Mariela
Hoy fue un día muy tranquilo en la secundaria, todos los estudiantes se comportaron de maravilla. Parecía como que lo habían planeado.
Cuando llegué a mi casa, pocos minutos después llegó Ivar. Estaba muy hermoso con ese pantalón corto con estilo de ir a la playa.
Me da un abrazo y un beso, luego se sienta en el sofá.
Ivar: para mí ya usted estaba lista. Pero me equivoqué en pensar así.
— Apenas hace unos minutos que salí de la secundaria ¿Acaso querías que me teletransporte?
Ivar: jajaja, no hay necesidad de hacer eso. De todos modos tengo que esperarte, eres la que me hará la tarde especial.
— Es bueno que lo sepas.
Ivar se queda esperándome en el sofá mientras voy buscando un traje de baño, porque se supone que no iré a la playa sin traje de baño. Sería algo inapropiado para mí.
Me tomo mi tiempo, aunque Ivar debe estar desesperado por la misma razón.
Elijo un traje de baño azul cielo que t
IvarLas horas pasan y no me percato de nada prácticamente porque estar encerrado en ese baúl me tenía desesperado.El hecho de pensar que mis suposiciones eran ciertas, que las personas que andabanese coche negro intentaban hacerme algo, me enoja a la vez porque por un momento lo olvidé y dejé que esto pasará.Cuando despierto noto que tengo los ojos vendados y escucho personas que susurran lejos de mí. La realidad de la situación me hace sospechar de una sola persona, el único que se me viene a la mente es Alberto.No creo que haya nadie más que intente hacerme daño, ya que nunca he sido una persona problemática y no tengo enemigos, no que yo sepa.Minutos después de despertar y al parecer de ellos conversar y tomar una decisión acerca de lo que harán conmigo. Vienen hacia mí y uno de ellos habla.Secuestrador 1: creo que ya te has percatado de la situación en que te encuentras y si eres inteligente harás lo que yo te diga.<
MarielaMe siento muy felíz y eso no había ocurrido en mucho tiempo, Ivar es el motivo por el cual estoy felíz.La salida que tuvimos para la playa y luego sexo en el mismo lugar, además pasamos una noche agradable aquí en mi casa.Hoy decidí llamarlo, pero su celular me mandaba al buzón de voz. No me pareció nada extraño, supuse que quizás lo estaba cargando y decidió apagarlo para que así cargue más rápido.Cuando creo que todo marcha de maravilla resulta que alguien toca el timbre de mi casa, al abrir la puerta veo a los amigos de Ivar.— ¿Qué los trae por aquí?Víctor: estamos buscando a Ivar, su madre dijo que salió ayer a esta misma hora y no regresó a casa anoche. Pensamos que pasó la noche contigo.— Ivar y yo salimos a una playa retirada del pueblo, luego volvimos aquí y al final salió para su casa a eso de las 9:50 Pm.Francisco: hay algo muy raro en esto porque le hacemos llamada y nos manda al buzón de voz.
MarielaAnoche recibí una llamada de Víctor que confirmó que Ivar está desaparecido, apenas llevo un día sin saber de él y ya me estoy volviendo loca.Después de la llamada de Víctor, llamé al detective Luis y planeamos una reunión para hoy a las diez de la mañana. Ya falta poco para eso y decido salir para el lugar en que nos vamos a reunir.Cuando entro al lugar veo de lejos a Luis que me hace seña para que pase y accede.Luis: buenos días, espero que se sienta bien.— Buenos días, aunque no tengan nada de bueno y no me siento bien.Luis: por esa razón es que desea hablar conmigo.— Estoy saliendo con un chico, no es nada formal aún, pero es con el único que tengo intimidad. Antes de ayer estábamos en la playa y luego vinimos a mi casa. Resulta que el chico tiene treinta y seis horas desaparecido.Luis: me vas a contratar para que lo encuentre.— Sí, eso es lo que quiero. Te lo agradecería con el alma.Lu
MarielaVoy por la calle y me detengo en un semáforo, al mirar hacia la izquierda veo a Víctor y Francisco que están colocando un afiche en un poste.No me pude contener y estaciono el coche para conversar con ellos acerca de lo que hablé con el detective Luis. Así que me bajo y de inmediato los llamo.Víctor: Mariela dijimos que te avisaremos cualquier novedad.─ Sabes que estoy muy preocupada por lo que pueda pasarle a Ivar, y no puedo quedarme de brazos cruzados mientras él puede estar sufriendo por mi culpa.Francisco: tengo dos cosas para decirte, la primera es que Ivar no está desaparecido por tu culpa y la segunda es que haremos hasta lo imposible por encontrarlo.Víctor: no te preocupes, nosotros nos encargamos de esto. Debes ir a dar clases, no es bueno que faltes porque comenzarán a hacerte preguntas.─ Bueno, estoy aquí porque quiero contarles sobre otra cosa y no sé cómo lo vayas a tomar.Víctor: esperemos
MarielaMuchas veces nos suceden cosas en la vida que nos hacen reflexionar, dicen que todo pasa por algo y que no hay mal que por bien no venga.Sé que sentirme culpable por lo que le pasó a Ivar no ayudará a resolver nada. Sin embargo, no encuentro la manera para sentirme diferente.Toda acción trae consigo una reacción y quizás Alberto hace todo esto para vengarse de mí, lo digo con dudas porque no sé si él es el culpable.Hoy fui a la secundaria porque tengo que cumplir con mi deber, no puedo quedarme en casa y dejar a mis alumnos desamparados. No le veo nada de ética a eso.Hablé con el director para saber si me había conseguido el traslado y me dijo que por ahora no hay posibilidad, pero que quizás en el próximo año escolar me pueda ayudar con eso.Sé que él no quiere que me vaya de la secundaria porque soy una de las mejores en lo que imparto.Inventé la excusa de que me sentía mal de salud para así poder irme a casa
MaríaEstamos reunidos en mi casa planeando una estrategia para salir en busca de Ivar.Sus amigos y algunos compañeros de la universidad están aquí mostrando su apoyo. Me reconforta que ellos estén aquí y que no nos dejen solos en eso, porque Carlos, Carmen y yo no podemos con todo.Mientras estamos planificando si alguien toca el timbre, Carmen se apresura para abrir la puerta. Pienso que es alguien que quiere saber noticias sobre Ivar o que nos trae buenas noticias.Escucho un grito de Carmen, mí y fuerte por cierto, pero de repente se queda callada. Me llama para que vaya y cuando veo a mi hijo parado en esa puerta sentí una felicidad inconmensurable fue un momento único. La felicidad de una madre al ver el regreso de su hijo que daban por desaparecido e incluso por muerto, no tienen comparación alguna.Ivar lo único que me dijo fue: mamá ya estoy en casa y sonrió de conformidad.Todos se paran a darle la bienvenida a Ivar, su
IvarAnoche después de cargar mi celular, llamé a Mariela y le expliqué porqué me quedé a platicar con los chicos.Quedamos en que hoy íbamos a ponernos al día en su casa, estoy ansioso de estar al lado de ella.Sé que me hará muchas preguntas y no le puedo decir que me pidieron alejarme de ella, porque no tengo pensado hacerlo.Solo espero que salgamos bien de esa charla que vamos a tener, no quiero que decida terminar con todo porque me secuestraron. Es muy probable que llegue a pensarlo y no lo voy a permitir.Llegó la hora de irme para donde ella y eso hago.La forma con que ella me recibe en su casa me hace sentir muy bien, se nota que me extrañaba y que sí estaba preocupada por mí.Me da un fuerte abrazo, me besa y me acaricia la mandíbula.Mariela: me alegra que estés aquí y que no te pasó nada malo.─ A mí también me alegra estar aquí y más si es a tu lado.Mariela: ¿Hay algo que quieras decirme?
IvarDesde el momento en que entré a la sección de clases todos me aplauden como si hubiera obtenido la mejor calificación, sin embargo, lo hacen porque aparecí sano y salvo.Me reconforta recibir una ovación de todos. Algunos se me acercan y me dicen lo alegre es porque estoy bien.─ Chicos muchas gracias de todo corazón, los quiero muchísimo.Natalia: ¡Ya se puso sentimental y melancólico!Manuel: déjalo en paz, sabes que pasó por un momento difícil.Daniel: Natalia solo bromea con Ivar, sabes como ella es.─ ¿Me dejarán hablar? Chicos no le deseo lo que le pasó a nadie, en las calles hay muchas malas personas. Les quiero pedir que traten de conocer mejor a las personas para luego confiar en ellas.Después de decir eso me siento al lado de Natalia, aún esperamos que llegue el maestro. Mientras esperamos converso con ella acerca de la tarea que pudieron haber dejado. Por buena suerte mía no toca ninguna tarea para hoy