia.—Y tú muy… redonda.—No acabas de decir eso —pone las manos en jarras.—Vaya, por fin nos volvemos a encontrar.Oliver Strong se acerca y me tiende la mano.—El campeón mundial —le estrecho—. Es un honor.Asiente, es raro vernos y hablarnos de este modo, luego de todo lo ocurrido, pero ya no hay negatividad entre los dos, y al parecer Lilibeth está feliz, sonriente de que los dos hombres más importantes de su mundo están en paz.—¿Mami, podemos pasar?Desciendo la mirada y veo al pequeño Cole, ni s
AKINLa sangre salpica los puños de mi halcón negro, siento que si no hago esto, nunca voy a poder sacarle de la cabeza a esa chica que se le metió en el sistema como un maldito virus, uno que está acabando con el buen juicio de mi hijo Uriel y con la poca paciencia con la que nací.—Padre.Ordeno que lo sigan golpeando, me ha hecho enfadar, iba a irme tranquilo, pero me entero que hace una fiesta sin mi consentimiento, no solo eso, intenta dejar en vergüenza a Aiden King cuando lo único que hizo, es aparentar ser un imbécil.—Más —demando mientras fumo mi puro.La mafia italiana no es un juego, tampoco se trata de parecer débiles y descuidados como él ya nos dejó.—Padre, escucha.Levanto la mano para detener el golpe y esta vez soy yo quien se arremanga las mangas de mi camisa, sin soltar el puro en mi boca. Muevo el cuello con estrés hasta que me paro frente a él.Suelto la primer patada que le da directo en el estómago, se lo advertí, le dije que no me embarrara en esto, que no se
AIDENCuando termino de leer la nota de Kaira, es cuando comprendo el enorme error que he cometido, y cuan estaba el lo cierto Lilibeth, ni siquiera me doy cuenta de que estoy paralizado, de no ser porque Xander toca mi hombro.—Aiden.Salgo de mi ensimismamiento.—¿Dónde está Kaira? —pregunta y le doy su estúpida nota.—Revisa las cámaras de seguridad, pon a tus hombres a trabajar, iré a buscarla.Me visto rápidamente, siento como si poco a poco me estuvieran arrancando algo de la vida, la tonta entendió mal, ella pensó que lo que le dije a Lilibeth era la verdad, y no es, pero para ella, no para mi amiga, joder.Bajo las escaleras rápidamente cuando me encuentro con la pequeña Colette corriendo, se tropieza y siento que el pasado me golpea fuerte, porque ella se parece tanto a Lilibeth cuando era niña, por un segundo creo que va a llorar.Pero no, solo se levanta y me sonríe, es tan contagiosa que le regreso el gesto.—Tío Aiden —balbucea lento.Me pongo en cuclillas y no me resisto
KAIRACuando salí de la casa de Aiden porque no podía estar bajo el mismo techo que la chica que ama, pensé que las cosas iban bien, que todo mejoraría, mi plan era sencillo, encontrar un boleto de avión con el dinero que me quedaba, regresar a Alemania y tratar de vivir una vida estable, al menos hasta que estuviera segura de que nadie más me iba a seguir.Iría a Texas después, el caso es que las cosas no siempre salen como una quiere, en especial cuando se trata de mí, desde la muerte de mi padre, la vida me ha golpeado duro. Irme fue un error, ahora lo comprendo, es solo que me dolió tanto el corazón.No podía dejar que esto creciera más de lo que Aiden me puedo ofrecer. Cuando creí que estaba lejos, burlando la seguridad, alguien me cubrió la boca con algún químico que me hizo perder la razón, y ahora estoy aquí, despertando en medio de una especie de salón sin nada alrededor.Solo yo, atada de manos con cadenas por encima de la cabeza, las piernas las tengo libres, pero de nada s
AIDENLuego de que el maldito de Akin se fuera, mostrándome una puta foto de Kaira, semidesnuda, sobre una mesa de sacrificios sicilianos, y que me dijera que me entrega a su hijo en bandeja de plata, que si sale del país será por sus propios medios, que se deslinda de toda responsabilidad, y que hace cargo a su hijo, me puse en marcha.Contacté a Xander y a Levi para que se pusieran a localizar la propiedad en la que está Uriel, no tardan más que cinco minutos, luego nos ponemos a planear la entrada, no soy estratega, y para ser honestos, les dejo todo el trabajo porque en mi mente solo está el salvar a Kaira.Al estar todo listo, me dan un arma, cuando la tomo, los recuerdos de la noche en la que casi mato a Lilibeth con una de estas, hace mella en mí, sin embargo, me aferro a ella, si debo descender al infierno para recuperar a Kaira Cavalli, lo haré.—Listos —habla Xander.Asiento, hemos llegado a la residencia de Uriel, Levi se ha encargado de desactivar la seguridad de las cámar
KAIRASi pensaba que antes estaba rota, estaba equivocada, porque luego de lo que me pasó, siento como si algo se hubiera roto dentro de mí, estoy fracturada, estoy echada a perder, pero si algo aprendí estas últimas semanas, es que Aiden jamás me verá como yo lo veo a él. Y eso es porque en su mente y corazón solo hay cupo para una sola persona, y esa es Lilibeth Wingstor. A veces creo que cuando me follaba, la veía a ella y no a mí. ¿Pero, por qué debería importarme? Ni mi padre pensó en todo el daño que me haría al haberle robado dinero a King, y a Dominico. El punto es que yo nunca podré darle lo que él necesita y él tampoco a mí. Lo que sucedió esa noche… lo que le dijo a Lilibeth se escuchó tan real, conmigo nunca empleó ese tono de voz, ni mucho menos me ha mirado como lo hizo en toda la noche con ella. Decisiones… son tan difíciles de tomar, pero creo que esta vez, sin nadie del mundo de la mafia pisando mis talones, es lo mejor, se trata de un nuevo comienzo, uno del que
KAIRAHan pasado tres meses, la tortura a la que fui sometida hay días en los que se siente como si fuera un sueño, otras como si despierto esperando a ver la mirada hacia de Uriel mientras me viola. En general todo termina con un solo anhelo, el de volver a ver a Aiden, pero sé que eso nunca más volverá a ocurrir.Ahora vivo en Texas, con mis abuelos maternos, tienen una granja y aunque al principio me esforcé por parecer agradable y tratar de acostumbrarme a esto, lo cierto es que no puedo hasta ahora. Hago mi esfuerzo y es bien recompensado, pero solo eso.—¡Kaira!La voz de Rafael, mi nuevo amigo y vecino, llega hasta mis oídos y me incorporo del pasto. Llevaba dos horas mirando el cielo, dejándome llevar por mis pensamientos, lo veo correr, es un chico alto, fornido, rubio y de ojos verdes, que trae consigo un ramo de girasoles.Le tengo respeto porque en todo este tiempo, ha estado ayudando a mis abuelos, los apoya.—Estás aquí —dice agitado.—Aquí estoy —me pongo de pie dejando
AIDENLa sangre me hierve, no he descansado bien, no he tenido un solo día en el que pueda dormir incluso. Siento que el aire me falta, que todos mis músculos se contraen y que el ciclo del que tanto escapé en el pasado, vuelve a arrojarme al abismo.Mientras me encuentro en mi habitación, lanzando al aire una pelota de béisbol, Kaira Cavalli, la pelirroja de ojos azules, no sale de mi cabeza, he intentado de todo, desde follar a putas del club que era de mi padre, hasta pagar por una mamada, al final nada funciona.Respiro hondo, la punzada de dolor en el pecho, no se va, no desde que mencioné su nombre por última vez y vi sus ojos, la decepción se ancló en sus pupilas, la desilusión por igual. Quisiera tenerla aquí conmigo, pero ella tomó su decisión, no podía simplemente atarla a mí después de todo lo que ocurrió.Nada nos une, nada nos debemos, tengo que seguir adelante, pero es que es tan difícil. Me incorporo estando a nada de bajar a la cocina para prepararme un emparedado, cua