Jackson JohnsonPor la mañana me preparé para marcharme a la empresa, pero Richard apareció en el recibidor del ático.—Buenos días, señor Johnson.—Buenos días, Richard, ¿Está listo el auto?—Sí, solo que nos atrasaremos un momento, —arqueé una ceja en espera a que me diera razón del atraso. &md
Lilly Bradley Había visto a Máxima pasar por enfrente de mi oficina hacia el elevador, había agitado su mano en saludo, uno que respondí de igual manera, sabía que iba directamente a Jackson y que habría un despido, uno que la empresa no tardaría en enterarse de lo sucedido. Dediqué a seguir trabajando en sacar los pendientes antes del almuerzo, solo había pasado media hora cuando Máxima pasó como un tornado por las oficinas, hasta que se regresó a la mía, me tensé pensando que quizás se había enterado de alguna forma que yo fui quien había grabado esa conversación, cuando ella se detuvo en la entrada, iba a decir algo cuando Richard, el jefe de seguridad de Jackson lo impidió.
Lilly BradleyDurante el camino al restaurante, Jackson permaneció en silencio, miró por la ventanilla perdido en sus propios pensamientos. La idea de tener nuestra tercera cita el día de hoy, me hizo dudar. El auto se detuvo y antes de bajar, tomé su mano para llamar su atención, el giró su rostro hacia a mí.— ¿Pasa algo?&mda
Jackson Johnson Estaba sentado en uno de mis sillones de la sala en mi ático, el abogado había puesto una demanda por difamación y una segunda orden de restricción ahora a Máxima, no podía acercarse a mi familia ni a Lilly y su familia. Una hora atrás, había hecho una rueda de prensa hablando de su despido, el por qué supuestamente había sido despojada de su puesto, así como posible mal manejo de activos y con ello dejando una mala imagen de mí. Como si yo hubiese sido el malo del cuento. Estaba totalmente furioso, no podía creer que había volteado todo a su favor, si solo quisiera, ignoraría para que le restaran atención, pero estaba hablando de mi empresa y de mi imagen. —Señor, —levanté la mirada de mis manos, era el ama de llaves. — ¿Sí?—ella sonrió de manera cálida. —Tiene una visita. —me sorprendió escucharla, miré la hora, ya eran pasadas de las diez de la noche y no tenía a nadie de mi familia contemplada a v
Lilly BradleyAcaricié suavemente la mano de Jackson que rodeó mi cintura por detrás, pude escuchar su respiración estable y arrullante, pero seguí inquieta. Él realmente estaba pasándola mal, pero se estaba conteniendo para no preocupar a los de su alrededor. Con cuidado, retiré su mano, retiré la sábana que nos cubría, para luego levantarme sin hacer mucho movimiento, no quería despertarlo. Al ver que siguió durmiendo, tomé mi bata y descalza, salí de la habitación. En lo que bajé las escaleras, decidí tomarme un vaso de agua fría, ¿Por qué estás tan inquieta, Bradley? El lugar era hermoso, muy minimalista. Todo estaba perfecto y acomodado en su
Jackson JohnsonLa alarma sonó de fondo, realmente quería por primera vez ignorarla, seguir en cama con Lilly y despertar tarde. Dejar a un lado por primera vez esa disciplina, esa obsesión de que todo tenía que llevar un tiempo.—Tenemos que levantarnos. —susurró contra mi pecho, una pierna estaba entre las mías, un brazo por debajo de su almohada, su mano rodeando por mi cintura. Podía sentir su cálido cuerpo contra el m&iacu
Empresas JohnsonLilly BradleyTenía mis brazos cruzados viendo la televisión en la oficina que era de Máxima, junto con mis otros compañeros de administración, veíamos la rueda de prensa en la que estaba Jackson, especularon acerca de la salida de ella, asumiendo que estaba enamorada de él, luego otros murmurando que era la carga de mano que tenían sobre Máxima y que se había revelado contra él y eso no le había gustado.La rueda de prensa se había terminado y siguieron sacando conclusiones a lo tonto.—Pienso yo que no deberíamos de especular, lo que si digo es que hay que ver quien tomará su lugar vacante. —dos de mis compañeros se vieron entre sí y sonrieron emocionados. —Yo debería tener ese puesto,
Oliver Chester Hotel Plaza, New York... —Padre está intranquilo. —comenzó a decir Michelle, hace un momento terminó la llamada con nuestro padre que estaba en Londres, le hice señas de que si preguntaba por mí, que dijera que no estaba con ella, no quería escuchar la presión de regresar con Lilly, la amenaza de la sociedad y otras cosas más. Di un sorbo largo a mi tarro de cerveza y al terminar, miré hacia a ella. —Padre siempre ha sido intranquilo. —repliqué, Michelle hizo una mueca de fastidio. —Lo sé, ¿No es hora de que empieces a pensar en cómo recuperar a Lilly? —se quejó. — ¿Tanta prisa tienes por regresar?—pregunté sarcástico, no había dejado de salir desde que habíamos llegado, estaba deslumbrada por la ciudad neoyorquina y su vida nocturna. —Me pone de mal humor tu sarcasmo. Te he dado ideas de cómo llegar a ella y es por demás, no aceptas. Y estás perdiendo tiem