—Danna, creo que estás malentendiendo las cosas —dijo Daniel.
—¿Entonces por qué me mentiste?
—Si te hubiera dicho que estaba con una mujer te ibas a poner celosa.
—¿Y por qué? ¿Es que acaso de verdad está pasando algo? —cuestionó Danna.
—Claro que no, ella solo es una amiga que está cumpliendo años.
—¿Ah sí? —Danna se cruzó de brazos— pues no parece ser una amiga Daniel, yo vi otra cosa.
—Disculpa Danna, entre Daniel y yo no sucede nada —trató de explicar Camila.
—¡Tú te callas! —gritó Danna a Camila con mucha fuerza, la miraba de una forma muy furiosa.
—¡Oye! ¡No le vuelvas a hablar a Camila de esa manera! —gritó Daniel bastante furioso.
Los dos se miraron fijamente, la tensión se ap
Al final Danna terminó sola en la casa, tenía ansias por saber cómo terminaría aquel problema. Se sentó en la sala principal y esperó por más de dos horas, después caminó en círculos por toda la sala. Ese ya era al colmo, Daniel sabía cómo estaba su relación con ella y se estaba dando el lujo de hacerla esperar.Pero intentaría que esta vez la situación fuera diferente, debía saber dominar el problema y ponerlo a su favor. Meditando más a fondo lo que estaba pasando, dejando a un lado su enojo e impulsos agresivos, pensó ¿qué haría su difunta hermana?La respuesta llegó a su mente, quitarle todo a Daniel en forma de venganza, ¿y cómo lo haría? Poniendo todas las cartas a su favor. Ella se había esforzado por sacar ese matrimonio adelante y había pasado muchos años de su vida s
La oportunidad se había dado, Camila estaba en la cocina del restaurante arreglando unos platos que se habían servido, Danna se acercó a ella y miró la comida que se veía muy apetitosa.—¿Sabes? —Mostró una sonrisa— yo me casé con Daniel hace años por dinero, mi familia estaba en la quiebra total y... él tenía mucho dinero, era la respuesta a mis problemas, aunque yo no quería —Camila dejó lo que estaba haciendo y se concentró en la joven— a mí me gustaba mi mejor amigo, desde pequeña siempre quise una vida junto a él, pero como puedes ver eso nunca se dio, él se fue a vivir a muchos kilómetros de aquí y ahora se va a casar con mi mejor amiga, por más que yo le rogué a Daniel que me diera el divorcio, él nunca lo hizo, sufrí mucho en esos días, era un gran infierno —Da
¿Qué era lo que estaba haciendo? Era lo que se preguntaba Daniel ¿cuándo él sería capaz de destruir la vida de una persona de esa manera? El ver a Danna llorar mientras empacaba su ropa, lo hizo alterarse bastante, sus palabras retumbaban su cabeza y se sentía el peor hombre del planeta.La tomó de un brazo para así hacerla detener. —¡Suéltame Daniel! —Danna sacudió su brazo, pero él no la soltó.—Por favor Danna, no te vayas, yo... no quiero el divorcio, por favor, por favor, discúlpame, me dejé llevar por el enojo, por favor... —rogaba Daniel muy alterado.—No Daniel, solo estás asustado por lo que piensen los demás cuando se enteren que me has sido infiel. —Dijo Danna con su voz quebrada— Daniel, yo nunca fui capaz de traicionar la confianza que me diste, pero veo que tú s&i
Daniel estaba sentado en un mueble y tenía sus codos reposando en sus rodillas. Nunca había creído que una cosa así pasara. Se dejó llevar por sus impulsos y ahora su esposa se marchó de su lado, había acabado con el matrimonio.En aquel momento sonó su celular.—¿Diga? —contestó.—Daniel... —era Camila.—Camila, ahora estoy ocupado. No puedo hablar contigo.—Es urgente que hable contigo Daniel, por favor, ven a mi apartamento —la joven se escuchaba desesperada.Daniel decidió ir, había caído la noche, y su mente estaba echa un desastre. Llegó al apartamento de la chica, entró y se quitó el abrigo negro que llevaba puesto, lo tiró en un mueble y vi
Belinda volteó y vio a Alex de pie frente a ella.—Alex —dijo Belinda mientras sentía cómo todo su cuerpo empezaba a temblar por los nervios.—Hola, ¿cómo estás?—Mejor.—¿Tu rodilla?—Ah..., bueno, como puedes ver ya está mejor, utilizo el parche porque apenas está cicatrizando y me parece que se ve feo.—Entiendo.En aquel momento Belinda se había dado cuenta de algo, aunque estaba tan asustada por volverlo a ver, sintió que las cosas ahora eran diferentes, podía controlarse, y, aunque supo en aquel momento que Alex no sentía nada por ella y que nunca entre los dos podía haber algo, no se sentía tan mal.—Me tengo que ir, voy a visitar a mis padres —explicó Belinda.—Ah... entiendo —Alex acentuó con su cabeza— oye... por favo
Eran ciertas las sospechas de Danna, estaba embarazada, había pensado decirle a Daniel cuando regresara de viaje.Habían pasado tres semanas, ella ahora se estaba quedando en la casa de su padre, en aquel corto tiempo sucedieron muchas cosas.Danna estaba administrando los dos restaurantes de su padre y eso le ayudaba a tener la mente ocupada para así no pensar en sus problemas. Le ayudó a Sara a organizar la boda y esto le hizo mucha ilusión.Danna tenía tres meses de embarazo y con la ilusión de su primer hijo, comenzó a buscar nombres de bebé en sus ratos libres al lado de su padre.La llamada que Danna estaba esperando llegó, Daniel había avisado de su regreso, aunque ella no se enteró, ya que Daniel le habló a Andrés y le dijo que no le avisara a Danna, quería darle una sorpresa.Andrés fue a recogerlo al aeropuerto, el d&iacut
Afortunadamente Daniel empezó a recuperarse y, aunque, todavía no había despertado, su vida no corría peligro. Pasaron dos semanas en las que ya estaba fuera de peligro. Y en aquella mañana, cuando Danna fue a visitarlo, al poner su mano sobre la de Daniel, notó que sus dedos empezaban a moverse y después le pareció ver que los ojos de Daniel comenzaron a abrirse. —¡Daniel! —gritó y soltó el llanto, lo abrazó— ¡gracias, Dios! —empezó a decir Danna— me asustaste mucho Daniel...Después de aquel día la recuperación de Daniel fue rápida, y con el paso de las semanas, ya Daniel hablaba y poco a poco pudo dar pequeños pasos al estar de pie. El día que a Daniel le dieron de alta, ella decidió darle una sorpresa. Compró unos zapatos de bebé azules y los puso en su cama.
Danna era una joven que apenas comenzaba su segundo semestre en la universidad, vivía con sus padres, su hermana mayor llamada Brenda y su prima Flor.Su madre, la señora Gloria, era una mujer dedicada a su familia. Su padre, el señor Oscar, solía ser un hombre trabajador que administraba un negocio familiar de electrodomésticos desde hace veinte años.Su hermana mayor, Brenda, estaba en su último semestre de universidad y era una chica prodigio, mientras que su prima Flor estudiaba en el colegio y sólo le faltaba un año más para poder ingresar en la universidad.Era una familia unida, salían a pasear los fines de semana y en los días cotidianos todos ponían su mayor esfuerzo para dar lo mejor. El señor Oscar había acostumbrado a su familia a la gran vida; vivían en un barrio de zona alta y siempre les dio todos los gustos que ellas querían, por lo que estaban muy agradecidas con él.Pero el señor Oscar había cometido un error muy grave, y ahora tenía que contar la terrible noticia a