Danna se despertó muy temprano y sus ojos estaban hinchados a raíz de todo lo que había llorado, caminó lentamente hacia el baño, pero Flor lo tenía ocupado. Danna dio dos golpes a la puerta:—¡Rápido Flor se me hace tarde! —dijo con voz perezosa.—¡Ya salgo! —gritó Flor.Danna vio a su hermana salir de su cuarto ya arreglada, bajó la mirada para que Brenda no se diera cuenta de sus ojos hinchados. Flor salió del baño, tenía su cuerpo cubierto con la toalla:—Ya puedes utilizar el baño —informó Flor.La joven rápidamente entró al baño y cerró la puerta, se miró en el espejo y dejó salir una lágrima, después la limpió con su mano derecha, Brenda no le dio mucha cabida al asunto y decidió bajar al comedor para servir su desayuno.Después de bañarse entró a su cuarto, se estaba vistiendo cuando recordó a Fernando y su extraño comportamiento:—¿Será que Brenda tiene algo que ver? — se preguntó a sí misma mientras se terminaba de poner el pantalón jeans.Bajó rápidamente al comedor donde e
Danna estaba asustada, sentía que su pulso se aceleraba cada vez más.—Yo no te conozco Daniel, ¿cómo voy a casarme contigo?—El tiempo te mostrará quién soy y te prometo que nunca te vas arrepentir de haber tomado esta decisión —dijo Daniel.—Es una idea muy loca, ¿por qué quieres ayudar a mi familia?—Tu padre es un gran amigo —respondió Daniel.—Daniel... ¿podrías dejar que lo piense por algunos días?—Necesito una respuesta Danna, esta propuesta estará en pie hasta el día miércoles, recuerda que tu familia está en problemas y tú puedes ayudarlos.—Lo sé, el miércoles te daré una respuesta —finalizó Danna, después entró al negocio de su padre.La propuesta le daba vueltas en la mente; encontró a su padre en la oficina, él se veía muy pensativo:—Hija siéntate por favor —pidió el señor Oscar.—¿Qué sucede padre? —preguntó Danna mientras se sentaba enfrente de él.—Así que, Daniel era el hombre del que hablaba Brenda —dijo Oscar— él es un buen hombre, de hecho, sería una bendición ve
Fernando había escuchado el mensaje que Danna le había dejado en su celular, pero no le prestó atención, no quería que por su culpa Danna destruyera toda su relación, sólo dejó de intentar algo que nunca se iba a dar.Muy poco iba a la universidad y estaba pensado en irse del país. “Tal vez nunca tuve que volver” pensaba.Pero ese día decidió ir y a lo lejos vio a Sara y Danna hablando, podía ver el rostro triste de su amiga, sabía que algo le estaba sucediendo, las ganas de acercarse y hablar con ella lo estaban matando, pero después se acordaba de Brenda y sus palabras.Decidió alejarse de ella y seguir con lo suyo. Brenda estaba más que feliz, esa tarde se encontraría con Daniel e iban a hablar de cómo iban a solucionar los problemas de la familia, la señora Gloria estaba totalmente de acuerdo y eso era muy bueno.Ella llegó al restaurante donde Daniel estaba sentado y al poco tiempo llegó la señora Gloria, ellos se miraron y sus miradas eran bastante serias:—¿Quieres tomar a mi h
Danna salió del negocio de su padre llorando a lágrimas vivas, su decisión ya estaba tomada, llegó a su cuarto y cayó en la cama, temblaba de la desesperación, daba vueltas y ahogaba sus gritos en la almohada.Corrió al baño y se desnudó, entró en la ducha y abrió la regadera, se agachó junto a la pared y el chorro de agua caía en su cabeza:—¿Por qué yo? —se preguntó una y otra vez, abrazó sus piernas con sus manos y se mecía, al poco tiempo dejó de llorar.—¿Danna eres tú? —preguntó Flor.—Sí... Me estoy bañando —contestó Danna incorporándose y cerrando la regadera.—¡Tengo ganas de ir al baño, apúrate! —prácticamente gritó Flor desesperada.Danna tomó una toalla y se cubrió con ella, así mismo tomó su ropa sucia y salió del baño, Flor entró y cerró la puerta con un solo empujón.Danna entró a su cuarto y se miró en el tocador, se sentía absurda por haber pensado que alguna vez pudo haber tenido la oportunidad de una boda de ensueño, ahora su anhelo de la boda perfecta estaba enfren
Cada sonrisa tiene una historia y cada lágrima un recuerdo; Fernando pensaba en aquello sentado mientras veía al profesor hablar, su cuerpo estaba en aquel lugar, pero su mente recordaba los innumerables recuerdos, las sensaciones, los olores y el ambiente de todos los años vividos junto a la persona que era dueña que su roto corazón, aunque ahora ya la había perdido.Pensaba que ya no tenía nada que hacer en ese lugar, el sólo pensar que se iba a encontrar con ella y no poder soportar su mirada, era una tortura que no podía resistir.Al salir de la clase caminaba por los pasillos como si ya nada le importara, él sólo pensar en aquel momento, en aquel instante en que pudo arreglar su presente y no fue lo suficientemente hombre y la dejó ir... le destrozaba el alma.Se detuvo de un tope, quedó pasmado al verla, caminaba junto a su hermana y otras mujeres que él ya conocía, para Fernando fue un momento que pasó lento. Aquella mujer con la que se había imaginado todo su futuro, los plane
Danna hizo pasar a Daniel, el señor Oscar al escuchar que el joven estaba en casa fue a saludarlo:—¡Hijo!, Que gusto me da que estés en casa —lo abrazó fuertemente— ¿cómo has estado?—Muy bien señor Oscar —contestó Daniel, se sentaron y la señora Gloria trajo unos jugos.Los hombres de la casa empezaron a hablar, la señora Gloria no dejaba de sonreír, Danna trataba de poner su mejor cara, pero por dentro quería lanzar toda esa farsa a la basura. ¿Casarse con alguien a quien no ama? ¿Cuándo ella pensó en casarse por interés?—Nosotros nos vamos, se nos va hacer tarde —dijo Daniel mientras se levantaba del mueble.—Bueno hijo, cuida de mi niña —el señor Oscar se levantó del mueble, estrechó la mano derecha de Daniel.—Ven más ha seguido —sugirió la señora Gloria.—Claro —respondió Daniel, le besó la mejilla.Salieron de la casa:—¿A dónde vamos a ir? —preguntó Danna mientras iban en el carro.—No seas curiosa ya vamos a llegar —contestó Daniel con mucha calma.Llegaron a una feria en l
—Vaya, que sorpresa —dijo Fernando, volvió su mirada a Daniel —, ya nos conocemos.—¡¿Enserio?! —inquirió Daniel algo impresionado.—Sí, somos amigos desde hace tiempo —contestó Danna.—¡Qué coincidencia! —soltó Daniel acentuando con su cabeza.Se sentaron alrededor de la mesa y Danna trataba de no levantar sospechas, Daniel inocente hablaba con los dos y recordaba viejos tiempos, había mucho roce por parte de las miradas de Danna y Fernando.—Daniel, se hace tarde —informó Danna.—¿Qué? —preguntó Daniel rodando la mirada hacia ella—, Danna… —dejó salir un suspiro— bueno, si es así… —miró a Fernando—. ¿Cuándo podemos hablar?—Estoy disponible todos los días, voy a la misma universidad donde estudia Danna —respondió Fernando.—¡Ah… ya veo! —Daniel se levantó de su puesto—, entonces ya sé dónde encontrarte.Danna al ver que Daniel se había levantado aprovechó la oportunidad para hacerlo salir del lugar.Tomó su brazo a la salida del salón de eventos y lo llevaba casi a empujones.—¿Qué
Era Daniel quien estaba enfrente de ella:—¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás repartiendo los pedidos? —preguntó bastante furioso.—Bueno, yo necesito el dinero —fue lo único que pudo responder.—¿Si necesitas el dinero por qué no me dices? Yo te lo puedo dar —explicó Daniel.—No Daniel, yo quiero ganarme el dinero por mis propios medios, no voy a dejar que me sigas manteniendo, además, no te tengo suficiente confianza como para llamarte y decirte que debo comprar libros para los trabajos de la universidad —explicó Danna— todavía no nos hemos casado —ella contenía el aire en sus pulmones por el miedo.—Así que no me tienes confianza —Daniel respiró hondo, pero no soltó el bocado de aire que había tragado—, ¿crees que esta relación va a servir? Tomas decisiones sin importar lo que pienso, Danna, yo estoy tratando de dar mi mejor esfuerzo ¿por qué no puedes hacer lo mismo? —Daniel vio que la vecina de enfrente empezó a mirar por el balcón, tomó a Danna de una mano y la arrastró dentro