—Ni creas que puedes convencerme — habla antes de que pueda decir la mínima palabra.Levanto las manos en son de paz — calma, primero quiero hablar de lo que pasó antes.—No hay nada de que hablar coronel, quise explicar lo que pasó y no me lo permitió — sonaba realmente dolida — en cambio decidió castigarme injustamente, así que no creo que haya de que hablar.—¿Injustamente? — repito irónico — ¿Debo recordarte que me besaste y luego te besaste con el teniente? Además el castigo fue por hacerlo en horas de servicio.—En primer lugar yo no lo besé, él me besó a mi sin darme tiempo a reaccionar, acababa de llegar — pone los ojos en blanco — solo fue y me besó.—Debió tener cierto grado de confianza para besarte apenas llegó — le echo en cara ya sintiendo el enojo por el tema de conversación — y deja de hacer ese gesto porque me va a importar una mierda tu estado y te voy a azotar.—Confieso que nos habíamos besado antes, pero fue antes de lo que pasó contigo — intenta justi
Narrador: Sofía.Me encuentro acostada en mi cama, mis heridas me impedían tener ánimos para levantarme, por lo que todo el día me la he pasado encerrada. Ciertamente también me siento algo triste, estaré fuera del ejército por unos cuantos días, extrañaré a Samantha, a los gemelos y por qué no decirlo… también al coronel.Doy la vuelta quedando bocarriba, mi aburrimiento es simplemente increíble, desvío la mirada del techo al escuchar la puerta y veo una figura masculina parada en la puerta. No puedo ver su rostro, tiene un pasamontañas negro, por lo que me pongo alerta de inmediato y empiezo a levantarme.—Gabriel tiene una deuda con nosotros — lo escucho decir mientras se acerca — así que vinimos por ti…Abro los ojos exaltada, sintiendo como mi corazón late a gran velocidad.Fue solo un sueño.Intento tranquilizarme, pero no logro conseguirlo al no poder mover mis manos ni mis piernas, algo hace presionen ellas, por lo que dirijo mi mirada hacia mis manos, pero todo está m
Narrador: Joshua.Luego de arrasar con todos los hombres que custodiaban el lugar entro a la casa, seguido de cuatro soldados, les hago una seña para que se dispersen e inspeccionen el área al ver a Drack y Sofía en el piso.—Sofía — pronuncio su nombre al llegar a ella y la levanto al mismo tiempo que Drack se incorpora.Cuando está de pie lo primero que hace es abrazarme, sus manos rodean mi torso y se pega a mi como si su vida dependiera de ello, la sorpresa por su acción me hacen quedar paralizado mirándola, pero logro reaccionar y envuelvo mis brazos alrededor de ella. Levanto la vista y hago contacto visual con el teniente, él asiente y se retira por una puerta.Luego de unos minutos nos separamos, yo me pongo de cuclillas y la miro a los ojos — ¿Alguien te hizo daño? Si es así voy a matarlos a todos — le aseguro sin la mínima pizca de engaño en mis palabras.Ella niega — Jack es quien nos secuestró.—Eso explica por qué no estaba esperándome en casa de Gabriel cómo le i
Narrador: Sofía.Llegamos a la base y bajo del vehículo, el teniente Smith me escolta hasta la fortaleza, donde me encuentro con Gabriel, quién me recibe sorprendentemente con un abrazo y una preocupación que parecía ser genuina.—¿Te lastimaron? ¿Te han hecho algo? — yo niego con la cabeza y una pequeña sonrisa se forma en mis labios.—No, estoy bien — intento tranquilizarlo.Gabriel me había hecho mucho daño, todos los años de abandono que sufrí por su parte no quedarían en el olvido tan fácilmente, sin embargo, su preocupación logra hacer que vuelva a sentir que tengo a alguien en la vida aunque solo me estuviese ilusionando en vano.—El coronel ha dicho que el general nos protegerá, los traidores están en el ejército y solo podemos confiar en él.—Estoy enterado, el general nos espera en su oficina para esperar al regreso de el coronel — responde — vamos.Yo asiento y empiezo a seguirlo, caminamos por un pasillo largo y llegamos hasta la oficina donde había un guardia e
Un año después.Coloco el ramo de flores sobre la tumba de mi padre, y si MI PADRE. Ya ha pasado un año desde su muerte, lo suficiente como para darme cuenta de que no debo guardarle ningún rencor en mi corazón, a pesar de haberme abandonado cuando mi madre murió se hizo cargo de mi, se aseguró de dejarme en manos seguras e incluso dio su vida por mi. Una lágrima cae por mi mejilla, siempre que recuerdo aquella escena me deprimo, he ido a terapia, he tenido pesadillas en las que el general venía a por mi por haberlo matado, otras donde se recrea aquella horrible escena, solo que en escenarios diferentes.—Sofía, debemos irnos ya entregarán los resultados — me habla Samantha en voz baja, poniéndome una mano en el hombro para luego empezar a caminar.—Entraré en el ejército estoy segura — susurro — y haré que te sientas orgulloso, voy a seguir tus pasos.Me levanto y voy tras Samanta, subimos a la camioneta y ella conduce en dirección a la base. Hoy era un día muy importante, po
Mis ojos se pasean sobre el pequeño cuerpo semidesnudo de la pelirroja, no puedo parar de mirarla, a pesar de saber que está mal lo que hago. Esta es una parte de mí que desconocía totalmente, nunca me creí capaz de aprovecharme de la inconciencia de una mujer de esta manera, pero lo cierto es que su belleza hace que mi mente se nuble y no logre razonar correctamente.Sus mejillas sonrojadas, su boca levemente abierta y el subir y bajar de su pecho hacen que deba usar toda mi fuerza de voluntad para no tocarla.Veo los vendajes de sus heridas, realizados por mí, y maldigo internamente, al recordar que está en aquella situación solo por mi culpa. Si no la hubiese sometido a aquel castigo nada le hubiese pasado, pero al verla con el teniente la sangre me hirvió y no pude evitar sacar mi demonio.Con sumo cuidado y cautela acerco mi mano hacia su cuerpo, su pequeño cuerpo maltratado y pálido. Acaricio la piel de su abdomen con suavidad, mientras admiro sus hermosos risos cobrizos, emp
La puerta se abre y a través de ella aparece aquel hombre digno de mi admiración, mi modelo a seguir, el hombre al cual le debo todo lo que soy. — Coronel — dice Gabriel, luego de cerrar la puerta de mi oficina y saludarme. — Tome asiento para que esté más cómodo — le ofrecí señalando el sillón frente a mi escritorio, mientras me sentaba — ¿Cuál era el asunto importante que tenía que hablar conmigo? Me tomó la palabra y se sentó frente a mi — Me gustaría pedirte un favor muy personal, eres el único al que le pediría esto, ya que solo confío en ti. Sus palabras hicieron eco en mi mente, escuchar aquello hizo que algo dentro de mi temblara, Gabriel había sido como un padre para mi desde aquel día en que me salvó, ese día que me atormenta cada noche apareciendo en mis pesadillas. — Sabes que cuentas conmigo para lo que sea — respondí dándole una media sonrisa. — Tengo una hija — suelta sin más. — ¿Una hija? — repetí sin poder creerlo. — Así es — continuó de manera tranquila — teng
Narrador: Sofía.Miro a través de la ventana de mi habitación, respiro hondo y observo aquel lugar del jardín donde mi madre se sentaba todas las tardes, mientras cantaba aquellas canciones tan bonitas que ella misma componía. Cierro mis ojos y una lágrima solitaria baja por mi mejilla, a pesar de que ya pasaron semanas de su muerte siento el mismo dolor del primer día. No sé si podré llegar a superarlo, pero lo seguro es que jamás dejaré de estar agradecida por lo buena madre que fue. A pesar de su enfermedad siempre sacaba una sonrisa para no preocuparme, siempre trataba de evitar que me preocupara por ella, pero es que era algo imposible, era mi madre y era lógico que me preocupase por su bienestar. Nunca tuve nada que reclamarle, más que solo mi madre, fue mi amiga, confidente y de paso también fue mi padre, ya que a ese señor nunca lo conocí, ni siquiera me hizo falta. Cuando era pequeña preguntaba a mi madre por mi padre, ella me decía que un día me visitaría, lo cierto es qu