El silencio se ha instalado entre los dos, Derek parece estar buscando la manera adecuada de iniciar, así que le doy su tiempo. Yo más que nadie, entiendo perfectamente lo difícil que es abrirse con las demás personas, así que si él necesita toda la noche para organizar sus pensamientos, entonces yo esperaré.Después de varios minutos en los que ninguno de los dos dice nada, Derek se aclara la garganta y desvía la mirada hacia el interior de la casa.―¿Qué viste por la ventana? ―pregunta en voz baja, pero firme y yo agarro con fuerza el cojín que tengo en las piernas.Trato de organizar mis pensamientos para responder con claridad a lo que me pregunta y no decir nada que pueda hacer que se cierre. Otra vez.―Primero escuché un ruido, como… vidrio quebrándose ―digo, y él asiente con la cabeza instándome a continuar―. Cuando mire por la ventana vi… había una mujer, se veía. ―Estoy buscando las palabras adecuadas para describir la situación, aunque no es fácil la verdad―. Alterada. Estaba
Derek se ve algo sorprendido por mi pregunta.―¿Cómo lo supiste?―Mei me dijo que saliste con ella, y por lo que me acabas de contar eso solo lo diría alguien muy estúpido y cruel. ―Derek vuelve a sonreír y posa su mano en mi cintura acercándome a él.Cuando voy a volver a hablar, Derek acerca su rostro al mío y roza tiernamente su nariz con la mía y yo me derrito en mi lugar. La mano que tiene en mi cintura empieza a trazar círculos sobre mi ropa y cierro los ojos para disfrutar del contacto. No sé si esto sea correcto, pero se siente realmente bien.―Lamento haber sido un completo imbécil, pequeña. ―Mis ojos se abren al escucharlo y me encuentro con el mar en su rostro―. Fui cruel contigo, un idiota. Y sé que nada de lo que diga justifica lo que dije, pero quiero tratar de explicarte si tú me lo permites. ―Cómo puedo hago un asentimiento invitándolo a hablar―. Esa noche cuando llegué a mi casa me fui directo a la cama hasta que el sonido de algo quebrándose me despertó. Mi madre hab
Derek se ve algo sorprendido por mi pregunta.―¿Cómo lo supiste?―Mei me dijo que saliste con ella, y por lo que me acabas de contar eso solo lo diría alguien muy estúpido y cruel. ―Derek vuelve a sonreír y posa su mano en mi cintura acercándome a él.Cuando voy a volver a hablar, Derek acerca su rostro al mío y roza tiernamente su nariz con la mía y yo me derrito en mi lugar. La mano que tiene en mi cintura empieza a trazar círculos sobre mi ropa y cierro los ojos para disfrutar del contacto. No sé si esto sea correcto, pero se siente realmente bien.―Lamento haber sido un completo imbécil, pequeña. ―Mis ojos se abren al escucharlo y me encuentro con el mar en su rostro―. Fui cruel contigo, un idiota. Y sé que nada de lo que diga justifica lo que dije, pero quiero tratar de explicarte si tú me lo permites. ―Cómo puedo hago un asentimiento invitándolo a hablar―. Esa noche cuando llegué a mi casa me fui directo a la cama hasta que el sonido de algo quebrándose me despertó. Mi madre hab
Mei comienza a negar con su cabeza y vuelve a tomar la mano de su novio entre la suya antes de dar una mirada significativa a los tres chicos frente a ella. Derek se ha mantenido inusualmente callado desde hace un rato. Llevo mis ojos donde él se halla, solo para encontrarlo con sus bellos globos oculares fijos en mí, haciendo que todo un maremoto de emociones se filtre en mi cuerpo. Voy a acercarme hasta él pero el tirón en mi brazo me lo impide.Mei empieza a tirar de mi cuerpo junto al de su novio y de esa manera y con los reproches de Luke de fondo nos dirigimos hacia el estacionamiento para salir de la Academia. Cuando llegamos a donde hemos aparcado, encuentro sobre el parabrisas de mi carro un sobre de color rojo atravesado con una cinta negra, puedo sentir como la sangre empieza a abandonar mi rostro y la rabia hace acto de presencia en mi interior.Con un grito de frustración arranco el sobre con violencia del parabrisas y con manos temblorosas me dispongo a rasgar el papel, p
En estos momentos miles de escenas de películas de terror están atravesando mi mente y es que, si bien asisto a este lugar cinco de los siete días de la semana, debo aceptar que a estas horas de la noche, tiene un aspecto totalmente distinto, uno que logra poner mis pelos de punta. Nate y Derek comienzan a repartir las linternas que traen en las mochilas y yo no puedo evitar sentirme como una criminal a punto de hacer una fechoría. Mei nos indica que no hay cámaras en la entrada, ni los pasillos, solo las oficinas principales están protegidas así que dándonos una última mirada entre nosotros, nos acercamos a las grandes puertas dobles y entramos en la institución.Todo el lugar está completamente oscuro, la luz que proyectan nuestras linternas es lo único que logra mostrar el camino que tenemos delante y permitir a nuestros pies moverse con cautela. Una estancia ancha de paredes blancas y retratos de artistas colgando de ellas nos da la bienvenida. El sonido de nuestros pasos resuena
Esta vez sí lo miro, mis ojos se topan de frente con los suyos y el mundo tiembla bajo mis pies. Su mirada, la manera en que él me mira, es como si no existiera nada más en el mundo que no fuéramos nosotros y este momento me hace sentir especial.Lentamente, como si fuera atraído por un imán, mi rostro se va acercando al suyo,y mis manos me liberan del cinturón de seguridad. En un parpadeo ya puedo sentir su aliento cálido rozando mis labios. Sus manos se colocan con ternura en mis mejillas y sin tiempo de reaccionar nuestras bocas se encuentran en un beso lento. De esos que se encargan de encontrar y memorizar cada parte de los labios del otro. De esos que quieres que duren para siempre. Una de las manos de Derek baja hasta mi cintura y con destreza me levanta hasta encontrarme con mis piernas a cada lado de las suyas. Mis manos se enredan en su cabello y la intensidad del beso se hace cada vez mayor. De un momento a otro comienzo a tener mucho calor. Todo mi cuerpo se siente acalora
—Dulzura, pero si solo dije lo obvio, solo basta con verte —dice, haciendo un ademán con la mano para señalarme.La rabia está en punto de ebullición del cual no hay retorno, puedo sentir como en cualquier momento voy salir disparada y lanzarme sobre él para arrancarle la cabeza. Mei dijo que lo investigaría, pero hasta ahora no ha encontrado nada, solo un tío viviendo en Chicago y otra poca familia más en Orlando. Sin embargo, el chico parece bastante interesado en joderme la vida y yo no me encuentro en mi estado más razonable justo ahora.—Deja de hacerte el estúpido —siseo en su dirección—. Sabes muy bien que no me refiero a eso.Las cejas de Malcom se alzan y su rostro se inclina hacia la derecha invitándome a que continúe hablando. Todo esto parece ser no más que un chiste para él. Por mi parte, no pensaba callarme. Con furia meto la mano en el bolsillo de mi chaqueta y saco el papel rojo de la carta lanzándola en su dirección.»¿Qué demonios ganas con todo esto? ¡Yo no te he he
La inquietud está haciendo estragos en mi interior, no puedo dejar de pensar en las palabras de Malcom. Me siento estúpida por no haberlo deducido por mí misma, a fin de cuentas nadie mejor que yo sabe de lo que él es capaz. Ahora solo puedo rezar porque todos estén bien.Vuelvo a marcar el número de Derek esperando que esta vez me conteste. Un pitido… Dos pitidos… Tres… Correo de voz. Un gruñido de frustración sale de mi garganta y puedo ver cómo Malcom me mira de reojo.—Ya estamos aquí —anuncia, disminuyendo la velocidad del vehículo.Mis ojos se separan del teléfono y se clavan en el frente para ver como la imponente edificación se alza ante nosotros. Desde donde estoy puedo visualizar el carro de Luke parqueado en la entrada del lugar y mi estómago da un vuelco violento en mi interior. Mis manos viajan al seguro de la puerta y sin esperar que Malcom termine de parquear salto del vehículo ganándome una maldición de parte de Malcom quien se apresura a apagar el motor.Cuando estoy