POV. SEBASTIÁN. — Lucía, despierta — no quería molestarla, pero ya habíamos llegado.— Mmmm.— Nena, llegamos.— Conejito… — sus ojos grandes y brillantes me miraban con amor y mi corazón se acelera al máximo —. Sabes que esto es un error, recuerda lo que pasó la segunda vez.— Ni siquiera lo pienses, te aseguro que este lugar es… Secreto.— El pasado también lo era.— No tanto — sonreí un poco triste por el recuerdo —. Y confíe en alguien que creí que te amaba.— Dan.— Sí.— Quiero saber la verdad, no puedo dejar de verlo como…— El hombre que casi asesina a su hijo y de paso al mío.— Conejito… No me dejes — sus ojos eran tan preciosos y una verdadera súplica.Pero me negué dejando un beso sobre su frente y ayudándole a bajar.De la camioneta que venía atrás se bajaron Marie, Carmen que tenía el abdomen mucho más abultado y Loren que tenía los ojos muy rojos. Francisca decidió no venir porque aseguraba que ella no tenía ningún punto débil que pudieran atacar y que sería de más ayud
POV. SEBASTIÁN.Me quedo mirando a Felipe, su rostro sigue hinchado y sus ojos no abren, sus costillas están envueltas en un grueso yeso.Sé que es mi culpa, sé que tengo que matarlo, pero no quisiera hacerlo tan rápido.Estoy seguro de que Timothy merece algo lento y doloroso.Se me fue de las manos la primera vez simplemente porque pudo manipularme, pero esta vez, sé exactamente dónde está.— Sebastián, es hora.Veo a Antonio que aún se recupera, pienso en Alexa y en Francisca, en lo que pasó Lucía, Carmen y Marie y en la forma inescrupulosa en que fue expuesta Loren.— Quédate — lo miró fijamente y sabe que no estoy bromeando.— No — dice con firmeza y sonríe.— No puedo arriesgarlos más.Antonio frunce el ceño confundido y antes de decir una palabra más, por el estacionamiento el sonido de una moto y un auto chirriando nos espabilan. Al principio creemos que es el mismo ataque de nuevo, pero luego veo el casco rojo y sé que es Oliver.Elijah viene tras él.— ¿Estás listo chico lind
POV. NARRADOR. Las manos que estaban a lado y lado de su cuerpo goteaban ese espeso líquido carmesí, apretó los puños dejándolos casi blancos, pero no se veía porque la sangre era mucho. Se podía oler en el lugar la muerte. Y como era de esperarse no había ni una pizca de arrepentimiento en los oscuros y malévolos ojos de ese hombre. — Lo siento, después de todo era tú…—Yo no lo lamento, él se lo buscó. El hombre reía mientras caminaba hacia afuera del enorme hangar, sus pasos dejaban una marca de sangre que se borraría del suelo pero jamás de su cabeza pues lo que había pasado allí, marcaría un antes y un después. * * * HORAS ANTES * * * — ¡AHORA! —El grito de Sebastián fue como un grito de guerra. Sus ojos se fijaron en Elijah que estaba tirado en el suelo, golpeando y derramando sangre por la boca, sus ojos cerrados y Oliver que aún seguía en pie estaba cerca de él tomándole la mano y apoyando su frente sobre la de su compañero de vida. — ¡HIJO DE PUTX! — Gritó con dolor y
POV. NARRADOR.Oliver nunca iba a olvidar la mirada perdida, oscura, fría y malvada de Sebastián.Él no era precisamente un buen hombre, pero nunca había visto a nadie con la ira que tenía Sebastián, ni siquiera a su amado Elijah.— ¿Cómo está? — Respira.— Va a vivir.— Es inquebrantable — él chico río y Sebastián se limpió la boca.— Ellas…— Ya están siendo trasladadas a nuestra casa, allí podrás ir con Loren.— Ella es todo para nosotros.— Lo sé y puedo entenderlo. — Ella… Loren nos salvó — el chico río mientras veía a Elijah abrir sus ojos dentro de la ambulancia —. Y este hijo de putx está vivo — señaló divertido para luego lanzar el cigarrillo al suelo y apagarlo.Elijah levantó su mano derecha y les hizo una seña obscena.— Qui-quiero ver a mi ángel — gimió.— Por ahora debes ir al médico.Elijah torció los ojos y Sebastián río. — Loren va en un auto directo al hospital, allí ella…— Gracias por mantenerla a salvo y por no juzgarla.— Bueno, yo estuve esperando el amor tan
POV. OLIVER.— ¿Qué haces aquí? — No soporto más ver a Elijah destruyéndose como lo hace.Además de que me llama cada vez que estoy follando y daña cada cogida que logró conseguir.— Y-yo, quiero verla — arrastra las palabras y su aliento a alcohol me aturde un poco.— Ya no está, te dejo. Tienes que seguir adelante.Lo suelto un momento para ponerle el casco, pero el maldit0 huye a las escaleras y me pregunto como puede ser un borracho tan rápido y hábil. Corro tras los pasos de mi mejor amigo y cuando creo que lo voy a alcanzar para evitar un desastre, las puertas del salón se abren y dejan ver la inmensidad y lujo de la fiesta de compromiso que se está celebrando allí adentro.— ¡Carajo, Elijah! ¡Ven aquí! — Lo llamo como si fuera un perro, pero no logro nada. Un par de delgadas, esbeltas y elegantes chicas me miran y se quedan con sus ojos prendidos en los tatuajes de mis brazos, luego buscan mis ojos y se muerden los labios.Me río, sí, definitivamente ese es el efecto que suelo
— ¡Corre, Oli! ¡Vete de aquí? — No te voy a dejar — el mocoso estaba llorando mientras yo intentaba soltar mi pie de la trampa que nos habían puesto.Si lograba zafarse igual iba a estar herido, porque los clavos me habían dañado la piel profundamente.— Eli, vamos, dime que hacer.El pequeño mocoso estaba llorando y eso me estresa aún más.Mire a mi alrededor y vi que las luces del lugar se encendieron.— Cuándo cuente 3, vas a tirar con fuerza de la cuerda.— Pero te va a…— Lo sé Oli, pero es la única manera.Sentí como la piel de mi tobillo se terminaba de desgarran al tirar con fuerza de ella, quise gritar, pero eso nos habría expuesto aún más. Levante a Oli como pude y lo empuje por la ventana por la que entramos y luego apoyado en un solo pie me levanté para salir de allí, pero justo cuando estaba por pasar mi pierna con el pie lastimado tiraron de allí con fuerza y apretando aún más violentamente, sacudían mi pierna, que era la pierna de un niño de 10 años, las lagrimas deje
POV. LOREN. “Qué puedo amarlos a los dos, pero no puedo estar con los dos” Llevé mis manos a mi boca y me cubrí como si fuera una niña pequeña, sentí un dolor horrible en mi pecho cuando Oliver se puso de pie y se alejó de mí.Sí, definitivamente era una enferma y avariciosa por amar y desear a dos hombres al mismo tiempo.Los amaba de una manera que no sabía que podía amar, los deseaba aún más, los quería cuidar todavía más, quería ser el centro de sus vidas, el principio y fin de sus días, pero no iba a dañar la amistad y hermandad de esos dos por culpa de mi avaricioso corazón.No, esa no era yo.Mucho menos podía hacer aquello, luego de que una noche en uno de sus bares, la camarera me contó la historia de sus vidas y como estaban unidos desde niños por las circunstancias de la vida.Una vida demasiado dura para un par de hombres tan buenos, porque sí, yo no era tonta aunque lo parecía, pero sabía perfectamente que entre las paredes de esos clubes nocturnos, de esas tiendas de ro
POV. SEBASTIÁN.— ¿Estás seguro?— ¡Claro que sí! — Sonreí como si fuera un niño pequeño.— De acuerdo, vamos — Lucía tomó mi mano y yo sonreí porque aún seguía sintiendo las cosquillas en mi piel.Era como si nunca nada malo hubiese pasado entre nosotros, como si toda la vida hubiésemos estado juntos y ese amargo pasado que nos separó durante tanto tiempo no hubiese existido.Pero si existió y era tan real que dolía. — Uno, dos — su risa me hizo apretar con fuerza su manos y no la deje llegar a tres.Tire con fuerza y saltamos por el risco de casi 10 metros sobre el mar, no la solté y ella no me soltó tampoco, éramos los dos cayendo al mar, el profundo e inmenso mar.Como el amor que siento por ella, un amor infinito e inexplorado en su totalidad, con una profundidad tan misteriosa como misteriosa, no era de un solo color, algunas partes claras y otras un tanto oscuras, como mi alma, como mi vida, no sabía si yo era bueno del todo, pero sabía que no era malo todo el tiempo, simplemen