Llegue agotada a la casa, voy a descansar un rato para irme a trabajar.
Suena insistentemente la alarma, ya son las once de la mañana. Veo mi teléfono y me doy cuenta que es 24 de Octubre, el día que mi madre se fue de este plano terrenal. Mi madre me acostumbró desde niña a levantarme muy temprano, ella era una mujer muy hermosa, completamente humana. Su piel era de color oscuro y su cabello muy liso. Su curvilíneo cuerpo era impresionante. Era dulce como la miel, siempre con una sonrisa y un abrazo para todos. Su nombre era Cecilia, ella emigró muy joven desde Latinoamérica en busca de un mejor futuro. Su familia era muy pobre pero aún así tenía sueños grandes, quería ser médico cirujano por eso emprendió ese largo viaje. Cuando llega aquí a Francia conoce a mi padre Ricardo Rossi, un adinerado y apuesto joven que se robó su corazón. Mi mamá se casó muy joven porque mi padre tenia la ilusión de tener un hijo varón. Así con el pasar de los años fue aplazando sus sueños y no logró llegar a la universidad de medicina que era lo que tanto anhelaba. Mi padre pasó de ser ese chico encantador a un odioso hombre, la vejó durante muchos años, tratándola como esclava, teniendo que estar dispuesta siempre para cumplir sus deseos. Aún así, mi madre nunca cambió su escencia y actitud, siempre tenía una sonrisa ante la vida. Cuando yo nací se encargó de cuidarme, me enseñó sobre valores y sentimientos, cosa que a mi padre jamás se le hubiese ocurrido. Mi mamá era excelente cocinera, a través de la comida podía hacerte cambiar de opinión sobre cualquier cosa, hacía que se te olvidaran los problemas. Fuimos las mejores amigas, ella amaba a Samuel y el a ella. La vida me la arrebató a muy corta edad. Enfermó cuando yo tenía 16 años, mi padre no hizo nada para que su salud mejorara y tenía toda la plata del mundo para hacerlo, no lo hizo. Esos años fueron muy duros para mí, la enfermedad de mi madre me absorbió por completo pero no por eso me cansé o la abandoné. Nunca decai, siempre me quedé a su lado para cuidarla. Peinaba su cabello todas las noches y huntaba crema por todo su cuerpo para que su piel no se pusiera reseca, pintaba sus labios de rojo, como a ella le gustaba. Mi mamita era única, cuanta falta me hace. Termino de vestirme, desgraciadamente tengo que ir a trabajar. No tengo ánimos de salir pero quiero verle la cara a Fermin después de todo lo que pasó anoche. - Ni hao señolita Isabella! - dice Lin , un viejo chino que tiene una quincalla justo debajo de mi edificio. - Como está Sr. Lim? Tendrá linternas del cielo? son unos pequeños globos aerostáticos que se lanzan al aire para mandar un mensaje a quienes ya no están con nosotros en la tierra. - Pol supuesto señolita Isabella! Cuantos va a lleval? - Uno solo por favor! Saliendo de la tienda, al otro lado de la acera, está Andrea. Con una pijama verde que la hace lucir más bella de lo que ya es. - Que bien besa esa chica - digo en voz baja mientras me escabullo entre la gente para que no me vea. Que vergüenza!! después de todo el espectáculo de anoche en el bar no pienso saludarla. Me monté en el primer bus que pasó. Con suerte. e dejó en la entrada del trabajo. - Isabellita de mi corazón! - grita Alanna, mientras se me montan encima de un solo brinco. - Alanna mía! Como estas? Estoy llegando tardísimo, Fermin ya se dio cuenta que no estaba? - Amiguita, si te cuento. La plaga esa no vino al almacén hoy , seguramente debe estar acosando a cualquier chiquilla que se encontró por ahí. - Yo no creo Alanna, no creo que vuelva abusar de una chica de nuevo. Dejo mi bolso y me pongo a trabajar , tengo algunas cosas atrasadas. El día de hoy no tengo energías, todo lo que hago , lo hago pensando en mi mamá. Que falta me hace mi Samuel, en años anteriores el me acompañaba al cementerio a llevarle flores a la tumba. - Amiga quería contarte algo - se acerca Alanna. - Cuéntame, te enamoraste de nuevo? - le pregunto entre risas, ella es sumamente enamoradisa. - No chica! Mejor aún, voy a ser mamá. - Que? Cuando pasó eso? De quién es ese bebé? Salgamos al patio y me cuentas - digo alterada mientras busco un cigarrillo en mi bolso. - Lo decidí hace un año. Conocí a un chico muy guapo por internet, conversamos por meses hasta que decidimos vernos en persona. Su nombre es Damián, es un helfo igual que yo. Tu sabes que no me gustan los compromisos y mucho menos la idea de pasar el resto de mi vida al lado de un hombre pero siempre he querido ser mamá, eso tambien lo sabes. Llegamos a un acuerdo, el solo me funcionaría como procreador de mi bebé, de resto me haría cargo yo sola. - Tu estás loca definitivamente- le digo pasmada mientras la veo fijamente y dejo consumir mi cigarrillo. - Loca no Isa, estamos en el 2.024 , ya las cosas cambiaron. El modelo de familia no es el mismo que el de antes . A demás, para que tenga una familia como la de nosotras prefiero criar a mi bebé yo sola. Nada le va a faltar - dijo con los ojos llenos de lágrimas - Tienes razón! Tienes mi apoyo incondicional en esta nueva etapa de tu vida, no tengo dudas que serás la mejor mamá y afortunadamente ese bebé tendrá la mejor tía, obviamente yo - digo entre lágrimas y risas, mientras la abrazo fuertemente. Entramos al almacén para recoger nuestras cosas, ya es hora de marcar la salida. Nos despedimos en la puerta y cada quien agarró su camino. El cementerio queda relativamente cerca del almacén, voy a caminar, quiero sentir el aire en mi piel. Después de 20 minutos, llegué. Tengo que limpiar toda la malesa que está encima de la tumba de mi madre. - Mami te traje girasoles, tus favoritos - digo agachada en el piso mientras boto las primeras lágrimas. Hay un atardecer precioso , voy a lanzar mi linterna al cielo. - Mami, como todos los años , aquí estoy. No sabes la falta que me haces. Tengo muchas cosas que contarte, espero Samuel esté justo al ladito tuyo. Te extraño y te pienso en todo momento , ojalá pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo , para darte un abrazo, estar a tu lado y nunca soltarte. Guardo tu sonrisa y tu voz en el fondo de mi corazón para tenerte más cerca y recordarte siempre, así eso me abra la herida, no importa. Más comprendo que llegó tu tiempo y debias marcharte pero nunca pensé que doliera tanto. Te amo mamá- digo casi sin voz viendo al horizonte y lanzando el globo lo más alto posible. Seco mis lágrimas y camino a la puerta de salida del cementerio, ya el sol se está ocultando. Necesito tomarme una cerveza y despejar mi mente.Me vine directo a casa, en la nevera tengo cervezas. La puerta del edificio necesita mantenimiento, llevo veinte minutos tratando de abrirla. - Hola Isabellita! Yo te ayudo - dice la señora Evans del otro lado de la puerta , dejando el pito característico que tiene su voz en los oídos que la escuchan. -Gracias! - respondo viendo al piso, no quiero tener contacto visual con esa señora. - Me imagino que debes estar haciendo preparativos para el día de Halloween? - Si si! Hasta luego, que esté bien- me monto lo más rápido que puedo en el ascensor, esa señora es muy chismosa y está buscándome conversación para sacar información de mi vida. Me gusta llegar a casa después de un largo día. Tizana me espera en la cama desde que me voy, cuando llego por la ventana en la madrugada, la veo acostada en el mismo lugar. Esa perra es lo único que me queda de Samuel, el tenía una conexión muy bonita con ella, ellos hacían trucos increíbles los domingos cuando ibamos al parque. Tiza
Hoy es un nuevo día. Despierto tarde, este fin de semana estuvo lleno de muchas emociones. Pongo música a todo volumen. Saco de la nevera algunos huevos y queso , quiero desayunar algo rico. Mientras cocino bailo despeinada, con una camisa que me dobla en tamaño. Estuve pensando ,mucho la situación con Sara. Perkins aún no me devuelve la llamada, tengo que ir adelantando un plan por si explota algun problema. Desayuno revisando mis redes sociales y tomando un café. Aparece una foto de Sara , de anoche en el aeropuerto. Justamente la hora de su publicación coincide con la hora del escándalo que hicieron anoche en la calle. No fue Sara, quién pudo ser?. Ahora estoy mucho más asustada, alguien me está casando en silencio. Debo salir de aquí cuanto antes. Limpio la mesa del comedor y comienzo armar mi plan. Con mi cámara instantánea le tomo una foto a la señora Evans, es mi primera sospechosa. Revisando las gavetas de mi cuarto encuentro un flyer del almacé
- Estaremos juntos hasta la muerte- dijo Samuel Bianchi en su último aliento. Con el Alma destrozada tuve que asumir que en un ataque de lujuria y pasión accidentalmente le quite la vida a mi luna, al amor de mi vida , al único hombre que me quiso en cuerpo y esencia, amando cada uno de los demonios que me atormentan y aún así no huía, se quedaba.- ¡ Despierta amor mío! - Gritaba desde las entrañas imaginando que de alguna manera podía revivirlo.Samuel me conocía desde que era una niña, junto a él aprendí a controlar mis transformaciones, aunque por los hechos, está de más decir que no aprendí. Samu, como le decía de cariño, era un hombre íntegro, educado e inteligente, muy reservado y hábil para hacer amigos, era todo lo contrario a mi. La noche del peor día de mi vida, me amó como nunca lo había hecho, reímos a carcajadas , nos juramos ante la luna estar juntos por siempre pero lo que más nos unía como pareja fue lo que lo llevó a la muerte. El adoraba a Isadora, sus ojos se ilum
- Tizana! Tizana! Donde estás mi amada gatita? - grita la Sra. Evans a las 7:00am. Despierto con ese pito en el oído y de mal humor. Ya han pasado 2 meses de la muerte de Samuel y las mañanas son horribles desde esa noche. Como es de costumbre en las mañanas enciendo un cigarro en la ventana de mi cuarto. Tengo una excelente vista, me recuerda a los paisajes de los libros que me leía mi madre cuando era una niña , edificios grandes , bullicio en la calle, gente trabajando en los mercados desde temprano y escuchando las peleas de vecinos cercanos. Inesperadamente mi cigarro se apaga. - Dicen que si un cigarro se te apaga es porque el amor de tu vida te olvido - dijo una linda chica con una voz muy sensual que me habla desde la ventana de enfrente. - Mi amor se fue hace meses, no creo que este sea el caso - respondo seria , no me gusto su comentario. - No te molestes, esos son cuentos de camino. Mi nombre es Andrea , como te llamas? Isabella, un gusto - cerré la ventana
Heavy'rock, un bar de mala muerte que está cerca del almacén. Pedimos una mesa para 5 y una ronda de tequila para entonar. Es inevitable no hablar sobre lo que sucedió el día de hoy en el almacén. - A mi me acorraló una vez en uno de los pasillos del almaccen, comenzó a tocar mis piernas y el m*..... gordo es tan pesado que no podía quitármelo de encima, intenté gritar y tapó mi boca con su mano, pasó su lengua por mi cara, fue cuando lo encanté. Al dia siguiente me vio como si nada, hasta me dio un bono - dijo Alanna, uno de los seres más puros que conozco. Ella y yo somos amigas desde hace muchos años, estudiamos juntas en el I.S.S ( Instituto de Seres Sobrenaturales), es una Helfa increíble, tiene poderes maravillosos, habilidades como el poder Encanta, un tipo de hipnosis mucho más avanzada que lo que los humanos están acostumbrados y es muy buena amante, ella y yo tuvimos una ardiente historia. - Por favor no hablemos más del tema, no quiero seguir recordando al cerdo
-Auuuuu! - ahulla Tizana, mientras me visto rápidamente. Estuve pensando durando horas. Fermin no puede seguir haciendo ese tipo de cosas y quedar impune, la ley en esta ciudad es acomodaticia. Me visto rápidamente, me pongo un suéter negro con capucha que era de Samuel. Voy súper decidida a darle una lección a Fermin. Abro la ventana y subo por las escaleras hacia la azotea, mi edificio es muy viejo. Tiene solo 10 pisos. Es como esos edificios de cómics antiguas, sus paredes de ladrillos rojos y escaleras por la parte de afuera que te permiten movilizarte de arriba abajo. Brinco de techo en techo, Fermin vive a tan solo 4 cuadras. Cuando me transformo a parte de mi fuerza incontrolable, puedo correr muy rápido. La Morena se cubre de un pelaje negro noche y se estiliza la mandíbula, distinto rostro misma escencia. Mis manos se convierten en garras, trato de mantener las uñas pintadas de blanco, es un gusto personal. Me detengo en el techo del edificio de enfren