ay noooooooo1!!!! ya denle el hijo a Sebastián y lancen a Lucía de un puente jajajaja ¿Quién más conmigo?
"El mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón" Mario Benedetti. POV. SEBASTIÁN.— Hoy puedes regresar a casa — Dan me entrego el papel que constaba mi alta médica.— No pareces muy feliz por mandarme a casa Doc — le dije con sarcasmo y reí.— La tuviste y no fuiste capaz de disfrutarla, pero cuando ella decidió que era hora de irse, simplemente decidiste que lo mejor era tenerla sin importar el coste.— Ese es tu problema Dan, que nunca has podido superar que soy mejor que tu en todo y siempre tengo todo lo que quiero.— No eres mejor que yo, solamente tomas sin pedir permiso y mucho menos pides perdon, no mereces nada de lo que dices que deseas y eso simplemente eso, me hace mejor que tú. Eres una basura.— ¡JA! — reí y me acerqué a él —. No seas igualado, que ambos sabemos que la basura se separa y tú y yo nunca vamos a estar al mismo nivel — me acerqué a su oído y susurré —. Así que solamente quedate en tu rincón mugroso y espera
POV. SEBASTIÁN.Un día aburrido de trabajo, un día completo con papeles sobre mi escritorio, gente entrando y saliendo de mi oficina, cosas por firmar, órdenes que dar, asuntos que arreglar, Felipe y Antonio mirándome con rabia y sin decir más que algunos monosílabos.Mi madre llegó a la hora del almuerzo y hablaba y hablaba de muchas cosas que aunque tenían sentido, no me importaban.Se veía más radiante que nunca. Elegante.Hermosa.Los ojos de las damas de sociedad estaban sobre ella y algunos murmullos ridículos que parecían risas sobre nosotros.— ¿Qué piensas? — preguntó mamá y yo la mire con una amplia sonrisa.— Estoy de acuerdo — dije y bebí agua sin mirarla a los ojos.— Gracias, entonces enviaré un ramo de flores a los padres de Lucía y…— ¡¿Qué carajos?! ¡Estas demente! ¿Te afectó el psiquiátrico? Creí que habías dicho que era como un hotel 5 estrellas.— No me prestas atención, así que decidí decir cualquier cosa para ganarla. — No bromees con eso. No quiero molestar má
POV. SEBASTIÁN.— ¿Qué carajos pasa contigo, Lucía? — ¿Conmigo? —Estaba más bien arrastrando las palabras.— Ven — tire del delgado brazo de Lucía a un lado.Tenía que alejarla de allí rápidamente y tratar de pasar desapercibido, el problema es que habían pasado 3 canciones en las que no había dejado de parar con ella y no me había percatado que los ojos de todos estaban sobre nosotros.Sobre todo porque en toda la noche no había bailado ni una sola pieza con la que es mi esposa.Pero la verdad es que no tenía ganas de obligar a Lucía a nada más, tal vez porque mi mente poco a poco estaba aceptando que lo que ella menos necesitaba era a mí. Tal vez también porque estaba resignado a que lo de ella era estar con Dan y punto.— Su-suéltame — refunfuño y yo quería quitarle la cabeza.— ¿Tienes idea de lo que hiciste allá afuera? — No me di cuenta que la había liberado y ella estaba pegada a la pared más próxima.— ¿Y qué importa? — Dijo con los dientes muy apretados y una mirada molesta
POV. SEBASTIÁN.— ¿Qué haces aquí?— Y-yo… No lo sé — mis ojos estaban clavados en los de ella. — Sigue, estás empapado.Entre a su PentHouse y el calor abrasador del lugar me envolvió.— ¿Estás sola?— ¿Importa? — Supongo que no.— ¿Qué sucede? — Lamento lo de la champaña.— No esperaba una pizca de madurez de una niña tan berrinchuda como lo es Lucía. Demasiado predecible — bostezo y río —, demasiado para mi gusto.— Ella es mejor que eso, había bebido demasiada champaña y…— Deja de justificarla en todo.— No lo hago.— Lo has hecho siempre.— Solo quería saber como estabas.— ¿A las 3 de la mañana? Es obvio que te viniste caminando o en algún punto te bajaste del auto para caminar, la dejaste sola en casa y con eso también dejaste a tu pequeño niño solo. ¿Qué pasa? — Creo que la odio — susurré y al fin la mire —. Creo que odio a Lucía.Entrecerró los ojos, me estaba analizando, me estaba leyendo, estaba metiéndose en mi cabeza y luego soltó el aire que no sabía que estaba conte
POV. SEBASTIÁN.— ¡Mamá! — Lucía — la voz de la madre de Lucía era un delgado hilo lleno de dolor. —¿Qué sucedió? — Todo fue tan rápido hija, que aún no lo entiendo. Mis hombres no habían detectado nada, no sabían cómo el padre de Lucía se había escapado de su radar en un abrir y cerrar de ojos. Tenía a todos mis hombres buscando al imbecil que había dejado que todo esto pasara. Lucía consolaba a su madre mientras yo miraba desde lejos con un poco de impotencia, porque simplemente me di cuenta que no importaba que tanto lo intentara, proteger a Lucía de todo era muy difícil. —¡¿Qué haces aquí?! Eleonora se puso de pie, sus ojos estaban llenos de ira y sus puños cerrados a lado y lado de su cuerpo. Mis ojos y los de Lucía viajaron directo a donde la mirada acusadora de su madre miraba. Me puse un poco pálido, otro tanto molesto, pero sobre todo confundido.Antes de que cualquiera allí pudiera hacer cualquier movimiento camine directo hasta la elegante silueta de mi madre y la
POV. SEBASTIÁN. — ¿Qué haces aquí?— Vine a estar con Lucía.— Ella no te llamó y tampoco te aviso sobre esto — vi como sus ojos pasaron de una confianza absoluta a mirar en otra dirección.— Eso no es asunto tuyo.— Claro que lo es, Lucía es mi esposa.— No por voluntad — volvió a mirarme y esta vez estaba casi riendo.— Lo más gracioso es que sabe que puede irse cuando quiera, pero aún así, es a mí a quién quiere a su lado — esta vez el que está sonriendo era yo, mientras que Dan borraba esa sonrisa fastidiosa. — ¿Con qué la estás amenazando está vez?— Tal vez no la he amenazado, tal vez solo le he dado buen sex0 — dije eso último pegando mi rostro al suyo.Dan dio varios pasos atrás y gruñó.— Sigues sin responder Doc. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo lo supiste primero que yo?— ¿Qué es lo que te molesta Sebastián? ¿Qué yo llegué primero o que yo sí puedo cuidar de Lucía de verdad?— Nunca podrías hacer ni la mitad de lo que yo he hecho por ella. — Eso es lo que tú crees.— No, eso es al
POV. NARRADOR. — ¡Más! ¡Más por favor! El fuego parecía danzar en medio de esos dos cuerpos que apenas si tenían una ligera capa de perlas de sudor, la avaricia del cuerpo había sido más grande y el deseo se estaba desbordando entre ellos dos.— ¡Milena, me vuelves loco! — Las estocadas eran duras, progresivas, sentidas, calientes.— ¡Haaa!Los gemidos eran ensordecedores, abrumante, lascivos, excitantes, cualquiera que escuchará a la pareja se tendría que detener a respirar un poco.Milena tenía sus manos enredadas en el espero pelo del hombre, mientras no dejaba de mirarlo, sus piernas estaban casi a lado y lado de su cabeza y él estaba profundamente metido entre ella, sus labios se unían y separaban para buscar aire. Él se enderezo un poco y se detuvo, respiró profundamente y con una mano la giró sobre el colchón, levantó el trasero de Milena un poco y la penetró sin decir nada, sus cuerpos nuevamente eran uno solo. Las caderas de Lucía se veían aún más amplias desde esa perspect
"Quizá no era amor, tal vez, era esa pequeña necesidad de sentir algo diferente. Algo que marcara mi vida por completo" Mario Benedetti. POV. NARRADOR.— Lo siento, yo… estaba ebrio y ella… yo no pude… — Samuel estaba casi llorando de rodillas ante Milena.Ella por el contrario estaba demasiado calmada, demasiado tranquila y casi parecía que sonreía.Aunque sus ojos estaban tristes.— Samuel, está bien — dijo al fin y las palabras calmadas lo tomaron por sorpresa.Él simplemente sentía y sabía que la había engañado vilmente y sin escrupulo alguno. — Pero yo… Yo te traicione — dijo al fin.— No, no lo hiciste.— Milena.Parecía que las palabras allí entre ellos dos no existían, parecía que su aventura de años estaba por terminar, parecía que las cosas habían llegado a su fin.— ¿Hace cuanto paso? — Fue la única pregunta que Milena se atrevió a hacer, más que por curiosidad que por otra cosa.— En las vacaciones que tomamos junto a mis padres, yo bebí demasiado y ella también, nos