Esa noche

Heavy'rock, un bar de mala muerte que está cerca del almacén.

Pedimos una mesa para 5 y una ronda de tequila para entonar.

Es inevitable no hablar sobre lo que sucedió el día de hoy en el almacén.

- A mi me acorraló una vez en uno de los pasillos del almaccen, comenzó a tocar mis piernas y el m*..... gordo es tan pesado que no podía quitármelo de encima, intenté gritar y tapó mi boca con su mano, pasó su lengua por mi cara, fue cuando lo encanté. Al dia siguiente me vio como si nada, hasta me dio un bono - dijo Alanna, uno de los seres más puros que conozco.

Ella y yo somos amigas desde hace muchos años, estudiamos juntas en el I.S.S ( Instituto de Seres Sobrenaturales), es una Helfa increíble, tiene poderes maravillosos, habilidades como el poder Encanta, un tipo de hipnosis mucho más avanzada que lo que los humanos están acostumbrados y es muy buena amante, ella y yo tuvimos una ardiente historia.

- Por favor no hablemos más del tema, no quiero seguir recordando al cerdo de Fermin - dijo Marisela antes de irse a bailar.

Me voy detrás de ella, los 5 shots de tequila ya están haciendo efecto.

Veo un chico en la pista, es guapo. Por sus ojos rojos es hechicero, espero no equivocarme. Alto y corpulento, de piel blanca como la nieve, cabello negro carbón y un cierto movimiento de caderas que me llamo la atención.

Me acerco a él inmediatamente, no soy chica de esperar a que den el primer paso.

- Estás solo? - pregunto incidiosamente.

- Si y sin compromiso.

Tomo su mano y prácticamente lo arrastro hasta el baño de chicas, lo empujo contra la puerta del primer cubículo, quiero que solo estemos el y yo.

Sentado encima de la tapa del inodoro lo beso salvajemente, me abalanzo encima de él, arrancándole la camisa de botones que lleva, aruño su pecho y muerdo sensualmente su cuello, todo su cuerpo tiembla.

Decide tocarme las nalgas, muy miedoso el galán.

Sube mi vestido y comenzamos a devorarnos, como si nos conocíamos de toda la vida. Fue rápido, pero valió la pena, tenía meses sin tener sexo y cuando es improvisado el placer aumenta.

- Por lo menos me dices tu nombre ? Eres la mejor - pregunta todo sudado y despeinado. Con cara de haber tenido el mejor polvo de su vida.

- No es necesario que sepas mi nombre, siempre obtengo lo que quiero - termine de acomar mi sostén y salí del baño.

El sexo masculino en esta ciudad está acostumbrado a dominar al sexo femenino, hasta a decidir por nosotras. Le tienen miedo a las mujeres independientes, tienen miedo porque saben que las hembras independientes no se mantienen quietas, no se humillan y no corren detrás de ellos.

- Isabella otra ronda! - dijo Marisela, eufórica por la media botella de tequila que llevamos.

- Brindemos por lo bueno y para que lo malo se valla. Salud! - chocamos fuerte los shots y seguimos en la pista de baile.

Mientras bailo sola en el medio del salón siento unos brazos que bordean mi cintura, no me escandalizo porque vine a disfrutar la noche.

- Insisto! El destino no miente - me dice al oído una voz extremadamente sensual que ya había escuchado antes.

Volteo como quien no quiere la cosa, ya se está haciendo tarde y no puedo esperar a la media noche, por más control que tengo sobre mi maldición no me gusta ser vista como Isadora.

- No lo puedo creer! Eres tú, la vecina Andrea - mientras me pierdo en sus ojos y grandes senos.

Comenzamos a movernos al ritmo de la música, melodías suaves que me transportan a otro lugar, permitiéndome agudizar mi sentido del tacto. Toca suavemente mi cuerpo sin importar quien nos está viendo, con una mano me toma del cabello y con la otra acaricia mi entre pierna, me voltea de sopetón y mete su lengua en mi boca, me besa como si quisiera sacarme el alma.

- Oye disculpa, interrumpo? - El idiota que conocí más temprano toca mi hombro haciéndome entrar a la realidad de nuevo. Hace que me llene de ira.

- Bicho raro! No te dije que no quería ni saber tu nombre ? Para que vienes a molestarme ? Las mujeres también podemos usarlos como objeto sexual y después no querer saber nada de ustedes. Asúmelo!- digo balbuceando y en un tono subido, ya estoy ebria.

Andrea me tomó del brazo y nos salimos del bar, paró un taxi para que nos llevara a casa.

Menos mal, ya estoy haciendo el ridículo.

- Andrea de verdad quieres saber quien soy? - le pregunto con un ojo abierto y otro cerrado de la borrachera que cargo.

Mi nombre es Isabella Rossi. Tengo problemas con la bebida , mi infancia fue un poco disfuncional. Mi madre me contaba que el día en que nací fue su mejor dia y me aseguraba que que para mi padre también, yo sabía que eso no era cierto, mi padre nunca me quiso. Mi padre era un mal hombre, el siempre quiso un hijo varón y mi madre no pudo dárselo, por esa razón se encargó de hacerme la vida cuadritos.

Disfrutaba humillar a los demás. Déspota era su segundo nombre.

Cuando yo tenía dos años , postuló una ley al congreso donde dejaba explícitamente claro que los seres sobrenaturales y de bajos recursos que vivían en la ciudad para aquel entonces debían pagar una multa y vivir a las afueras de la metropolis y en situaciones precarias.

Decía que ese tipo de seres eran del mal ybcomo no tenían poder adquisitivo no estaban a su nivel.

Eso desató una ira muy fuerte entre los habitantes y un grupo de grandes brujas, ellas lanzaron una maldición sobre mi y en todas las lunas llenas me convierto en loba, con el pasar del tiempo he aprendido a controlarlo y normalmente todas las noches me convierto, no deja de ser cierto que en las noches de luna llena mi fuerza es incontrolable.

Como el día que le cegue la vida a Samuel, mi novio. El único amor de mi vida.

Tengo gustos poco comunes, soy inteligente, atractiva, independiente y ambiciosa. No me gustan las reglas ni las ataduras, soy frontal y decidida. Muchos dicen que soy una loba indomable , alfa, salvaje.

- En fin Andreita, soy todo un desastre. Estás a tiempo de salir corriendo - digo mientras contengo el vómito, quiero llegar a casa rápido.

- Tranquila, soy experta en arreglar desastres - dijo sonriendo con esos dientes perfectos.

Por fin llegamos a casa.

Salí corriendo del taxi, no me despedí. Como pude abri la puerta de la casa, voy directo al baño.

Abrazo la poseta y vomito sin parar, no entiendo porque bebo de esta manera si sé que me va a caer mal.

Prendo el agua caliente para que se llene la bañera, necesito una ducha relajante tuve una noche dura.

Ya comenzó la transformación, menos mal llegué a tiempo.

En mi relajación pienso como Isadora , que será lo que debo hacer con Fermin?

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo