Capítulo 5ZekePor fin.Es el día de la cena.Otra vez.No sé por qué esta vez siento más emoción de cenar con Evanna que la primera vez.Quizás porque la última vez que cenamos, me di cuenta lo que escondía Evanna en su mirada. Esa picardía que solo ella sabía que estaba guardada. Quería dejarla salir. Pero quería ser yo el que la dejara libre.—Corbin —llame a mi asistente—. Ve por el regalo para mi prometida, está en Real Jewels.—Entendido señor.Sale de mi oficina rápidamente.Estoy viendo algunos papeles antes de irme al castillo de Evanna.Su madre me llamo ayer, diciendo que tenía que encontrarme con ellas en el castillo para arreglar todo lo de la fiesta. Sinceramente, yo aceptaría cualquier cosa que Evanna me ofreciera. Si ella me decía que fuera en boxers a la fiesta, iría en boxers.Evanna…He pensado tanto en ella que me salieron callos en la mano.He pensado en lo mojada que estaba en la cena. En cómo se verá con las bragas que envie. También recuerdo como cabalgaba ese
Capítulo 6EvannaAl segundo que la cena se terminó y Zeke tuvo que irse por alguna cosa del trabajo, corrí. Corrí todo el camino de regreso a mi habitación, mi corazón acelerado y mi pulso saltando cada dos latidos.Estaba convencida de que esto no era normal. Solo estuve tres horas, tres putas horas con él. Nunca me había sentido así por un chico. Nunca. Dios mío, ¿Quién diablos es Zeke Starlit que me ponía así de loca? Más importante aún, ¿quién demonios era yo que quería que lo hiciera? Había pasado toda la noche susurrándome cosas y tocando mis rodillas por debajo de la mesa, y yo había estado tan dispuesta a cualquier cosa con él.En un momento dado, entablamos una conversación normal y fue agradable hablar con él, conocerlo y saber un poco más de su vida, como por ejemplo a que se dedicaba.Pero, en cuento la conversación perdió fuerzas su mano traviesa volvió a mi muslo.Al llegar a mis aposentos, cerré de golpe la puerta de mi habitación y me hundí contra ella, mi pulso todaví
—Tócate —dijo. Sentí un hormigueo recorrer cada centímetro de mk cuerpo—. Juega con ese pequeño coño, hermosa. Dame el espectáculo que solo una princesa puede ofrecerGemí mientras lentamente dejaba que mis manos se deslizaran por mi cuerpo. No podía dejar de pensar que esto estaba mal, pero ya no podía detenerme, quería esto tanto como Zeke.Mis manos se movieron más abajo, sobre mi vientre y bromeando a través de mis caderas, antes de tomar una respiración profunda y temblorosa, y las empujé hacia abajo.Lo mire. Era demasiado cautivador, demasiado atractivo y demasiado seductor, no podía tener la mejor inspiración.Mis ojos se posaron en su regazo y me mordí el labio, gemí al ver el enorme bulto allí. Estaba muy excitado.Por un momento me sentí orgullosa de mk misma.El éxtasis inundó mi cuerpo cuando mis dedos empujaron sobre mi clítoris, enviando un escalofrío a través de mí. Sentí como mi rostro se sonrojo, tanto por la vergüenza como por el deseo.Sumergí un dedo dentro de mi
Capítulo 7ZekeMis manos agarraron el volante con furia, había pedido que me traerán mi deportivo al castillo. Manejé como un maníaco, apenas capaz de ver la carretera y apenas consciente de que el campo pasaba a mi lado.Todo lo que podía pensar era en el idiota de Magnus y su estúpido accidente.Mi teléfono sonó en la guantera y lo agarre bruscamente. Puse el teléfono en manos libres, y conteste.—¿Si? —Respondí con furia.—Amigo, no vengas —la voz de Magnus inundó el vehículo—. Varya vino, después de todo.Siento como mi pulso estalla en mis venas.Detengo el auto en la orilla y corto la llamada.Magnus Bane es así. Siempre siendo imprudente y jodiendome la vida.Cuándo recibí esa llamada que me hizo tener que excusarme de Evanna y la reina, no podía creer que estaba siendo llevado al hospital porque el idiota había estado masturbándose con crema dental por cinco horas.En cuanto salí del castillo y estuve a punto de subir a mi auto, lo pensé mejor. Tomé el gancho que llevaban lo
Capítulo 8EvannaDesperté sintiéndome como nunca antes me había sentido. No tenía idea de cómo había logrado dormir la noche anterior, pero de alguna manera, lo había hecho.Resulta que mi madre ya había entrado en un coma etílico cuando llegué a su habitación para hablar con ella. Con mi bata de baño envuelta a mí alrededor y mi cara aun brillando con el recuerdo de lo que acababa de hacer, me fui otra vez a mi habitación.El deseo volvió a encenderse en el momento que leí su mensaje. No sabía cómo había obtenido mi número, pero sabía que era él. No respondí yo, lo hicieron mis ganas de tenerlo cerca. Me sorprendí mucho cuando me llamo, pero le conteste.Sentía unas ganas de conocerlo, estaba intrigada por ese hombre oscuro que había despertado tantas cosas en mí.La llamada termino rápido, pero no por que estuviera cansada, como se lo hice ver. No, solo quería poder descargar mis ganas.Sentía su semen pegajoso y caliente entre mis piernas, y no pude evitar frotar mis dedos bañando
—Cuando estés conmigo, no cubras esto —murmuro Zeke en mi oído mientras, con ambas manos rompía mis bragas.—Alguien podría... —gemí cuando él se deslizó entre mis piernas, haciendo que extendiera mis muslos para él—. Alguien podría vernos.—Todo un escándalo —se burló—. Imagínate si alguien pasara por aquí y viera a la inocente princesa de Diera con las piernas abiertas para mí, con su dulce e inocente coño expuesto. Gemí cuando él llevó mis arruinadas bragas a su cara, inhalando profundamente y gruñendo cuando sus ojos se clavaron en los míos. Sus ojos ardían ferozmente mientras los empujaba en su bolsillo.—Mío —gruño.Sus manos se deslizaron por mis muslos otra vez, y esta vez, no había nada que lo detuviera. Sin bragas que le bloqueen el paso. Gemí cuando sus dedos se deslizaron a través de mi humedad, separando mis labios y frotando mi clítoris. Sus labios encontraron mi cuello, y cuando comenzó a chupar, morder y lamer su camino hasta mi clavícula, gemí fuerte. Sus manos enco
Capítulo 9 EvannaEstoy mirando atentamente mi anillo de compromiso. Siento como si tuviera corazones en mis ojos, como si flotara, como si...—Su alteza —la perra de la modista real, me saca de mis pensamientos—. ¿Por qué no eligió un color menos llamativo? —Señala mi vestido—. Esto es muy atrevido para alguien que se va a casar.—¿Pedí tu opinión? —La muchacha me mira mal—. Recuerda que estás aquí porque a mi madre le gustan tus mierdas, pero si fuera por mí, te habría votado hace años.—Lo que usted diga, su alteza —hace una reverencia tensa y se va.Mejor así.No es que yo sea del tipo engreída por mi posición económica, ni nada de eso, es solo que ella se lo merece.Se metió a nuestra casa antes que mi padre muriera y lo sedujo, intento terminar con nuestra familia, y aunque mi madre ni sabe, yo sí, y por eso no la soporto.Observó el vestido que hizo para mí, y realmente no está mal.Mi vestido era rojo. Era estilo corazón con una aventura desde el muslo hasta donde terminaba e
—Buena chica —gruñó él, haciéndome jadear en voz alta.Sentí su mano deslizarse por mi culo desnudo. Una punzada violenta golpeo mi centro subiendo y esparciéndose por todo mi ser. Froto su palma en círculos lentos sobre uno de los cachetes de mis nalgas, haciendo que mi piel picara por más. Mi cuerpo se enfrió cuando alejo su mano de mí, pero rápidamente volvió a encenderse, esta vez más fuerte, cuando de repente la volvió a bajar con un golpe seco. Grite ruidosamente, todo mi cuerpo explotó en fuego cuando el calor de ese azote hacía estragos en mi de manera violenta.—¡¿Me acabas de azotar?! —Le grite, histérica.Encontró mi mirada y sentí como mi mundo se borraba. Esta versión de Zeke Starlit, me encendio, me hizo sentir más sucia, y me gustaba. Pura lujuria y fuego era lo que sus ojos me ofrecían, pude sentir el calor vertiéndose en mí.—Princesas traviesas con una boca sucia son azotadas, nena —gruñó, su mano frotando mi trasero de nuevo, calmándome—. Y has sido una princesa mu