Lilly Bradley
Empresas Johnson
Lunes por la mañana y tomaba mi primer café, todo el domingo había dormido y visto varias películas, mi mente no dejó de repasar lo del fin de semana en el cumpleaños de la madre de Johnson, sí que era cruel mi mente, tóxica más bien. Tenía la mirada en el monitor revisando concentrada los números de los últimos arrendamientos, cuando escuché el sonido de mensaje de W******p, lancé una mirada rápida y vi la pantalla iluminada y era de un número desconocido, pero regresé la mirada de nuevo al ver la lada de Londres, agarré el celular y lo abrí.
“Sé qué me has bloqueado del otro número, por favor, desbloquéame, necesitamos hablar. Oliver” —me tensé, volver a leer a Oliver me revolvió algo en mi interior, no sabía si era algún sentimiento romántico por todo el tiempo que estuvimos juntos o era una mezcla de odio y decepción.
Tecleé una respuesta rápida.
“¿De qué qui
Jackson JohnsonEmpresas JohnsonMomentos atrás…—Claro, podemos vernos en el último bar al que me invitaste, —contesté a Jacob que estaba al otro lado de la línea, tocaron a la puerta. —Te dejo, te mando mensaje al rato. —terminé la llamada, y anuncié que podían entrar, la puerta se abrió y apareció Máxima, tenía su bolso colgando de su hombro y su abrigo doblado en su brazo.— ¿Interrumpo? —negué haciéndole una seña de que podía entrar.— ¿Vas a salir? —pregunté curioso, entró cerrando la puerta detrás de ella y se acercó hasta las dos sillas que estaban frente a mi escritorio.—Voy a ver los terrenos que comentamos en la reunión de hace rato.
Lilly BradleyJackson me miró en silencio por un momento.—No es una emboscada, yo solo…—negué y levanté una mano en el aire para que no siguiera hablando.— ¿Llamo a los demás jefes de departamento y les pregunto si los has convocado a esta reunión de emergencia? —él se quedó callado por unos momentos y no supo darme respuesta inmediata. —Entonces, como nunca existió esta reunión de emergencia en mi hora de almuerzo, creo que deberías de compensarlo, ¿No? —las mejillas de él se tiñeron y no pude evitar no sonreír. —Digo, tiene que ser un gran y jugoso…filete. —Jackson se levantó de su silla y comenzó a caminar de un lado a otro, supongo que pensando en cómo salir de esta, después de un momento se detuvo y miró en mi dirección
Jackson Johnson Retiré la silla para que Lilly se sentara, ella estaba impresionad por el nuevo lugar a donde la había llevado, era mi otro nuevo restaurante pero que estaba asociado con mi hermano Jacob. —Es muy rustico el lugar, —dijo cuándo tiré de mi silla para sentarme. —Me encanta, la pared de ladrillo vintage, las lámparas…es muy juvenil. —dijo en un tono de sorpresa. — ¿Qué es lo que preparan? —sus ojos marrones se quedaron en mí, por un momento las palabra se esfumaron. — ¿Jackson? —Oh, hamburguesas, son las mejores de la ciudad. —ella entrecerró sus ojos y sonrió discretamente. — ¿Es tuyo también? —presioné mis labios para evitar mostrar esa sonrisa oculta y cargada de orgullo. —Sí, es mío y de mi hermano. —Hice una breve pausa—El diseño es de ambos. Tiene una semana que ha abierto al público… —Vaya, te gusta mucho lo de los restaurantes…—dijo de manera curiosa. —Sí, me encanta comer. Y
Lilly BradleyEmpresas JohnsonRegresamos a tiempo a la empresa. Jackson había insistido en un postre para rematar nuestro almuerzo, era demasiado agradable no comer sola, y claro, conocer nuevos lugares gastronómicos me estaba fascinando. Aunque me sentí incomoda a la hora de pagar, quería hacerlo yo misma ya que era un precio accesible, pero Jackson me recordó que él había quedado en pagar.Con mis dedos disimuladamente sin retirar mi mirada del monitor de la computadora, desabroché un botón de mi estómago, estaba llena, pero valió cada bocado que di. Miré el reloj y no había notado que hace una hora debía de irme a casa, revisé la aplicación para pedir servicio, pero estaba teniendo dificultad para encontrar un conductor y que estuviera cerca de la empresa.—Toc, toc, —una voz
Jackson Johnson“¿Qué impulso ha sido ese, Jackson? Me regañé a mí mismo. No sé qué se adueñó de mí, solo quería besarla…como nunca había querido hacerlo con alguien.—Lo siento, no volveré a cruzar esa línea. —insistí, ella tenía las mejillas rojizas, se llevó sus dedos a los labios y los acarició de manera fugaz, ¿Acaso le ha gustado? Negué. Es tu empleada. ¿Sabes las reglas, Jackson? ¿La semana pasada no despediste a la señorita Taylor por su obsesión contigo? Me aclaré la garganta. —Lo siento, señorita Bradley, —sus ojos marrones me miraron detenidamente.—Está bien, no hay algún problema. —Sentí alivio un momento, —Pero es algo que ya se ha repetido en varias ocasiones, se&
Lilly BradleyEl aroma a hombre estaba impregnado en el auto, apenas pude pasar saliva cuando mi mirada se centró en su mano en la palanca, una vena resaltó cerca de sus nudillos, luego miré su perfil, su barba perfilada a la perfección, le hacía ver bastante atractivo. No dejé de pensar en ningún momento en el beso de la oficina…— ¿Por qué me mira, señorita Bradley? —di un respingo en mi lugar al escuchar que he sido pillada mirándolo, regresé la mirada de inmediato hacia el tráfico frente a nosotros.—Lo siento, pensé qué…—“Detente, Lilly” —Nada. Solo que de cerca luce muy intimidante.— ¿En serio? —preguntó con un tono de sorpresa, miró de manera fugaz en mi dirección luego centró su mirada en el tráfico.
Oliver ChesterPlaza Hotel, New York.Ella terminó la llamada, cuando insistí en volver a llamar, era rechazada automáticamente.— ¿Me ha bloqueado? —enfurecí lanzando el celular en la cama. Me pasé las manos por mi cabello, comencé a caminar de un lado a otro por la habitación. —No te rindas, Oliver. —me dijo a mí mismo, tenía que lograr el conquistarla de nuevo. Tocaron a la puerta sacándome de mis pensamientos, a unos cuantos pasos se abrió, el rostro de Michelle se asomó.— ¿Qué tal tu habitación? La mía genial. —era mi hermana, finalmente entró y cerró la puerta detrás de ella, miró por un momento el lugar y se dejó caer en la orilla de la cama. — ¿Qué? ¿Y esa cara? ¿No has hab
Jackson JohnsonEstacioné el auto frente al local, miré por el retrovisor y miré el auto de Jacob estacionándose detrás de mí, bajamos y nos quedamos en la acera.— ¿Entonces? —Jacob preguntó al acercarse hasta a mí.—Prefiero no desvelarme, ¿Qué tal si cenamos y platicamos aquí? Me ha llegado un salmón a la parrilla y tienes que probarlo. —asintió a mi propuesta. Entramos al restaurante y él se sentó en la barra, entré a la oficina y me encontré con Salma, mi gerente de lugar.— ¡Johnson! —Exclamó sorprendida al verme, —Pensé que vendrías hasta mañana.—He venido con mi hermano. —ella sonrió.—Perfecto, ¿Se quedarán a cenar? O… ¿Probar de nuevo el salmó