KAIRACuando salí de la casa de Aiden porque no podía estar bajo el mismo techo que la chica que ama, pensé que las cosas iban bien, que todo mejoraría, mi plan era sencillo, encontrar un boleto de avión con el dinero que me quedaba, regresar a Alemania y tratar de vivir una vida estable, al menos hasta que estuviera segura de que nadie más me iba a seguir.Iría a Texas después, el caso es que las cosas no siempre salen como una quiere, en especial cuando se trata de mí, desde la muerte de mi padre, la vida me ha golpeado duro. Irme fue un error, ahora lo comprendo, es solo que me dolió tanto el corazón.No podía dejar que esto creciera más de lo que Aiden me puedo ofrecer. Cuando creí que estaba lejos, burlando la seguridad, alguien me cubrió la boca con algún químico que me hizo perder la razón, y ahora estoy aquí, despertando en medio de una especie de salón sin nada alrededor.Solo yo, atada de manos con cadenas por encima de la cabeza, las piernas las tengo libres, pero de nada s
AIDENLuego de que el maldito de Akin se fuera, mostrándome una puta foto de Kaira, semidesnuda, sobre una mesa de sacrificios sicilianos, y que me dijera que me entrega a su hijo en bandeja de plata, que si sale del país será por sus propios medios, que se deslinda de toda responsabilidad, y que hace cargo a su hijo, me puse en marcha.Contacté a Xander y a Levi para que se pusieran a localizar la propiedad en la que está Uriel, no tardan más que cinco minutos, luego nos ponemos a planear la entrada, no soy estratega, y para ser honestos, les dejo todo el trabajo porque en mi mente solo está el salvar a Kaira.Al estar todo listo, me dan un arma, cuando la tomo, los recuerdos de la noche en la que casi mato a Lilibeth con una de estas, hace mella en mí, sin embargo, me aferro a ella, si debo descender al infierno para recuperar a Kaira Cavalli, lo haré.—Listos —habla Xander.Asiento, hemos llegado a la residencia de Uriel, Levi se ha encargado de desactivar la seguridad de las cámar
KAIRASi pensaba que antes estaba rota, estaba equivocada, porque luego de lo que me pasó, siento como si algo se hubiera roto dentro de mí, estoy fracturada, estoy echada a perder, pero si algo aprendí estas últimas semanas, es que Aiden jamás me verá como yo lo veo a él. Y eso es porque en su mente y corazón solo hay cupo para una sola persona, y esa es Lilibeth Wingstor. A veces creo que cuando me follaba, la veía a ella y no a mí. ¿Pero, por qué debería importarme? Ni mi padre pensó en todo el daño que me haría al haberle robado dinero a King, y a Dominico. El punto es que yo nunca podré darle lo que él necesita y él tampoco a mí. Lo que sucedió esa noche… lo que le dijo a Lilibeth se escuchó tan real, conmigo nunca empleó ese tono de voz, ni mucho menos me ha mirado como lo hizo en toda la noche con ella. Decisiones… son tan difíciles de tomar, pero creo que esta vez, sin nadie del mundo de la mafia pisando mis talones, es lo mejor, se trata de un nuevo comienzo, uno del que
KAIRAHan pasado tres meses, la tortura a la que fui sometida hay días en los que se siente como si fuera un sueño, otras como si despierto esperando a ver la mirada hacia de Uriel mientras me viola. En general todo termina con un solo anhelo, el de volver a ver a Aiden, pero sé que eso nunca más volverá a ocurrir.Ahora vivo en Texas, con mis abuelos maternos, tienen una granja y aunque al principio me esforcé por parecer agradable y tratar de acostumbrarme a esto, lo cierto es que no puedo hasta ahora. Hago mi esfuerzo y es bien recompensado, pero solo eso.—¡Kaira!La voz de Rafael, mi nuevo amigo y vecino, llega hasta mis oídos y me incorporo del pasto. Llevaba dos horas mirando el cielo, dejándome llevar por mis pensamientos, lo veo correr, es un chico alto, fornido, rubio y de ojos verdes, que trae consigo un ramo de girasoles.Le tengo respeto porque en todo este tiempo, ha estado ayudando a mis abuelos, los apoya.—Estás aquí —dice agitado.—Aquí estoy —me pongo de pie dejando
AIDENLa sangre me hierve, no he descansado bien, no he tenido un solo día en el que pueda dormir incluso. Siento que el aire me falta, que todos mis músculos se contraen y que el ciclo del que tanto escapé en el pasado, vuelve a arrojarme al abismo.Mientras me encuentro en mi habitación, lanzando al aire una pelota de béisbol, Kaira Cavalli, la pelirroja de ojos azules, no sale de mi cabeza, he intentado de todo, desde follar a putas del club que era de mi padre, hasta pagar por una mamada, al final nada funciona.Respiro hondo, la punzada de dolor en el pecho, no se va, no desde que mencioné su nombre por última vez y vi sus ojos, la decepción se ancló en sus pupilas, la desilusión por igual. Quisiera tenerla aquí conmigo, pero ella tomó su decisión, no podía simplemente atarla a mí después de todo lo que ocurrió.Nada nos une, nada nos debemos, tengo que seguir adelante, pero es que es tan difícil. Me incorporo estando a nada de bajar a la cocina para prepararme un emparedado, cua
KAIRANo he disfrutado para nada la parrillada, la gente hablaba, pero yo solo asentía sin sentido alguno, porque mi mente solo estaba en un lugar, en aquello que dejé atrás. Anoche fue fatal, porque incluso no pude hablar ni aceptar bien las palabras de Rafa hacia mi persona, y ahora me encuentro dentro de la regadera, pensando en qué es lo que voy a hacer si realmente estoy embarazada de Aiden.—¡Cariño, saldremos a misa, dejé preparado el desayuno! —exclama mi abuela desde el otro lado de la puerta.Otro problema más, porque siento que los estaré defraudando si sale positivo el asunto, tendría que irme de Texas, tengo algo de dinero ahorrado, no es mucho, tampoco una gran fortuna, pero de algo me servirá para rentar un departamento o incluso mientras consigo un nuevo trabajo.—¡Gracias abuela! —grito como respuesta.El actuar, como normalmente lo haría, es fundamental para que no sospechen, de los dos, es mi abuelo el que es más perspicaz. Respiro profundo, salgo de la ducha con un
KAIRASueño, o pesadilla, eso es lo que quiero que sea, pero no, mientras me quedo de pie viendo como Xander y Aiden se sientan en el sofá sin ser invitados, rezo porque alguien me despierte, da igual.Estoy en un punto del colapso que incluso creo que entraré en un colapso emocional, estoy feliz, furiosa, confundida, el miedo y los resultados de las pruebas de embarazo, hacen difícil el que pueda producir un solo sonido.—No pueden… es decir… tienen que irse —logro articular.Xander levanta la mirada y me muestra una sonrisa traviesa.—¿Qué clase de anfitriona eres? —su tono de voz es hostil—. ¿Acaso nosotros te tratamos así cuando pediste ayuda? Puede que este imbécil sí, pero yo no.Mierda y más mierda.—No quise decir eso, es solo que…Es tan difícil hablar, más cuando Aiden no hace más que mirarme de un modo que mis bragas se mojan, me remuevo inquieta.—¿Qué hacen aquí? —inquiero con cautela.—Aiden tiene una pelea en el centro, a quince minutos de tu casa, así que pensé ¿por qu
AIDENEl rubio imbécil que no deja de mirar a Kaira, hace que por la cabeza se me crucen muchas malas ideas, unas que aumentan la adrenalina en mi sistema, en especial cuando lo único que quiero es arrancarle los ojos.—Soy Rafael, amigo y vecino de Kaira —me responde.Ajusto mi agarre, pensar que este idiota ha estado todo el tiempo a su lado, hace que la sangre me hierva. El cuerpo de Kaira se tensa, actúa extraña y huelo la mentira a kilómetros, algo esconde.—Soy...—Demon, el peleador —dice con un brillo en los ojos—. No puedo creer que seas tú, es decir... wooow, estaba a punto de invitar a Kaira a tu pelea mañana, sé que es en centro, pagué por dos boletos...Rojo, ese es color de lo que veo, ¿acabo de escuchar bien? ¿Cómo se atreve a mirar y pretender lo que es mío? Ajusto más mi agarre hacia ella.—Kaira es mía, y no es necesario que la invites, ya que ella vendrá y estará en la zona VIP —digo—. Un placer y adiós.Le cierro la puerta en las narices, mi respiración es acelerad