Capítulo 35JaredDespierto en una pequeña habitación totalmente desconocida para mí, echo un vistazo a mi alrededor y no recuerdo como diablos llegué a este lugar. ¡Joder! Apenas son las tres de la mañana según mi reloj, me siento en la cama y trato de enfocar la mirada en algo, pero todo me da vueltas.Como puedo me levanto y observo mi ropa tirada en el piso. Trato de analizar como llegué aquí y lo único que recuerdo es a aquella mujer que me dio a tomar esas malditas pastillas.Pude reconocer su perfume, estoy segurao de que era ella.Me dejo caer en la cama de nuevo y tapo mis ojos con una mano. La recuerdo a ella, a esa maldita rubia perversa que se atrevió a drogarme para hacer conmigo lo que deseaba desde hace tiempo.Su perfume sigue impregnado en mi piel y el recuerdo de su mirada mientras tenía su cabeza metida en mi maldita entrepierna llega a mi mente como un flechazo haciéndome poner erecto de inmediato.Tomo una pequeña toalla para ir darme un baño y escucho que afuera
Capítulo 36MollyEl tacto de Jared en mis mejillas y su respiración tan cerca de mi oreja no me deja ni pensar. Él escabulle su mano entre mis piernas, apretando en cada caricia, llegando tan cerca de mi intimidad que hace que mis músculos se tensen por completo.No me deja pensar en nada más, quiero volver a sentirlo dentro de mí, quiero tener su maldita erección de nuevo dentro de mi boca.Mi respiración se agita cuando su mano sube bruscamente por mi abdomen y las fija en mis senos, a los que masajea y aprieta a su antojo.No puedo hacer nada más que disfrutar lo que hace, cierro mis ojos y me concentro en sus movimientos, en sus besos tibios en mi cuello hasta que siento como aparta el tirante de mi camisón y saca uno de mis senos.Su mano se concentra en mi entrepierna, que ahora la siento como si fuera a echar fuego, y su boca succiona la punta de mi seno haciéndome erguir la espalda y me humedezco aún más.Jared introduce su dedo en mi centro, lo saca lentamente llevándolo a s
Capítulo 37MollyJared acorta más nuestra distancia y se percata a donde yo dirijo mi mirada fija y sonríe ampliamente regocijandose en su triunfo. Ha logrado su objetivo.—¿Qué sucede, rubia pervertida? ¿A caso quieres besarme? —pregunta enarcando una ceja, con una sonrisa enorme plasmada en su rostro, acto que hace que mis músculos se tensen y mi piel se erice por completo ante la sensación de euforia que se cierne sobre mi cuerpo al tener a ese hombre tan cerca de mi.Siento que he perdido por completo mi equilibrio ante esta sensación que me avasalla el cuerpo al saber que estoy a punto de caer en la tentación, de querer dar paso a lo prohibido y es que estas benditas ganas de ceder al pecado ya no me parece tan irracional. Desde aquel día en el club me siento totalmente fuera de control, solo necesito volver a sentir su cuerpo, fundiéndose con el mío.—Sí, Señor Miller, quiero hacerlo —admito sin rodeos, ya no tiene caso seguir negándome a una respuesta que él muy bien conoce y
Capítulo 38JaredLevanto mi cabeza de su entrepierna y la miro fijamente, hambriento de ganas de tenerla una vez más, siento mi respiración hecha un caos y mi hombría duele de lo tensa que se ha puesto. —Molly, preciosa —susurro cerca de su oído—. No quiero que pienses en nada más, esta noche solo seremos tú y yo. No puede haber cabida para nadie más. No quiero que te arrepientas de lo que pueda pasar aquí.Termino mi frase y vuelvo a besarla, sintiendo como ella se queda sin aliento.—Lo sé —respondió ella, reteniendo un gemido al sentir mi mano que ahora le acaricia con ligeros movimientos circulares sobre su clítoris, haciendo que ella se retuerza de placer—. No lo haré.Responde en un gemido que me pone aún más duro. —¡No habrá vuelta atrás! —advierto una última vez sin dejar de tocar su intimidad y esos gestos que hace con su cara me están volviendo loco—. ¡No me detendré aunque me supliques!Parece que mis palabras no hacen mas que excitarla, ella mete sus dedos entre mis ca
Capítulo 1PrólogoMuchas veces fui golpeada por la discriminación del ser humano. La gente suele criticarme y juzgarme por mi ritmo de vida y mi manera de vestir.¡Como si eso define mi verdadera esencia!«Te vistes como una puta, suelo escuchar a diario», recuerdo constantemente que suelen murmurar.Pero no tienen ni idea de por qué lo hago.Me visto así para sentirme bella, hermosa, preciosísima; y lo más importante es que lo hago por mí, no para seducir a ningún patán que solo quiera meterme en su cama una vez y ya.Porque aunque a muchos les joda, mis ingresos y los lujos que me doy no dependen de mi ropa.Yo puedo ponerme, quitarme y enseñar lo que quiera. A fin de cuentas nadie es capaz de ver más allá de la piel. No ven que detrás del escote hay una mujer valiente.No ven que debajo de una minifalda hay una mujer segura de si misma y es allí cuando se dan cuenta de que como no pueden estar a mi nivel, entonces me llaman puta.No soy una simple puta... Soy una Puta Dama....—
Capítulo 2Rico encuentro calienteTengo mi cabeza echa un lío de solo pensar en sus insinuaciones y lo bien que ejerce la manipulación en mí. No me deja ni pensar en lo que que es correcto y lo que no.Aunque en realidad lo sé; "Apartarlo de mí".Debería empezar por eso, ya que es lo que cualquier persona en sus cinco sentidos haría. Pero no puedo, su cercanía me vuelve adicta al deseo de tenerlo.A pesar de que solamente pienso en zafarme de su agarre y salir corriendo. En realidad lo único que quiero es abrir mis piernas para él, recibirlo con todo gusto y disfrutarlo placenteramente como la primera vez.Mi primera vez.Este hombre es un verdadero maestro de la perversión.Me obligo a volver en sí, a ser consciente y alejarme. Pero mis pies no me obedecen porque muy por encima de lo que debo hacer, mi cuerpo se quiere quedar aquí, con él. Disfrutando del placer que me asegura su cuerpo y sus manos, mismas que están quemando mis glúteos y mi espalda.—No era yo la chica de aquella n
Capítulo 3El viaje perfectoMolly¡Oh, no, no pares! Por favor sigue...Ve más rápido.¡Ah! Sí —jadeo fuerte mientras lo miro fijamente, el movimiento constante hace que mi cama suene y veo que se detiene—. Ni se te ocurra. No pares.Le digo y ese hombre sonríe con mañicia. Alza mi pierna de lado y sigue penetrándome sin parar, hasta que me levanta bruzcamente y me pone en cuatro, se entorchala mi cabello en su mano, mientras que con la otra mano me sostiene con fuerza de la cintura.Tiempla mi cabello hacia atrás y aprieta mi cadera al mismo tiempo en que me empotra salvajemente sin contemplaciones.Con una sonrisa y esa voz ronca que no sale de mi cabeza me pregunta si lo estoy disfrutando.¡Por Dios! ¿Que pregunta es esa? Si esto es el puto paraíso. ¿Cómo no habría de disfrutarlo?Sí, me encanta —respondo en medio de gemidos y gritos ahogados—Mis palabras fueron como el detonante que desencadenó toda esta oleada de pasión y lujuria.Sentí como ese hombre se encarnizó conmigo y me
Capítulo 4Un viaje con sorpresasLa preocupación de mi padre es evidente y eso se debe a que he dejado de comer por las noches. Esto no es cosa de un solo día, llevo mucho tiempo en esta situación.Siempre que los escucho mencionar algo al respecto me hago la sorda o simplemente evado el tema. Ahora me ofrece atención médica especializada o quizás psicológica, acto que me enfurece aún más.Estoy cansada de recurrir a distintos doctores para que todos terminen diciéndole la misma mierda, que estoy bien y que tengo el peso acorde a mi edad. Ya estoy cansada de repetirles lo mismo y jurarle a mis padres que es cierto, que estoy bien y que mi falta de apetito no se debe a eso.Pero esa maldita voz en mi cabeza nunca se calla y me atormenta, no cesa de murmurarme siempre lo mismo, esas cosas que he luchado por enterrar en mi memoria para ser fuerte y continuar.Suspiro profundamente tratando de tragarme el enojo que me corroe por dentro y le sonrió a mi padre con intenciones de suavizar l