¡Referí cómo no detuvo la pelea antes! ¡Billy no debería ser boxeador! ¡¿A eso lo llaman boxeo?! Los gritos de la gente se intensificaron mientras sacaban a Jack de allí. Cuando lo vi salir por la puerta pude reaccionar. Sequé mis lágrimas son mi mano y salí de allí pidiendo permiso entre las personas. Debía verlo… Debía verlo… mi celular comenzó a vibrar. Lo ignoré y salí de allí lo más rápido posible. Desde una de las salidas un miembro del staff me reconoció y levantó la mano. Lo seguí por los pasillos hasta la habitación en donde se encontraba a Jack. Un grupo de gente discutía afuera de la puerta, vi al papá de Jack gritarles a unos jóvenes del servicio médico. – ¡Llamen a una ambulancia ahora mismo!
–Como le decía al señor Callen, detuvimos la hemorragia de la frente. Pero el verdadero problema es la contusión de nuca. Debería despertar en unas horas cuando deje de hacer efecto la anestesia. Pero la posibilidad de secuelas no es nula. Tendremos que tenerlo bajo vigilia.Pestañeé varias veces. El doctor puso su mano en mi hombro.–Pero no se preocupen, sus signos vitales están normales. No hay mayores riesgos. Traten de descansar ahora. Solo queda esperar su recuperación.–Gracias doctor. –dijimos al unísono con el papá de Jack. El doctor se fue por el pasillo y me deje caer en la silla.El papá de Jack se apoyó en la pared con un suspir
Pasaron días con Jack en la clínica. Lo dejaron allí en Sídney porque tienen el mejor equipo para su recuperación. Yo al día siguiente tomé el avión de vuelta a Riverlight que teníamos estipulado. Hablábamos todos los días por teléfono, y aunque me decía que estaba estupendamente, no podía dejar de pensar que ese golpe tendría repercusiones en el futuro. Sentía un dolor en el pecho permanentemente. Solo quería estar con él de nuevo, asegurarme de que está bien, y no que me llenaba de mentiras piadosas para dejarme tranquila.Una semana después volvió a la ciudad. Lo último que supe era que había vuelto, pero desde entonces que no responde mis llamadas ni mis mensajes. Pasaron días, no podía dormir bien preguntándome qu&ea
Ordené mi cabello con mis manos. (Ahora que me llega a los hombros es mucho más rápido) me puse mi uniforme que tenía en perfectas condiciones a los pies de mi cama. Último día que usaré esta cosa… siempre odié las faldas. Mientras más lo pienso es ridículo que nos hagan usar estos calcetines largos con este calor. Miré una última vez el trofeo de atletismo que tenía en mi repisa. Campeón último año. Nadie lo creyó cuando me uní al club. Inflé el pecho orgullosa. Bajé las escaleras y me encontré con mi mamá en la cocina. Tome un sorbo del jugo de naranja natural que me tenía servido.–Es la graduación Emma… ¿No vas a maquillarte un poco? –me preguntó apoyada en la repisa con sus manos en el celul
Terminé de escribir los últimos detalles en el letrero de bienvenida para la Kermesse de mañana. Muchos ya se habían ido a sus casas, apenas levanté la cabeza noté que me encontraba sola en la sala de clases. Lo levanté junto conmigo hasta la puerta. En el pasillo había algunos compañeros míos conversando. ¿Dónde dejo esto? –les pregunté. Ambos me miraron y respondieron que en la bodega de abajo. Claro, ahí dejamos todo para mañana. Entendí que mi pregunta fue algo idiota. Les di las gracias, y caminé con mi letrero gigante tratando de no hacer chocar un lado con el otro para no ensuciar lo que acababa de pintar. Quise devolverme y pedirles que me acompañaran.La despensa de abajo es algo escalofriante y ya oscureció. Pero no quería que su primera impresió
–Déjenla ir. –Resonó la voz de un hombre al otro lado del callejón. No podía ver quien era, pero en el suelo se reflejaba su sombra. ¿Él me salvará? pero es solo uno contra ellos cinco.– ¡Quién te crees! ¿Ah? ¿Qué vas a hacer? ¿Llamarás a la policía o algo así? debe ser una broma. –escupió uno de ellos. Hubo un silencio–... ¡¿De qué mierda te ríes?!A pesar de que había dos hombres a mis costados afirmándome los brazos, pude ver a la perfección lo que estaba ocurriendo por las sombras del piso. El hombre que se acercó a golpearlo, era mucho más grande y gordo que mi salvador. Podía verlo. Pero no comprendí cómo fue &eacut
Al día siguiente trataba de aceptar todo lo ocurrido anoche. Mi mamá quiso que fuéramos juntas a la estación de policía a dejar un registro del intento de violación. Pero la verdad era que no recordaba bien las caras de aquellos hombres, fue una noche realmente oscura. La única que venía a mi mente una y otra vez con claridad era la del boxeador. Eso era lo único que me demostraba que había sido real. Quise ir al instituto, era un día importante después de todo. Caminé por la calle con la esperanza de encontrarme con él en alguna esquina. Mi celular no volvió a prenderse, por lo que hoy mismo iré después del instituto a comprar uno. Mi mamá está demasiado nerviosa conmigo incomunicada.La sala de clases era un desastre de cosas y disfraces tirados por doquier. Mi curso har&aa
Tardamos más de lo que pensé en arreglar todo. Luego de la última función tuvimos que ordenar y dejar la sala de clases como antes. Fueron todos a cambiarse de ropa, yo como ya estaba con mi buzo puesto, tomé mi bolso y fui hacia la entrada principal. Esperé cerca de cinco minutos cuando Marc llegó junto con un grupo de amigos. Se despidió de ellos y se disculpó conmigo por hacerme esperar. Caminamos juntos por la ciudad, era la primera vez que vi tan detenidamente todo. Marc me enseñó varios lugares camino a la tienda de electrónica. Un señor que atendía allí me mostró varios modelos distintos, pero finalmente compré un Smartphone que era el mismo que Marc tenía. Nunca tuve uno tan grande como ese. Elegí el de color rosado. Apenas lo
Supongo que era obvio que no podría. Por qué cenaría con una de las muchas chicas que ha salvado (Posiblemente). De todas formas no puedo evitar sentirme ridícula. Llegué a mi casa a darme una ducha y cambiarme de ropa. Me puse unos shorts, una blusa y mis zapatillas blancas de siempre. Hacía bastante calor así que salí con el cabello húmedo.No sé cómo paso, pero estaba retrasada. Eran las 11:16 cuando me quedaba una cuadra para llegar al instituto. Casi que corrí mirando la hora en mi celular cada dos segundos. Ya habrá comenzado… Pasé por la puerta principal y pude oír desde allí los gritos del partido. Al parecer no soy la única que vino a verlos. Al llegar a la cancha vi un grupo de mujeres apoyadas en la reja gritando. No creo que todas esas chicas sean del otro institut