Jackson Johnson
"Mi corazón"
Esas palabras habían hecho eco durante un largo tiempo, mi mirada en el techo, el silencio en el interior de mi habitación, y el latido de mi corazón, eran mis compañeros de noche.
El haber dicho eso en la cara de Arya, había terminado el encuentro inesperado. Así que me había dado la vuelta y sin decir nada más, desaparecí en el interior de mi edificio. Había hablado de inmediato con mi abogado para pedir una orden de restricción, le conté todo, y que mañana mismo lo solucionaría, sabía que por la mirada y la postura de Arya, que ella creía que no llegaría a tanto e insistiría en acercarse a mí y a las personas de mí alrededor. Y eso incluía a Lilly.
Cerré los ojos y mi mente había repasado toda la cita con Lilly. La forma en que hablaba, como sus labios se movían al decir mi nombre, sus manos tocándome y acariciándome, esas imágenes y el volverlas a vivir, no las cambiaría por nada del mun
¡Hola queridos lectores! Se irá publicando los capítulos del maratón, disculpen por ayer, pero hace días atrás sufrí una caida que aun me afecta sentarme correctamente y lo cual me provoca dolor, por eso ha sido mi atraso, pero ya hoy se irán publicando los capítulos sin falta. Saludos!
Lilly BradleySolté un largo suspiro al ver la imagen de Jackson con ella en la acera del que dicen que es su edificio. Deslicé para mirar el artículo, un cierto enfado creció en mí, pero debía de controlarme. Sabía ahora que Arya era la mujer de su pasado. Y que debía de aceptarlo.—Lilly, ¿Podemos hablar? —levanté la mirada y era Máxima, me había tomado por sorpresa, así que rápidamente deslicé el artículo para que no me viera leyéndolo.—Claro, dime. —Máxima sonrió.—En la hora del almuerzo, ¿Qué te parece? —al ver que no respondí de manera inmediata arrugó su ceño—Bueno, a menos que tengas ya planes y…—Podemos ir a almorzar. —sonreí a medias.—Perfecto, paso por
Lilly Bradley Llegué a la empresa con el corazón agitado, estaba entre molesta y decepcionada de Máxima, bien dicen que a la gente nunca se le termina de conocer. ¿Pero por qué ese golpe bajo para Jackson? ¿Por qué quería quedarse al frente del conglomerado? ¿Por qué podía más la ambición? Negué rápidamente mientras me dirigí al elevador de empleados, miré hacia el privado que me llevaría directamente al piso de Jackson, me debatí, pero recordé que había una clave para que ese elevador se moviera. Tecleé un mensaje a Jackson: “¿Dónde estás? Necesito hablar urgente contigo. ” Su respuesta no llegó, así que regresé a recepción para tomar el teléfono y llamar a su oficina directamente. — ¿Está el señor Johnson en la empresa? —la mujer que siempre me hacía malas caras al verme, presionó sus labios inflados de botox. —No lo sé. —luego se volvió para regresar a su puesto. Llamé a la extensión de presidencia y escuché la voz de la mujer de recepción, no contesté y miré en su dirección, el
Jackson Johnson No podía creer lo que había escuchado. Máxima estaba liada con Arya, entonces las piezas estaban encajando. ¿Cómo es que tenía a mi lado trabajando a una persona que me estaba traicionando? Bien decía mi madre, ni con tantos años se termina de conocer a alguien. Lilly hizo un gesto a lado de ella para que tomara lugar. —Ven...—susurró, caminé y me senté a su lado, tomó mi mano y la acarició. —Lamento tu decepción. —Sigo sin entender cómo es que Máxima me ha traicionado de esa manera. —realmente me había calado lo que hizo. Se hizo un largo silencio, me solté de su agarre y tiré de su brazo con ternura para que se recargara a mi costado, Lilly se acomodó, su mejilla contra mi pecho y su mano recargada en mi estómago. Pasé mi brazo para abrazarla, dejé beso contra su cabello, luego me perdí en mis pensamientos. — ¿Qué es lo que piensas hacer?—preguntó Lilly en un tono bajo. —Destituirla de inmediato de su puesto. —confesé. —No puedo seguir trabajando con alguien
Jackson JohnsonPor la mañana me preparé para marcharme a la empresa, pero Richard apareció en el recibidor del ático.—Buenos días, señor Johnson.—Buenos días, Richard, ¿Está listo el auto?—Sí, solo que nos atrasaremos un momento, —arqueé una ceja en espera a que me diera razón del atraso. &md
Lilly Bradley Había visto a Máxima pasar por enfrente de mi oficina hacia el elevador, había agitado su mano en saludo, uno que respondí de igual manera, sabía que iba directamente a Jackson y que habría un despido, uno que la empresa no tardaría en enterarse de lo sucedido. Dediqué a seguir trabajando en sacar los pendientes antes del almuerzo, solo había pasado media hora cuando Máxima pasó como un tornado por las oficinas, hasta que se regresó a la mía, me tensé pensando que quizás se había enterado de alguna forma que yo fui quien había grabado esa conversación, cuando ella se detuvo en la entrada, iba a decir algo cuando Richard, el jefe de seguridad de Jackson lo impidió.
Lilly BradleyDurante el camino al restaurante, Jackson permaneció en silencio, miró por la ventanilla perdido en sus propios pensamientos. La idea de tener nuestra tercera cita el día de hoy, me hizo dudar. El auto se detuvo y antes de bajar, tomé su mano para llamar su atención, el giró su rostro hacia a mí.— ¿Pasa algo?&mda
Jackson Johnson Estaba sentado en uno de mis sillones de la sala en mi ático, el abogado había puesto una demanda por difamación y una segunda orden de restricción ahora a Máxima, no podía acercarse a mi familia ni a Lilly y su familia. Una hora atrás, había hecho una rueda de prensa hablando de su despido, el por qué supuestamente había sido despojada de su puesto, así como posible mal manejo de activos y con ello dejando una mala imagen de mí. Como si yo hubiese sido el malo del cuento. Estaba totalmente furioso, no podía creer que había volteado todo a su favor, si solo quisiera, ignoraría para que le restaran atención, pero estaba hablando de mi empresa y de mi imagen. —Señor, —levanté la mirada de mis manos, era el ama de llaves. — ¿Sí?—ella sonrió de manera cálida. —Tiene una visita. —me sorprendió escucharla, miré la hora, ya eran pasadas de las diez de la noche y no tenía a nadie de mi familia contemplada a v
Lilly BradleyAcaricié suavemente la mano de Jackson que rodeó mi cintura por detrás, pude escuchar su respiración estable y arrullante, pero seguí inquieta. Él realmente estaba pasándola mal, pero se estaba conteniendo para no preocupar a los de su alrededor. Con cuidado, retiré su mano, retiré la sábana que nos cubría, para luego levantarme sin hacer mucho movimiento, no quería despertarlo. Al ver que siguió durmiendo, tomé mi bata y descalza, salí de la habitación. En lo que bajé las escaleras, decidí tomarme un vaso de agua fría, ¿Por qué estás tan inquieta, Bradley? El lugar era hermoso, muy minimalista. Todo estaba perfecto y acomodado en su