El viento soplaba, se enredaba en mi pelo dándome tranquilidad. No había visto a Alec en todo el día después de una noche alucinante. Las rosas se abrían cuando los rallos de sol las acariciaban, era un acto curioso.
Mi celular sonó, lo saco extrañada del bolcillo.
_ ¿Hola?
_ Ángel…
Mi sorpresa es grande, mis ojos se aguan. Logra pronunciar mi nombre a medias, estaba borracho. Suelta una risa, le da hipo.
_ Lo siento- vuelve a reír- Ángel…Ángel
Su voz suena dolida, aun no logro salir de mi trance.
_ Mathew…- susurro, me siento en la banca, mis pies tiemplan, no logran mantenerme.
_ ¡Me recuerda!- vuelve a reír- creí que ya me habías olvidado- o través le da hipo.
Eructa, me sorprendo por ello, y rio.
_ ¡Dios soy un asco!- se queja- me alegra tanto volver a escucharte re&i
Me faltaban tres horas de viaje, el chico a mi lado, estaba dormido en mi hombro, era incomodo, pero me daba pesar despertarlo. La azafata, cada vez que caminaba a nuestro lado, sonreía tiernamente, como si supiera algo que yo no. Suspiro.Cierro los ojos e inclino la cabeza, apoyándola sobre la ventanilla; estaba cansada pero no lograba conciliar el sueño.El avión por fin aterriza, y el chico a mi lado no se ha levantado, ¡Si duerme! Pongo los ojos en blanco, cuando la chica de cabello rubio, vuelve a mirarnos tiernamente; bufo. Zarandeo al chico y este con pesadez, abre los ojos. Sus ojos oscuros miran a su alrededor algo desconcertados, y después se dirigen a mí._ Lo siento…creo que me quede ¿dormido?- se revuelve el pelo, y baja la cabeza.Suelto una carcajada, ¡Qué situación más vergonzosa!_ Está bien- le sonrió- no te preocupes, ¿L
Trataba re revisarle las heridas a Mathew, pero no se quedaba quieto. Un no me había explicado cómo había terminado así, y tampoco quería presionar, confiaba que cuando estuviera listo, me lo diría._ ¡Mathew quédate quieto!- le regaño.Me mira sorprendido; de repente suelta una carcajada._ Claro mama- vuelve a reír._ No es gracioso- me quejo. Cruzo los brazos, enfadaba.Me da un sonoro beso en la mejilla, y sin querer sonrió._ Está bien- le revuelvo el pelo, y se queja- Vamos a terminar contigo.Vuelvo a mi trabajo. Los chicos y los niños, ya estaban en sus camas, había pasado alrededor de una hora y no había podido terminar con Matt, porque no se quedaba quieto. Tenía que regresar al hotel, y ya era tarde.Suspiro ya había terminado, volteo a mirar el reloj en la pared; eran las doce de la noche. ¿C&
“Tal vez será mejor que se vaya”- la vos de Dam aparece._ “Por ahora, Mathew podrá protegerla más que nosotros”- Damon_” Yo soy todo para ella”- grita enfadado Lunel._ “Debes dejar de ser tan egoísta Lunel”- gruñe Hancel_ “No quiero que se vaya”- sonaba más calmado y dolido._ Así tendrá que ser por un tiempo- mi cuerpo se relaja y tiembla.Su cuerpo se aleja del mío y sale de la mansión, caigo al suelo, mis ojos se llenan de lágrimas. Me siento perdido, estaba renunciando, tendría que resistirme a cuidarla de lejos. Estaba detrás de ella y en la mansión aunque estar segura, será el primer lugar donde la buscaran, sé que Mathew la cuidara, y espero que lo haga porque perderá la cabeza si la pierde de vista.Tiro de mi pelo, perdiendo el nervio, quer&iacut
Disparo sin piedad, su mano toca mi hombro en forma de orgullo._ Una vez más- su vos es suave pero demandante.Sin dudarlo disparo otras ves._ Muy bien Ángel- su sonrisa se ensancha- no habrá nadie quien te pueda detener.Asiento, de acuerdo.Sus ojos oscuros, piel blanca y pelo igual de oscuros, la hacían luir una mujer exótica, sus curvas bien marcadas, que esconde detrás de unos pantalones de chándal. Ella me había ayudado a darme cuenta que él, era un perjuro, de la peor categoría. No había vuelto a ver a Mathew aunque seguía en contacto con él, no había reunido las fuerzas suficientes para decirle a mi madre que su adorada hija se había convertido en una asesina, y que iba en busca de una cabeza, el cual colgaría como el mejor trofeo. El, las pagaría.Estaba cansada de ser un maldito juego ¡ya nomás! Le d
Hera cada vez más difícil respirar, no podía controlarlo.- “Muerte y sangre”- “Verdad y justicia”Las voces de mi cabeza cada vez decían más incoherencias. Debian ser alrededor de las tres de la mañana, no podría decir con seguridad, lo único que sabía era que había tormenta, y yo lo escuchaba todo con claridad, de una manera incomprensible, extraña, como si cada gota de lluvia al tocar el techo, impactaran con tal fuerza, que hacían un estruendo, como piedras que caían de una gran altura. El ruido era insoportable.Me agarré la cabeza, tratando de absorber el dolor; saliendo de entre las sabanas, trataba de controlar mi respiración agitada.<
Presente.“muerte”“Muerte”“Matar”Otra vez las voces en mi cabeza, no entendía el porqué no cesaban, no entendía de dónde venían, cada vez estaban más y más presentes. No podía ignorarlas por más tiempo, era imposible hacerlo, simplemente aumentaban su todo de voz haciendo que mi cabeza palpitara.La miré de reojo. Ella sería mi boleto de salida, mi llave maestra; sus ojos azules eran tan intensos como el agua, nunca había visto ojos tan hermosos como los de ella en mi corta vida; niego con la cabeza sin entenderme. No debería pensar así, no debía ser condescendient
Ya todo estaba listo, ella pensaba que se iría conmigo, pero no, por ella llegarían hoy. Le esperaba un mejor futuro, un futuro el cual deseaba para ella, algo mejor, una vida mejor, conmigo no tendría nada de eso. Y aunque me doliera el pecho, era verdad. Ella solo era mi boleto de salida, así debía pensar. Habían pasado veinticuatro horas, y aún no sabía cómo decirle que no se iría conmigo, no encontraba las palabras correctas, y en realidad no había.Me levanto de mi cama, y diviso la cama que está a mi lado, donde está profundamente dormida. Su respiración es calmada, tranquila. No me gustaba para nada la idea de despertarla, pero necesitaba su ayuda, debía irme del orfanato-“Estás listo”- asegura Damon.
Estaba de vuelta, estaba aquí otra vez, reconocía las calles a la perfección, mi cuerpo temblaba y trataba de controlarlo. La emoción me inundaba, estaba de vuelta, aunque era un niño cuando todo había ocurrido, podía reconocer todo lo que me rodeaba, el lugar no había cambiado mucho. Los niños correteaban despreocupados, y aunque el orfanato estaba bastante retirado del pueblo, había terminado ahí después de que mis padres hicieran lo que hicieron, “Estás emocionado, idiota”- Hansel se queja por mi arrebato de emoción. No le preste atención, no permitiría que su amargura cambiara mi buen ánimo. “¿No quieres volver a verla?”- Damián Y mi humor poco a poco, más me voy acercando, cada vez la inseguridad se apodera de mí. Y aquello solo lo lograba ella, solo tenía