- Estaremos juntos hasta la muerte- dijo Samuel Bianchi en su último aliento.
Con el Alma destrozada tuve que asumir que en un ataque de lujuria y pasión accidentalmente le quite la vida a mi luna, al amor de mi vida , al único hombre que me quiso en cuerpo y esencia, amando cada uno de los demonios que me atormentan y aún así no huía, se quedaba. - ¡ Despierta amor mío! - Gritaba desde las entrañas imaginando que de alguna manera podía revivirlo. Samuel me conocía desde que era una niña, junto a él aprendí a controlar mis transformaciones, aunque por los hechos, está de más decir que no aprendí. Samu, como le decía de cariño, era un hombre íntegro, educado e inteligente, muy reservado y hábil para hacer amigos, era todo lo contrario a mi. La noche del peor día de mi vida, me amó como nunca lo había hecho, reímos a carcajadas , nos juramos ante la luna estar juntos por siempre pero lo que más nos unía como pareja fue lo que lo llevó a la muerte. El adoraba a Isadora, sus ojos se iluminaban cuando ella aparecía, la suavidad y el deseo con la que sus manos tocaban cada parte de mi cuerpo. Estoy segura que me prefería más siendo Isadora que Isabella. - No pudiste parar Isabella? Que maldición representa Isadora en tu vida. - Llorando y dando golpes fuertes al espejo , mientras veía el cuerpo de mi amado tendido en la alfombra de la sala. Isadora es muy imponente, tiene una personalidad muy marcada y dominante , siente atracción sexual por hombres, mujeres y seres sobrenaturales. El sadomasoquismo era una de sus adicciones, la cual llevó a mi amado Samu a toda esta situación. Apareció en mi vida desde mi adolescencia. A los 16 años comenzaron mis transformaciones, al comienzo fue muy confuso, no entendía porque la transformación era interna . Cada vez me fui dando cuenta que cuando había luna llena cambiaban mis pensamientos, mis deseos y emociones , al pasar de los años fue llegando el entendimiento y así fui conociendo más a Isadora. Isadora representa para mí el alter ego, el cual amo profundamente y odio con la misma intensidad. -¡Auuu! ¡Auuuu!- Aulla y solloza desesperadamente, Omega, una perra raza Huskies Siberiano que le había regalado Sara , hermana de Samuel antes de irse a vivir a Tokyo. -Mi pequeña Omega, cuanto quisiera que nada de esto hubiera pasado. Cuanto lamento esta situación- Todavía no salía el sol y aún mi Samuel seguía tirado en la sala. No sabía que hacer, estaba aún en shock. - ¡Tilum! ¡Tilum! ¡Tilum!- Suena el timbre intensamente. - ¿ A quién se le ocurre venir a tocarme el timbre? ¿ A esta hora? - ¡ Vecina !- dijo la Sra. Evans una vieja bruja que tiene un tono perturbante al hablar, una voz tan chillona que le deja un pito en el oído a quien la escucha. - Isabella , estoy buscando a mi gata Tizana. Se escapa cuando salgo a volar y estoy muy nerviosa. Yo te conté como llegó a mi? Bueno e..... - Cállate! Callate! - No la dejé terminar de hablar, grité con fuerza , destrozando todo lo que estaba a mi paso. - Vieja bruja, no me importa que pasó con tu gata. No vuelvas a tocar a mi puerta nunca más. Impresionada por mi actitud la Sra. Evans retrocedió inmediatamente, con una mirada insidiosa y maliciosa se fue alejando de mi puerta. - Estarás sola y perturbada toda la vida- dijo entre risas. - Llevaras esa maldición por siempre- desapareciendo al final del pasillo sin dejar rastro. Cerré la puerta con fuerza y de nuevo estábamos ahí, Samuel en la alfondra y Omega a su lado como si tuviera la misma esperanza que yo. Las horas pasaban lentas, solamente podía pensar y recordar el momento en el que en un arrebato de pasión le cegue la vida a mi amado. Era inevitable no pensar en eso, todo iba bien, toda era perfecto. Ya comenzaba a salir el sol e Isadora ya iba a desaparecer. El cuerpo de Samuel debia ser enterrado, no quería llamar a la policía, no lo entenderían. - Será que la vieja bruja se dio cuenta Omega? Me acosté al lado de Samuel y el sueño me venció. Cuando desperté ya habían pasado 24 horas a su lado, el cuerpo se empezaba a descomponer, ya las moscas hacían una sombra encima del cuerpo, tenía que tomar una decisión. Pensé en Petkins, un viejo amigo Centauro que trabajaba para mí padre, desde que el murió Petkins tomó un papel de guardián en mi vida y se que me ayudaría con esto. Tenia su teléfono anotado en una libreta que tengo bajo llave ya que no me gusta recordar esa etapa de mi vida. - Por aquí Petkins, quien habla del otro lado? - Atiende el teléfono como solo el sabe hacerlo. - Te habla Isabella, necesito que me ayudes- Las manos me sudaban y no podía dejar de temblar. - Mate a Samuel. - Como es posible mi Lobita? No juegues con eso. - Petkins! No jugaría con eso nunca. Estábamos teniendo relaciones y tu sabes la fuerza y fogosidad de Isadora, se me fue la mano y en el medio del clímax lo ahorque, no se que pasó.- la confusión se apoderaba de mi mente de nuevo. -Tranquila mi lobita, yo resuelvo. - dijo con su voz tranquilizadora y protectora. Esa mañana llegó temprano, con todo los utensilios que necesitaba para sacarme del infierno que yo misma cree. - Lobita te pido que te vallas, no quiero que veas nada de esto. Es hora de despedirte.- dijo el centauro mientras afilaba la chicora. Con el dolor de mi alma le di el último beso, lo abracé hasta que sentí que su cuerpo se compenetraba con el mío, hoy entiendo que nuestra vida juntos fue como un libro, con sus capítulos de alegría, sus páginas de desafíos y sus momentos de dolor. Ahora, que no estás físicamente conmigo, volveré a leer esos capítulos para encontrar consuelo. Si bien nuestro libro ya no sigue escribiéndose de la misma manera, nuestro amor sigue siendo el hilo conductor de mi vida, y sé que donde quiera que estés, continúas escribiendo junto a mí. Hasta siempre mi Samu. -Basta de llorar Isabella, es hora de irte. - dijo Petkins con los ojos llenos de lágrimas. Salí del edificio y comencé a correr sin rumbo, sin mirar atras. Corría tan duro que sentía que mis piernas se despegarian de mi cuerpo, no podía dejar de pensar lo que la vieja bruja me había dicho, comencé a reflexionar sobre mi estadia en este mundo sin Samuel, volví a experimentar la sensación de abandono, insomnio, fatiga, ira, ansiedad y pensamientos obsesivos, que inundaban mi ser.- Tizana! Tizana! Donde estás mi amada gatita? - grita la Sra. Evans a las 7:00am. Despierto con ese pito en el oído y de mal humor. Ya han pasado 2 meses de la muerte de Samuel y las mañanas son horribles desde esa noche. Como es de costumbre en las mañanas enciendo un cigarro en la ventana de mi cuarto. Tengo una excelente vista, me recuerda a los paisajes de los libros que me leía mi madre cuando era una niña , edificios grandes , bullicio en la calle, gente trabajando en los mercados desde temprano y escuchando las peleas de vecinos cercanos. Inesperadamente mi cigarro se apaga. - Dicen que si un cigarro se te apaga es porque el amor de tu vida te olvido - dijo una linda chica con una voz muy sensual que me habla desde la ventana de enfrente. - Mi amor se fue hace meses, no creo que este sea el caso - respondo seria , no me gusto su comentario. - No te molestes, esos son cuentos de camino. Mi nombre es Andrea , como te llamas? Isabella, un gusto - cerré la ventana
Heavy'rock, un bar de mala muerte que está cerca del almacén. Pedimos una mesa para 5 y una ronda de tequila para entonar. Es inevitable no hablar sobre lo que sucedió el día de hoy en el almacén. - A mi me acorraló una vez en uno de los pasillos del almaccen, comenzó a tocar mis piernas y el m*..... gordo es tan pesado que no podía quitármelo de encima, intenté gritar y tapó mi boca con su mano, pasó su lengua por mi cara, fue cuando lo encanté. Al dia siguiente me vio como si nada, hasta me dio un bono - dijo Alanna, uno de los seres más puros que conozco. Ella y yo somos amigas desde hace muchos años, estudiamos juntas en el I.S.S ( Instituto de Seres Sobrenaturales), es una Helfa increíble, tiene poderes maravillosos, habilidades como el poder Encanta, un tipo de hipnosis mucho más avanzada que lo que los humanos están acostumbrados y es muy buena amante, ella y yo tuvimos una ardiente historia. - Por favor no hablemos más del tema, no quiero seguir recordando al cerdo
-Auuuuu! - ahulla Tizana, mientras me visto rápidamente. Estuve pensando durando horas. Fermin no puede seguir haciendo ese tipo de cosas y quedar impune, la ley en esta ciudad es acomodaticia. Me visto rápidamente, me pongo un suéter negro con capucha que era de Samuel. Voy súper decidida a darle una lección a Fermin. Abro la ventana y subo por las escaleras hacia la azotea, mi edificio es muy viejo. Tiene solo 10 pisos. Es como esos edificios de cómics antiguas, sus paredes de ladrillos rojos y escaleras por la parte de afuera que te permiten movilizarte de arriba abajo. Brinco de techo en techo, Fermin vive a tan solo 4 cuadras. Cuando me transformo a parte de mi fuerza incontrolable, puedo correr muy rápido. La Morena se cubre de un pelaje negro noche y se estiliza la mandíbula, distinto rostro misma escencia. Mis manos se convierten en garras, trato de mantener las uñas pintadas de blanco, es un gusto personal. Me detengo en el techo del edificio de enfren
Llegue agotada a la casa, voy a descansar un rato para irme a trabajar. Suena insistentemente la alarma, ya son las once de la mañana. Veo mi teléfono y me doy cuenta que es 24 de Octubre, el día que mi madre se fue de este plano terrenal. Mi madre me acostumbró desde niña a levantarme muy temprano, ella era una mujer muy hermosa, completamente humana. Su piel era de color oscuro y su cabello muy liso. Su curvilíneo cuerpo era impresionante. Era dulce como la miel, siempre con una sonrisa y un abrazo para todos. Su nombre era Cecilia, ella emigró muy joven desde Latinoamérica en busca de un mejor futuro. Su familia era muy pobre pero aún así tenía sueños grandes, quería ser médico cirujano por eso emprendió ese largo viaje. Cuando llega aquí a Francia conoce a mi padre Ricardo Rossi, un adinerado y apuesto joven que se robó su corazón. Mi mamá se casó muy joven porque mi padre tenia la ilusión de tener un hijo varón. Así con el pasar de los años fue aplazando sus sueños
Me vine directo a casa, en la nevera tengo cervezas. La puerta del edificio necesita mantenimiento, llevo veinte minutos tratando de abrirla. - Hola Isabellita! Yo te ayudo - dice la señora Evans del otro lado de la puerta , dejando el pito característico que tiene su voz en los oídos que la escuchan. -Gracias! - respondo viendo al piso, no quiero tener contacto visual con esa señora. - Me imagino que debes estar haciendo preparativos para el día de Halloween? - Si si! Hasta luego, que esté bien- me monto lo más rápido que puedo en el ascensor, esa señora es muy chismosa y está buscándome conversación para sacar información de mi vida. Me gusta llegar a casa después de un largo día. Tizana me espera en la cama desde que me voy, cuando llego por la ventana en la madrugada, la veo acostada en el mismo lugar. Esa perra es lo único que me queda de Samuel, el tenía una conexión muy bonita con ella, ellos hacían trucos increíbles los domingos cuando ibamos al parque. Tiza
Hoy es un nuevo día. Despierto tarde, este fin de semana estuvo lleno de muchas emociones. Pongo música a todo volumen. Saco de la nevera algunos huevos y queso , quiero desayunar algo rico. Mientras cocino bailo despeinada, con una camisa que me dobla en tamaño. Estuve pensando ,mucho la situación con Sara. Perkins aún no me devuelve la llamada, tengo que ir adelantando un plan por si explota algun problema. Desayuno revisando mis redes sociales y tomando un café. Aparece una foto de Sara , de anoche en el aeropuerto. Justamente la hora de su publicación coincide con la hora del escándalo que hicieron anoche en la calle. No fue Sara, quién pudo ser?. Ahora estoy mucho más asustada, alguien me está casando en silencio. Debo salir de aquí cuanto antes. Limpio la mesa del comedor y comienzo armar mi plan. Con mi cámara instantánea le tomo una foto a la señora Evans, es mi primera sospechosa. Revisando las gavetas de mi cuarto encuentro un flyer del almacé