Lilly Bradley —Cariño, ¿Podemos…darnos una segunda oportunidad? —Jackson no necesitó palabras para darme una respuesta, sus manos en mi rostro, sus labios contra los míos, era todo lo que bastaba en este momento, llegamos al pie de la cama y era como si hubiéramos estado separados mucho tiempo, ya que se sintió como nuestros cuerpos se añoraban, mi corazón latió a toda prisa, lo único que quería era estar con él. —Te haré el amor, Lilly Elizabeth Bradley—dijo cuándo se separó de nuestros labios. Tomó mi mano y la otra la pasó por la cintura, entonces sonrió débilmente, y comenzó a movernos lentamente, como si hubiera música en la habitación—"Los hombres sabios dicen..."—comenzó a cantar bajito sin dejar de mirarme—..."solo los tontos se precipitan..." —dejó un beso en la punta de mi nariz—"Pero no puedo evitar enamorarme de ti..."—mi labio inferior tembló—"¿Debo quedarme? ¿Sería un pecado si no puedo evitar enamorarme de ti?" —su voz se fue haciendo más baja cuando terminó de cantar
Un mes después… Lilly Bradley —Ya está todo listo para la noche de compromiso—dijo Isidora mirándome con emoción. —La lista de invitados son de cien personas en eso incluye los más cercanos a las dos familias, ¿Viajará tu abuela desde Londres? —asentí. —No quiero que piense que soy mala educada pero tengo una reunión en diez minutos y tengo que subir a la oficina por lo que necesito—ella sonrió. —No eres mala educada, hija, sé qué no debí de venir en horario laboral, pero quiero tu aprobación en esto. —sonreí educada. —Lo tiene, además tiene buen gusto en todo, no tengo problema con que me ayude a elegir o usted lo apruebe. —le guiñé el ojo, ella sonrió más emocionada. —Confío en sus decisiones. —Bien, con eso me das luz verde, —nos levantamos al mismo tiempo, nos despedimos con un beso en la mejilla y el abrazo que dura más de lo normal, al parecer de nuevo va a romper en llanto, se separó de mí y se abanicó el rostro con su mano—Lo siento, estoy muy emocionada. —luego nos desp
Lilly Bradley Hospital New York-Presbyterian —Aquí tiene sus resultados—anunció la enfermera, los tomé y antes de abrirlos, me detuve al escuchar que no había terminado de hablar. —Tiene que pasar con el doctor general, él le explicará a detalle el interior de esos análisis. —Gracias. —me mostró el consultorio y sin darme cuenta, alguien se puso a mi lado, giré mi rostro y era mi madre. —Madre… —Te he visto pasar, ¿Qué haces aquí? —me tensé, ella desvió la mirada al sobre que tenía en mis manos. — ¿Recuerdas la obsesión de Jackson para que me hiciera de nuevo los análisis? —ella arrugó su ceño y luego asintió. —Los hice y apenas he podido venir a recoger los resultados. —Eso fue hace semanas, ¿Por qué hasta hoy? —Madre, tengo mucho trabajo y se me ha ido de la cabeza. —Tienes que organizarte mejor. —le llamó una enfermera y luego se despidió de mí dejándome frente al consultorio del doctor. Después de unos minutos que espero, la enfermera me llama para que entre, lo hago, el do
Jackson Johnson— ¿Qué? ¿El próximo fin de semana? ¡Estás loco! Tienes que darme más tiempo, mandar hacer las invitaciones, la loza, el banquete…—levanté la mano para que se detuviera, mi madre soltó un manotazo para retirar mi mano. — ¿Qué es lo que pasa? ¿Dónde están los seis meses para la boda? ¿Y la fiesta de compromiso? ¿Está pasando algo de lo que desconozco en este momento? Dímelo o mi cabeza se creará unas historias que me ponen el pelo de punta, Jackson. —una pregunta tras otra, puse mis manos en sus hombros y la senté en el sillón del que se había levantado.—Tranquila, respira, por favor. —hizo caso, me senté en el sillón de al lado y la miré detenidamente, sus ojos oscuros me miraron fijamente en espera a que le diera respuestas. —Queremos hacerlo ya, ¿Por qué hay que esperar? Sabes que si por mi fuera, llevaría al ayuntamiento a Lilly para casarnos hoy mismo.—Apenas tienen dos meses que están juntos, no han disfrutado del noviazgo como se debe, los seis meses se me hacía
Lilly BradleyDía de la boda.Me miré de nuevo en el espejo de cuerpo completo, estaba impresionada del reflejo en él. No podía creer que yo, Lilly Bradley futura esposa de Jackson Johnson, estaba a unos cuantos pasos de dar el sí ante Dios, ante nuestras familias e invitados. Sentí mi corazón latir como un loco, amenazando con salirse de mi pecho.— ¿Estás bien? —escuché la voz de mi madre sacándome de mi impresión. Se puso a mi lado para vernos ambas en el reflejo del espejo, se miró mi madre emocionada. —Te ves hermosa, nunca pensé que algún día tendría la dicha de verte vestida de novia. —tomé su mano y la apreté con nervios.—Madre, tengo la dicha de tener a mi familia en este día, —intenté controlar las lágrimas.— ¿Y sabe Jackson que estás…embarazada? —mis ojos se abrieron de par en par, sentí como mi piel se puso como piel de gallina, ella sonrió emocionada.— ¿Cómo lo sabes? —apenas mi pregunta salió de mi boca.—Eres mi hija, nosotras las madres tenemos un sexto sentido, el
Jackson Johnson Tiempo después… Me miré en el espejo intentando arreglar mi cabello rebelde, escuchaba a lo lejos los gritos de los invitados, así como el que Lilly me apurara a bajar. Estaba nervioso, hoy era mi cumpleaños y nuestro aniversario de bodas y, aunque nunca festejaba mi nacimiento, si festejaría el que me casara con la mujer más bondadosa y hermosa del mundo. Escuché pasas acercarse y una sonrisa apareció en mis labios, sabía que vendrían a buscarme para ejercer presión, lo primero que hice fue esconderme debajo de la cama con total rapidez, entonces vi los dos pares de pies caminar de un lado a otro por la habitación. Estuve a punto de reír, pero me aguanté, entonces recordé que mi camisa se arrugaría y casi estuve a punto de maldecir, pero sería meter un dólar en el frasco de “Groserías” y no les daría el gusto a esos pequeños. Las risas se escucharon y luego solté un grito fingiendo ser el monstruo debajo de la cama, ellos salieron corriendo de la habitación mientras
New York, Estados UnidosJackson Di un largo sorbo a mi taza de café y sentí la calidez cuando se deslizó por mi garganta, era el mejor momento del día. Terminé de leer el análisis de ventas de fin de mes. Una mesera se acercó y dejó sobre la superficie de la mesa una rebanada de pastel, arrugué mi ceño y levanté la mirada hacia a ella.―No he ordenado esto. ―ella sonrió apenada y sus mejillas se tintaron de un rosa pálido.―Es cortesía de la casa. ―alcé mis cejas con sorpresa.―Oh, gracias. ―apenas pude hacer sonrisa a medias.―Qué tengas bonito día. ―y sin esperar a que respondiera a eso, desapareció.―Vaya…―luego retomé la mirada a mi tableta.―Señor Johnson…―escuché a mi lado, suspiré al saber que ya era
Londres, InglaterraLilly BradleyEsta mañana en el desayuno, mi padre nos había dado una gran noticia, era la invitación para ocupar un puesto importante como jefe de cirugía en un hospital muy importante en la ciudad de New York. Mi madre, cardióloga del mismo hospital donde trabajan, se había emocionado por la gran oportunidad. Así que si aceptaba, se irían después de mi boda con Oliver, pensaron en que la casa se vendería y se darían la oportunidad de vivir en otro país, mi hermana y yo éramos totalmente independientes, así que ellos dos realmente les ilusionaron conocer y radicar en el otro continente.― ¿En qué tanto piensa mi prometida? ―Oliver puso un vaso de café latte frío en mi escritorio, le sonreí, tiró del respaldo de la silla y se sentó a mi