- Tizana! Tizana! Donde estás mi amada gatita? - grita la Sra. Evans a las 7:00am.
Despierto con ese pito en el oído y de mal humor. Ya han pasado 2 meses de la muerte de Samuel y las mañanas son horribles desde esa noche. Como es de costumbre en las mañanas enciendo un cigarro en la ventana de mi cuarto. Tengo una excelente vista, me recuerda a los paisajes de los libros que me leía mi madre cuando era una niña , edificios grandes , bullicio en la calle, gente trabajando en los mercados desde temprano y escuchando las peleas de vecinos cercanos. Inesperadamente mi cigarro se apaga. - Dicen que si un cigarro se te apaga es porque el amor de tu vida te olvido - dijo una linda chica con una voz muy sensual que me habla desde la ventana de enfrente. - Mi amor se fue hace meses, no creo que este sea el caso - respondo seria , no me gusto su comentario. - No te molestes, esos son cuentos de camino. Mi nombre es Andrea , como te llamas? Isabella, un gusto - cerré la ventana de golpe, no quiero tener relación con nadie y menos con una loca que aparece de la nada en una ventana para hablarme de olvido y amor. No pude fumarme el cigarro en calma, ya el día avisaba que sería malo. Me metí a bañar rápido ya había perdido mucho tiempo y voy a llegar tarde al trabajo. Fermin Garcia, mi jefe, es un hombre detestable e irrespetuoso, el peor jefe que puede existir. Sin contar que no le gusta la imputabilidad. Tenia que correr, me quedaban 20 minutos para llegar. -Buenos dias!!- nadie contesto dentro del autobús, las personas en esta ciudad cada día son más maleducadas. El transporte tomó otra ruta, había un accidente grande vía a mi trabajo, ya era seguro que no llegaría a tiempo. - Tu crees en el destino? - dijo Andrea sentándose en el puesto vacío que había a mi lado. - Me estás persiguiendo? - No necesito perseguirte , creo en el destino - exclamo con seguridad. - No, no creo en el destino ni en las casualidades. - Yo sí creo!!! Creo que en mi destino estaba conocerte. Sonríe, que es gratis - el bus se detuvo y se bajó en esa estación. Que extrañas las cosas que me suceden, que extraña esa chica Andrea . Aunque debo admitir que es imposible no aceptar lo bella y sensual que es. Tiene unos ojos hermosos y una mirada penetrante. La traté muy mal, fui muy antipática. Que pena. Seguramente jamás nos volveremos a ver, con no abrir la ventana tengo. -Isabella estás llegando 35 minutos tarde, que no vuelva a ocurrir.- dijo el Sr.Garcia mordiendo su labio y con los ojos en mis pechos. -Como quisiera comerme a este ser tan insoportable - pienso detenidamente mientras observo el sudor correr por su cara. - No se preocupe Jefe, no pasará de nuevo - con los ojos hacia el piso para no intercambiar miradas con el. Los miércoles aquí en el almacén en donde trabajo son días de depósito, debemos sacar todas las cajas y volver a contar los artículos, es desesperante y absurdo. Hacemos lo mismo todos los miércoles. Es inaudito tener que aceptar malos tratos de Fermin solo porque es el mejor pagando sueldos en toda la cuadra. En esta ciudad no hay muchas opciones. - Por favor suélteme! - escucho unos gritos que vienen del baño. - Te voy a denunciar infeliz - acto seguido escucho un portazo y veo salir corriendo a Marisela, una menuda chica que trabaja conmigo. Me escondi detrás de unas cajas para analizar la situación, no puedo meterme en problemas porque necesito el trabajo, ahora sin Samuel los gatos los cubro yo sola. Entre forcejeos veo al Sr.Fermin tratando de detener a Marisela, la tomó por el brazo y con mucha fuerza la pegó contra una pared, con sus gordas manos tomo su cuello y la levantó unos centímetros del piso. - No me vuelvas amenazar, no sabes de qué soy capaz. Solo quiero oler tu cabello - susurraba en su oído mientras la olia con fuerza. Entro en desesperación, no me gusta ver como algunos hombres utilizan la fuerza para someter a chicas indefensas solo por no permitir el abuso, es inaudito. Todas las mujeres deberían tener una Isadora. Con fuerza empujo unas cajas para que caigan y hagan ruido , voy a distraer a Fermin, necesito ayudar a Marisela a salir de esta situación. - Quien anda ahí? - pregunta Fermin con voz temblorosa, el se cuida mucho de que los demás hombres que trabajan en el almacén no vean como es el con todas las chicas, es cobarde, muy cobarde. Marisela aprovecha la distracción y sale corriendo hacia los depósitos, llega sudada, temblando, con rasguños en el cuello y la mitad de su camisa rasgada. No puede hablar, le cuesta respirar. Está muy asustada. - Respira con calma Marisela, no estás sola. Esto tiene que terminar - me dirijo a ella con voz firme pero con una profunda tristeza por lo que está pasando. - Isabella tu sabes que esto va a seguir , el es un m*......., no podemos defernos - mientras habla muerde sus uñas con ansiedad y nerviosismo. Salgo prácticamente inyectada del almacén, abro la puerta trasera y prendo un cigarro. Me siento en el piso a pensar en cómo acabar con esta situación. Petkins me dijo hace unos meses que no me metiera en más problemas, el saldría del país por trabajo y no podría atender a mi llamado de auxilio pero eso mo me importa, como sea le daré una lección a Fermin. Mi celular no para de sonar, tenía 10 notificaciones de mi red social. No entiendo, no soy ese tipo de persona que interactúa todo el día por aplicaciones. Tengo una solicitud de amistad. No lo puedo creer! Es Andrea, mi sensual vecina - digo entre dientes e impactada por este acontecimiento. Andrea se dedicó a ver todas mis publicaciones, pues, yo hice lo mismo. Definitivamente es una mujer espectacular, mide 1.75 aproximadamente, cabello negro azabache, ojos azules como el mar , su piel parece terciopelo, le gusta el fútbol y los animales, es un poco romántica por lo que estoy viendo, viene de familia de hechiceros, eso sí no me gusta mucho. Tengo malas experiencias con los hechiceros. Entro al almacén de nuevo, un poco más tranquila. Falta poco para marcar la salida de este asqueroso lugar. - Chicas vamos por unos tragos al salir, hoy es noche de cacería - dice Sasha, una compañera de trabajo. Ella es un muy chistosa, su personalidad es increíble. - Me anoto, necesito despejar la mente - respondo sin titubear. Salimos todas a tomar un taxi, espero este día acabe mejor. Estoy llena de ira por la situación con Fermin, necesito solventar eso pero sin que nadie se dé cuenta. -Heavy'rock, un bar de mala muerte que está cerca del almacén. Pedimos una mesa para 5 y una ronda de tequila para entonar. Es inevitable no hablar sobre lo que sucedió el día de hoy en el almacén. - A mi me acorraló una vez en uno de los pasillos del almaccen, comenzó a tocar mis piernas y el m*..... gordo es tan pesado que no podía quitármelo de encima, intenté gritar y tapó mi boca con su mano, pasó su lengua por mi cara, fue cuando lo encanté. Al dia siguiente me vio como si nada, hasta me dio un bono - dijo Alanna, uno de los seres más puros que conozco. Ella y yo somos amigas desde hace muchos años, estudiamos juntas en el I.S.S ( Instituto de Seres Sobrenaturales), es una Helfa increíble, tiene poderes maravillosos, habilidades como el poder Encanta, un tipo de hipnosis mucho más avanzada que lo que los humanos están acostumbrados y es muy buena amante, ella y yo tuvimos una ardiente historia. - Por favor no hablemos más del tema, no quiero seguir recordando al cerdo
-Auuuuu! - ahulla Tizana, mientras me visto rápidamente. Estuve pensando durando horas. Fermin no puede seguir haciendo ese tipo de cosas y quedar impune, la ley en esta ciudad es acomodaticia. Me visto rápidamente, me pongo un suéter negro con capucha que era de Samuel. Voy súper decidida a darle una lección a Fermin. Abro la ventana y subo por las escaleras hacia la azotea, mi edificio es muy viejo. Tiene solo 10 pisos. Es como esos edificios de cómics antiguas, sus paredes de ladrillos rojos y escaleras por la parte de afuera que te permiten movilizarte de arriba abajo. Brinco de techo en techo, Fermin vive a tan solo 4 cuadras. Cuando me transformo a parte de mi fuerza incontrolable, puedo correr muy rápido. La Morena se cubre de un pelaje negro noche y se estiliza la mandíbula, distinto rostro misma escencia. Mis manos se convierten en garras, trato de mantener las uñas pintadas de blanco, es un gusto personal. Me detengo en el techo del edificio de enfren
Llegue agotada a la casa, voy a descansar un rato para irme a trabajar. Suena insistentemente la alarma, ya son las once de la mañana. Veo mi teléfono y me doy cuenta que es 24 de Octubre, el día que mi madre se fue de este plano terrenal. Mi madre me acostumbró desde niña a levantarme muy temprano, ella era una mujer muy hermosa, completamente humana. Su piel era de color oscuro y su cabello muy liso. Su curvilíneo cuerpo era impresionante. Era dulce como la miel, siempre con una sonrisa y un abrazo para todos. Su nombre era Cecilia, ella emigró muy joven desde Latinoamérica en busca de un mejor futuro. Su familia era muy pobre pero aún así tenía sueños grandes, quería ser médico cirujano por eso emprendió ese largo viaje. Cuando llega aquí a Francia conoce a mi padre Ricardo Rossi, un adinerado y apuesto joven que se robó su corazón. Mi mamá se casó muy joven porque mi padre tenia la ilusión de tener un hijo varón. Así con el pasar de los años fue aplazando sus sueños
Me vine directo a casa, en la nevera tengo cervezas. La puerta del edificio necesita mantenimiento, llevo veinte minutos tratando de abrirla. - Hola Isabellita! Yo te ayudo - dice la señora Evans del otro lado de la puerta , dejando el pito característico que tiene su voz en los oídos que la escuchan. -Gracias! - respondo viendo al piso, no quiero tener contacto visual con esa señora. - Me imagino que debes estar haciendo preparativos para el día de Halloween? - Si si! Hasta luego, que esté bien- me monto lo más rápido que puedo en el ascensor, esa señora es muy chismosa y está buscándome conversación para sacar información de mi vida. Me gusta llegar a casa después de un largo día. Tizana me espera en la cama desde que me voy, cuando llego por la ventana en la madrugada, la veo acostada en el mismo lugar. Esa perra es lo único que me queda de Samuel, el tenía una conexión muy bonita con ella, ellos hacían trucos increíbles los domingos cuando ibamos al parque. Tiza
Hoy es un nuevo día. Despierto tarde, este fin de semana estuvo lleno de muchas emociones. Pongo música a todo volumen. Saco de la nevera algunos huevos y queso , quiero desayunar algo rico. Mientras cocino bailo despeinada, con una camisa que me dobla en tamaño. Estuve pensando ,mucho la situación con Sara. Perkins aún no me devuelve la llamada, tengo que ir adelantando un plan por si explota algun problema. Desayuno revisando mis redes sociales y tomando un café. Aparece una foto de Sara , de anoche en el aeropuerto. Justamente la hora de su publicación coincide con la hora del escándalo que hicieron anoche en la calle. No fue Sara, quién pudo ser?. Ahora estoy mucho más asustada, alguien me está casando en silencio. Debo salir de aquí cuanto antes. Limpio la mesa del comedor y comienzo armar mi plan. Con mi cámara instantánea le tomo una foto a la señora Evans, es mi primera sospechosa. Revisando las gavetas de mi cuarto encuentro un flyer del almacé
- Estaremos juntos hasta la muerte- dijo Samuel Bianchi en su último aliento. Con el Alma destrozada tuve que asumir que en un ataque de lujuria y pasión accidentalmente le quite la vida a mi luna, al amor de mi vida , al único hombre que me quiso en cuerpo y esencia, amando cada uno de los demonios que me atormentan y aún así no huía, se quedaba.- ¡ Despierta amor mío! - Gritaba desde las entrañas imaginando que de alguna manera podía revivirlo.Samuel me conocía desde que era una niña, junto a él aprendí a controlar mis transformaciones, aunque por los hechos, está de más decir que no aprendí. Samu, como le decía de cariño, era un hombre íntegro, educado e inteligente, muy reservado y hábil para hacer amigos, era todo lo contrario a mi. La noche del peor día de mi vida, me amó como nunca lo había hecho, reímos a carcajadas , nos juramos ante la luna estar juntos por siempre pero lo que más nos unía como pareja fue lo que lo llevó a la muerte. El adoraba a Isadora, sus ojos se ilum