Oigannnnn, Carmen me duele full porque creo que es tan buena que no se merece nada de esto.
POV. SEBASTIÁN.— ¡Lucía! ¡Vamos, Lucía! ¡Carajo, no me hagas esto! Se desplomó en mis brazos y su pulso era casi imperceptible, la levanté en brazos y corrí buscando una camilla y llamando a un médico.Y claro para mi buena suerte tenía que llegar Dan.— ¿Qué carajos le hiciste?— Nada, yo estaba…— No sé para qué te pregunto, si siempre terminas dañandola.Se movieron por el lugar y entraron a la sala de urgencias, allí donde yo no tenía acceso.— ¿Qué sucedió? —— Tienes que ir con la madre de Carmen, incendiaron el restaurante. — ¡Carajo! — Dile a Felipe que no esperaré más, o lo hace él o lo hago yo, dos meses pasaron y a ninguno se les dio la gana de exponer a esa mujer y mira donde estamos.— ¿Crees que él tenga cabeza para eso ahora? — Antonio me hablo como si yo fuera el idiota.— Pues no me importa, necesito quitarme a esa mujer de encima.— Yo lo hago — Loren se acercó a nosotros y la miró fijamente.— ¿Segura? Tu padre…— Ya me odia, que me meta en un escándalo más
POV. NARRADOR— ¿Qué significa esto? — su voz, esa voz carrasposa, pesada y amarga.La mujer se levantó rápidamente y envolvió su hermoso cuerpo en la sabana negra. Tenía miedo, pero por alguna razón también sentía una tranquilidad profunda al saber que su secreto más pecaminoso ya no lo era.— La amo — dijo el hombre que se ponía los pantalones para cubrir su desnudez.— ¿Eso también se lo dices a tu esposa? — Eso no es asunto tuyo.— ¿Ella lo sabe siquiera?— Tu no me amas, es más, me odias, así que no intentes…— Es cierto que te odio, que nunca te he amado, pero por Dios mujer…— Entonces déjame en paz. Quiero el divorcio, quiero que mi hijo y yo estemos tan lejos de ti como sea posible y tú…— No — sonrío y tomo a la mujer del pelo.Aquel hombre robusto, elegante y de buena forma se abalanzó pero fue detenido por unos hombres que irrumpieron en la habitación.— Te quiero lejos de aquí, lejos de mi esposa y de mi hijo, te quiero lejos de mi vida o voy a tomar a tu familia y te har
POV. LUCÍA.La casa era hermosa, un lugar fascinante.Frente a la playa y con un sol que calentaba mi pequeña barriga. 7 meses y mi embarazo había sido la cosas más extraña, me sentía sola, cuando debería sentirme acompañada y apoyada, Carmen nunca llegó y el control para saber si tendría un pequeño o una pequeña tampoco.Se tuvo que aplazar un poco más.— ¿Cómo estás? — Mi madre me saludó y yo sonreí triste.— Bien, creo.La conversación era casi monótona y automática, siempre respondía lo mismo a las mismas preguntas de mamá.Luego me llamaba papá.Un par de horas después y siempre antes del almuerzo llamaba Carmen, Loren, Francesas y en las noches me llamaba Marie.Pero nunca Sebastián.Él no llamaba, no enviaba un solo mald¡to mensaje, era como si la tierra se lo hubiera tragado.— ¿Tan poco le importa su hijo? — Le pregunté al ama de llaves que había viajado conmigo,— El joven de verdad desea a ese pequeño.— Bueno, eso ya lo sé, necesita una garantía de que no perderá su diner
POV. SEBASTIÁN.— Pulso débil, respiración agónica, y presión arterial extremadamente baja. Su nivel de oxígeno en sangre está críticamente bajo —yo no soltaba su mano mientras los paramédicos le entregaban el informe a los médicos.— Sebastián, tienes que salir de aquí.— ¡Oblígame! — le gruñí en la cara y volví junto a Lucía. Todos los médicos se miraban entre sí casi nerviosos.— No puedes estar aquí — entró Samantha colocando su fonendoscopio en los oídos y abriéndose camino entre los médicos.— ¡No olvides que soy tu jefe!— Pero la directora del hospital soy yo, así que puedes despedirme cuando termine de salvar a tu hijo y a tu esposa. ¡Reporten! ¡Y saquenlo de aquí! — Lucía no responde a estímulos verbales o físicos, indica… Un posible daño neurológico.Las palabras del joven médico me hicieron detener los pasos de salida que había empezado a dar. — ¿Qué? — ¡Carajo! Samantha no perdió tiempo y para asegurar una vía respiratoria y proporcionar oxígeno, ella procedió a intuba
POV. SEBASTIÁN.Dos meses.Dos meses completos con sus noches y sus días, mi pequeño se había puesto demasiado fuerte, sus ojos se abrieron una noche que fui a darle la comida en esa horrible jeringa, pero no había otro modo, me miró tan fijamente que sentí que mi alma se iba de mi cuerpo.Era la cosita más preciosa que había visto jamás y las lágrimas me ahogaron en ese momento.— Mi pequeño — los alude y su pequeña mano rodeo y apretó con fuerza mi dedo meñique.— Aún no tengo un nombre para ti, porque mamá no despierta y ella no me dijo cómo quería que te llamaras, ask que por ahora serás “mi pequeño” Las enfermeras y doctores me enseñaron a cargarlo, a cambiarlo, a llevarlo sobre mi pecho desnudo y envolverlo en una prenda especial para que fuéramos solo él y yo y de ese modo mi calor lo ayudará a crecer más sano.— Lo hace muy bien — Samantha entró a la UCI a saludar a mi pequeño como siempre hacía.— Gracias.— Hoy obtuvimos unos resultados inesperados de Lucía.Sus palabras no
POV. LUCIA.— Dan — susurré cuando abrí mis ojos.Solo tenía el nombre de Dan en mi cabeza, porque cuando entré a la sala de urgencias medio consciente fue lo último que ví y le suplique porque salvará a mi pequeño hijo.Sentí mucha sed, mareo y dolor de cabeza.Los médicos se apresuraron a examinarme para asegurarse de que mi recuperación inicial fuera estable. Revisaron los signos vitales, realizaron pruebas neurológicas y se aseguraron de que no hubiera complicaciones adicionales. Aunque estaba débil, los signos eran alentadores, y los médicos decidieron que era seguro trasladarme a una habitación más cómoda.— ¿La podemos ver? — Escuche la voz de mi made.— Debemos evaluar su nivel de conciencia y capacidad de respuesta. Reflejos Pupilares, reflejos tendinosos y de extremidades para asegurarse de que no haya daño neurológico adicional. — Entiendo — la voz de mi madre parecía ir y volver. Luego éramos simplemente médicos y yo.Me pidieron que abriera los ojos, siguiera comandos si
POV. SEBASTIÁN.— ¡Vamos, levántate! ¡niño de cara bonita!Estaba escupiendo sangre y me reía por sus palabras.Cuando Lucía llamó a Dan, me di cuenta que no importaba lo que yo hiciera, no había nada que pudiera lograr limpiar mi nombre y ganarme el respeto o admiración de Lucía, así que la verdad tampoco iba a ser útil en ese momento.Lance un gancho derecho y golpee en la mandibula, pero enseguida sentí el golpe en mis costillas. Caí de rodillas de nuevo y me reí. Todo pasaba por mi cabeza.Me sentí relegado y dolido cuando Lucía, al abrir los ojos después de su terrible accidente, llamó primero a Dan en lugar de a mi. — ¡Eres una princesa! — Me gritó el bastardo con el que estaba peleando. Pero mi mente no estaba allí, podía escucharlo y actuar, pero mi mente estaba en ese día. Ese acto, aunque sencillo, se sintió como una puñalada en el corazón, reafirmando mis peores temores y resentimientos. Con el peso de la traición y la amargura aplastando mi espíritu, me fui del hospital s
“Cuando uno está enamorado comienza engañandose a sí mismo y termina engañando a los demás” O. Wilde. POV. SEBASTIÁN.— Despierta hijo mío.— No quiero.— Debes despertar.— No.— Debes saludar a tu pequeño — la voz de mamá sonaba tan fuerte y claro que pensé que definitivamente había muerto.Pero entonces un vaso de agua helada cayendo sobre mi rostro me demostró que no, que estaba muy vivo.— ¡STAR! ¡NO DE NUEVO! — Grite sentándome con rapidez sobre el colchón, esperando que el asqueroso olor a humedad de mi horrible habitación y el resorte salido del colchon me puyara la espalda. Pero entonces noté que el colchón estaba demasiado mullido, que la habitación no olía a humedad y que la luz era muy resplandeciente, limpié mi rostro del agua y sentí algo pegado a mi mano. Bendas. Además yo también olía como si me hubiera bañado. Antonio sostenía el vaso de cristal, Felipe hablaba con Samantha la directora del hospital, a mi lado estaba mi mamá y yo no podía creerlo.— ¿Estás aquí? —